¿Una revolución real o la falsa transformación?


Ponencia preparada por la Organización Comunista Revolucionaria, México, y presentada por el Movimiento Revolución, a partir de octubre de 2023. Puede descargarse en formato pdf: RevolucionReal.pdf

Buenas Tardes.

Compañeras y compañeros ¿Qué futuro queremos? ¿Los horrores que ya vivimos y peores bajo este sistema capitalista o un futuro luminoso y liberador con una revolución real?

¿Vamos a aceptar que sigan los horrores y peor como los 11 asesinatos de mujeres diarios o los proyectos capitalistas de saqueo, destrucción de la naturaleza y muerte como el Tren Maya, el Corredor Interoceánico ó los proyectos mineros? ¿Vamos a tolerar cada vez más asesinatos y gente desaparecida con cada gobierno capitalista? Piénsenlo: en lo que va de este gobierno capitalista van más de 49 mil desaparecidos. Si eso quieren, pues bien puedes votar por quien te dé la gana, ya que eso y peor es lo que tendremos con cualquiera de los partidos capitalistas. ¿O quieren verdaderamente de corazón un futuro radicalmente diferente y liberador? Otro futuro en que la sociedad esté al servicio de las necesidades de la gente y el cuidado del medio ambiente y haya una gran lucha para eliminar POR COMPLETO la explotación, la opresión a las mujeres, los indígenas y toda forma de opresión no solo en el este país sino por todo el mundo. Piénsenlo: es una situación de vida o muerte para la humanidad y otras especies por el calentamiento global y el peligro creciente de una guerra imperialista con armas nucleares. La única verdadera esperanza es una revolución real y ustedes deben ser parte de esta revolución. Una revolución real requiere derrocar el poder estatal existente y establecer un nuevo poder estatal para poder crear una nueva economía, un nuevo sistema social y político radicalmente diferente y mucho mejor. Si bien una revolución real es muy difícil, sí ES posible y es la única salida real a todos los horrores que vivimos a diario.

Estamos en tiempos electorales, ya empezó la contienda entre los partidos capitalistas. Cada uno dice ser el bueno, pero la realidad es que solo dan a la gente la oportunidad de escoger cuáles representantes de las clases dominantes van a oprimir y reprimir al pueblo durante los próximos seis años.

Ahora principalmente está MORENA y la supuesta 4ª transformación, pues con 70 años del PRI y 12 del PAN, han quedado bien desenmascarados como los criminales que son. Pero con MORENA NO es ninguna transformación fundamental sino más de lo mismo con una mayor militarización y guerra contra el pueblo, más proyectos ecocidas de muerte, reforzar la opresión patriarcal a las mujeres, agudizar la opresión hacia los pueblos indígenas y demás males de este sistema capitalista, ahora con un disfraz de “izquierda”, dando algunas migajas en dinero y programas para tratar de tener controlada y callada a la gente.

La UNICA alternativa real necesaria y posible es una revolución real y nada menos para un futuro mejor para el pueblo y no esa trampa electoral.

Es muy posible un mundo sin opresión, explotación y que cuide el medio ambiente. El capitalismo es el obstáculo. Pero quitando ese obstáculo con una revolución real y liberadora, se abre la posibilidad de un mundo radicalmente diferente y mucho mejor.

Para explicar esto más, vamos a hablar de 4 puntos:

UNO: El Estado actual sigue siendo un Estado capitalista represor del pueblo, hace falta la revolución para tumbarlo y crear un nuevo Estado socialista para la liberación del pueblo.

DOS: El capitalismo y el imperialismo explotan a la gente, oprimen a los pueblos indígenas y destruyen el medio ambiente. La revolución socialista hace posible eliminar la explotación, liberar a los pueblos indígenas y rescatar el medio ambiente.

TRES: Este sistema capitalista mantiene la opresión patriarcal a las mujeres. La revolución comunista abrirá el camino a su liberación total.

CUATRO: Para una transformación real de la sociedad, hay que buscar la verdad a partir de las evidencias, en vez de mentir a la gente e intimidarla con amenazas.

 

Ahora voy a hablar del PRIMER punto: El Estado actual sigue siendo un Estado capitalista represor del pueblo, hace falta la revolución para tumbarlo y crear un nuevo Estado socialista para la liberación del pueblo.

Necesitamos un nuevo Estado cualitativamente diferente creado a partir de la lucha revolucionaria de millones de personas, en que las masas entren cada vez más en gobernar la sociedad y luchar por acabar con toda forma de opresión. Hace falta tumbar el Estado actual que solo sirve para defender el capitalismo y reprimir al pueblo con sus policías y fuerzas armadas que no son como, nos dice AMLO, “el pueblo uniformado”, sino una maquinaria de represión y muerte hacia el pueblo.

Y un buen ejemplo de esto es el caso de los estudiantes de Ayotzinapa en Iguala, Guerrero. El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes, GIEI, ha demostrado con evidencia contundente que hubo una “actuación conjunta” y coordinada en los mismos escenarios del crimen del Ejército, la Policía Federal, Policía Estatal, Ministerial, y el Cisen que lo siguen negando, además de las policías municipales y la colusión con la banda del crimen organizado Guerreros Unidos. El C4, controlado por militares, coordina el ataque y se enlaza en tiempo real con el gobierno federal que sabía lo que pasaba.

Realizaron 7 ataques, dispararon más de 200 balas, asesinando a dos normalistas e hiriendo a docenas, mataron y mutilaron el rostro del normalista Julio César Mondragón, asesinaron a tres personas más, al confundirlos con los normalistas, y culminaron con la desaparición forzada de 43 normalistas.

El presidente Peña Nieto, Salvador Cienfuegos, jefe del Ejército, el procurador Murillo Karam y otros altos mandos del gobierno corrieron a encubrir el crimen y inventaron la “verdad histórica” a base de mentiras y tortura a docenas de personas. Existen videos documentando que la Marina sembró supuestas pruebas de la falsa “verdad histórica” en el río San Juan y en el basurero de Cocula.

El gobierno de AMLO prometió que iba a haber verdad y justicia y, al principio, algo de la información salió por la lucha de los padres y la sociedad. Pero cuando la investigación tocó más al Ejército, el gobierno actual dio marcha atrás a la investigación y rehusó y sigue rehusando entregar información clave para resolver el crimen que el GIEI ha comprobado con evidencia detallada está en manos del Ejército y el Cisen.

El pasado 26 de septiembre, al cumplir 9 años del crimen, se dio una manifestación masiva muy grande y combativa exigiendo verdad y justicia, y ha quedado claro para mucha gente el papel criminal del Ejército y que no hay justicia.

Frente a esta justa exigencia del pueblo, AMLO ha intensificado sus ataques a los padres de los normalistas, tachándolos de “manipulados”, así como a sus abogados, el GIEI y toda la gente que exige verdad y justicia, diciendo que es una “campaña sin fundamento para desprestigiar al ejército”. ¿Por qué AMLO hace esto? Porque de conocer la verdad, quedarían exhibidas las Fuerzas Armadas por lo que son: perpetradores de una guerra de contrainsurgencia contra el pueblo. Quedaría desnudado el Estado por lo que es: una DICTADURA capitalista criminal y corrupta sobre el pueblo.

Mientras tanto, el Ejército y la Guardia Nacional siguen asesinando migrantes y perpetrando masacres como la del 6 de junio de este año [2023] en Nuevo Laredo, cuando 5 hombres desarmados y rendidos fueron ejecutados en UNA EJECUCIÓN EXTRAJUDICIAL. Por todo eso decimos: El Estado actual sigue siendo un Estado capitalista represor del pueblo, hace falta la revolución para tumbarlo y establecer un nuevo Estado radicalmente diferente.

Un nuevo Estado socialista al servicio del pueblo y el avance de la revolución mundial. Un nuevo Estado que castigará a los verdaderos criminales, en vez de encubrirlos. Un Estado socialista con su ejército revolucionario, dispuesto a morir por la gente antes que lastimarla, en vez de masacrar al pueblo. Un nuevo Estado socialista en que, en vez de estar al servicio de los grandes capitalistas, entren cada vez más amplias masas a gobernar y transformar la sociedad para crear un nuevo mundo en el que todos quisiéramos vivir.

 

Ahora les va el punto DOS: El capitalismo y el imperialismo explotan a la gente, oprimen a los pueblos indígenas y destruyen el medio ambiente. La revolución socialista hace posible eliminar la explotación, liberar a los pueblos indígenas y rescatar el medio ambiente.

México no es un país independiente y soberano como dice AMLO, sino un país dominado principalmente por el imperialismo estadounidense y también el de Europa, Japón y China. La revolución real hará pedazos esa dominación imperialista y forjará un país socialista, independiente e internacionalista. El capitalismo en que vivimos se basa en la propiedad privada de los medios de producción por parte de los capitalistas, quienes están en una despiadada competencia entre sí por sacar la máxima ganancia. Para ganar en esa competencia y no caer en la bancarrota, explotan a la gente, saquean a los pueblos indígenas y destruyen el medio ambiente. La revolución socialista confisca la propiedad de los grandes capitalistas, transformándola en propiedad de todo el pueblo, y crea una economía planificada al servicio de las necesidades del pueblo, la revolución mundial y la restauración del medio ambiente, a la vez que se establece la Autonomía Regional Indígena.

La dizque Cuarta Transformación no es ninguna transformación real sino simplemente otro proyecto gubernamental CAPITALISTA. Como dijo muy claramente el mismo AMLO al iniciar el mal llamado Tren “Maya”: “[estamos] instaurando más que nada un verdadero capitalismo”. Y ese Tren es un buen ejemplo de eso: un MEGAPROYECTO CAPITALISTA DE DESPOJO Y MUERTE. No es solo un Tren sino un megaproyecto de inmensos desarrollos turísticos, agroindustria de monocultivos y fétidas megagranjas de puercos, una serie de nuevas ciudades y una férrea militarización de toda la región. Va arrasando con las comunidades indígenas, la agricultura campesina, la inmensa belleza de la naturaleza y muchas joyas arqueológicas. Todo para el “desarrollo” capitalista del sureste, no en los intereses del pueblo sino en los intereses de los grandes capitalistas extranjeros y nacionales que aportan 90% de la inversión y frotan las manos frente a las grandes ganancias que esperan. AMLO nos prometió que “No se va a cortar ni un árbol”. ¿Y cuántos creen que han cortado hasta ahora para el Tren y proyectos relacionados? ¿Cien, mil, diez mil? NO, se han cortado 10 millones de árboles. 10 millones. ¡Así es el tamaño de las mentiras para justificar este megaproyecto en los intereses de los imperialistas y los grandes capitalistas mexicanos! Escuchen lo que dice Pedro Uc, opositor al tren, “Lo que pasa con los megaproyectos es que despojan a la gente de su tierra, con engaños o con ilusiones. Las comunidades se dividen, se pelean y terminan yéndose del lugar, y entonces ya cuál maya, solo queda el nombre, la marca que es lo que venden”. Por oponerse al tren, ha recibido amenazas de muerte, y no es el único.

Complejos turísticos capitalistas tipo Cancún traen consigo, como denuncia otra opositora, Wilma Esquivel Pat, “El narcotráfico, la violencia, los asesinatos, los feminicidios y nuestros jóvenes trabajando en los grandes hoteles, sirviendo a quienes los desprecian y teniendo que sonreír un montón para ganar una propina”. El gobierno miente diciendo que no va ser como Cancún cuando eso es lo que comienza a pasar ya con la llegada de los militares, crimen organizado y grandes empresas capitalistas.

Completamente al contrario del desarrollo capitalista subordinado al imperialismo del Tren dizque “Maya”, el Corredor Interoceánico, la minería y otros megaproyectos de muerte, la revolución socialista hará posible otro tipo de desarrollo radicalmente diferente y mejor en el sureste. Se establecerá la autonomía regional indígena, como en otras partes del país con concentraciones de población indígena. Con apoyo y recursos de la planificación nacional para superar la inmensa desigualdad regional en el país, se impulsará el desarrollo a partir de las mismas comunidades indígenas y campesinas, favoreciendo la producción agropecuaria diversificada y utilizando insumos naturales en vez de la agroindustria de inmensos monocultivos y pesticidas venenosas. Se desatará la iniciativa de la gente para restaurar y cuidar el medio ambiente y se promoverá la descentralización de la industria y otras actividades económicas para detener la urbanización acelerada, tan nociva para el medio ambiente y la misma salud de la gente.

Esto y mucho más será posible con una revolución real, pero ahora nada de esto es posible, debido al sistema capitalista dominado por el imperialismo. A pesar de toda la demagogia nacionalista de AMLO, México sigue siendo un país dominado por el imperialismo, cuyas empresas transnacionales sobreexplotan la mano de obra y saquean los recursos del país. Solo escucha lo que dice AMLO cuando habla con los representantes de los imperialistas, como en su reunión con los presidentes de Estados Unidos y Canadá. AMLO les advirtió sobre el peligro de que “para el 2051, China tendría el dominio del 42 por ciento del mercado mundial y nosotros, Estados Unidos, México y Canadá nos quedaríamos con el 12 por ciento, lo cual… [es] una desproporción inaceptable en el terreno económico”. Y ofreció el ‘fortalecimiento’ de la alianza en que el papel económico de México como país oprimido reside en gran parte en la superexplotación de mano de obra barata y como fuente de materias primas. Eso es lo que ofreció a los imperialistas del norte en su contienda con la nueva potencia imperialista que es China.

Y ¿qué decir de la capitulación de este gobierno al imperialismo estadounidense al reprimir con saña a los migrantes que tratan de refugiarse en Estados Unidos? Como candidato a la presidencia, AMLO denunció que “La campaña de odio de Trump [contra los migrantes] es neofacista”,[1] es decir que trata a los mexicanos como Hítler trató a los judíos. Eso es verdad. Trump es un fascista. Pero al llegar a la presidencia, en su visita a Washington hizo vergonzosas alabanzas, colaborando con el fascismo de Trump, así como una servil obediencia a las exigencias yanquis de contener y reprimir a los migrantes, bajo el argumento de evitar posibles represalias económicas. AMLO ha convertido al Ejército y a la Guardia Nacional en una nueva Migra al servicio de la clase dominante de Estados Unidos.

Aunque AMLO haya podido engañar a una parte importante de la gente con su verborrea de primero los pobres, lo que realmente representa AMLO es primero los grandes burgueses, jactándose de atraer la inversión imperialista, como la planta de autos eléctrico del fascista Elon Musk para sobreexplotar a los obreros en el norte del país. Tampoco han recibido ningún castigo real criminales como Larrea cuyas minas inseguras contaminaron con veneno el río Sonora y enteraron a docenas de mineros en Pasta de Conchos. Carlos Slim tampoco no ha recibido ningún castigo por su responsabilidad en las 26 muertes provocadas por el derrumbe de la línea 12 del Metro en la Ciudad de México.

La revolución liberadora romperá por completo la dominación del país por el imperialismo, confiscando a las empresas transnacionales, repudiando la deuda externa y corriendo a los numerosos agentes de la DEA, FBI, CIA y otros, además de apoyar a los comunistas revolucionarios en Estados Unidos y en todo el mundo en la lucha por barrer el capitalismo-imperialismo de la faz de la tierra. ¡Imagínate lo que será posible al confiscar los medios de producción y riqueza en manos de los grandes capitalistas mexicanos y extranjeros para crear una economía socialista, planificada, independiente, ecológica e internacionalista! “Primero los pobres” se transformará de una consigna hueca en una realidad, al dar prioridad a elevar las condiciones de vida de los pobres y superar las inmensas desigualdades regionales y entre ciudad y campo. Se pondrá fin a la destrucción del medio ambiente. Se dejará de usar los combustibles fósiles lo más pronto posible y se llamará a una lucha internacional sin cuartel a detener el calentamiento climático que pone en riesgo el futuro de la humanidad y de muchas otras especies. Se establecerá la autonomía regional indígena con apoyo prioritario en el contexto de la planificación nacional para impulsar el desarrollo de sus idiomas, culturas, economías y poder político, a la vez que se librará una lucha decidida contra la discriminación y racismo contra los indígenas y afromexicanos en todo el país. Esto y mucho más será posible al tumbar este sistema inhumano y forjar un país socialista, independiente e internacionalista.

 

Ahora vamos a tratar el punto TRES: Este sistema mantiene la opresión patriarcal a las mujeres. La revolución comunista abrirá el camino a su liberación total

Esta dizque 4T no ha cambiado nada fundamental en la opresión a las mujeres, ni va a cambiarlo porque esta opresión es un pilar fundamental de este sistema capitalista y toda sociedad basada en la explotación.

No habrá una revolución real sin la lucha desde ahora contra esta opresión. Y solo una revolución real podrá abrir el camino para acabar por completo con esta opresión.

Esta opresión se agudiza y sofoca la vida de las mujeres. Nada más miremos a nuestro alrededor: Se asesina a 10 o 11 mujeres diariamente en este país. Jueces y procuradurías suelen encubrir a los criminales y en muchos casos señalan como suicidios los que son asesinatos misóginos. Mientras, las autoridades del gobierno federal declaran que los feminicidios van a la baja con cifras engañosas.

Sobre todo niñas y adolescentes siguen siendo raptadas, muchas de ellas para la esclavitud sexual. En los primeros cuatro años del sexenio de AMLO, se registró la desaparición de más de 10 mil mujeres según los datos del gobierno. Y muchas veces no se levanta una denuncia.

El acceso al aborto para las mujeres sigue siendo restringido y limitado porque se niega el gobierno actual a promulgar una ley federal que lo haga legal en todo el país y lo extienda más allá de las 12 semanas. En la mayoría de los estados la ley criminaliza el aborto, a pesar de la decisión de la Suprema Corte. Al contrario de la propaganda patriarcal de las iglesias, la verdad es que el feto no es un bebé y el aborto no es matar a un ser humano. Prohibir el aborto y encarcelar a las mujeres, incluso por abortos espontáneos, es imponer la maternidad forzada. Es una forma de esclavitud que no permite a la mujer decidir sobre su propia vida, si quiere o no tener un bebe, ni en qué momento, y refuerza la autoridad del Estado, el hombre, la familia y la iglesia sobre las mujeres. ¡La mujer no es una incubadora! 

Y escuchen lo que dice AMLO sobre las mujeres: “la tradición en México es que las hijas son las que más cuidan a los padres”[2] y que “las abuelas cuiden a los nietos”. Está diciendo que tienen que ser las mujeres y NO los hombres o la sociedad las que cuiden a los hijos, los padres, la familia y el hogar, porque es “la tradición en México”, cuando todos sabemos o debemos saber que “la tradición en México”, como en otros países, es la familia tradicional machista, en la que las mujeres están subordinadas a los hombres. AMLO promueve estos valores y tradiciones MACHISTAS, y también los impone con políticas como los recortes de fondos para guarderías y refugios para mujeres.

Frente a la lucha y movilización justa de las mujeres contra los feminicidios, otras violencias y por el derecho al aborto, lo que ha hecho este gobierno, como los gobiernos anteriores, es atacar con odio y brutalidad a esas valientes mujeres: En 2020, en Cancún, la policía disparó sus armas de fuego, detuvieron a golpes a manifestantes; torturaron a dos adolescentes sexualmente metiéndoles sus dedos en sus partes íntimas y los amenazaron muerte, por manifestarse contra la desaparición y feminicidio de “Alexis”, una joven de 20 años. Mara Lezama de Morena era alcaldesa y la Guardia Nacional estuvo ahí respaldando a los policías que reprimían a los manifestantes.

También vimos esa represión de la policía en la Ciudad de México en varias manifestaciones justas y rebeldes. Las jóvenes enfurecidas por los feminicidios y otra violencia machista, han sido encapsuladas, les arrojan gas lacrimógeno o polvo con los extintores y a algunas les han tocado sus partes íntimas, mientras las insultaban. A las que intentaron derribar las vallas metálicas frente a Palacio Nacional, les arrojó gas pimienta, bombas de gas lacrimógeno y golpearon a algunas brutalmente. Estas represiones se han repetido varias veces desde el 2020 bajo el gobierno de ¿quién creen? Claudia Sheinbaum de Morena. Estos dos casos de represión ilustran que incluso cuando se colocan mujeres en posiciones de poder, nada esencial cambia, porque la opresión de las mujeres es parte esencial del sistema que sus gobiernos existen para defender. Aunque es importante luchar por la plena participación de las mujeres en la política y toda esfera de la sociedad, la supuesta “paridad de género” de que Morena se jacta tanto no puede cambiar nada fundamental mientras siga el sistema capitalista. Sean mujeres, hombres o personas trans en el poder, se mantendrá el sometimiento de las mujeres a la dominación y supremacía masculina, con todos sus horrores.  

López Obrador por su parte ha justificado y alentado esta represión desde su púlpito, proclamando “Es el conservadurismo disfrazado de feminismo…” y “Siempre que hay un movimiento de transformación, hay como respuesta un movimiento reaccionario”.[3] Pensémoslo: para López Obrador, la “transformación” es reforzar la “tradición en México” de la familia patriarcal machista y las personas que luchan contra esa tradición opresiva y la opresión a las mujeres en general son “reaccionarios” que merecen ser reprimidos y ultrajados con toda la fuerza pública.

Solo con la revolución real es posible acabar con la opresión de las mujeres y todos los horrores a las que son sometidas a diario. Hemos visto el potencial para la revolución en las movilizaciones y protestas de las mujeres por casi todo el país contra el patriarcado. Hay que desatar esta furia de las mujeres como una fuerza poderosa para esta revolución y para acabar con el patriarcado y toda forma de opresión y explotación. Desde el primer día se declarará el derecho al aborto legal y seguro a solicitud de la mujer. Se hará justicia expedita en contra de todos los criminales machistas que han sido protegidos bajo este sistema. El nuevo Estado socialista, en vez de reprimir a las mujeres rebeldes, respaldará y alentará su lucha y la lucha de todos los que pueden unirse para desarraigar las relaciones sociales y combatir en todas partes las ideas opresivas, patriarcales y machistas. Se crearán nuevas formas colectivas para el cuidado de los niños y los quehaceres domésticos, con la participación tanto de hombres como mujeres, dándoles a las mujeres la libertad de participar en toda esfera de la sociedad en pie de igualdad. Si puedes imaginar una sociedad en que las mujeres podrán andar por las calles a cualquier hora y vestidas como quieran sin el temor ni preocupaciones, entonces comienzas a poder concebir una sociedad en transición hacia el comunismo, en que el machismo y la supremacía masculina parecerán tan incomprensibles e inhumanos como nos parece ahora la esclavitud.

 

Ahora vamos a abordar el CUARTO y último punto: Para una transformación real de la sociedad hay que buscar la verdad a partir de las evidencias en vez de mentir a la gente e intimidarla con amenazas

Todos los gobiernos capitalistas tienen que mentir porque están al servicio de un sistema de explotación y opresión de una minoría sobre la mayoría de nosotros, y solo pueden tratar de preservar la estabilidad social de su sistema sobre la base de intimidación, amenazas y asesinatos. Temen a la posibilidad de una revolución de parte de los millones de personas a las que explotan y oprimen.

Al contrario, los que luchamos por una revolución real tenemos que buscar la verdad a partir de las evidencias, aplicando un método científico y luego basarnos en esa verdad, en la realidad como realmente es, porque solo así podremos transformarla en los intereses de las masas y finalmente de toda la humanidad.

Y las enormes trasformaciones necesarias para una revolución real solo se lograrán con la participación y la lucha revolucionaria de millones guiada por un entendimiento científico del problema y la solución. Por eso, hace falta, por una parte, capacitar a cada vez más personas para poder aplicar el método científico del comunismo revolucionario, y por otra parte, el amplio debate y disentimiento para clarificar la verdad, rectificar errores y poder actuar en consecuencia. Solo así se puede desatar la lucha voluntaria y consciente de la gente para luchar por la emancipación de la humanidad. Movilizarla a base de engaños e imposiciones solo puede llevar a un nuevo grupo burgués y los horrores que eso conlleva para las masas.

Como los gobiernos anteriores, el de AMLO desde el inicio ha recurrido extremadamente a la mentira, la demagogia y los ataques difamatorios o incriminatorios contra todo aquel que no esté de acuerdo con él y su reaccionario programa capitalista.

Cuantas veces hemos escuchado a AMLO decir que “El país está en paz…”,[4] cuando en realidad ha habido más asesinatos que en los gobiernos anteriores de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Con Peña Nieto, se cometieron 156 mil homicidios, y en el gobierno de AMLO solo hasta mayo de 2023 se cometieron más de 196 mil homicidios,

Y bueno, hasta lo oímos gritar el 15 de septiembre pasado “¡Que vivan nuestros hermanos migrantes!” ¿Pueden ustedes imaginarse tan tremendo cinismo? Cuando con enorme coraje y dolor vimos como dejaron encerrados bajo el fuego a un grupo de migrantes, de los cuales murieron 40, en un centro de detención de Chihuahua, el 24 de marzo de 2023. Además de toda la persecución, represión e incluso asesinato de migrantes por parte de la Guardia Nacional.

Y es tan mentiroso y demagogo que, repetidamente, incluso cuando la gente le cita datos oficiales de su propio gobierno, se escabulle alegando que él tiene otros datos. Nada más imagínense eso, este señor de los otros datos ¡niega sus propios datos!

Y a la gente que honestamente se opone a las injusticias y lucha por algo mejor, AMLO la ataca de conservadores y reaccionarios. Sí eres mujer y te movilizas contra los feminicidios; si eres ecologista y defiendes los asombrosos ecosistemas y te opones a su devastación; si eres indígena y defiendes el territorio y te opones al desplazamiento forzado; si eres periodista que publicas algo verdadero sobre los horrores que vive el país; o si eres maestro luchando por mejorar la educación y promover los idiomas indígenas; entre otras luchas, vas a ser atacado de “conservador y reaccionario” por este gobierno. AMLO culpa y acusa a otros precisamente de lo que su sistema y su gobierno son: reaccionarios y conservadores.

Estos ataques alientan e incitan a sus seguidores fanáticos, los pejezombis, a que te señalen y te ataquen de lo peor. Y lo que es verdaderamente vergonzoso y repugnante es que, en el pasado, una buena parte de esta gente se opuso o levantó la voz contra las injusticias y crímenes de los gobiernos anteriores, pero frente a las injusticias y crímenes actuales no dicen ni pío e incluso repiten como loros lo que dice su jefe, porque ahora sí, “su gallo” es el que está en el poder.

Y no solo eso: que AMLO te ataque públicamente es muchas veces una seria amenaza a la integridad física de las personas, y a la vez “cancha libre” para los asesinatos, e incluso así los justifica. Como cuando el grupo paramilitar de la Organización Regional de Caficultores de Ocosingo (ORCAO), en Chiapas, atacó con fusiles durante varios días a los habitantes del municipio autónomo de Moisés Gandhi que son bases de apoyo del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional, ataque que dejó gravemente herido a un indígena tseltal, además de la destrucción de sus cultivos, de la escuela y sus casas. Todo este terror, y nada más escuchen como lo avaló y justificó AMLO: “Es como el caso de los reaccionarios, los conservadores, no quieren aceptar que hay una nueva realidad... No quieren aceptar que ya hay un cambio”. O sea, si no te dejas engañar de que “ya hay un cambio”, AMLO da “cancha libre” para que estos paramilitares asesinen a los indígenas por “no aceptar que ya hay un cambio”. Y así hay muchos otros casos en que están utilizando paramilitares o el crimen organizado para asesinar a dirigentes de movimientos populares como fue el caso de Samir Flores, indígena nahua asesinado por oponerse a la peligrosa termoeléctrica en Huexca, Morelos. Todo esto es criminal y detestable. Cometen todo tipo de crímenes, cuentan todo tipo de mentiras, ahora con verborrea de supuesta izquierda, para proteger su reaccionario sistema capitalista contra la ira de la gente, ya que tienen bien presente la posibilidad de una revolución que arrase su paraíso de explotación.

En medio de todas las mentiras, ataques bajos y hasta asesinatos, hay un asunto bien importante: ¿Cómo se determina cuál es verdad, es decir, qué corresponde al mundo como realmente es y qué no? Para AMLO y los pejezombis, la verdad es lo que diga AMLO, aunque diga una cosa un día, y otra contraria después, como cuando primero se pavoneó de que la detención del General Cienfuegos por narcotráfico en Estados Unidos era ejemplo de la corrupción de los gobiernos anteriores y días después, bajo presión del Ejército, declaró su inocencia a los cuatro vientos.

Muy al contrario de esta teoría de que lo que diga la autoridad es la verdad, la única manera de conocer realmente qué corresponde al mundo real es por medio de analizar las evidencias con un método científico. Esto es un principio bien importante para todas las personas que queremos luchar por la emancipación de la humanidad, y es un entendimiento que ha profundizado Bob Avakian, líder revolucionario internacional, al desarrollar el Nuevo Comunismo, un gran avance en la teoría científica comunista. Y lo ha desarrollado, no solo en contra de los defensores del capitalismo sino al hacer una profunda crítica a errores serios en la historia del movimiento comunista. Incluso lo ha aplicado a sí mismo, resumiendo honesta y públicamente errores que él mismo ha cometido para ayudar a otros a aprender de eso.

Avakian, que también es presidente del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, critica profundamente la idea de que “el fin justifica los medios”, al insistir por el contrario que los métodos tienen que corresponder al fin. No se valen las mentiras, las intimidaciones, los ataques bajos ni otros métodos burgueses, aun cuando al parecer puedan “ayudar” al movimiento revolucionario a avanzar en el corto plazo, porque así se va desviando de la meta comunista de la emancipación de la humanidad al mismo podrido charco capitalista.

Y también, entre muchas otras contribuciones, ha desarrollado una nueva, más revolucionaria e inspiradora visión del socialismo como transición al comunismo al plantear la necesidad de no solo permitir sino alentar y promover amplio debate, disentimiento y efervescencia, a la vez que un núcleo sólido dedicado a la eliminación de toda forma de explotación y opresión en el mundo entero se esfuerza por aprender de todo eso y otras fuentes y a canalizarlo todo, en la medida posible, a la gran meta del comunismo y la emancipación de toda la humanidad.

 

Hemos tratado cuatro puntos para explicar por qué no puede haber una transformación real bajo este sistema capitalista y por qué necesitamos una revolución real y liberadora para un mundo radicalmente diferente y mucho mejor.

Y vuelvo a reiterarles: Qué es lo que se necesita y queremos: ¿Una revolución real o la falsa transformación?

Este sistema es la muerte y conduce peligrosamente a poner en juego la existencia de la humanidad. La única y real transformación liberadora es la revolución socialista guiada por la ciencia del nuevo comunismo.

Sí odias y estás harto de este sistema y sus horrores, debes ser parte de esta revolución. Sí te atreves a soñar con un mundo mucho mejor, hay un lugar para ti en el Movimiento Revolución, como parte de esta colectividad trabajando por esta revolución real a la vez que vas aprendiendo más sobre el Nuevo Comunismo y la Organización Comunista Revolucionaria, México. Estamos en un punto crítico de extrema urgencia en que el futuro de la humanidad puede ser más horrores hasta su posible fin por la crisis ambiental o una guerra nuclear, o puede darse un salto a un futuro luminoso lleno de esperanza. El futuro no está escrito, depende de ti, de ustedes y de muchos más. Se necesita tanto y de tantas maneras que todos pueden contribuir ahora de muchas maneras a esta revolución liberadora y poner este inhumano sistema en su lugar merecido: en una vitrina del museo de antigüedades. ¡Éntrale a la esperanza revolucionaria!

            Gracias.

aurora-roja.blogspot.com                   auroraroja.mx@gmail.com

 



[1] El país, 15 de marzo de 2017

[2] Declaración en junio de 2020

[3] Conferencia del 29 de septiembre de 2021

[4] Conferencia mañanera del 2 de junio de 2021

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