Ernestina Ascencio Rosales |
¡CARCEL
PARA FELIPE CALDERÓN, FIDEL HERRERA Y LOS SOLDADOS ASESINOS!
El
4 de diciembre de 2020, el Estado mexicano volvió a intentar enterrar la verdad
sobre la violación y el asesinato de Ernestina Ascencio Rosales hace trece años.
En una audiencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la
delegación oficial del Estado mexicano repitió la misma mentira descarada que
impuso Felipe Calderón en marzo de 2007: que la Sra. Ernestina, una indígena nahua
de 73 años, no fue violada y asesinada por soldados que rondaban por su
comunidad, sino que murió por “causas naturales” (“anemia aguda” y “úlceras
gástricas” según el expediente, o “gastritis crónica” según Calderón).
Esta
despreciable falsedad conmocionó a todos los que claman por la verdad y la
justicia en este caso (y en tantos más), incluyendo a muchos que esperaban una
respuesta distinta del nuevo gobierno. La CIDH rechazó este “informe” y citó a
una segunda audiencia para el 3 de enero, en la que el gobierno mexicano debe
entregar toda la información sobre las actividades del Batallón 63 (al que
pertenecían los soldados culpables), todas las denuncias contra ese batallón ante
la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), estadísticas de los casos de
violencia sexual cometida por militares mexicanos, la participación de la
Sedena en “la sanción de responsables de estos hechos”, el papel de la CNDH en
el caso de Ernestina, la declaración de Felipe Calderón sobre la causa de su
muerte, los argumentos por haber negado acceso público al expediente completo del
caso, la atención médica a las mujeres en las comunidades indígenas y otras
cosas relacionadas con este terrible crimen.