Lo que motiva la
negativa de Trump a comprometerse a aceptar los resultados de las elecciones
El miércoles 19 de octubre en el debate presidencial,
Donald Trump se negó a prometer que iba a reconocer los resultados de las
elecciones. En los días desde ese entonces, ha habido un alboroto de los medios
de comunicación y muchos políticos. "Esto va en contra de lo que hace
grande a Estados Unidos", dicen. Cuando intentan explicar los motivos de
Trump para lo que es, en muchos sentidos, una declaración sin precedentes, a
veces dicen que él es un "narcisista" o que tiene un "temperamento
malo", y en el debate, Hillary Clinton llegó a decir que se debe a que él
es un mal perdedor y comparó las palabras de Trump en el debate con la forma en
que él actuó cuando perdió el premio Emmy por su programa de televisión.
Se trata de algo mucho más profundo que eso, y de algo
muy más grueso de lo que dan a entender.
Los elefantes en el salón: El desenfrenado
racismo...
En primer lugar, veamos lo que ellos NO dicen. Una
buena parte de la argumentación de Donald Trump de que las elecciones están
supuestamente amañadas se reduce a la idea de que los negros y los inmigrantes
cometerán fraude en las elecciones. Por lo que preguntemos lo siguiente: ¿dónde
estaba la pregunta en el debate o la declaración de Clinton que llamaba la
atención sobre la realidad de que Trump en los días previos al debate en
esencia venía llamando a sus seguidores a impedir que los negros y los
inmigrantes votaran al hacerles frente directamente en las urnas? ¿Dónde
siquiera se mencionaba eso?
La campaña entera de Trump ha normalizado los abiertos y virulentos ataques racistas a los
mexicanos y chicanos, los negros, los musulmanes y los inmigrantes, con
extremos mucho mayores que en los tiempos de Reagan y Bush padre. Y, por
cierto, a pesar de que Obama y Clinton ahora quieren “adjudicarse” el
estandarte de Ronald Reagan, éste no sólo llevó a cabo una campaña
extremadamente racista, sino que tenía triste fama mientras contaba con vida
debido a su agitación y acciones racistas2.
La tibia crítica de Hillary Clinton a Trump en el
debate por su "persecución" de diferentes grupos de personas ni
empieza a expresar el verdadero veneno que encarnan todos y cada uno de los
mítines de Trump, los verdaderos términos reales de la campaña Trump y los verdaderos
objetivos respectivos. Y ahora, el que Trump persistiera, existiría la
verdadera posibilidad de que unos fascistas supremacistas blancos armados
respondieran a su llamamiento a "vigilar" la votación en las grandes
ciudades. (Lea "Trump extrema su abierta movilización de los fascistas supremacistas blancos".)
...Y el fascismo
Hay otro elefante en el salón, tan grande como en el
primer caso: la campaña entera de Trump ha sido abiertamente fascista, con
viles y agresivas expresiones de las tendencias más feas. ¿Dónde estaba y dónde
está el político de peso de cualquiera de los principales
partidos políticos que está dispuesto a decir que desde el principio, Trump ha
venido azuzando un movimiento abiertamente fascista y analizando la respectiva amenaza a dicha luz?
Trump cuestiona las tradiciones de la democracia
capitalista estadounidense desde
un reaccionario punto de vista de
hacer las cosas aún más represivas.
Al contrario. Las elecciones no están "amañadas
" en el sentido que insinúa Trump. Éste da a entender que al celebrar las
elecciones según las reglas, pues todo estaría bien. Promueve la idea de que el
sistema funciona a la perfección, pero que lo han roto las personas corruptas
como los Clinton, y que ahora necesitamos a un "hombre fuerte" para
que el sistema funcione. Al contrario. El presente sistema nunca ha
"funcionado" para hacer nada salvo pulverizar y explotar a miles de
millones de personas, desde la esclavitud y el genocidio sobre los que se fundó
hasta su imperio en todo el mundo hoy día. Las elecciones en sí tienen el
propósito de servir al dominio de los capitalistas imperialistas como una
clase.
Pregúntese lo siguiente: si los capitalistas
imperialistas NO controlaran las elecciones, pues ¿cómo diablos sería el que un
ignorante como Trump recibiera tanto tiempo al aire y publicidad gratis? Ningún
otro candidato ni siquiera se le acerca al respecto. ¿Cómo es que Trump vomitara
tanta verborrea, en debate tras debate y una entrevista tras otra, sin que lo
trituraran, o siquiera lo desafiaran, debido a su racismo, sus mentiras, sus
puntos de vista sobre las mujeres y sus ataques a éstas, sus abiertos ataques
al estado de derecho, y demás? ¿Qué nos enseña que todos los candidatos de los
partidos Republicano y Demócrata lo trataron como "legítimo", cuando
desde el principio, para repetir, ha quedado claro que él es un fascista
brutal?
Que quede claro: tal vez Donald Trump nutra la imagen
de una persona "que dice lo que piensa", pero al pregonar sus
delirios fascistas, Trump representa a un sector importante de la clase
dominante estadounidense. Para repetir, eso lo refleja la manera en que cada actor político importante del presente
sistema todavía lo trata como legítimo y no denunciará su fascismo. Además, lo
refleja la presencia de importantes políticos y fuerzas de la clase dominante
que se encuentran en el bando de Trump, lo que incluye a gente como Rudolf
Giuliani con sus vínculos con las fuerzas de policía y aparato represivo, Mike
Pence con sus profundos lazos con los fascistas cristianos, Newt Gingrich con
su trayectoria de presidente de la Cámara de Representantes y líder republicano
de pesos pesados, el jubilado general Michael Flynn con sus antecedentes de
posiciones militares de alto nivel, etc.
Desde hace mucho tiempo estas fuerzas han pregonado la
idea de que para mantener unida a la sociedad, hace falta mucho mayor
represión. Ellos ven a su alrededor la realidad de que para grandes sectores de
la población se viene muriendo el llamado "sueño de la vida
estadounidense", es decir la idea de que cada generación al menos llevaría
una vida material mejor que sus padres. Por lo tanto ven el potencial para la
desilusión, el cuestionamiento y el descontento, lo que no está de su agrado o
quieren sacarle provecho para fines reaccionarios. Ven una necesidad y una
oportunidad de encauzar el resentimiento de millones de los blancos hacia los
negros y latinos y hacia los inmigrantes de color, y le sacan provecho. Ven las
amenazas a la hegemonía estadounidense en el mundo (la base efectiva del
"sueño" en primer lugar) y ven la necesidad de más militarismo y más
represión para apuntalar esa dominación. Ven la forma en que los cambios en la
economía vienen socavando las "relaciones tradicionales" e intentan
aglutinar a los hombres y las mujeres en torno a la "familia
tradicional" y, en el caso de Trump, en torno a las prerrogativas
tradicionales de los hombres de victimar abierta y burdamente a las mujeres, de
derribar los derechos de la mujer. Ven los derechos jurídicos por los que la
gente ha luchado y ven obstáculos. En su opinión, si necesitaran el fascismo
para hacer todo eso, que así sería.
¿Qué "alternativa" concreta a
Trump ofrece Hillary Clinton?
Donald Trump es un misógino implacable, un racista
descarado, un mentiroso compulsivo y sí, a cierto nivel, un maldito imbécil
ridículo (aunque todo lo que él representa tiene una lógica fascista muy letal
y un muy asqueroso movimiento popular que lo apoya). Él tiene un pasado
asqueroso y un presente más asqueroso. Por lo tanto, en cierto sentido, en
comparación a él, es relativamente fácil quedar bien. Pero, ¿qué programa
concreto pregona Hillary Clinton en "oposición" a Trump? Y ¿cuál es
la historia de ella?
Sí, Trump es un rabioso patriotero, tocando el tambor
por la superioridad militar de Estados Unidos y su dominación, pero ¿cómo lo
denunció y contrarrestó Clinton? ¡Denunció a Trump por ser un peso ligero muy blando como para encabezar el imperio
estadounidense! Se burló de Trump como "títere de Putin" porque no es
"lo suficientemente duro" contra Rusia. En vista de que él era el
anfitrión de El aprendiz mientras ella estaba en la "sala
de situaciones" supervisando el asesinato de Osama bin Laden. En vista de
que él favorece "dar marcha atrás" y ceder Alepo, y Siria en su
conjunto, a Rusia, mientras que ella está lista a escalar la guerra con una
zona de exclusión aérea.
Clinton citó a diez sujetos, al parecer ex presidentes
y vice presidentes, que han estado a cargo del arsenal nuclear de Estados
Unidos, que han dicho "que no le iban a confiar a Donald Trump los códigos
nucleares o tener el dedo en el botón nuclear". Pero ¿y qué de los dedos
de Clinton? Las autoridades militares ahora advierten que la zona de exclusión
aérea que ella propone en Siria podría conducir a una confrontación directa
entre Estados Unidos y Rusia, con el potencial para un enfrentamiento nuclear.
Y no olvidemos que era un presidente demócrata "liberal" muy pragmático
y "sensible", Harry S. Truman, el que es la única persona en la
historia que efectivamente utilizó dichas armas de incineración masiva. O que
otro liberal con pretensiones intelectuales, John F. Kennedy, se acercó más,
con mucho, a encender una guerra nuclear durante la crisis de los misiles en
Cuba en 1962. Tal es la alternativa “realista” y "mal menor" del
presente sistema a Trump en política exterior.
Clinton se jacta de sus credenciales. Pues bien,
¿cuáles son esas credenciales? Estar hasta el cogote en el primer embargo
militar de la administración de Bill Clinton (o sea, las "sanciones")
contra Irak, lo que resultó en la muerte de medio millón de niños3. Tomar la iniciativa en la decisión de hacer la guerra contra
Libia, lo que llevó a miles de muertes directamente y que hizo que la crisis de
refugiados fuera mucho peor, lo que lleva a un sufrimiento incalculable. En
otras palabras, ella sostiene que sus credenciales son, y promete que serán,
mucho más agresivas en el uso de la fuerza y la violencia de Estados Unidos en
todo el mundo.
¿Qué es la alternativa que propone Hillary Clinton, en
oposición al violento racismo e instigación contra los inmigrantes de Trump?
Ella acepta la necesidad de la seguridad fronteriza. Ella considera que hay que
levantar muros en lugares en los que es "apropiado". Y ella lo
criticó por la contratación de inmigrantes indocumentados y por perjudicar a
los trabajadores estadounidenses. Dijo todo lo anterior mientras no dijo nada
sobre la realidad de que la administración de Obama de la que ella era parte y
la que todavía apoya, ha deportado a 2.5 millones de personas, más que
cualquier otro presidente en la historia de Estados Unidos.
Y ¿qué de las mujeres, un tema sobre el cual
seguramente no hay comparación? El programa concreto de Hillary Clinton es
fundamentalmente distinto a la asquerosa misoginia de Trump, ¿verdad? Algunas
posiciones actuales de Clinton, como el aborto, no son idénticas a las de
Trump. Pero ¿ella es una paladín la que "encontró su voz" para las
mujeres? Como Sunsara Taylor señaló en Revolución,
si bien Hillary Clinton y Michelle Obama fustigan a Trump por abusar de las
mujeres, "Al mismo tiempo que Michelle Obama daba su discurso, Arabia
Saudita, con el respaldo de Estados Unidos y con armas y demás suministrados
por Estados Unidos, bombardeaba y volaban a pedazos a grandes cantidades de
civiles en Yemen, entre ellos muchas mujeres y niñas; y la misma Arabia
Saudita, un aliado clave de Estados Unidos, encarna la opresión de mujeres y
niñas que está entre la más horrenda del mundo.
“Y hay más. La realidad es que el sistema que
representan los Obama, los Clinton y los demócratas, así como los republicanos,
se apoya de manera fundamental en una red mundial de maquiladoras que explotan
brutalmente a masas de personas, de las que un gran número son mujeres y
niñas”. (Lea “Lasmujeres no son perras, putas ni sacos de boxeo... Las mujeres son plenos sereshumanos”, Revolución#461,
19 de octubre de 2016)
En otras palabras, Hillary Clinton es tanto una
representante del sistema del capitalismo-imperialismo como lo es Trump. Lo que
los separa es que ella representa a un sector de la clase dominante que cree
que se necesita un conjunto diferente de "normas aglutinantes" (lo
que se acepta como "legítimo") para mantener a Estados Unidos como
máximo dominador de un mundo que cambia rápidamente. Estas normas incluyen al
menos la apariencia de "inclusividad" y "diversidad", una
cierta forma de una red de seguridad social y la pretensión de acatar el estado
de derecho (a la vez que seguir minando y triturando el actual estado de
derecho y los derechos jurídicos de la gente tal como Obama ha hecho). Clinton
y aquellos que ella representa creen que los conceptos tradicionales del
bipartidismo son esenciales para mantener al presente monstruoso imperio a
flote en un momento de grandes tensiones, presiones y desafíos. Ellos piensan
que el programa del partido Republicano y Trump desestabilizaría, debilitaría y
pondría en peligro al sistema opresor entero.
Los demócratas y la "pirámide del
poder"
Es importante reconocer que Clinton y los demócratas
también atraen a una base social que es distinta a la de los republicanos.
En “La pirámide delpoder y la lucha por cambiar de base el mundo”, Bob Avakian explica:
¿Quiénes son las personas que los demócratas intenta
atraer — no digo que los demócratas representan los intereses de tales
personas, sino quiénes son las personas que los demócratas intenta atraer en la
base, en el otro lado de esta pirámide, por decirlo así? A la gente que
defiende toda suerte de cosas progresistas y a todas las personas que están
oprimidas en la sociedad actual. En realidad una buena parte del papel de los
demócratas es mantener a todas esas personas confinadas en el proceso
electoral, tradicional, burgués y... hacer que vuelvan a dicho proceso cuando
se hayan alejado de ese marco — o hayan roto con dicho proceso. Porque esa
gente de la base siempre se siente alienada y encabronada ante lo que pasa en
las elecciones, por las mismas razones que ya señalé: el partido Demócrata
habla de gente común, de los pobres, de los que sufren discriminación, etc.,
pero siempre los traiciona. Hasta hace uso de la palabra “opresión”, pero de
ahí los vende en cada oportunidad — dado que en realidad no representa sus
intereses sino que representa los intereses del sistema y de su clase
dominante, y desempeña cierto papel de siempre engatusar a los oprimidos, los
descontentos y los alienados para que vuelvan al redil electoral. A todos ellos
les dice: “Vénganse, vénganse — no es tan malo como parece. No olviden que
tienen el voto. Tranquilos. Todo saldrá bien”. Para eso sirven principalmente
los demócratas. Pero lo que pasa es que ellos tienen mucho miedo de movilizar
en las calles a la base social que atraen, para que voten por ellos. Lo menos
que quieren hacer es convocar a las masas populares a las calles para protestar
y batallar contra esa fuerza de derecha que viene cobrando fuerza. [corregido]
Por lo anterior, entre otras razones importantes,
Clinton y los demócratas NO quieren denunciar directamente a Trump por lo que
representa en realidad, o sea, un fascista, y NO quieren armar mucho escándalo
en torno a sus amenazas de desatar a unos racistas armados en las urnas. Como
señala BA, los demócratas temen que de hacerlo, eso suscitaría y desencadenaría
a su base social en confrontaciones con esos fascistas y que por lo tanto “se
dejará salir el genio de la botella”. En otras palabras, a medida que las
personas empezaran a cuestionar y oponer resistencia a lo que por lo normal
aceptan, el movimiento para la revolución podría aprovechar la situación para
hacer avanzar la revolución y expandir sus fuerzas organizadas.
Es muy importante en la actual situación que toda
persona progresista, todo aquel que quiere ver un cambio, que cree que los
demócratas son “nuestra única esperanza”, reconozcan el siguiente punto
esencial de Lo BAsico 3:11:
Estos políticos derechistas (en general agrupados en
el Partido Republicano) pueden movilizar, movilizarán y sí movilizan
enérgicamente a esta base social esencialmente fascista... pero, por otro lado,
los sectores de la clase dominante que el Partido Demócrata en general
representa están muy renuentes a movilizar y en efecto se resisten a movilizar
a... la base de personas cuyo voto y apoyo en la arena política burguesa la
quieren ganar los demócratas. Este lado (el Partido Demócrata) de la clase
dominante generalmente no quiere movilizar a esa base en las calles y de hecho
rehuye a la idea de llamar a esa base a las calles, a movilizarla para oponerse
a las fuerzas opuestas en la clase dominante y su base social, o en general
para luchar por los programas que el mismo Partido Demócrata dice que
representa y que en cierta medida trata de implementar....
Como amplificación del punto básico en consideración,
es importante reconocer lo siguiente: en el marco del sistema capitalista
imperialista y con la dinámica subyacente de este sistema que en lo fundamental
determinan las pautas y los límites de la política “oficial” y “aceptable”, el fascismo —o sea, la imposición de una forma de
dictadura que se basa abiertamente en la violencia y el terror para
mantener el dominio y los imperativos del sistema capitalista imperialista— es una posible resolución de las
contradicciones que enfrenta este sistema, una resolución que en cierto momento
podría corresponder más o menos a las necesidades imperiosas de este sistema y
su clase dominante — mientras que la revolución y el auténtico socialismo que se proponen alcanzar el
objetivo final del comunismo por todo el mundo también constituyen
una posible resolución de estas contradicciones, ¡pero es una que muy
claramente no será aceptable para la clase dominante
capitalista imperialista ni compatible con los imperativos de este sistema!
Trump, “la mal menor” Clinton y la
ilegitimidad del presente sistema entero
El fascismo de Donald Trump, la negativa de Hillary
Clinton a denunciarlo o movilizar una seria oposición en su contra, y la
realidad que ambos sujetos representan al mismo sistema asesino, opresor, ponen
al desnudo el ruin argumento del “mal menor” y la ilegitimidad del sistema
entero.
Tal como argumentamos en “La asesina lógicadel mal menor”:
Y respecto al argumento, “Bueno, es cierto, Clinton no
es lo que de veras queremos, en realidad ella es muy mala, pero es ‘el mal
menor’, y hay solamente dos alternativas realistas —Clinton o Trump— por lo que
al no votar por Clinton, usted ayudará a elegir a Trump”, lo que de hecho
constituye nada menos que el argumento de que: “Siempre y cuando una persona
acepte la lógica y las ‘opciones’ que dicta el presente sistema, tiene que
aceptar la lógica y las ‘opciones’ que dicta el presente sistema”. ¿No demuestra poderosamente qué
tan completamenteilegítimo que lo es el presente sistema
entero el hecho de que el
presente sistema ha engendrado a una persona como Trump para ser un candidato “legítimo”, al
frente de uno de los dos partidos políticos grandes del presente sistema?
Además, ¿no demuestra poderosamente qué tan urgentemente que lo es romper con la lógica y las
suposiciones del presente sistema ylevantarse contra el
presente sistema y aquellos que lo representan, entre ellos Clinton al igual
que Trump, el
hecho de que Clinton y los demócratas se opondrán a Trump únicamente con
argumentos de que ellos son los mejores representantes
de este mismo sistema, y que
podrán hacer el mejor trabajo para perpetrar sus crímenes? (3 de agosto de 2016)
Lo que va al punto muy esencial recalcado por Bob
Avakian:
“La tan cacareada democracia bajo el presente sistema
es una farsa y cosas peores — fomenta la ilusión de que expresa ‘la voluntad
del pueblo’, pero en realidad incorpora a las personas en la ‘legitimación’ del
dominio de una rapaz y asesina clase de capitalista-imperialistas, que domina y
moldea el proceso electoral, y en general la toma de decisiones políticas, y
cuyo dominio en realidad es una dictadura que en lo fundamental se basa
en la fuerza y violencia brutalmente opresivas”. (6 de junio de 2016)
Lo que hay que hacer
Lo anterior recalca la importancia de lo que
escribimos en Revolución hace unos días y que hoy ha cobrado renovada urgencia en vista de la alborotadamente
imprevisible y muy potencialmente muy convulsiva marcha de los acontecimientos
que podrían conducir al 8 de noviembre y más allá.
[E]sta no es una elección de rutina. Augura un
potencial muy grande de que estallen una mayor y mucho más profunda crisis en
los días por venir y especialmente en torno a las elecciones e inmediatamente
después. Los conflictos entre los sectores de la clase dominante, que de por sí
ya están agudos, podrían profundizarse y agrietarse más. Una crisis de ese tipo
podría actuar de sacudida sobre la población, lo que podría hacer que las
personas cambien su manera normal de ver las cosas y podría llevarlas a
cuestionar y oponerse a lo que antes aceptaban de costumbre. Tenemos que venir
desde atrás para estar listos para aprovechar lo que sí pase para acelerar una
REVOLUCIÓN, preparando y organizando a las masas populares para que su
respuesta nosea la de
cobijarse bajo un lado o el otro de los opresores, sino la de sacar provecho de esta situación para robustecer las fuerzas para una
revolución.
Eso quiere decir que hay que reconocer la situación
concreta y luchar para llevar las cosas hasta donde sea posible, lo que incluye
durante la GiraOrganizativa Nacional “A Entrarle a la Revolución”, trabajar para crear una
situación revolucionaria, misma que, como dice la declaración del Partido Cómo Podemos GANAR:
“En la que millones y millones de personas se nieguen a aceptar la antigua
forma de gobierno — y estén dispuestos y decididos a jugárselo el todo por el
todo para hacer caer el presente sistema y hacer nacer una sociedad y gobierno
nuevos que se basen en la Constitución
para la Nueva República Socialista en América del Norte. Dicho momento es el indicado para
jugárselo el todo por el todo para triunfar. Es necesario que nosotros
trabajemos enérgicamente y nos preparemos ahora para lo anterior”.
Bob Avakian sobre Trump, Clinton, los "males menores", y la
revolución
Es ilustrativo verlo como una especie
de pirámide.... Viendo esta pirámide, arriba está la clase dominante y sus
representantes políticos que (aunque esto sea un poco simplista) podemos ver
con los demócratas a un lado y los republicanos al otro. Por décadas, las
personas agrupadas en torno a Bush y el tipo de personas que ellas representan
han estado trabajando y preparando en la sociedad toda una infraestructura, por
decirlo así, que podría encaminar la sociedad de un modo completamente
diferente hacia algo fascista cuando sea necesario.
Veamos lo que han hecho con este
fenómeno del fundamentalismo religioso. Es un esfuerzo de apuntalar
deliberadamente a una base de millones y millones y millones de personas a
quienes les asusta la idea de... ¡pensar! —¡en serio!— personas que no pueden con
toda la complejidad de la sociedad moderna y quieren respuestas sencillas y
absolutas a las complejidades de esta sociedad....
Al otro lado de la cima de la
pirámide (a la supuesta “izquierda”), están los demócratas. ¿Quiénes son las
personas que quieren atraer? No digo que los demócratas representan los
intereses de dichas personas, ¿pero a quiénes quieren atraer, en la base, en el
otro lado de la pirámide, digamos? A todas las personas que apoyan cosas
progresistas y todas las personas que son el blanco de la opresión en esta
sociedad. Una gran parte del papel de los demócratas es canalizar a todas esas
personas hacia el proceso electoral tradicional de la burguesía... y meterlas
de nuevo en él, si se han alejado de ese marco —o si han roto con ese marco—....
Esto es importante en sí y también
ilustra un potencial positivo por lo que se refiere a la revolución. No estoy
diciendo que estemos en el umbral de la revolución ahora mismo, pero pensando
en el futuro y en el potencial, una de las cosas que lleva a una situación
revolucionaria es que millones y millones de personas piensan que algo es
intolerable. Quieren que ciertos líderes en la cima de la sociedad las dirijan
para hacer algo al respecto, pero dichos líderes no están en posición de
dirigirlas a hacerlo ni quieren dirigirlas a hacerlo — así que, ¿a quiénes
recurren? A aquellos que están dispuestos y decididos a dirigirlas a hacerlo y
a llevarlo a alguna parte. Por eso, esta situación encierra grandes peligros;
pero la misma situación —o el otro lado de la contradicción— es la que encierra
mucho potencial positivo para la lucha ahora y para hacer la revolución
conforme se vaya desenvolviendo la situación.
Como amplificación del punto básico
en consideración, es importante reconocer lo siguiente: en el marco del sistema
capitalista imperialista y con la dinámica subyacente de este sistema que en lo
fundamental determinan las pautas y los límites de la política “oficial” y
“aceptable”, el fascismo —o sea, la imposición de una forma de
dictadura que se basa abiertamente en la violencia y el terror para
mantener el dominio y los imperativos del sistema capitalista imperialista— es una posible resolución de las
contradicciones que enfrenta este sistema, una resolución que en cierto momento
podría corresponder más o menos a las necesidades imperiosas de este sistema y
su clase dominante — mientras que la revolución y el auténtico socialismo que se proponen alcanzar el
objetivo final del comunismo por todo el mundo también constituyen
una posible resolución de estas contradicciones, ¡pero es una que muy
claramenteno será
aceptable para la clase dominante capitalista imperialista ni compatible con
los imperativos de este sistema!
***
1. Lea los
antecedentes del caso de los 5 del Parque Central en revcom.us: “Cómo Trump propagó las falsasacusaciones contra los 5 del Parque Central — ¡cinco inocentes! Donald Trump,jefe de la turba de linchamiento”, del 13 de mayo de 2016 y “Los instrumentos de propaganda de la clasedominante... y la farsa del juicio contra los 5 del Parque Central”,
del 16 de diciembre de 2012, de Bob Avakian.
2. En 1980, Ronald Reagan inició oficialmente su
campaña en Filadelfia, Misisipí, en el condado de Neshoba, en un recinto ferial
utilizado como lugar de encuentro por el Ku Klux Klan y donde murieron en 1964
los trabajadores de derechos civiles Andrew Goodman, Michael Schwerner y James
Chaney. Tal simbolismo caracteriza la manera en que Reagan atrajo y promovió la
supremacía blanca sin tener que usar un lenguaje abiertamente racista. Se estableció
el tono de la campaña de George H. W. Bush para la presidencia con la famosa
publicidad de "Willie Horton" que mostraba a un hombre negro que,
mientras estaba de su novena licencia de una cárcel de Massachusetts, fue
detenido y acusado de violación. El director de la campaña de Bush se jactó de
que no sería necesario decir Horton era negro, dado que debido a la publicidad,
"Todas las mujeres de Estados Unidos" iban “a saber cómo es Willie
Horton antes del fin de estas elecciones”.
3. Lea
próximamente los antecedentes en “Crimen Yanqui Caso #76: Las sanciones de
Estados Unidos y la ONU contra Irak, ‘un acto legitimado de matanza en masa’”,
en revcom.us.
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