8 de marzo en la Ciudad de México. Foto: Marco Peláez |
Más mujeres y hombres en la calle y un ambiente con
chispas de indignación y odio a tanta violencia contra las mujeres.
Este 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, miles
de mujeres y hombres de todas las edades —una buena parte jóvenes— marcharon
por las calles de la ciudad de México. Las actividades iniciaron desde el
mediodía en el Ángel de la Independencia, con una marcha por la tarde que
culminó con un mitin en el Hemiciclo a Juárez. Fue parte del paro de mujeres en
el mundo. Incluyó la participación de diferentes contingentes de mujeres y
hombres de organizaciones feministas, populares, sindicales, académicas,
estudiantiles, indígenas, cineastas, gays-transexuales, mucha gente no
organizada y un contingente de partidarios de la revolución comunista. En esta diversidad
hubo diferentes razones que impulsaron su participación en este día. Muchas
personas estuvieron realmente preocupadas, indignadas, encabronadas de la cada
vez más creciente violencia contra las mujeres: los feminicidios, la desaparición
de mujeres y la esclavitud sexual; el acoso, las golpizas, la discriminación. Y
varios denunciaron al Estado que encubre a los asesinos y violadores, y que
acosa a las mujeres y los familiares que exigen justicia.