"Militar, Narco, Policía, La Misma Porquería" |
Ver/bajar artículo en formato PDF: Militarizacion-son lo mismo.pdf
Los soldados obligan a cinco hombres desarmados y apresados a sentarse junto a la barda y luego disparan a los cinco, justo como un
escuadrón de la muerte. Esto se ve claramente en un video que salió el 6 de
junio de 2023 que capta todo este operativo criminal del Ejército mexicano. Se
ve que una camioneta choca fuertemente contra una barda del estacionamiento de
un supermercado de Nuevo Laredo. Llegan soldados a pie y en un vehículo
militar. Unos soldados disparan al piso, otros sacan del vehículo a los
hombres, varios lesionados por el choque. Los patean y golpean, el mando ordena
sentarlos junto a la barda y asesinan a
sangre fría a los civiles José Moreno, de 27 años; Jorge Colector, de 32;
Edgar Chavarría, de 38, José Rivera, de 23; y Clinton Blucha, de 25 años. Fue
una ejecución extrajudicial, crimen
que las estadísticas de bajas implican es
un procedimiento general del Ejército, la Marina y la Guardia Nacional, pero esta vez con una prueba indiscutible.
Incluso en una guerra declarada,
asesinar a los prisioneros es un crimen de guerra.
Después de la masacre, los soldados proceden a alterar la
escena del crimen: tiran balas como supuestas evidencias de un
“enfrentamiento”. Sacan dos rifles de la camioneta y los colocan junto a dos de
los detenidos fusilados. Cuando uno de los fusilados aún vivo trata de
arrastrarse, lo rematan. Una hora después llega la ambulancia, lleva al único herido,
quien muere en el hospital. Quince minutos después, llaman a la fiscalía. Al
revisar la escena, un militar se da cuenta que aún lleva esposas una de las
víctimas y se las quitan antes de que lleguen los de la fiscalía.
Este terrible crimen de Estado ocurrió el 18 de mayo. Durante 19 días no hubo ningún comunicado de la Secretaría de Defensa
Nacional (Sedena) ni de la Fiscalía
General de la República. Todo fue
tapado, hasta que un periodista de Univisión consiguió el video de la
cámara del supermercado que lo registró durante 80 minutos. Frente a la prueba
irrefutable, la Sedena, en un comunicado, con gran hipocresía, “garantiza a la
sociedad mexicana que no existe impunidad”. Ah sí, cómo no. ¡Por eso lo
encubrieron durante tanto tiempo!
Este es solo un caso entre muchos de ejecuciones
extrajudiciales en este sexenio, lo que demuestra que, pese a las constantes
arengas del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) de que “No somos lo
mismo”, la verdad es que en esencia y
sobre todo con respecto a las fuerzas militares, SÍ SON LO MISMO: representantes
del Estado capitalista encargado de suprimir y aterrorizar al pueblo, para
defender el actual sistema capitalista de explotación y opresión.
Los militares siguen asesinando a sangre fría a personas
inocentes y a personas desarmadas bajo su custodia en este sexenio como en los
anteriores. Y la militarización de
la sociedad no solo sigue sino que crece cada vez más. En su campaña para la
presidencia, López Obrador se opuso a la “Ley de Seguridad Interna” de Peña
Nieto y juró que retiraría a los militares a sus cuarteles, pero al ganar la
elección de 2018, comenzó a tramar todo lo contrario. Cómo señaló un periodista
entrevistado en Aristegui Noticias (1° de julio, 2023), AMLO “cambió la narrativa, mientras aplica la
misma estrategia” que los gobiernos de Calderón y Peña Nieto.
Ya como presidente, su gobierno “legaliza” la participación
del Ejército y la Marina en las tareas policíacas hasta 2028 y crea la Guardia
Nacional (GN) militarizada bajo control militar, eso sí bajo el disfraz de ser
un gobierno “de izquierda”, “antineoliberal” y “humanista”. Todos los mandos de
la GN son militares, Sedena recluta y entrena a todos los reclutas y 3 de cada
4 elementos de la GN son policías militares de la Sedena o de la Secretaría de
la Marina. Así que es un burdo engaño decir que es un cuerpo civil y no
militar, por “pertenecer” a la Secretaría de Seguridad Pública (después de que
la Suprema Corte falló que no podía estar bajo la Sedena, como quería el
gobierno). Además, estas secretarías militares son ahora los encargados de
aeropuertos, aduanas, puertos, comercio marítimo, el espacio aéreo, el Tren “Maya”,
el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, el Banco de Bienestar y
otras áreas anteriormente civiles, todo lo cual aumenta su poder económico y
político en la sociedad y los “asuntos del Estado”.
Tratan de justificar todo esto en buena parte por la
"seguridad pública" frente al llamado “crimen organizado”. La
realidad es que entre más
militarización, más asesinatos y masacres hay: de parte de los militares, y
también de parte de las bandas criminales que muchas veces están coludidas con
el gobierno y los grandes capitalistas. A pesar de la retórica demagógica de
“abrazos no balazos”, en realidad ha
habido más asesinatos en los cuatro años y medio del gobierno de la dizque
"cuarta transformación” que en todo el sexenio de Peña Nieto,
cuando se registraron el mayor número hasta ese entonces, con 156,066
homicidios. Bajo este gobierno, ha
habido 196,472 homicidios (125,964 dolosos y 70,508 culposos), solo
de diciembre de 2018 hasta mayo de 2023, lo que representa, en buena parte, una guerra contra el pueblo. (Son las
cifras oficiales del Secretariado Ejecutivo
del Sistema Nacional de Seguridad Pública – SESNSP).
El 1° de junio, el presidente tuvo que reconocer que durante
su gobierno ha habido más homicidios que en todo el sexenio de Peña Nieto. Sin
embargo, no asumió ninguna responsabilidad al respecto sino que trató de echar
la culpa a los sexenios de Calderón y Peña Nieto por dejarle una “mala herencia
en seguridad”. Para colmo, difamó a la organización de derechos humanos Centro
Prodh, con burdas mentiras de que no criticaban el militarismo bajo
Calderón y Peña. No. No se vale echar la
culpa del actuar criminal del gobierno actual a los gobiernos criminales
anteriores, sobre todo cuando este gobierno sigue cometiendo los mismos
crímenes contra el pueblo y hasta extiende más la reaccionaria militarización
de los gobiernos anteriores.
Un artículo de Leslie Orozco en la página web “Verificado”
(https://verificado.com.mx/verdadero-sexenio-de-amlo-hay-mas-homicidios/) no
solo documenta una mayor cantidad de homicidios en este sexenio que la lámina
que presentaba el presidente de los “otros datos” en su conferencia del 1° de
junio ya citada. También recalca que:
· La página web “Causa en Común” registró por lo
menos 500 masacres en toda la República en este sexenio.
· Según Artículo 19, el Estado mexicano sigue
siendo el principal agresor de periodistas.
· Según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO)
de la Secretaría de Gobernación,
del 1 de diciembre de 2018 al 30 de mayo de 2023 hay un total de 42 mil 109
personas desaparecidas y no localizadas, equivalente al 38% del total registrados durante los últimos 61 años. Tan
solo de enero a mayo de 2023, han desaparecido 3 mil 170 personas, 399 más que
en el mismo periodo de 2022.
Está bien comprobado
que con la militarización, las ejecuciones extrajudiciales y la captura o
asesinato de los jefes de las bandas criminales solo se multiplican las bandas
y se aumenta su presencia. Un reciente estudio de AC Consultores reporta
que el crimen organizado está presente en el 81% del territorio nacional,
existen 175 bandas criminales y los cárteles Jalisco Nueva Generación y Sinaloa
tienen la mayor presencia nacional y hasta internacional. La realidad es que la
violencia contra el pueblo recrudece cada vez más de parte tanto de las fuerzas
del Estado como de los narcos.
La masacre que mencionamos arriba fue la segunda masacre de cinco personas por militares en Nuevo Laredo,
Tamaulipas, este año. El 26 de febrero, el Ejército siguió y baleó a una
camioneta con 7 jóvenes a bordo que regresaban a casa de un antro. Dos fueron
asesinados dentro de la camioneta, otros 3 fueron ultimados sobre el pavimento
después de bajarse, y dos sobrevivieron y pudieron relatar los hechos. Ninguno tenía arma ni droga alguna.
Tres días después, López Obrador volvió a insistir que
“ahora el Ejército es otro”, que “ya no
sale a abatir delincuentes a altas horas de la noche”, ¡justo cuando acababa de
cometer esta masacre! Se refiere a la orden que obedecían los soldados que
ejecutaron a 21 personas desarmadas y apresadas en Tlatlaya, Edomex en 2014. La verdad es que estas dos masacres en
Nuevo Laredo son el mismo “modo de operar” que el crimen de Tlatlaya.
Al quedar evidenciados como “lo mismo”
que los gobiernos criminales anteriores, tratan de maquillar su imagen.
Anuncian la “separación de su cargo” del coronel
Héctor Aldape Gallegos, mando superior de estas dos masacres, “por estar
involucrado en las ejecuciones extrajudiciales de 10 civiles”.
El gobierno trata de fingir que son “casos aislados” perpetrados por unos pocos
“malos elementos”, pero la realidad es que existen
muchos casos más de ejecuciones extrajudiciales en este sexenio.
Por ejemplo, la Guardia Nacional (GN) también cometió una masacre en
Nuevo Laredo este año, por la mañana del domingo, 16 de abril. Un vehículo de
la GN comenzó a seguir a una familia que viajaba en una camioneta y luego la GN
comenzó a dispararles de la nada. El conductor intentó dar vuelta pero chocó
con un muro. Tres elementos de la GN se acercaron de pie, gritándoles con
groserías que se bajaran. El papá, ya con tres heridas, no pudo, pero se
bajaron los demás y los soldados les gritaron que corrieran
o los iban a matar. Sí
corrieron y el artillero de la patrulla
les disparó por lo menos 86 balas. El padre murió de sus heridas. Una joven
de 15 años, con un embarazo de 8 meses, recibió múltiples disparos; tuvo una
cesárea de emergencia, perdió el bebé y murió ella misma el siguiente día.
Otros tres jóvenes de la familia fueron gravemente heridos de bala, pero
sobrevivieron. Además, los verdugos de la GN les robaron sus pertenencias.
Otros ejemplos de
ejecuciones extrajudiciales por parte de fuerzas del Estado en este sexenio
incluyen, entre otros casos, los siguientes:
· Ene/2023,
en Jiménez, Chihuahua, dos jóvenes de 20 y 24 años son acribillados en su coche
por cinco o más agentes de la Guardia Nacional por supuestamente pasar un
retén.
· Sep/2022,
en Nuevo Laredo, Tamaulipas, Heidi Mariana Pérez, una niña de 4 años, es
asesinada por un disparo de soldados que le dio en la cabeza.
· Abr/2022,
cerca de Irapuato, Guanajuato, la Guardia Nacional asesinó a Ángel Ignacio
Rangel, estudiante universitario de 19 años, e hirió a otra compañera, por
“apurarse a salir del lugar al ver la patrulla”.
· Nov/2021,
una joven de 16 años fue asesinada por la Guardia Nacional en la carretera
libre de Zapotlanejo, Jalisco, por “circular sin placas” y “rebasar con exceso de
velocidad”.
· Oct/2021,
Pijijiapan, Chiapas, la GN asesinó a un migrante cubano (hiriendo a por lo
menos dos más).
· Mar/2021,
el Ejército asesinó a un ciudadano guatemalteco de 30 años en la frontera por
Motozintla, Chiapas.
· Sep/2020,
en Las Delicias, Chihuahua, una mujer que protestaba por el agua de la presa La
Boquilla fue asesinada por la GN.
· Ene/2020, en Carbó,
Sonora, el Ejército asesina a dos jóvenes de 17 y 19 años por supuestamente
“burlar un retén”.
El Ejército, la Marina y la Guardia Nacional no son el
“pueblo uniformado”, como siempre declara López Obrador. Son los mismos matones del Estado de siempre, el aparato represor que
mantiene el sistema capitalista bajo dominación imperialista en que vivimos.
¿Por qué lo hacen? Porque en esta (y toda) sociedad
capitalista, las fuerzas militares y la policía civil son la “columna
vertebral” del Estado, las fuerzas con armas que pueden aterrorizar y suprimir
a la gente que no tiene grandes propiedades y no tiene poder: la gente oprimida
y explotada bajo este sistema y los que luchan contra las injusticias. Para
esto existen y seguirán reprimiendo y asesinando hasta que acabemos con este
Estado y el sistema capitalista a que sirve. Solo se forjará un verdadero
ejército popular al hacer una revolución real, que derrote y desmantele las
fuerzas armadas de este sistema, tumbe el Estado capitalista y cree una nueva
sociedad socialista—con una nueva economía, nuevo sistema político, fuerzas
armadas que realmente sirvan y protejan al pueblo, y una nueva cultura liberadora,
que alienta e inspira a la gente, en vez de suprimir y degradarla. En la nueva
sociedad socialista, los miembros de las fuerzas de seguridad darán la vida
propia antes de lastimar al pueblo.
Aurora Roja
Voz de la Organización Comunista
Revolucionaria, México
aurora-roja.blogspot.com auroraroja.mx@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario