Manifestaciones exigen justicia para Ayotzinapa y que dejen de encubrir a los culpables

“Desde hace casi tres años este gobierno (federal) nos lleva mentira tras mentira del caso de nuestros 43 compañeros; es una cuarta transformación de una simulación”, denunció un normalista en la manifestación en Chilpancingo, Guerrero, exigiendo justicia al cumplir siete anos del asesinato de tres normalistas y tres personas más, así como la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, la noche del 26 de septiembre de 2014.

Los principales responsables de este horrendo crimen del Estado y su encubrimiento siguen impunes y la verdad sigue oculta, a pesar de las promesas de resolver el caso que Andrés Manuel López Obrador (AMLO) hizo en su campaña por la presidencia y que repite cada año en estas fechas.

“Para el gobierno hay avances, pero para nosotros como padres y madres que no sabemos de nuestros hijos y que sufrimos su ausencia día a día, los avances son mínimos”, dice el comunicado de los padres de familia, al que dieron lectura al llegar al Zócalo después de marchar con miles de gentes por las calles de la Ciudad de México (CDMX) para exigir justicia el 26 de septiembre.

Es por esta incansable lucha de las madres y padres, de los normalistas y de cientos de miles de personas en el país y en el mundo que exigen justicia, que se han logrado los pocos avances que ha habido, como abandonar en los pronunciamientos oficiales la llamada “verdad histórica”. Está más que comprobado que esa “verdad histórica” en realidad fue una “mentira histórica” fabricada por el gobierno de Enrique Peña Nieto para encubrir a los principales responsables de este crimen del Estado.

En su comunicado los padres denuncian la actuación de la Fiscalía General de la República, que "desde hace seis meses no ha podido ejecutar 40 órdenes de aprehensión, dos años que no logra traer a Tomás Zerón de Lucio de Israel para procesarlo y varios funcionarios de la pasada administración que avalaron y defendieron la verdad histórica, siguen estando en la FGR en puestos del más alto nivel, obstaculizando los trabajos de investigación”.

Tomás Zerón, entonces jefe de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), jugó un papel operativo clave en armar la “verdad histórica”. Fue captado en video, el 28 de octubre de 2014, en un acto ilegal en que aparentemente “sembraron” un hueso del normalista Alex Mora en una bolsa de cenizas en el Río San Juan, que luego fue “descubierto” el día siguiente como “evidencia”. También fue captado en video torturando a un supuesto informante para validar la “mentira histórica”. Docenas de personas fueron torturadas con el mismo propósito por la policía federal y la Marina, y existen por lo menos 40 grabaciones de semejantes interrogatorios realizadas en su momento por el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).

Zerón dejó la jefatura de la AIC en 2016 a Omar García Harfuch, quien participó directamente en el crimen de Iguala como comisionado estatal de la Policía Federal, y seguía manteniendo la “mentira histórica" para encubrir a sí mismo, a Zerón y a las demás policías y militares involucrados. A pesar de que ya se tenía bastante evidencia de los crímenes de Zerón, el nuevo gobierno morenista lo dejó escapar del país en 2019, y es hasta ahora, dos años después, que AMLO pide al gobierno de Israel que agilice su extradición. El criminal Harfuch goza de completa impunidad como actual secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del gobierno de CDMX.

Existe bastante evidencia de que participaron el ejército, la policía federal y la policía estatal, además de la policía municipal y el crimen organizado, en los crímenes en Iguala hace siete años y en su posterior encubrimiento. De todas estas fuerzas, fue el ejército que monitoreaba a los normalistas incluso antes de llegar a Iguala y que tenía la capacidad para coordinar el amplio operativo para asesinar, desaparecer y luego encubrir estos crímenes en un operativo que abarcó bastante territorio y la participación de todo un elenco de criminales con y sin uniforme.

Sin embargo, como denuncian los padres en su comunicado hay "reticencias para profundizar una investigación exhaustiva contra elementos del ejército”, a pesar de que el ejército monitoreó por medio del sistema C4 a los normalistas antes de su llegada a Iguala. La periodista Anabel Hernández documenta que el ejército incluso hizo un operativo antes para impedir que los normalistas entraran en Chilpancingo para “tomar” autobuses, lo que llevó a su salida a Iguala, en que los seguían monitoreando por todo el camino.

Los padres señalan que "en el expediente existen pruebas objetivas” de que elementos del ejército “patrullaron los lugares donde los agredieron (a los normalistas) e hicieron contacto con ellos", "existen vínculos orgánicos de militares del 27 Batallón con el grupo delictivo Guerreros Unidos" y "un testigo declaró formalmente... que al menos 25 estudiantes fueron ingresados al 27 batallón de infantería, interrogados, algunos asesinados y posteriormente entregados a un grupo delictivo. Sin embargo, estos elementos parecen ser insuficientes a los ojos del gobierno que vacila en investigar a esta institución armada, cuando se pone el tema en la mesa de diálogo a menudo incomoda al gobierno" (énfasis agregado).

De hecho, el gobierno de López Obrador ha protegido y rescatado de un juicio en Estados Unidos a Salvador Cienfuegos, secretario de la Defensa Nacional cuando los crímenes de Ayotzinapa. Cienfuegos mintió al decir que el ejército no tuvo nada que ver con los crímenes de Ayotzinapa y jugó un papel clave en bloquear cualquier investigación seria del papel del ejército.

La Fiscalía General de la República (FGR) también sigue determinada y aferrada en encubrir y proteger al ejército. Ante una solicitud de documentaciones del caso de Ayotzinapa relacionadas con militares, la FGR entregó documentos en que casi todo está “testado”. En otras palabras, está tachado de manera tal que hace imposible saber lo que está ahí escrito (igual como lo hizo al hacer “público” el expediente todo tachado que supuestamente exoneraba a Cienfuegos). Están ocultando información crucial que podría poner al descubierto lo que realmente hizo el ejército, junto con los demás cuerpos policíacos federal, estatal y municipal contra los estudiantes normalistas esa noche en Iguala.

¿Por qué se sigue encubriendo el papel del ejército en este crimen del Estado? Porque es la columna vertebral del Estado que no ha cambiado su esencia como garante del actual sistema capitalista, a pesar de cambios de personal y retórica con la llamada "cuarta transformación". Es más, AMLO se ha apoyado cada vez más en las fuerzas armadas, aumentando su presupuesto y control de sectores importantes de la economía (Banco del Bienestar, varios aeropuertos, Tren “Maya”, etc.) y alabando como “pueblo en uniforme” a las fuerzas armadas de este sistema que son culpables, no solo de la noche de Iguala sino de varias masacres del pueblo a lo largo de la historia, desde el 68 hasta Tlatlaya, para mencionar solo dos.

Y siguen encubriendo al criminal en jefe, Peña Nieto, que obviamente cuando menos aprobó todo el encubrimiento criminal de lo que ocurrió en 2014. De hecho, suprimió un informe inicial de los crímenes de Zerón y otros desde dentro de la entonces Procuraduría General de la República e hizo despedir a su autor. A pesar de todo el circo de la "consulta" para supuestamente enjuiciar a los ex presidentes, ni se menciona investigar por lo de Ayotzinapa a Peña ni al procurador general de la República, Murillo Karam, que presentó la "mentira histórica”. En esta relación, AMLO siempre ha dicho "la venganza no es mi fuerte". Más bien la justicia no es su “fuerte”, porque, a pesar de los conflictos muy reales entre el sector de las clases dominantes que representa AMLO y sus contrincantes representativos de otros sectores de las mismas clases tienen unidad en la necesidad de mantener y defender el actual sistema capitalista y el Estado reaccionario que sirve para defender y reproducir ese mismo sistema.

Cartel Revolución y carteles de Peña tras las rejas

Sin embargo, AMLO y su gobierno también tienen la necesidad de mantener su máscara de que son “diferentes” y es esencial seguir denunciando su complicidad con el gobierno anterior y exigiendo toda la verdad y la justicia, incluido el enjuiciamiento de Peña Nieto, Murillo Karam, Salvador Cienfuegos, Tomás Zerón y toda la demás bola de inhumanos criminales. Hay ahora más evidencias que muestran la brutalidad criminal que estos personajes y sus instituciones representan, instituciones opresivas y represivas del Estado, que han jugado y seguirán jugando su papel de imponer por la fuerza las relaciones económicas y sociales de este sistema capitalista.

La denuncia y movilización es la única esperanza de justicia en este caso y esta lucha también contribuye a la revolución que tanto hace falta para enterrar este sistema criminal de una vez por todas.

Por eso fue tan acertada la creatividad de unos normalistas en la marcha en CDMX que hizo resaltar aguda y muy atinadamente un señalamiento justo: sobre un ataúd, elaborado de cartón y manchado de sangre, se exigía “JUSTICIA”, apuntando a la foto de Enrique Peña Nieto y otros. Lo que también compaginaba muy bien con el cartel, que algunas personas portaban y mostraban donde está Peña Nieto detrás de las rejas, con el lema “AYOTZINAPA: ¡DE IGUALA A LOS PINOS CÁRCEL A LOS ASESINOS! ¡TODO EL PINCHE SISTEMA ES CULPABLE! El cartel  fue editado durante el gobierno de Peña y mucha gente lo acogió con ganas de los compañeros del Movimiento Revolución.

Los diversos contingentes y otros que asistieron no dejaron de gritar y cantar las consignas de “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”, “Ahora se hace indispensable, presentación con vida y castigo a los culpables”, además de contar del número 1 hasta el 43 y culminar con el grito de ¡Justicia! Muchas mantas y cartulinas se podían ver en todo el recorrido.

La denuncia y la movilización exigiendo la verdad y el castigo a los verdaderos culpables siguen siendo muy importantes para desvelar las maniobras del Estado y hacer caer las mentiras y la impunidad de este crimen salvaje. Y es también importante reconocer que la única manera de poder acabar finalmente con estos crímenes es hacer la revolución comunista, que acabará con este Estado y su sistema capitalista, y que construirá una nueva sociedad socialista. Tal como lo dice el volante Revolución, de la Organización Comunista Revolucionaria, México, que compañeros del Movimiento Revolución repartieron en la marcha, “El problema de fondo es el sistema,… hace falta la revolución”.


Agitación del Movimiento Revolución en la marcha

Aurora Roja

Voz de la Organización Comunista Revolucionaria, México

auroraroja.mx@gmail.com                 http://aurora-roja.blogspot.com


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