El problema en la guerra actual no es que el gobierno es omiso en sus responsabilidades, sino que es criminal.
El 17 de junio Joaquín Figueroa Vázquez, Tito Landa Argüelles y Raúl Téctal venían de su trabajo en Chichicaxtle de regreso a sus casas en Jalapa, Veracruz. Janet Figueroa, la hija de Joaquín, relata que “nos enteramos de que habían muerto porque al intentar comunicarnos con él nos responde un desconocido que nos manda a la morgue a buscarlo”. Fueron muertos en un operativo de policías estatales, federales y elementos del ejército, que luego hicieron un montaje para calificar de sicarios a los tres trabajadores. Las fotografías de la PGJ del estado los mostraron en una camioneta negra desconocida (no la blanca en la que venían) con varias armas y otra persona desconocida. Los cadáveres presentaban marcas de golpes en la cara y el cuerpo; en el caso de Joaquín, “presentaba varios impactos de bala por la espalda y el tiro de gracia a la altura de la nuca”.
Después de denunciar esto ante la PGJ de Veracruz, la PGR federal y la CNDH, los familiares han sido hostigados y amenazados. Janet Figueroa denuncia que “Primero enterarnos que anduvieron indagando los teléfonos de nuestra familia para llamarles y decirles que ya no le rasquen, que ya no le busquen, para gritonearles, y decirles que le paren, que ahí le dejen. Y después… ¿qué hacen tres camionetas repletas de militares dando vueltas por la calle donde vivimos? ¿Qué hace un auto frente a nuestra casa dos o tres horas? ¿Qué hace una camioneta de Seguridad Pública enfrente de nuestro hogar?”
En este caso el gobierno torturó y asesinó a tres trabajadores inocentes, y luego armaron un montaje y amenazan a los familiares para tratar de encubrir su horrendo crimen. Es solo una historia de los miles de asesinatos en meses recientes en que, en muchos casos, la sangre está en manos del gobierno.
Jethro Ramsés Sánchez Santana, ingeniero electromecánico, y su primo fueron detenidos por la policía municipal el 1° de mayo de 2011 en Cuernavaca, supuestamente por una “riña”, entregados finalmente al ejército y torturados. El primo fue dejado muy golpeado lejos de la ciudad, Jethro no apareció. Después de negar por dos meses conocimiento alguno de Jethro Ramses y frente a la denuncia y protesta, la SEDENA finalmente tuvo que admitir que murió a manos de sus torturadores.
11 mil migrantes, principalmente centroamericanos, fueron desparecidos en solo seis meses de 2010, según informó la CNDH. Las autoridades migratorias y otras han participado en estos crímenes y el expediente del caso de la ejecución de los 72 migrantes en San Fernando, Tamaulipas pone en claro que la PGR estaba enterada de estas actividades desde el 2005, y no hicieron nada para parar las masacres de cientos o tal vez miles.
En la madrugada del 11 de agosto, policías irrumpieron en la casa de Efraín Bartolomé, poeta chiapaneco, en Tlalpan sin orden de cateo, amenazando con sus armas, haciendo destrozos y robando pertenencias con el pretexto de buscar a un narco. La CDHDF informa que varias otras casas fueron allanadas, agrediendo físicamente con lujo de violencia a gente inocente.
En Campeche, 50 elementos de la Marina llegaron en la madrugada del 7 de agosto para detener a integrantes del Frente Campesino Democrático 19 de Octubre que se alistaban para una marcha. Tres campesinos siguen desparecidos.
Es una guerra de contrainsurgencia preventiva contra el pueblo y por controlar el negocio del narcotráfico
Estos y muchos más crímenes muestran que el gobierno está librando una guerra de contrainsurgencia preventiva contra el pueblo, o sea, métodos de contrainsurgencia para tratar de prevenir una insurgencia popular antes de que surja. Los que dominan este país tienen bien presente el peligro potencial para su sistema que representa la ira suprimida del pueblo en una situación en que millones más son arrojados a la pobreza, en que el sistema exige más sacrificios y explotación al enfrentar una nueva crisis, en que las mujeres, los pueblos indígenas y otros cuestionan cada vez más su opresión bajo este sistema. Buscan fortalecer su estado represivo así como amedrentar y mantener sometida a la gente con este terror más generalizado y en gran medida arbitrario, como parte de su supuesta "lucha contra el crimen organizado".
En cuanto al narcotráfico, no buscan eliminarlo sino controlarlo y usarlo para sus propios fines. El Reporte Confidencial del secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván Galván, de septiembre de 2010 puso esto en claro: “Tras un repunte de la violencia, es factible que ésta disminuya considerablemente si la unión de los cárteles del Pacífico, el Golfo y La Familia Michoacana se consolida para eliminar al grupo de Los Zetas. De igual manera podría resultar viable que la intensidad de la acción gubernamental obligue a su unificación pactada y que realicen sus actividades sin violencia, en forma soterrada”. O sea, otra parte del propósito de esta guerra que ha costado más de 50 mil muertes es una unión de cárteles en colusión con el gobierno, que está metido hasta las cachas en el narcotráfico.
La estrategia principal para lograr esto ha sido una alianza del gobierno con el Cártel de Sinaloa (o “del Pacífico”, como también se le llama), encabezado por El Chapo Guzmán. La defensa en el actual juicio al Vicentillo (Jesús Vicente Zambada Niebla) en EU ha revelado la existencia de un acuerdo entre la DEA y el ICE de EU de dar protección e inmunidad a los altos jefes de ese cártel a cambio de recibir información sobre otros cárteles. Existen otras evidencias de tal pacto: Autoridades del gobierno federal mexicano propiciaron la supuesta “fuga” por la puerta grande del penal de Puente Grande de El Chapo en 2001 y solo 941 de las 53 mil 174 detenciones de presuntos delincuentes organizados desde 2003 a marzo de 2010 pertenecían al cártel de Sinaloa. Es la misma “estrategia” que aplicó EU en Colombia, donde pactó con el cártel de Cali para desmantelar al cártel de Medellín y luego golpeó al cártel de Cali, para lograr lo que ellos califican como un “éxito”: la situación actual en que las fuerzas militares de EU actúan abiertamente en ese país y otros cárteles colombianos, en colusión con los gobiernos de EU y Colombia, siguen proporcionándole al mundo las mismas cantidades de cocaína que antes.
Todo México es de la DEA, la CIA, el Pentágono…
El imperialismo estadounidense sueña con repetir aquí su “éxito” colombiano, utilizando la guerra contra el pueblo y por el control del narcotráfico para meter sus garras aún más profundamente en todo el aparato del Estado mexicano. Hay por lo menos 500 agentes de EU desplegados en territorio nacional, con un centro de operaciones de nueve agencias de “inteligencia” estadounidenses sobre el Paseo de la Reforma. La DEA ha entrenado a 4,500 policías federales, planifica los operativos importantes y participa directamente en ellos, participa en detenciones e interrogatorios, observa la tortura que aplican agentes de la PGR, interviene comunicaciones e infiltra agentes en las filas del narco. El New York Times reportó el 7 de agosto sobre la presencia de oficiales del Pentágono y del Comando Norte (civiles y militares declarados jubilados para burlar las leyes mexicanas), la DEA, y la CIA en una base militar en el norte de México, que sigue el modelo de los “centros de fusión” que EU estableció en Afganistán. Siguen volando “drones” (aviones no tripulados) estadounidenses sobre el territorio nacional. Todo para defender el dominio de EU aquí, en Latinoamérica y el mundo.
Denunciar, resistir y luchar por acabar con este Estado ilegítimo y criminal
Es completamente ilegítimo y criminal este Estado obediente a los designios del imperialismo estadounidense, que libra una guerra de terror contra la población en defensa del actual sistema opresivo y que sacrifica las vidas de docenas de miles en aras de controlar y utilizar el narcotráfico para sus propios fines y los fines de sus jefes en Washington. No debemos albergar ilusiones falsas de "humanizar” este Estado cruel y perverso. Este lobo maligno nunca va a dejar de matar y comerse a las ovejas, por muchos anuncios y mentiras que nos pasen en los medios para tratar de embaucarnos. Su naturaleza es de defender este sistema encabezado por un puñado de imperialistas, grandes capitalistas y terratenientes frente a la mayoría explotada, empobrecida y humillada por este sistema. Hay que denunciar, resistir y luchar por acabar con este Estado ilegítimo y criminal. Hay que prepararnos y preparar a la gente a fin de poder acabar con este Estado criminal cuando explote la profunda indignación, sed de justicia y potencial revolucionario de millones que tanto temen los de arriba, y establecer un nuevo poder que realmente esté al servicio del pueblo y de emancipar a toda la humanidad de toda forma de explotación, opresión, y degradación, en un mundo comunista de seres humanos libremente asociados que podrán florecer como nunca antes.
Aurora Roja
Voz de la Organización Comunista Revolucionaria, México
Checa y promueve la revolución en el Internet: http://aurora-roja.blogspot.com/
Recomendamos los Foros “La guerra del gobierno y la resistencia popular” en septiembre, detalles en línea
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