Como era previsible,
no importaron las evidencias de compra masiva de votos con tarjetas Soriana y
Monex, de triangulación de fondos de origen ilícito, de rebase de topes de
gasto, de la campaña mediática desde hace un lustro para colocar en Los Pinos a
Enrique Peña Nieto.
No importaron las
leyes ni el más mínimo concepto de juego limpio: lo que importó, lo que pesó
más que nada fueron los intereses de los sectores más poderosos de las clases dominantes
(con el visible protagonismo de los dueños multimillonarios de Televisa y TV
Azteca, pero con otros grandes capitalistas también avalando la operación) que
no estaban dispuestos a correr el riesgo ni siquiera de que un representante
político de sectores más minoritarios de los grandes hombres de negocios
nacionales y extranjeros como López Obrador ganara la Presidencia. (Y seamos
claros, tanto el PRD como el PAN también
compraron votos, aunque sin el enorme derroche financiero del PRI, como se comprueba
al preguntar a la gente).
¿Y ahora qué? Cuatro alternativas
Toda la gente que ha
denunciado y luchado en contra de la imposición y mucha gente más se pregunta
¿y ahora qué?
¿La decepción y el desanimo? Algunos se sumirán en la decepción y el desanimo
al ver que no fue posible parar la imposición. Actitud entendible, pero que
deja a los criminales salir con la suya.
¿Con AMLO hacia el 2018? Otros seguirán la bandera de López Obrador, que
hasta ahora, y a diferencia de 2006, no se ha atrevido ni siquiera a movilizar
a la gente a protestar en serio. La esencia de su plan ahora, como fue también
a fin de cuentas en el 2006, será de esperar otros 6 años. Con todo respeto a
los grandes números de personas honestas que todavía creen en López Obrador,
habría que preguntar, si ganara él o alguien semejante, ¿cambiaría algo
esencial? Hay que recordar que cuando él fue jefe de gobierno del Distrito
Federal y bajo su autoridad, encubrieron los asesinatos políticos de Digna
Ochoa y Pavel González, sus policías golpearon brutalmente a manifestantes en
la megaprotesta contra la guerra en Irak, diciendo “tenemos la orden de arriba
de chingarlos”, y reprimieron férreamente a otras manifestaciones de Atenco, de
los normalistas y varios más. Aunque representa sectores minoritarios de las
clases dominantes que tienen sus conflictos con los sectores predominantes,
AMLO no deja de ser un representante político de este sistema que sirve a sus
necesidades.
¿A reformar una vez más el sistema electoral? Las principales banderas de la justa lucha
contra la imposición hasta ahora han sido la reforma del sistema electoral y de
los medios. ¿Bastaría con eso? Ya durante décadas, después de cada fraude viene
otra reforma electoral que poco efecto tiene en impedir el siguiente fraude. La
verdad más fundamental es que mientras las elecciones, el Estado y la economía
sigan siendo controlados, como lo son, por un pequeño puñado de grandes
capitalistas nacionales y extranjeros y sus representantes políticos, mientras
impere la lógica de un sistema motivado por las ganancias de unos cuantos, por
muy democráticas que puedan ser las formas
electorales, el Estado no dejará de ser en esencia una dictadura de esas clases adineradas. ¿O a poco puedes nombrar
siquiera una democracia electoral capitalista en el mundo o en la historia que
no haya reprimido a las protestas de la gente, que no haya sido marcada por
grandes desigualdades sociales, el sufrimiento material y anímico de grandes
sectores de la población, la opresión de las mujeres, de las minorías y muchos
más abusos intolerables?
¿O ampliar el movimiento a denunciar y combatir
todo ultraje del sistema y al sistema mismo? Esto es lo que hace falta, a transformar la lucha contra la imposición
en una amplia lucha contra todo ultraje del sistema y en contra del sistema
mismo. Los agravios de la imposición son reflejo de los horrendos crímenes
diarios de un sistema podrido: los 95 mil muertos en la guerra del gobierno
contra el pueblo, la generalización de los feminicidios, la opresión a los
indígenas y a las mujeres, la injerencia cada vez más burda del imperialismo
estadounidense y la integración proyectada del Estado mexicano a sus agresiones
en otras partes del mundo, la pobreza que es la realidad que vive cada día la
mayoría, el calentamiento global y la mortífera destrucción del medio
ambiente... la lista es interminable.
El aval de todas las
instituciones gubernamentales a la imposición ilustra una vez más que el
problema no es solamente una bola de gente corrupta, ni las leyes electorales, ni
simplemente el PRI, o el “PRIAN” (o el "PRI amarrillo", los
dirigentes del PRD provenientes del PRI, que son la gran mayoría). El problema
es todo un sistema podrido, que es parte del sistema capitalista-imperialista
mundial. No debemos retroceder ante el tamaño del problema. Si el problema es
el sistema, lo que corresponde es seguir movilizándonos pero ahora para denunciar
y combatir al sistema y todas sus injusticias, y ya existen algunas iniciativas
en ese sentido que merecen apoyarse.
SÍ hay alternativa a este sistema criminal
Nos dicen que somos
“negativos”, que no somos “constructivistas”, que criticamos el sistema pero no
tenemos alternativa. Sí la tenemos. Existe una propuesta de programa básico
para una nueva revolución emancipadora en el país, en el marco de la actual
lucha internacional por un nuevo socialismo, más diverso, con más disentimiento
y fermento, como transición al comunismo. Al abolir la opresión, la desigualdad
y la explotación y superar las barreras y distinciones sociales de clase, de
género y de nación, este nuevo comunismo será una sociedad guiada por
principios colectivos y cooperativos en el contexto de lo cual los individuos y
la individualidad florecerán como nunca antes.
Se ha consumado la
imposición y el futuro queda por escribirse. Unámonos todos, de muchos puntos
de vista distintos, a denunciar y combatir todos los ultrajes e injusticias de
este sistema. Y llamamos a los que sueñan con un mundo distinto, más allá del
perverso sistema actual, a organizarse, ya sea como individuos, en colectivos o
con nosotros, a impulsar un trabajo revolucionario entre el pueblo, a estudiar
la teoría revolucionaria, sobre todo la nueva síntesis del comunismo, y a
compartir sus logros y dificultades por medio de Aurora Roja, entre otros medios. ¡Atrevámonos a luchar en contra del sistema opresor!
Todo el sistema es podrido, ¡la revolución es la solución!
Aurora Roja
Voz de la Organización Comunista
Revolucionaria, México
Descargar volante formateado: Imposicion_vol.pdf
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