Lo que revela WikiLeaks: Cables, mentiras y asesinato


El domingo 28 de noviembre WikiLeaks [WikiFiltraciones] empezó a publicar lotes de cables de entre los 251.287 cables secretos del Departamento de Estado de 274 embajadas y consulados estadounidenses alrededor del mundo, hasta ahora la cantidad más grande de documentos gubernamentales secretos que se han hecho públicos. Se le habían filtrado esos documentos a WikiLeaks, un sitio web que se dedica a la transparencia gubernamental. WikiLeaks pretende publicar todos los cables, los cuales son de 1966 a febrero de 2010 (en su mayoría de los últimos tres años), por etapas durante los próximos meses. Esto sigue la publicación de documentos secretos acerca de las guerras yanquis en Afganistán en julio y en Irak en octubre.

Tras estas últimas filtraciones, desde Estados Unidos se dieron ataques agresivos contra WikiLeaks y su fundador Julian Assange: se retiró el nombre de su dominio (wikileaks.org) y se suspendieron sus servidores; se congelaron sus cuentas bancarias; las compañías de tarjetas de crédito cortaron las contribuciones a su sitio web. El procurador general de Obama habla de cargos criminales. Mike Huckabee, vocero de "noticias" de Fox y muy promocionado como candidato presidencial republicano, dijo que "cualquier castigo salvo la ejecución será demasiado amable". Una universidad prestigiosa de la Ivy League ha dicho a sus estudiantes que arriesgarían las futuras opciones de trabajo si leyeran esos documentos en línea. (Vea el artículo acompañante "Estados Unidos se desquita contra Wikileaks".)

Regímenes títeres de EE.UU. y los intereses del imperio... Asesinato en masa en Yemen

Funcionarios norteamericanos insisten que las revelaciones de WikiLeaks son perjudiciales para el desempeño de la diplomacia estadounidense y que se debe mantener en secreto importantes asuntos de estado. ¿Pero qué es lo que revelan estos cables sobre la verdadera naturaleza y objetivos de la diplomacia estadounidense alrededor del mundo? ¿Por qué piensan los gobernantes yanquis que la confidencialidad sea tan necesaria? ¿Y de cuáles consecuencias se preocupan los funcionarios de EE.UU.?

En Yemen, el Departamento de Estado, la embajada estadounidense y la diplomacia no sirvieron de "alternativa" a la violencia o la guerra. Al contrario, contribuyeron a facilitar, orquestar y luego encubrir los asesinatos yanquis.

Las revelaciones de WikiLeaks acerca de la matanza de 68 personas en Yemen en diciembre de 2009 arrojan luz sobre todas esas preguntas.

Yemen es un país de 23 millones de personas, del tamaño aproximado de Texas, en la Península Arábiga al sur de Arabia Saudita. Es el país más pobre del mundo árabe empobrecido, la mitad de sus niños padecen desnutrición. El 17 de diciembre de 2009 el gobierno de Yemen dijo que había matado a 34 militantes de al Qaeda en ataques aéreos y redadas de seguridad en la región montañosa del sur, cerca de la ciudad de Sana'a. Una semana más tarde, el 24 de diciembre, dijo que había matado a otros 34 "militantes" en la provincia oriental de Shabwa.

Los medios informativos del mundo luego repitieron esa versión de los eventos. Por ejemplo, la AFP (Agence France Presse) dijo el 25 de diciembre: "Aviones yemeníes mataron a 34 miembros sindicados de ser de Al Qaeda, incluidos líderes de alto rango, en una redada al amanecer del jueves en una remota región montañosa, el segundo ataque así en ocho días, dijeron fuentes de seguridad.... El ataque del jueves aumenta a 68 el número de personas sindicadas de ser de Al Qaeda que ha matado en los últimos ocho días el gobierno yemení". Casi al fin de esa nota, AFP también informó que según fuentes de la localidad, "49 civiles, incluidas 23 mujeres y 17 niños, resultaron muertos en ese ataque aéreo". (Los informes posteriores de Amnistía Internacional fijaron la cifra de niños muertos en 21.)

Ahora, los cables secretos que describen las discusiones entre funcionarios de EE.UU. y los gobernantes de Yemen entre septiembre de 2009 y enero de 2010 revelan que este cuento fue una mentira deliberada fraguada por los funcionarios estadounidenses y yemeníes.

Resulta que fueron los misiles cruceros lanzados por el ejército de EE.UU., no por las fuerzas yemeníes, los que mataron a esas 68 personas, y que los funcionarios de EE.UU y Yemen habían planeado esto en secreto meses antes en una reunión el 6 de septiembre de 2009. Allí decidieron intensificar los ataques aéreos contra las fuerzas islamistas, pero iban a decir que el gobierno yemení los hacía e iban a mantener en secreto el papel de EE.UU. Un cable secreto estadounidense lo resumió así: "En una reunión del 6 de septiembre con el asesor adjunto de Seguridad Nacional John Brennan, el presidente Saleh prometió acceso sin restricciones al territorio nacional de Yemen para las operaciones contraterroristas estadounidenses...". El cable afirma que Saleh dijo: "Le he dejado la cancha libre contra el terrorismo...".

El 20 de diciembre, tras los ataques del 17 que mataron a 34 personas, muchos de ellas civiles, el primer ministro adjunto de Yemen para la Seguridad y Defensa, Rashad al-Alimi, le dijo al embajador de EE.UU. que él y presidente Saleh consideraban los ataques "como un éxito" y que el presidente Saleh quería que continuaran "sin interrupción hasta que erradiquemos esta enfermedad". (Del cable del 21 de diciembre de 2009 del embajador estadounidense al Departamento de Estado).

¿Y quiénes fueron las víctimas de ese asesinato en masa? Al-Alimi dijo: "Los civiles que murieron ahí eran en gran parte familias beduinas nómadas que viven en carpas cerca del campamiento de entrenamiento de AQPA [Al Qaeda en la Península Arábiga] y ayudaban a AQPA con apoyo logístico", según un resumen secreto estadounidense de la reunión. El embajador yanqui informó: "Al-Alimi dijo que eran unas personas pobres que les vendían comida y materiales a los terroristas, pero no obstante confabulaban con los terroristas y se beneficiaban de manera económica de la presencia de AQPA en la zona. (del cable de 21 de diciembre de 2009) El 2 de enero, el jefe del Comando Central de EE.UU., el general David Petraeus, viajó a Yemen y le "felicitó" a Saleh por las matanzas, tachadas de "operaciones exitosas recientes contra AQPA" en el cable del Departamento de Estado sobre su reunión. Petraeus también le dijo que la ayuda militar de EE.UU. a Yemen "aumentaría a 150 millones de dólares en 2010". (del cable del 4 de enero de 2010 del embajador estadounidense al Departamento de Estado.)

"'Vamos a seguir diciendo que las bombas son las nuestras, no las suyas', dijo Saleh", según el cable del Departamento de Estado sobre la reunión, "lo que llevó al primer ministro adjunto Al-Alimi a bromear que acababa de 'mentir' al decirle al Parlamento que las bombas en Arhab, Abyan y Shebwa eran de fabricación norteamericana pero que las lanzó el ROYG [Gobierno de la República de Yemen]".

En esas reuniones se referían repetidas veces a la importancia de mantener en secreto la responsabilidad de EE.UU en las matanzas. En la reunión del 20 de diciembre, los funcionarios yanquis y yemeníes se preocupaban de que "los medios de comunicación regionales e internacionales siguieran buscando evidencia de un rol de EE.UU." y, según el cable, que la revelación de la responsabilidad de EE.UU. podría "socavar el apoyo del público" para más ataques. Así que el presidente yemení insistió que "se debiera 'mantener el statu quo' en cuanto a la negación oficial de la participación estadounidense". El primer ministro adjunto de Yemen sostuvo que "las municiones estadounidenses encontradas en los lugares" de los ataques "se podrían describir como equipo comprado a EE.UU." (del cable del 21 de diciembre de 2009.)

"Cuando se dieron los primeros dos ataques de misiles estadounidenses contra campamentos de Al Qaeda en Yemen en diciembre de 2009", el New York Times (3 de diciembre de 2010) informó, "el Sr. Saleh afirmó en público que fueron ataques yemeníes para impedir cualquier reacción anti-americana".

En resumen, en el lapso de una semana los imperialistas yanquis asesinaron a 68 personas que vivían en su propio país a miles de kilómetros de Estados Unidos, sin ningún aviso, sin levantar cargos, sin procedimientos legales y con poca o ninguna evidencia de que la mayoría de los muertos, quizás todos los muertos, le hubieran hecho nada a nadie. Eso ocurrió con la colaboración del déspota que gobierna a Yemen, cuyo gobierno y ejército cuentan con el respaldo y financiamiento de EE.UU. Y luego la matanza se convierte en tema de chistes entre los funcionarios norteamericanos y yemeníes.

Todo eso se mantuvo en secreto para impedir una rebelión anti-EE.UU. en Yemen, la que lo hubiera hecho mucho más difícil la colaboración del gobierno pro-EE.UU. con el ejército yanqui, o tal vez hasta hubiera llevado a la caída de ese gobierno. La confidencialidad también sirve para ocultar al pueblo de Estados Unidos y del mundo el hecho de que Estados Unidos, que se adjudica el manto de líder del "mundo libre" y del estado de derecho, está asesinando ilegalmente a personas inocentes cuando quiera que beneficie a sus objetivos.

En Yemen, el Departamento de Estado, la embajada estadounidense y la diplomacia no sirvieron de "alternativa" a la violencia o la guerra. Al contrario, contribuyeron a facilitar, orquestar y luego encubrir los asesinatos yanquis.

En la medida en que los medios de comunicación establecidos estadounidenses informaron sobre los cables sobre Yemen, han manipulado, distorsionado y encubierto el rol de EE.UU. El artículo del 3 de diciembre del New York Times al respecto se titula con descaro: "Yemen fija condiciones de la guerra contra Al Qaeda". Como si el hecho de que los gobernantes de Yemen aconsejaron a EE.UU. sobre cómo asesinar de la mejor manera, mientras también estaban arreglándoselas para conseguir a cambio más ayuda de EE.UU., fuera más importante que la realidad de que ¡el imperialismo estadounidense estaba estableciendo la agenda en general y llevando a cabo la masacre!

Yemen también ilustra cómo la confidencialidad y las mentiras son esenciales para mantener las estructuras opresoras de la dominación global yanqui alrededor del mundo. Hoy Estados Unidos y otras potencias imperialistas ejercen el dominio sobre los países oprimidos del tercer mundo por medio de estados títeres o estados subrogados, en lugar de gobernar abiertamente como virreyes coloniales como lo hicieron los ingleses en el siglo 19. Se ejerce el control neo-colonial entre bastidores, mientras se mantiene la apariencia externa y se disimula de que esos regímenes sean estados soberanos e independientes.

Como demuestra el caso de Yemen, así como las revelaciones de WikiLeaks sobre decenas de otros países, mantener estas apariencias es esencial para la existencia de esos regímenes. Muchísima gente odia la intervención extranjera, en especial la intervención yanqui. Los regímenes que el imperialismo respaldó o creó son muy impopulares y muy inestables porque se caracterizan por la abierta corrupción, la represión violenta y la superexplotación de las poblaciones que gobiernan, debido al funcionamiento general del sistema global de capitalismo-imperialismo. Si se llegara a saber por todos lados que estos gobernantes, quienes fingen ser oponentes nacionalistas del dominio extranjero (y en el Medio Oriente, partidarios del pueblo palestino), simplemente servían de pantalla para Estados Unidos, e incluso permitían que EE.UU. asesinara a sus propios ciudadanos, su dominio se volvería aún más tenue, lo que amenazaría tanto a su gobierno como al dominio yanqui.

Amenazar a Alemania para proteger la tortura y las entregas de presos — el caso de Khaled El-Masri

En 2007 Wikileaks también reveló que Estados Unidos le exigió a Alemania suspender sus investigaciones del personal de la CIA que operaba en Alemania por el arresto ilegal, secuestro y tortura de un ciudadano alemán de origen libanés, Khaled El-Masri, en violación de las leyes alemanas. Y si no, los diplomáticos estadounidenses amenazaban a Alemania con que las relaciones entre ambos países sufrirían "un impacto negativo".

En Alemania, las acciones de los diplomáticos estadounidenses encubren la tortura y entregas ilegales, protegen a aquellos que han cometido estos crímenes, esconden de los ojos del público la evidencia de la red global de tortura estadounidense, intervienen ilegalmente los procedimientos jurídicos de otro país y contribuyen a conservar la capacidad del gobierno estadounidense de entregar y torturar personas hasta el día de hoy, y todo eso viola el derecho internacional.

El-Masri, un tendero de un pueblo del sur de Alemania, que fue arrestado al comienzo de 2003 durante un viaje a Macedonia porque su nombre era similar a al de un supuesto agente de Al Qaeda. Los agentes fronterizos que lo arrestaron le notificaron a la CIA, la que lo interrogó ilegalmente y lo entregó a Afganistán, donde fue retenido por cinco meses sin cargos, donde fue repetidamente interrogado, golpeado, sodomizado y torturado antes de ser liberado.

Después de su liberación y retorno a Alemania, una demanda fue entablada a su favor en Estados Unidos. En mayo de 2006, un juez federal lo rechazó, pero no lo hizo porque el-Masri no hubiera sido brutalizado, sino porque continuar el caso "representaba 'un grave riesgo' de perjuicio para la seguridad nacional al poner al descubierto los secretos del gobierno". ("Lawsuit Against CIA Is Dismissed", Washington Post, 19 de mayo de 2006).

Los fiscales de Munich también empezaron a investigar acerca del secuestro y tortura de el-Masri. De acuerdo al abogado de derechos humanos Scott Horton, los investigadores "lograron concluir muy rápidamente que su narración de los hechos, desde el principio hasta el final, era verídica, que en realidad lo drogaron y sometieron a un régimen especial de inanición. Y lograron determinar esto a partir de las muestras de piel y cabello, las que analizaron. Luego empezaron a determinar quién participó en el secuestro y identificaron a 13 agentes de la CIA que estuvieron envueltos" (Democracy Now!, 1º de diciembre de 2010).

En 2007, se levantaron cargos contra los 13 agentes y el caso se convirtió en un asunto internacional. En ese tiempo, la secretaria de Estado Condoleezza Rice públicamente expuso que Estados Unidos no estaba presionando a Alemania ni interviniendo su sistema legal en este caso. Ella estaba mintiendo. Un cable secreto dice que el embajador estadounidense en Berlín amenazaba a Alemania de que "expedir unas órdenes internacionales de arresto tendría un impacto negativo en nuestras relaciones bilaterales"; en otras palabras, Estados Unidos castigaría a Alemania (quizás de manera económica o política) por obedecer sus propias leyes". Después del ultimátum de EE.UU., el gobierno alemán obligó a los fiscales de Munich que retiraran el caso. (Además, se ejercieron presión secretas sobre España para retirar las investigaciones sobre la tortura, las entregas y otros crímenes cometidos por EE.UU. en Irak y Afganistán). (del cable del 6 de febrero de 2007 del embajador estadounidense al Departamento de Estado)

Así que en este caso, las acciones de los diplomáticos estadounidenses encubren la tortura y entregas ilegales, protegen a aquellos que han cometido estos crímenes, esconden de los ojos del público la evidencia de la red global de tortura estadounidense, intervienen ilegalmente los procedimientos jurídicos de otro país y contribuyen a conservar la capacidad del gobierno estadounidense de entregar y torturar personas hasta el día de hoy, y todo eso viola el derecho internacional.

Recabando datos biográficos, biométricos y crediticios sobre los funcionarios de la ONU

Wikileaks demuestra que los diplomáticos de Estados Unidos son parte de una red global de espionaje y de inteligencia de Estados Unidos, centrada en sus embajadas y los consulados alrededor del mundo. El alcance del espionaje de Estados Unidos que Wikileaks ha revelado, abre una ventana hacia la rivalidad crecientemente aguda y reñida entre los países imperialistas del mundo y otras potencias y los esfuerzos de EE.UU. de aventajarse a sus rivales y potenciales rivales por medio del espionaje ilegal.

Wikileaks reveló que el Departamento de Estado estadounidense bajo Condoleezza Rice y luego Hillary Clinton ordenó que el personal de dicho departamento realice espionaje extenso y generalizado contra todos los líderes y funcionarios extranjeros que conozca, como obtener detallados datos personales tales como los números de pasaporte, viajero frecuente y teléfono, las contraseñas de e-mail y computador, los datos de tarjetas de crédito y hasta el ADN.

Por ejemplo, Wikileaks reveló que el Departamento de Estado estadounidense bajo Condoleezza Rice y luego Hillary Clinton ordenó que el personal de dicho departamento realice espionaje extenso y generalizado contra todos los líderes y funcionarios extranjeros que conozca, como obtener detallados datos personales tales como los números de pasaporte, viajero frecuente y teléfono, las contraseñas de e-mail y computador, los datos de tarjetas de crédito y hasta el ADN.

Además, el Departamento de Estado lleva a cabo ilegalmente una enorme operación de espionaje contra el liderato de la ONU, incluyendo al secretario general, Ban Ki-moon y los representantes del Consejo Permanente de Seguridad de China, Rusia, Francia y el Reino Unido.

Una directriz clasificada de 2009 autorizada por la secretaria de Estado Hillary Clinton exige que el personal del Departamento de Estado en la ONU "obtenga detalles técnicos forenses sobre los sistemas de comunicación usados por altos funcionarios de la ONU, incluyendo las contraseñas y las claves personales de encriptación usadas por las redes comerciales y privadas para comunicaciones oficiales... Washington también busca números de tarjetas de crédito, direcciones electrónicas, números de teléfono, de fax y de bíper y hasta los números de cuentas de viajero frecuente para las figuras de la ONU y los datos biográficos y biométricos sobre los representantes del Consejo de Seguridad Permanente de la ONU'. Al parecer, en la operación dirigida contra la ONU participaron todos los principales organismos de inteligencia de Washington", incluyendo a la CIA, FBI y el Servicio Secreto (Guardian UK, 28 de septiembre de 2010).

Todo esto es ilegal de acuerdo a las convenciones de la ONU. (Una convención de 1946 plantea: "Los locales de las Naciones Unidas serán inviolables... gozarán de inmunidad contra allanamiento, requisición, confiscación y expropiación y contra toda otra forma de interferencia, ya sea de carácter ejecutivo, administrativo, judicial o legislativo". Una convención de 1961 dice que "la correspondencia oficial de la misión es inviolable".

De acuerdo al Guardian UK, el nivel de datos personales y técnicos que se exige, lo que incluye las especificaciones de los sistemas de computadores y teléfonos, contraseñas y claves de encriptación, señala la posibilidad de extensas operaciones de piratería informática y de vigilancia. Desde 2008, Estados Unidos ha enviado al menos nueve directrices a sus embajadas alrededor del mundo con un montón de exigencias de datos detallados sobre varios objetivos de su vigilancia. El New York Times se inquieta porque esos memos "parece confundir los limites tradicionales entre estadistas y espías".

¿Confidencialidad para qué fines?

Estados Unidos dice que los cables de Wikileaks ponen en peligro vidas, pero un análisis de los cables revela que lo que amenazan es la capacidad de los agentes de EE.UU. —las personas que han orquestado grandes crímenes— de poner en peligro y asesinar a personas alrededor del mundo al servicio del dominio de Estados Unidos.

El tesoro de secretos de Wikileaks ofrece evidencia gráfica, directa e inexpugnable de que EE.UU. de rutina realiza toda clase de crímenes a través del mundo, desde la tortura y la violación en Afganistán, hasta matanzas en masa en Yemen y espionaje ilegal contra la sede de la ONU. Demuestran que EE.UU. participa en una rivalidad capitalista imperialista sin límites con las potencias con que está aliado así como sus rivales más directos. Documentan cómo EE.UU. maneja una red global de brutales regímenes títeres como vínculos claves en su imperio de opresión y explotación. Estos cables demuestran que EE.UU. miente sobre todo esto. Éste es el mundo de pesadilla que EE.UU. domina y que brutalmente trata de mantener.

Para los imperialistas, la confidencialidad es esencial porque todo lo que hacen es injusto y va contra los intereses de la abrumadora mayoría de la humanidad. En su propio territorio, la confidencialidad es extremadamente importante para los imperialistas a fin de mantener a amplios sectores de la población en un estado de regocijada ignorancia y complacencia sobre lo que EE.UU. realmente hace en todo el mundo (además de sembrar el temor de que cualquier vínculo a la crítica a EE.UU. podría exponer a uno a la persecución) y para minimizar la oposición y resistencia.

De hecho la confidencialidad es aún más vital y un asunto mucho más grande para los gobernantes de Estados Unidos en el mundo "post-11 de septiembre" que anteriormente. La clase dominante de EE.UU., encabezada por el régimen de Bush, decidió avalar públicamente la tortura y burlarse abiertamente del derecho internacional. Hicieron eso porque su imperio y sistema confrontan grandes retos y han decidido que se requieren métodos aún más brutales, ilegales y despiadados. Como demuestran los cables de Wikileaks, lejos de ser los omnipotentes "amos del universo", los gobernantes de EE.UU. están trabajando febrilmente para apuntalar y extender su dominio ante las ocupaciones extremadamente costosas y difíciles de Irak y Afganistán, regímenes títeres inestables, el desafío planteado por Irán a EE.UU y a la hegemonía israelí en el Medio Oriente, la creciente agresividad de Rusia y el rápido ascenso de China como jugador de pesos pesados y potencial rival, y un montón de otros asuntos. Por eso, desde el régimen de Bush, y ahora bajo Obama, el énfasis sobre la confidencialidad oficial (y la recolección de espionaje y de inteligencia) solamente se ha incrementado.

Las revelaciones también ponen al desnudo a la presidencia de Obama: revelan que constituye más de lo mismo lo que fue una iniciativa para barnizar la imagen de EE.UU. empañada por el régimen de Bush, alrededor del mundo y en el frente interno.

Nadie ni siquiera volvería a escuchar de la misma manera los pronunciamientos del gobierno de EE.UU., sin pensar "¿sí, qué gato viene encerrado aquí? ¿Qué dicen sus cables secretos sobre esto?"

De mucho más importancia, esas revelaciones pueden y deben ser "una buena oportunidad aleccionadora", un momento cuando millones se enteran de los horrores y crímenes de los cuales este país es responsable alrededor del mundo y que las confrontan.

Aquí nos hemos enfocado en solamente unos pocos de los muchos cables publicados por Wikileaks. (Y aun los miles de cables filtrados a Wikileaks representan solamente una pequeña tajada de lo que EE.UU. hace alrededor del mundo y no incluyen las comunicaciones que se consideran las más secretas, con las comunicaciones clasificadas de más alta seguridad). Manténgase sintonizado para mayor cobertura de las revelaciones condenatorias de Wikileaks.



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