Irinea Buendía, denunciando el feminicidio de su hija |
A continuación, presentamos una
entrevista con Irinea Buendía Cortez. Se ha logrado recientemente una victoria
importante en la lucha por justicia por su hija, Mariana Lima Buendía, al
condenar a su asesino a 70 años de prisión. Mariana fue asesinada por su esposo
y policía judicial, Julio César
Hernández Ballinas, el 28 de junio de 2010, y las autoridades cerraron el caso
como un supuesto “suicidio” en 2012.
Convencida por las evidencias de que fue feminicidio, desde el principio
Irinea ha luchado por justicia. En ese camino que emprendió, se unió a otros en
Chimalhuacán, Estado de México, y por esas calles se hicieron protestas y marchas,
gritando que “¡No fue suicidio, fue feminicidio!” La lucha por justicia por
Mariana ha tenido un importante impacto en todo el país y a nivel
internacional.
Por medio de esta lucha, se logró que la Suprema Corte de Justicia de Nación (SCJN) retomara el caso. Encontraron un patrón de impunidad sistemática y ordenaron una nueva investigación. Y emitieron la sentencia Mariana Lima Buendía, el 25 de marzo de 2015, que establece que toda muerte violenta de mujeres debe ser investigada como feminicidio con perspectiva de género, aunque hasta ahora esto solo se ha respetado en aproximadamente un 20% de los casos.
Finalmente, en marzo de 2023, después de casi 13 años de dura lucha, el
feminicida de Mariana fue condenado a 70 años de prisión por su crimen. Esta
sentencia representa una importante victoria en la lucha por justicia, aunque
el asesino ahora intenta apelar la sentencia, como explica Irinea.
Esta victoria es producto de la lucha de Irinea y de muchas otras personas
que han exigido justicia en este caso, y también es producto de las poderosas
protestas y rebeliones de las mujeres a lo largo y ancho del país en los
últimos años. Las autoridades han reprimido a estas protestas, pero también se
han visto en la necesidad de conceder algunas concesiones limitadas, sin
cambiar en nada esencial la opresión a las mujeres.
Se demuestra que con lucha es posible lograr algunas victorias dentro del
sistema capitalista patriarcal actual, pero sigue siendo el caso de que la
inmensa mayoría de los feminicidios quedan en la más completa impunidad. Para
ponerle fin a este y tantos otros horrores, necesitamos ponerle fin al
mortífero sistema actual, y victorias como esta pueden y deben fortalecer esa
lucha por acabar con el patriarcado y toda forma de explotación y opresión.
Esta entrevista fue realizada por participantes en el Movimiento
Revolución. Irinea no es responsable de otras publicaciones de parte de Aurora Roja, y ella expresa,
naturalmente, sus propias opiniones.
Movimiento Revolución
(MovRev): Irinea, platícanos sobre la sentencia que se acaba
de pronunciar a Julio César Hernández Ballinas
Irinea: Pues es un avance importante. Sin
embargo, aún no es definitoria, ya que me parece que tiene un período de ocho
años para apelar a esta sentencia y de hecho ya lo está haciendo. Pero yo voy a
luchar para que no le quiten a esta sentencia ni un minuto, porque mi acusación
es firme. Él está sentenciado por el delito de feminicidio en contra de
Mariana; esto gracias a que se logró abrir nuevamente el caso a pesar de que en
un principio la perita que tuvo el primer contacto con el cuerpo de Mariana
determinó que fue suicidio. Ella encubrió a Ballinas. ¿Cómo fue posible que
haya dicho esto, cuando había toda una serie de evidencias como el material
genético en las uñas de Mariana que no era de ella? Por eso me atrevo a decir
que en el 100% de los casos no se pierden los documentos o las pruebas, la
autoridad lo hace con conocimiento de causa para obstruir la justicia.
Con la sentencia Mariana Lima Buendía, que así se nombró a petición de mi
esposo y mía, que se logró en el año 2015, se establece: Investigar todas las
muertes violentas de mujeres como feminicidio, juzgar con perspectiva de
género, sancionar a los servidores públicos que hayan encubierto un caso y reparar
el daño.
MovRev: ¿A
qué atribuyes que se haya logrado este paso con la sentencia?
Irinea: Considero que son muchos factores. Yo le
doy el crédito a la lucha de las madres de familia. Por ejemplo, en mi caso
hubo 13 años de lucha, el trabajo de mi abogado Rodolfo, todas las marchas que
hicimos, el colocar las cruces rosas [frente al Palacio Municipal de
Nezahualcóyotl y sobre el Borde de Xochiaca]. Por eso digo que son muchas
cosas: la lucha legal y la lucha de las madres, ya que esta última es fundamental
porque alzamos la voz, porque si no lo hacemos, ¿cómo lograríamos que nos
hicieran caso?
MovRev: Irinea
cuando tú te paras en un mitin cuando tomas la palabra en una marcha ¿qué es lo
que deseas transmitir?
Irinea: Yo no quiero transmitir dolor, quiero
transmitir fuerza, que las personas levanten la voz, porque si no nos ven con
determinación y fuerza, las autoridades no nos hacen caso. Necesitamos traer
“la espada desenvainada” y luchar contra todos. Con los primeros con los que se
enfrenta uno es con los jueces. Yo decía desde un principio “El asesino de mi
hija es Julio Cesar Hernández Ballinas” y no me hacían caso porque estaba sola.
Necesitas el acompañamiento de un abogado.
MovRev: ¿Qué
planes tienes para tu vida Irinea?
Irinea: Yo pensaba tomar un año sabático, pero
luego reflexioné y creo que ya no me queda mucho tiempo. Ya soy una mujer con
más de 70 años y debo aprovecharlos. Además, actualmente la cifra de
feminicidios ha aumentado demasiado. Hay estudios de campo que hablan de casi
20 mujeres víctimas de feminicidio diariamente. Los asesinos siempre andan
declarándose inocentes aunque haya los elementos de sobra que los inculpan. De
hecho, la sentencia Mariana Lima Buendía no se conoce en todo el país; es por
eso que desde el pasado mes de diciembre inicié una caravana que recorrerá todo
el país dando a conocer la sentencia.
Yo quisiera y necesito descansar, pero te repito: no hay tiempo. Además,
también voy a seguir en acompañamiento a las madres que lo necesiten. Es
terrible como madre sentirse sola. Yo en ocasiones me he sentido sola pero
después vuelvo a tomar fuerza y sigo adelante; ahora que fui a Michoacán
mientras hablaba vi como lloraban las personas. Mi discurso no es tan
elocuente, pero al hablar transmito mi dolor, pero también fuerza y
determinación, hay veces que voy pensando y me digo “qué voy a hablar, qué voy
a decir, le pido a mi dios que me ponga palabras en mi boca”.
De las autoridades no he tenido nada. De la lucha de mi familia, nuestra perseverancia y el apoyo de la gente es por lo que hemos ganado. Cuando voy por la calle y observo como algunos hombres miran a las mujeres, me doy cuenta que esto es un sistema patriarcal que está muy arraigado, es cierto que han cambiado algunas cosas, pero esto no se ha acabado.
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