Repudiar la visita del papa criminal

¡No alabemos a criminales! ¡Fuera con todos los dioses!

Joseph Ratzinger/Papa Benedicto XVI no tiene nada de "santidad”: es un repugnante criminal responsable de encubrir la violación y abuso sexual de decenas de miles o cientos de miles de niños y niñas en el mundo, incluidos casos como los de Marcial Maciel y Nicolás Aguilar en México, culpables de abusar de por lo menos docenas de niños. Ya está plenamente documentado que los han encubierto y protegido Ratzinger, su antecesor Juan Pablo II, Norberto Rivera y otros miembros de la jerarquía mexicana.[1] En otros casos, por ejemplo en Irlanda, la Comisión Murphy documentó 14,500 niños que fueron abusados sexualmente por clérigos sólo en la diócesis de Dublín.[2] Como el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe de 1981 a 2005, el entonces cardenal Ratzinger tuvo conocimiento de estos crímenes[3] y fue el  responsable de proteger a los autores, (permitiendo que siguieran abusando durante décadas), y de amenazar y silenciar a las víctimas. En 2001, cardenal Ratzinger envió una orden a todos los obispos de la iglesia católica que declaró que el abuso sexual a menores de edad por clérigos, junto con otros “delitos graves”, “se reservan al Tribunal Apostólico de la Congregación para la Doctrina de la Fe”, y “Todas estas causas están sometidas al secreto pontíficio”.[4] Hasta intentó justificar este proceder ilegal e inmoral el cardenal Tarciso Bertone, hoy Secretario de Estado del Vaticano diciendo: “En mi opinión, la exigencia de que un obispo esté obligado a llamar a la policía con el fin de denunciar a un sacerdote que ha admitido el delito de la pedofilia carece de fundamento. Naturalmente, la sociedad civil tiene la obligación de defender a sus ciudadanos. Pero también se debe respetar el ‘secreto profesional’ de los sacerdotes… Si un sacerdote no puede confiar en su obispo por temor a ser denunciado, entonces significaría que no hay más libertad de conciencia.[5] Esta es la idea de “libertad” de esta jerarquía. Su “libertad” de garantizar la impunidad de miles de clérigos criminales.

Ratzinger y el Vaticano han propiciado la muerte innecesaria de millones por SIDA al oponerse tercamente al uso del condón. Ratzinger fue a África en 2009 a predicar mentiras como “El flagelo no se puede resolver mediante la distribución de condones; todo lo contrario, corremos el riesgo de agravar el problema”, cuando se estima que en ese continente 30 millones ya han muerto por la epidemia de VIH-SIDA, 22 millones están infectados actualmente y cada año se infectan 500,000 personas más. El cardenal López Trujillo, como presidente del Pontificio “Consejo para la Familia”, aseveró que “La Iglesia siempre ha enseñado la intrínseca malicia de la anticoncepción, es decir, de todo acto conyugal hecho intencionalmente infecundo. Esta enseñanza debe ser mantenida como doctrina definitiva e irreformable”.[6] O sea, a la vez que protegen a violadores de niños, nos predican la absurda y reaccionaria doctrina de que cualquier acto sexual que no tenga el propósito de procrear niños es un acto de “malicia”, y que es mucho mejor que sigan muriendo millones y que nazcan bebés con SIDA que distribuir simples preservativos como protección contra el mal.

Ratzinger y la jerarquía religiosa promueven el odio y la discriminación en contra de los homosexuales y lesbianas. Ratzinger, principal inquisidor del Vaticano durante 25 años antes de subir al puesto de papa, escribió varias posiciones oficiales sobre la homosexualidad, atacando en 2003 las uniones civiles de homosexuales como una "distorsión del matrimonio": "dentro de las uniones de homosexuales, están ausentes los elementos biológicos y antropológicos del matrimonio y la familia, que deberían ser la base para el reconocimiento legal de tales uniones".[7] Estas posiciones de la Edad de las Tinieblas que demonizan a los homosexuales, lesbianas y transgéneros y les niegan el derecho de elección libre de orientación sexual, matrimonio y adopción de hijos se basa en la perversa doctrina de la Biblia, producto de la antigua sociedad esclavista, que ordena el asesinato de los homosexuales: Levítico 20:13 “Si alguien se acuesta con varón, como se hace con mujer, ambos han cometido abominación: morirán sin remedio; su sangre caerá sobre ellos.”

La jerarquía que encabeza Ratzinger predica e impone el patriarcado, la opresión y el desprecio a las mujeres como seres inferiores; les niega el derecho de controlar su propio cuerpo, les impone la maternidad forzada y les predica la abnegación y el sometimiento al hombre. Esta jerarquía, compuesta enteramente de hombres, impulsa una reaccionaria cruzada internacional en contra del aborto y también en contra de los anticonceptivos, dos derechos fundamentales de toda mujer. Sin el derecho de terminar un embarazo no deseado y de intentar prevenirlo con anticonceptivos, se impone la maternidad forzada y se reduce la mujer a una incubadora. Es un hecho científico que el feto no es un bebé y el aborto no es infanticidio. Sin embargo, cientos de mujeres en México (así como en Nicaragua, El Salvador y otros países) están encarceladas por “asesinato en razón de parentesco” por el aborto (espontáneo o inducido). Se estima que mueren 1,500 mujeres al año en México[8] y entre 65 a 70 mil mujeres al año en el mundo[9] por abortos inseguros, porque se prohíbe el aborto. Cuando se despenalizó el aborto en el Distrito Federal en 2007, el papa Benedicto declaró que el aborto es "un desorden moral grave" y el Vaticano mandó al cardenal López Trujillo para dirigir la campaña en su contra,[10] mientras la jerarquía mexicana amenazó con excomulgar a los legisladores que avalaran la reforma. El Vaticano y la iglesia católica en México impulsan las reformas constitucionales anti-aborto ya aprobadas en 18 estados en México y en muchos otros países. Hablando recientemente de las mujeres, el papa llamó a “que se protege su insustituible misión de ser madres primeras educadoras de los hijos”.[11]

Su dogma anticuado hasta prohíbe el divorcio y excomulgan a los que se divorcian, dejando atrapadas a millones de mujeres en matrimonios abusivos, y en 2007, “el Vaticano aseveró que el aborto, la eutanasia, la píldora del día siguiente, los laboratorios donde se manipulan los embriones y los parlamentos que aprueban leyes contrarias al 'ser humano' (es decir, a lo que enseña la Iglesia) son 'terroristas'”.[12] Estas ideas trasnochadas no tienen nada que ver con la hipócrita consigna de “defensa de la vida”. Al contrario, su propósito es reforzar la opresión de las mujeres, de acuerdo con la doctrina ignorante y opresiva de la Biblia de hace dos milenios que predica la sumisión de las mujeres tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, por ejemplo, en Génesis 3:16 y en Timoteo 2:11-15 “La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio. Porque Adán fue formado primero, después Eva; y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en trasgresión. Pero se salvará engendrando hijos. Se permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia”.

La religión cristiana y su versión católica envuelven, embellecen y justifican todos los horrores mencionados arriba. Es un sistema de creencias basado en la ignorancia y la superstición, (como es el caso con todas las religiones); la inventaron hombres en antiguas sociedades esclavistas anteriores a la Edad de las Tinieblas, la retomó el imperio romano unos siglos después de Cristo, y la han defendido diferentes clases dominantes desde ese entonces; es una cadena mental muy pesada sobre la gente hoy en día. Bob Avakian dice la neta: “La noción de un dios, o dioses, la inventó la humanidad en su infancia debido a la ignorancia. La han perpetuado las clases dominantes por miles de años desde entonces al servicio de sus intereses de explotar y dominar a la mayoría de la gente y mantenerla esclavizada bajo la ignorancia y la irracionalidad. Gestar un mundo y futuro nuevo y mucho mejor para la humanidad implica derrocar a tales clases explotadoras y liberarse de tal ignorancia e irracionalidad esclavizante y dejarla atrás para siempre”.[13]  

No hay Dios” afirmó hace 176 años un joven de 19 años, Ignacio Ramírez (El Nigromante) en el título de su discurso al solicitar ingresar a la Academia de Letras en la Ciudad de México en 1836. El Rector del Colegio respondió con la típica intolerancia fomentada por la iglesia: “Yo no puedo permitir que aquí se lea esto; es un establecimiento de educación”.[14] A mediados del siglo pasado, Diego Rivera pintó “Dios No Existe”, en un cartel sostenido por Ignacio Ramírez, en su mural “Sueño de una Tarde Dominical por la Alameda Central”, hasta que unos fanáticos católicos atacaron el mural y lograron censurar estos hechos históricos, desfigurando una obra de arte.[15]

Ahora Ratzinger viene a exigir, bajo la falsa consigna de “libertad religiosa” la restitución del gran poder que tenía la iglesia católica, en épocas anteriores, cuando justificó y bendijo el genocidio de los indígenas y se enriqueció del despojo de sus tierras, cuando mató en la Inquisición a gente por profesar religiones autóctonas, por homosexuales y otras supuestas “abominaciones”, cuando excomulgó a Hidalgo, apoyó a Maximiliano y la invasión francesa y cuando fomentó la reaccionaria rebelión en contra del estado laico conocida como la “Cristiada”. De hecho el Cerro del Cubilete, pieza central de esta visita del papa, es un símbolo de las guerras cristeras y el fanatismo católico, un legado que el Vaticano y sectores importantes de las clases dominantes del país quieren avivar en aras de movilizar una base social fascista reaccionaria para fortalecer el actual orden opresivo. Además de la “guerra” que estas fuerzas están librando en contra de las mujeres y los homosexuales para reforzar la autoridad patriarcal, quieren revertir el estado laico, meter la religión católica en las escuelas públicas, tener estaciones católicas de radio y televisión y quitar toda limitación al culto en la vía pública. Fuerzas poderosas en las clases dominantes quieren estas cosas para la jerarquía católica a fin de fortalecer el estado y el sistema reaccionario actual y existen corrientes fuertes como el Yunque que buscan imponer de plano un estado teocrático y fascista.  

El papa Benedicto viene a predicarnos valores opresivos que rompen el espíritu y perturban o destruyen incontables vidas humanas. Viene a inculcarnos la mentalidad del esclavo, de creer que sufrimos por nuestros pecados, que somos pecadores por naturaleza y que nuestra única salvación es entregarnos a “dios”, resignarnos a los horrores de este mundo para finalmente ser redimidos y llevados a otra vida, feliz y eterna, en el Cielo.       

¡No! Todo esto es una gran mentira que tenemos que desenmascarar en el curso mismo de luchar por un mundo radicalmente diferente y liberador aquí mismo en esta Tierra. Podemos acabar con el sufrimiento de la gran mayoría que ahora sufren en este planeta; podemos desarraigar las relaciones económicas, políticas y sociales que nos sujetan; podemos transformar a la sociedad y a nosotros mismos, por medio de una revolución que tiene como meta la emancipación de la humanidad. Existe la tecnología y el conocimiento humano necesarios para lograr este gran salto y abrir una nueva época en la historia humana. No nos ahinquemos ante dioses inexistentes. Pongámonos a la altura de lo que se necesita y de lo que los seres humanos somos capaces.



[1] Bernardo Barranco V., “Documentado: encubrieron a Maciel”, Proceso #1846, págs. 14-20; Dr. Christian Sailer y Dr. Gert-Joachim Hetzel Cargos Criminales contra Dr. Joseph Ratzinger, Papa de la Iglesia Católica Romana, http://los21revista.com/21/?p=1314
[2] En un período de 29 años, Sailer y Hetzel, op. cit., págs. 17-18
[3] Varios libros documentan esto, por ejemplo, John L. Allen, Todos los hombre del Papa, 2004; Geoffrey Robertson, The Case of the Pope, Vatican Accountability for Human Rights Abuses, Penguin, 2010; y sobre el caso de Marcial Maciel, José Barba, Alberto Athié y Fernando M. González, La voluntad de no saber, Random House-Mondadori, 2012. Este último libro se presenta por vez primera en Guanajuato durante la visita papal.
[4] Carta de la Congregación para la Doctrina de la Fe enviada a los obispos de la Iglesia Católica y otros ordinarios y superiores interesados: De Los Delitos Más Graves, Reservados a la Misma Congregación para la Doctrina de la Fe, mayo de 2001, en http://www.iuscanonicum.org/index.php/documentos/71-documentos-de-la-curia-romana/51-de-delictis-gravioribus-normas-de-los-delitos-mas-graves.html
[5] John L. Allen, Jr.,Todos los hombres del Papa, 2004, p. 242, citado en Sailer y Hetzel, op. cit., pág. 22
[6] Sailer y Hetzel, op. cit. pág. 12
[7] “La cacería de brujas del papa Benedicto”, Revolución #027, 19 de diciembre de 2005, disponible en: revcom.us
[8] Directora de Inmujeres, citada por Associated Press, 2007
[9] Organización Mundial de Salud, Unsafe Abortion: Global and Regional Estimates of the Incidents of Unsafe Abortions and Associated Mortality in 2003, report, 2007
[10] José Blanco, “Todos ganan, la iglesia pierde”, La Jornada, 27 de marzo de 2007
[11] Gabriela Oria, ¿Qué dice Benedicto XVI a las mujeres y a los jóvenes?; http://www.benedictomexico.mx/visita-a-mexico/noticias
[12] Iván Restrepo, “Aborto y estado laico”, La Jornada, 30 de abril de 2007
[13] Avakian, Bob ¡Fuera con todos los dioses! Desencadenando la mente y cambiando radicalmente el mundo, pág. 58
[14] Monsiváis, Carlos El estado laico y sus malquerientes, pág. 37
[15] La frase completa del texto de Ramírez: “Dios no existe. Los seres y la naturaleza se sostienen por sí solos”. Ibid., pág. 143 Años después, Rivera restauró la obra; cambió la frase “Dios no existe” por “Conferencia en la Academia de Letrán 1836”, haciendo alusión a la ocasión y el sitio en los cuales Nigromante lo había proclamado.
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