Izquierda Socialista/"OCR": una organización "socialista" que rinde loas al capitalismo y sus representantes

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¿Puede una organización ser socialista y a la vez rendir loas al capitalismo y sus representantes? No, no se puede.

Pero ese es precisamente el caso de Izquierda Socialista (IS), que se llama socialista, pero no lo es. Mucho menos son comunistas revolu-cionarios, aunque, por razones que desconocemos, recientemente han calcado el nombre de nuestra organización, la Organización Comunista Revolucionaria, México, fundada en 1989, y ahora se hacen llamar “Organización Comunista Revolucionaria” (OCR).

Izquierda Socialista/“OCR” identifica a solo una parte de los representantes de las clases dominantes, el “PRIAN” (PRI-PAN-PRD) como el “enemigo principal”. A AMLO y Morena, que son representantes de otro sector de las clases dominantes, les rinde loas, además de algunas críticas suaves, y defienden algunos de los crímenes del gobierno actual. Centran su actividad en demandas inmediatas encerrando la lucha dentro del sistema capitalista, en vez de preparar la revolución que se necesita tan urgentemente, y su concepto trotskista del “socialismo” no es más que el capitalismo de Estado.

Analizar y criticar científicamente estas posiciones erróneas importa, e importa mucho. Está muy difundida la idea errónea de que para hacer la revolución “hay que unir a la izquierda” y que “todos luchamos por lo mismo”. No es cierto, y la historia del movimiento comunista revolucionario lo comprueba. Si la lucha por la revolución y el socialismo no es guiada por un entendimiento del problema y la solución que corresponde a la realidad, se desvía a un callejón sin salida de quedarse dentro del actual sistema capitalista opresivo. Por eso tienen tanta importancia las polémicas que trazan firmes líneas de demarcación entre el comunismo revolucionario y el "marxismo” falso. Aunque millones de personas de muy diversos puntos de vista van a participar en la revolución socialista, el entendimiento que guía la revolución es decisivo para determinar si va encaminada al verdadero socialismo o se va a quedar dentro del mortífero sistema actual.

No les “queda duda de la honestidad” y “voluntad de servir al pueblo” del gobierno capitalista de AMLO

Examinemos, entonces, las posiciones de Izquierda Socialista/"OCR". En su artículo reciente, “Los comunistas ante el proceso electoral 2024”, escriben, entre otras cosas, lo siguiente: “No nos queda duda de la honestidad e incluso la voluntad de servir al pueblo de personalidades como López Obrador, pero no es suficiente. AMLO nunca ha cuestionado al capitalismo”.

Es poco menos de increíble. Estos supuestos “socialistas” no dudan de la “honestidad” y “voluntad de servir al pueblo" del presidente que prometió que en el megaproyecto del mal llamado Tren “Maya” no cortarían “ni un solo árbol”, cuando en realidad han tumbado más de 10 millones de árboles. Más bien, alaban a los megaproyectos capitalistas de etnocidio y ecocidio de este gobierno. Afirman que, (entre otras cosas que consideran positivas, como los programas sociales), “La presidencia de AMLO… ha impulsado algunos proyectos de infraestructura que están catapultando el crecimiento económico de regiones antes olvidadas”. Así hacen eco de la propaganda mentirosa del gobierno sobre el Tren “Maya” y el Corredor Transoceánico del Istmo. Estos megaproyectos en realidad destruyen el medio ambiente y socavan a las comunidades y culturas indígenas de estas regiones, "catapultando" a los indígenas y otros pobres a nuevas ciudades para ser duramente explotados en el gran turismo o en los “polos de desarrollo” de maquiladoras y otras empresas de los capitalistas extranjeros y nacionales que el gobierno espera atraer. Las regiones de mayor concentración indígena no han sido "olvidadas": los indígenas son sobreexplotados y oprimidos por el capitalismo, pero para IS/”OCR” está bien más explotación capitalista y mayor despojo y destrucción de sus comunidades con estos megaproyectos capitalistas.

Tampoco dudan de la “honestidad” y “voluntad de servir al pueblo" del actual presidente del Estado capitalista que reventó el caso Ayotzinapa cuando la investigación comenzó a tocar al Ejército y que ha mentido innumerables veces al decir que el Ejército ha entregado toda la evidencia al respecto. El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) documentó sin lugar a dudas la evidencia que el Ejército rehúsa entregar para encubrir su participación directa en el operativo que resultó en el asesinato de seis personas y la desaparición forzada de los 43 normalistas en 2014.

Izquierda Socialista encubre el crimen del gobierno morenista de Guerrero, cuya Policía Estatal asesinó al normalista de Aytozinapa Yanqui Kothan Gómez Peralta, el 7 de marzo de 2024. Al supuestamente denunciar este crimen (en "El asesinato de Yanqui Kothan, estudiante de Ayotzinapa"), IS acusa a los normalistas de “métodos ultraizquierdistas” y dice que el asesinato fue producto del intento del PRI/PRD de “desestabilizar al Estado de Guerrero, gobernado por Evelyn Salgado del partido Morena”. Es una mentira increíble. No solo es morenista la gobernadora. Apenas en enero de este año, ella nombró al nuevo jefe de la Policía Estatal, el general Rolando Solano Rivera, quien difundió la mentira de que Yanqui Kothan murió en un “enfrentamiento” en que los estudiantes dispararon a los policías. Además, la toma de posesión de este nuevo jefe de la Policía Estatal contó con el aval de la presencia inusual de representantes de peso del gobierno morenista federal: el secretario de la Defensa Nacional (SEDENA) y la secretaria de Seguridad Pública federal. También hay evidencia de que hubo participación del Ejército en el operativo de detención y tortura de los normalistas sobrevivientes y hasta ahora rehúsan proporcionar el video del C4 del crimen.

Podríamos seguir detallando muchas otras mentiras y crímenes del gobierno federal actual al que Izquierda Socialista no duda de su “honestidad” y “voluntad de servir al pueblo”, como la represión a los migrantes, bajo órdenes del imperialismo estadounidense, con varios asesinatos y 40 quemados vivos en Ciudad Juárez, o la represión a las mujeres luchando contra el patriarcado, que AMLO ha tildado de "conservadoras disfrazadas de feministas", su intento de “desaparecer” del registro oficial a muchos de los más de 100 mil desaparecidos (más de la tercera parte en este sexenio), entre muchos otros ejemplos.

Al hablar de su “honestidad” y “voluntad de servir al pueblo”, Izquierda Socialista centra su análisis en las intenciones subjetivas de López Obrador, en vez del programa y las acciones de su gobierno en el mundo real, que son lo que revela el verdadero carácter de clase de su gobierno y del Estado actual en general. No importa, por ejemplo, si AMLO justifique para sí mismo que mentir para encubrir los crímenes de lesa humanidad del Ejército es "servir al pueblo". La realidad es que el Ejército sigue cometiendo esos crímenes (ver, por ejemplo, “Nuevas masacres militares: con ejecuciones y militarización, SÍ son lo mismo”, disponible en aurora-roja.blogspot.com).

Evaden precisar el carácter de clase del gobierno supuestamente “progresista” de Morena

En su artículo citado sobre el proceso electoral, después de pintar color de rosa al actual gobierno capitalista represor, patriarcal, ecocida y etnocida, luego, enuncian su crítica "socialista": nos dicen que “No obstante, no todo es miel sobre hojuelas”. Persisten problemas y “En última instancia, el verdadero problema del país es el capitalismo”. Y como ya vimos, “AMLO nunca ha cuestionado al capitalismo”, como si esto fuera posible del jefe de Estado capitalista.

El Estado surgido del triunfo de las fuerzas burguesas de Carranza y Obregón, al ahogar en sangre a los ejércitos campesinos y populares de Zapata y Villa, es y siempre ha sido una dictadura de los imperialistas, grandes capitalistas y terratenientes sobre las masas, a pesar de las formas parciales de democracia burguesa que se han adoptado. Puede haber ciertos cambios de política y conflictos entre las mismas clases dominantes al respecto, como vemos ahora en la contención entre el PRI-PAN-PRD vs. Morena y sus paleros, pero ningún cambio de partido ni de personas va a cambiar la esencia de este Estado, que es una dictadura capitalista sobre el pueblo.

Todo Estado capitalista, independiente de su forma y políticas en particular, es en esencia una dictadura capitalista sobre el pueblo. Sirve para reprimir a los intentos de las masas de defenderse y de liberarse del yugo de explotación y opresión. Y, en general, existe para defender, reproducir y expandir las relaciones económicas capitalistas que son la base de la sociedad y ponen el marco para la política y todo lo demás. Como enfatiza Lenin en El Estado y la revolución, en el apartado “El Estado, arma de explotación de la clase oprimida”, esto es el caso incluso en su forma más engañosa, la república democrática: "La república democrática es la mejor envoltura política de que puede revestirse el capitalismo, y por lo tanto el capital, al dominar… esta envoltura, que es la mejor de todas, cimienta su Poder de un modo tan seguro, tan firme, que ningún cambio de personas, ni de instituciones, ni de partidos, dentro de la república democrática burguesa, hace vacilar este Poder” (nuestro énfasis). No es verdad simplemente porque Lenin lo dijo, sino porque lo demuestran todas las evidencias de siglos incluso de repúblicas mucho más democráticas que la mexicana.

Izquierda Socialista, que se dice marxista-leninista, menciona, muy de vez en cuando, alguna frase como “El Estado… es un aparato en defensa de la propiedad al servicio de la clase dominante” (sin mencionar que es una dictadura de la clase dominante), pero lo tergiversan completamente al hacer el énfasis en el carácter "progresista" del gobierno de López Obrador en contraste con la "oligarquía", declarando que “el PRIAN es la expresión política de la oligarquía y los consideramos como el principal enemigo de la clase obrera”.

Por eso, llegan a decir cosas realmente fuera de la realidad, como en No. 36 de La izquierda socialista: “Es necesario que, si el gobierno de la 4T quiere ser consecuente con su slogan de ‘Primero los Pobres’, se encamine entonces hacia la destrucción de este sistema de opresión…” ¡Una ilusión tan falsa y reaccionaria como absurda respecto a este gobierno capitalista! Pero siguen: “aunque este gobierno progresista tenga las mejores intenciones de mejorar nuestras condiciones de vida para podernos desarrollar en un ambiente seguro y libre de violencia, no podrá avanzar sin una lucha decidida contra el sistema de opresión capitalista. Todas sus propuestas y planes estarán siempre limitados ante las necesidades de lucro de la clase burguesa, por lo que no podremos avanzar hacia un proceso de igualdad social. Para esto es necesario defender un programa diferente, un programa socialista…”

Hablan como si este “gobierno progresista” no entendiera que debería encaminarse “hacia la destrucción de este sistema de opresión”. Nunca analizan el carácter de clase de este Estado y del actual gobierno dizque “progresista”. Son representantes políticos de un sector de la gran burguesía, como analizamos en detalle en Hace falta tumbar el sistema capitalista, no tratar de “democratizarlo". Sus planes no son “limitados” sino que sirven a “las necesidades de lucro de la clase burguesa”. ¿O a poco no prestaron atención cuando AMLO se jactó de atraer la inversión para una fábrica de Tesla de parte del imperialista fascista Elon Musk? ¿No escucharon las alabanzas mutuas entre AMLO y los banqueros en la reciente Convención Bancaria en Acapulco? (“Me han tratado muy bien… y he cumplido los compromisos” con los banqueros, dijo AMLO). ¿No han prestado atención a sus alabanzas al gran capital extranjero y nacional que va a traer con sus megaproyectos de muerte? Ah, bueno, Izquierda Socialista sí se dio cuenta y alaba estos “proyectos… catapultando el crecimiento económico”.

Una política de colaboración con el ala “progresista” de la gran burguesía

Así que parte esencial de su supuesto “programa socialista” es el apoyo crítico a un ala de los representantes políticos de los grandes capitalistas (Morena, PT, Partido Verde) contra la otra (“el PRIAN… el enemigo principal”). No es producto de ninguna confusión ni equivocación: toda su corriente trotskista internacional está basada en la colaboración con una parte de la gran burguesía como supuesta “táctica” para llegar al “socialismo” algún día. La Corriente Marxista Internacional, de la que Izquierda Socialista/ “OCR” es la sección mexicana, traza sus orígenes a la “teoría” de "entrismo" de Ted Grant y Alan Woods. Según esta “teoría”, hay que “entrar” y participar en los partidos capitalistas supuestamente “progresistas”. En términos prácticos esto significa, en el caso de Grant y Woods, participar en el Partido Laborista del Reino Unido, uno de los principales partidos políticos capitalistas allá, que apoya a Israel en su genocidio contra el pueblo palestino y encabezó el gobierno que participó en la reaccionaria invasión de Irak, entre muchos otros crímenes imperialistas.

El “enemigo principal” no es simplemente el “PRIAN” o una parte de las clases dominantes que Morena y los que concilian con Morena, como Izquierda Socialista, llaman la “oligarquía”. El “enemigo principal”, el blanco de la revolución real que es más urgente que nunca, son el sistema capitalista, las clases dominantes en su conjunto y todos sus representantes políticos, sean del PRIAN o de la mal llamada cuarta transformación. Con la gente honesta influida por Morena u otros partidos burgueses, hay que luchar para abrirles los ojos a los horrendos crímenes de este sistema bajo el partido que sea, en vez de alimentar sus ilusiones falsas con cuentos democrático-burgueses de “gobiernos progresistas” luchando contra la “oligarquía”. ¿Existen contradicciones reales entre el “PRIAN” y Morena? Sí, pero son contradicciones entre representantes de distintos sectores de las clases dominantes. La intensificación de estas contradicciones es parte de la base material para poder hacer una revolución socialista real. Esto es el caso sobre todo en la situación actual en que todos los niveles del gobierno, del partido que sea, están coludidos con el crimen organizado. Pero tal revolución solo será posible al desenmascarar y luchar contra las dirigencias de todos los partidos capitalistas actuales, en vez de embellecer y apoyar a los gobiernos supuestamente "progresistas".

La elección de AMLO no fue “triunfo para las masas” sino un gran engaño para domar al pueblo y sofocar su potencial revolucionario

Para Izquierda Socialista la elección de López Obrador en 2018 “fue un triunfo para las masas”. Aunque esa elección demostró el inmenso odio de las masas a los gobiernos capitalistas anteriores, su elección no fue "un triunfo” sino un gran engaño para las masas. El descontento y rebeldía de las masas crecía cada vez más frente a los horrendos crímenes de los gobiernos priístas y panistas anteriores, lo que podría haber llevado a una grave crisis y explosión del potencial revolucionario suprimido de las masas. Es en esta situación que López Obrador, como candidato, ofrece sus servicios a las clases dominantes para detener a las masas, como analizamos en más detalle en La esperanza revolucionaria. En la Convención Bancaria de ese año, AMLO sentenció: "Si se atreven a hacer un fraude electoral, yo me voy también a Palenque y a ver quién va a amarrar el tigre". "El que suelte el tigre que lo amarre, ya no voy a estar yo deteniendo a la gente..." Y como resaltó en la reciente Convención Bancaria “he cumplido los compromisos”: ha hecho todo lo posible para tratar de amarrar al tigre, o sea, el potencial revolucionario de las masas. Con su falso discurso de "primero los pobres" y con más pesos a pagos directos de los “programas sociales”, ha intentado amarrar al pueblo a Morena y al sistema capitalista que representa, con la ayuda de muchos falsos “socialistas”, “revolucionarios” y gente de ”izquierda” que han promovido ilusiones falsas en este gobierno netamente capitalista y reaccionario. Y sin embargo, de todas formas han irrumpido rebeliones fuera de su control, como las combativas protestas contra la opresión de las mujeres, entre otras.

Como dice Lenin, “la burguesía en todos los países establece, inevitablemente, dos sistemas de gobierno, dos métodos de lucha por sus intereses y en defensa de su dominio, métodos que van alternándose o que se entrelazan en distintas combinaciones. Es, en primer término, el método de la violencia, el método que no admite concesión alguna… El segundo método es el del ‘liberalismo’, el de dar pasos en el sentido de las reformas, de las concesiones, etc.” (“Las divergencias en el movimiento obrero europeo”). Y señala que este último es, en cierto sentido, la política más “astuta" de los capitalistas para embaucar a las masas y que tiende a reforzar el revisionismo (el marxismo falso) y la conciliación con la burguesía, de lo que Izquierda Socialista/”OCR” es un buen ejemplo.

Ahora comienzan a desvanecerse las falsas esperanzas en la llamada 4T por los mismos crímenes del gobierno, impelido por la naturaleza del sistema capitalista, así como por la lucha valiente de muchas personas que no han estado dispuestas a rendirse. Muchas mujeres, indígenas, migrantes, buscadores de desaparecidos, ecologistas, normalistas, maestros y otros se niegan a vender los intereses de los explotados y oprimidos por el plato de lentejas de unos pesitos más del gobierno.

El típico economismo y reformismo de centrar en "las demandas concretas de cada sector” en vez de elevar la conciencia y organización de las masas para la revolución socialista real

En esta situación, aunque no se atreven a decir si se debe votar por Morena o no, Izquierda Socialista anuncia que “hay que diferenciarnos de las políticas reformistas que las candidaturas de Morena representan… Hacemos un llamado a la organización independiente del estado en función de las demandas concretas de cada sector…” “La hora de la clase obrera se acerca, el proceso electoral será un termómetro para medir el ambiente entre las clases y, sin duda, demostrará el nivel de descrédito político de la oligarquía que representa el PRIAN,  al mismo tiempo ofrecerá una oportunidad para luchar por un programa distinto al de Morena que vaya más allá de las propuestas de AMLO. Ese programa debe ser el del socialismo aquí y ahora”.

Aquí se encubre el más despreciable cretinismo electoral y reformismo con el llamado vacío por el “socialismo aquí y ahora”. Al parecer “la hora de la clase obrera se acerca” por el “proceso electoral” burgués y el “descrédito político de la oligarquía que representa el PRIAN”. Ofrecen “diferenciarnos de las políticas reformistas" de Morena, sin denunciar que Morena también representa a la gran burguesía y los imperialistas. Lo que “diferencia” a IS de “las políticas reformistas” de Morena es su propio reformismo: “la organización independiente del estado en función de las demandas concretas de cada sector…” Esto es simple y llanamente el economismo que ha predominado tanto tiempo en el “movimiento” en México y muchos otros países, que centra la lucha en las “demandas concretas” que las masas ya están librando y son completamente capaces de librar, en vez de llevarles también y principalmente lo que no les llega espontáneamente, sin la lucha de los comunistas: la ciencia comunista revolucionaria y su organización para la revolución, Su posición es el economismo puro que criticó tan agudamente Lenin, al insistir que el comunismo revolucionario “subordina” la lucha por reformas en general, como la parte al todo, "a la lucha revolucionaria por la libertad y el socialismo” (¿Qué hacer?, apartado IIIa). Esta crítica ha sido profundizada por el "quéhacerismo enriquecido" de Bob Avakian (BA), arquitecto del Nuevo Comunismo (ver, por ejemplo, Hacer la revolución y emancipar a la humanidad). Enfocar la atención de las masas en las “demandas concretas de cada sector” en vez de elevar su conciencia y organización para la revolución real que hace falta es la receta economista que se ha aplicado durante más de un siglo en el país y muchas otras partes para generar un movimiento dizque “revolucionario” dentro del sistema capitalista que nunca sale de este sistema.

Buscan disfrazar este economismo y reformismo despreciable con llamar al “socialismo aquí y ahora”, sin mencionar el “detalle” de la necesidad de una revolución para tumbar y desmantelar el sistema capitalista y el Estado que lo mantiene. La revolución socialista solamente puede ser producto de la enconada y difícil lucha revolucionaria armada de millones de personas con dirección comunista verdadera. Se están abriendo ahora mismo nuevas oportunidades reales para tal revolución por las crisis provocadas por el sistema que incluso ponen en jaque el futuro de la humanidad. Pero estos “socialistas” promueven ilusiones falsas de llegar al “socialismo aquí y ahora” por medio de luchar por “las demandas concretas de cada sector” y hablar del carácter supuestamente “progresista” del principal partido electoral capitalista en el Poder ahora. Esto es un burdo engaño: hablar de un socialismo ilusorio mientras su posición en realidad apuntala al actual sistema capitalista.

Un programa trillado para el capitalismo de Estado, no el programa real para un México socialista, independiente e internacionalista

Uno busca en vano en sus materiales un programa concreto para el socialismo real. En cambio, sí se puede encontrar tal programa en “Por un México socialista, independiente e internacionalista”, lo cual se explica en más detalle en La revolución liberadora de la Organización Comunista Revolucionaria, México, también disponible en aurora-roja.blogspot.com. Lo más que hemos encontrado son referencias vagas a “democracia obrera” y que “Hay que poner la economía al servicio de la sociedad expropiando el conjunto del sector energético al igual que el resto de las palancas claves de la economía” (La Izquierda Socialista, No. 36).

Tienen un concepto revisionista del socialismo como simplemente la expropiación y planificación "de las palancas claves de la economía". Un problema fundamental con IS, (así como con todo el universo de las múltiples escisiones trotskistas), es su adherencia al dogma trotskista fundamental de que la revolución socialista verdadera tiene que ocurrir como resultado de revoluciones más o menos simultáneas, sobre todo en los países dizque “avanzados” (o sea, imperialistas). Como Bob Avakian (BA) ha señalado muy correctamente, esto deja a todos suspendidos en el aire, esperando a que otros la inicien. Por eso han sido incapaces de aprender de las profundas lecciones de las experiencias socialistas en la Unión Soviética y la China socialista, así como de la restauración del capitalismo en la URSS a mediados de los años cincuenta del siglo pasado y en China en 1976. De resumir esas lecciones, entre otras fuentes, BA ha forjado el Nuevo Comunismo, aprendiendo de los grandes logros pero también de los errores serios de esas primeras experiencias históricas del socialismo, para plasmar una visión y un programa socialista más científico y revolucionario, que alienta el debate, el disentimiento y la efervescencia política, social y cultural a la vez que se luche por avanzar hacia el comunismo y acabar con toda forma de explotación, opresión y desigualdad social. (Ver, por ejemplo, Constitución para una nueva república socialista en América del Norte (Proyecto de texto), para su aplicación concreta en el territorio de lo que será el anterior Estados Unidos imperialista).

Izquierda Socialista, en cambio, al igual que virtualmente todos los “marxistas” falsos, reduce el socialismo a la propiedad y planificación estatales de la economía, como se puede ver al reivindicar el "socialismo" cubano (aunque dicen que falta ahí su "democracia obrera"). La propiedad y planificación estatales de la economía son requisitos del socialismo pero en sí no distinguen el socialismo del capitalismo de Estado. Lo decisivo es ¿qué es lo que guía la planificación estatal? ¿La ganancia o los intereses fundamentales del pueblo y la revolución mundial? La ganancia o la lucha por superar toda forma de explotación, opresión y desigualdad social, entre hombres y mujeres, una nacionalidad y otra, trabajo intelectual y manual, ciudad y campo, etc., no solo en un país sino en el mundo entero.

Como señaló Marx, con un entendimiento que ha sido profundizado mucho más por BA a partir de la experiencia histórica posterior, “Este socialismo es la declaración de la permanencia de la revolución, la dictadura de clase del proletariado como punto necesario de transición para la supresión de las diferencias de clase en general, para la supresión de todas las relaciones de producción en que éstas descansan, para la supresión de todas las relaciones sociales que corresponden a esas relaciones de producción, para la subversión de todas las ideas que brotan de estas relaciones sociales”. (Las luchas de clases en Francia de 1848 a 1850. Aquí cabe mencionar que Marx no habla de “dictadura” en el sentido burgués de la palabra, de la ausencia de formas democráticas, sino en el sentido científico del monopolio de la fuerza estatal legítima por parte de una clase. Ya hemos visto como la república capitalista más democrática es, en este sentido, una dictadura de la burguesía sobre las masas, su control del Estado para defender y expandir su sistema de explotación, en que la “democracia” solo existe, en esencia, en el mejor de los casos, para los capitalistas. La dictadura del proletariado, en cambio, se ejerce sobre las clases explotadoras derrotadas e intentos armados por restaurar el capitalismo, lo que hace posible por primera vez una verdadera democracia para las clases anteriormente explotadas y oprimidas).

Aun dejando de lado el creciente sector capitalista privado en Cuba, impulsado por inversiones de los imperialistas europeos, entre otros, queda claro que desde el principio el sector estatal de la economía cubana se ha guiado por la ganancia: la apuesta al azúcar para la exportación en vez de una agricultura diversificada para alimentar a la población, la promoción prioritaria del turismo y la prostitución asociada (“a las cubanas les gusta”, la justificó Fidel Castro), la dependencia de los combustibles fósiles que provocan el calentamiento global y la minería destructora del medio ambiente. Esta es la visión de IS/"OCR" del socialismo, al que falta solo "la gestión obrera en las empresas estatales”. Esto evade la cuestión esencial: si la guía es la búsqueda de la ganancia o la política del verdadero socialismo como transición al comunismo y la emancipación de toda la humanidad.

Hay que oponerse al reaccionario bloqueo del imperialismo estadounidense contra Cuba, pero Cuba no es más que un capitalismo de Estado bajo letrero “socialista”, igual que la China actual, aunque China es ahora una potencia imperialista.

Con su apoyo crítico a los gobiernos "progresistas” de la gran burguesía y su política reformista de centrar en las “demandas concretas de cada sector”, Izquierda Socialista/”OCR” ni va a llegar a su sueño acariciado del capitalismo de Estado bajo letrero “socialista”. Pero aunque se llegara a eso, sería y es una traición a los verdaderos intereses de las masas que necesitan urgentemente una revolución socialista real que ponga fin a tantos crímenes de este sistema, tanto sufrimiento innecesario, así como las amenazas incluso a la sobrevivencia de la raza humana, como la de muchas otras especies, por la crisis ambiental y la amenaza de guerra mundial nuclear, ahora tan patente.

En resumen, aunque se llame “Izquierda Socialista” u “Organización Comunista Revolucionaria” no es una organización socialista, ni mucho menos comunista revolucionaria. Es una organización oportunista cuya posición trotskista contrarrevolucionaria concilia con el Estado capitalista y se opone a una revolución real. Ahora mismo y en la próxima ola de revoluciones socialistas en el mundo, está de lado burgués de las barricadas y de la historia.

Aurora Roja

Voz de la Organización Comunista Revolucionaria, México

aurora-roja.blogspot.com               auroraroja.mx@gmail.com

 

- 6 de mayo de 2024


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