Ponencia preparada por la Organización Comunista Revolucionaria, México, y presentada por el Movimiento Revolución, a partir de octubre de 2023. Puede descargarse en formato pdf: RevolucionReal.pdf
Buenas Tardes.
Compañeras y
compañeros ¿Qué futuro queremos? ¿Los horrores que ya vivimos y peores bajo
este sistema capitalista o un futuro luminoso y liberador con una revolución
real?
¿Vamos a aceptar
que sigan los horrores y peor como los 11 asesinatos de mujeres diarios o los
proyectos capitalistas de saqueo, destrucción de la naturaleza y muerte como el
Tren Maya, el Corredor Interoceánico ó los proyectos mineros? ¿Vamos a tolerar cada
vez más asesinatos y gente desaparecida con cada gobierno capitalista? Piénsenlo:
en lo que va de este gobierno capitalista van más de 49 mil desaparecidos. Si
eso quieren, pues bien puedes votar por quien te dé la gana, ya que eso y peor
es lo que tendremos con cualquiera de los partidos capitalistas. ¿O quieren
verdaderamente de corazón un futuro radicalmente diferente y liberador? Otro futuro
en que la sociedad esté al servicio de las necesidades de la gente y el cuidado
del medio ambiente y haya una gran lucha para eliminar POR COMPLETO la
explotación, la opresión a las mujeres, los indígenas y toda forma de opresión
no solo en el este país sino por todo el mundo. Piénsenlo: es una situación de
vida o muerte para la humanidad y otras especies por el calentamiento global y el
peligro creciente de una guerra imperialista con armas nucleares. La única
verdadera esperanza es una revolución real y ustedes deben ser parte de esta
revolución. Una revolución real requiere
derrocar el poder estatal existente y
establecer un nuevo poder estatal para poder crear una nueva economía, un nuevo
sistema social y político radicalmente diferente y mucho mejor. Si bien una
revolución real es muy difícil, sí ES
posible y es la única salida real a todos los horrores que vivimos a diario.
Estamos en tiempos
electorales, ya empezó la contienda entre los partidos capitalistas. Cada uno
dice ser el bueno, pero la realidad es que solo dan a la gente la oportunidad
de escoger cuáles representantes de las clases dominantes van a oprimir y
reprimir al pueblo durante los próximos seis años.
Ahora
principalmente está MORENA y la supuesta 4ª transformación, pues con 70 años
del PRI y 12 del PAN, han quedado bien desenmascarados como los criminales que
son. Pero con MORENA NO es ninguna transformación fundamental sino más de lo
mismo con una mayor militarización y guerra contra el pueblo, más proyectos ecocidas
de muerte, reforzar la opresión patriarcal a las mujeres, agudizar la opresión
hacia los pueblos indígenas y demás males de este sistema capitalista, ahora
con un disfraz de “izquierda”, dando algunas migajas en dinero y programas para
tratar de tener controlada y callada a la gente.
La UNICA
alternativa real necesaria y posible es una revolución real y nada menos para
un futuro mejor para el pueblo y no esa trampa electoral.
Es muy posible un
mundo sin opresión, explotación y que cuide el medio ambiente. El capitalismo
es el obstáculo. Pero quitando ese obstáculo con una revolución real y
liberadora, se abre la posibilidad de un mundo radicalmente diferente y mucho
mejor.
Para explicar esto
más, vamos a hablar de 4 puntos:
UNO: El Estado actual sigue siendo un Estado
capitalista represor del pueblo, hace falta la revolución para tumbarlo y crear
un nuevo Estado socialista para la liberación del pueblo.
DOS: El
capitalismo y el imperialismo explotan a la gente, oprimen a los pueblos
indígenas y destruyen el medio ambiente. La revolución socialista hace posible
eliminar la explotación, liberar a los pueblos indígenas y rescatar el medio
ambiente.
TRES: Este sistema
capitalista mantiene la opresión patriarcal a las mujeres. La revolución
comunista abrirá el camino a su liberación total.
CUATRO: Para una
transformación real de la sociedad, hay que buscar la verdad a partir de las
evidencias, en vez de mentir a la gente e intimidarla con amenazas.
Ahora voy a hablar del PRIMER punto: El Estado actual sigue
siendo un Estado capitalista represor del pueblo, hace falta la revolución para
tumbarlo y crear un nuevo Estado socialista para la liberación del pueblo.
Necesitamos un nuevo Estado cualitativamente diferente creado a partir de
la lucha revolucionaria de millones de personas, en que las masas entren cada
vez más en gobernar la sociedad y luchar por acabar con toda forma de opresión.
Hace falta tumbar el Estado actual que solo sirve para defender el capitalismo
y reprimir al pueblo con sus policías y fuerzas armadas que no son como, nos
dice AMLO, “el pueblo uniformado”, sino una maquinaria de represión y muerte
hacia el pueblo.
Y un buen ejemplo de esto es el caso de los estudiantes de Ayotzinapa en
Iguala, Guerrero. El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes, GIEI,
ha demostrado con evidencia contundente que hubo una “actuación conjunta” y
coordinada en los mismos escenarios del crimen del Ejército, la Policía
Federal, Policía Estatal, Ministerial, y el Cisen que lo siguen negando, además
de las policías municipales y la colusión con la banda del crimen organizado
Guerreros Unidos. El C4, controlado por militares, coordina el ataque y se enlaza
en tiempo real con el gobierno federal que sabía lo que pasaba.
Realizaron 7 ataques, dispararon más de 200 balas,
asesinando a dos normalistas e hiriendo a docenas, mataron y mutilaron el
rostro del normalista Julio César Mondragón, asesinaron a tres personas más, al
confundirlos con los normalistas, y culminaron con la desaparición forzada de
43 normalistas.
El presidente Peña Nieto, Salvador Cienfuegos, jefe del Ejército, el
procurador Murillo Karam y otros altos mandos del gobierno corrieron a encubrir
el crimen y inventaron la “verdad histórica” a base de mentiras y tortura a
docenas de personas. Existen videos documentando que la Marina sembró supuestas
pruebas de la falsa “verdad histórica” en el río San Juan y en el basurero de
Cocula.
El gobierno de AMLO prometió que iba a haber verdad y justicia y, al
principio, algo de la información salió por la lucha de los padres y la
sociedad. Pero cuando la investigación tocó más al Ejército, el gobierno actual
dio marcha atrás a la investigación y rehusó y sigue rehusando entregar
información clave para resolver el crimen que el GIEI ha comprobado con
evidencia detallada está en manos del Ejército y el Cisen.
El pasado 26 de septiembre, al cumplir 9 años del crimen, se dio una
manifestación masiva muy grande y combativa exigiendo verdad y justicia, y ha
quedado claro para mucha gente el papel criminal del Ejército y que no hay
justicia.
Frente a esta justa exigencia del pueblo, AMLO ha intensificado sus
ataques a los padres de los normalistas, tachándolos de “manipulados”, así como
a sus abogados, el GIEI y toda la gente que exige verdad y justicia, diciendo
que es una “campaña sin fundamento para desprestigiar al ejército”. ¿Por qué AMLO
hace esto? Porque de conocer la verdad, quedarían exhibidas las Fuerzas Armadas
por lo que son: perpetradores de una guerra de contrainsurgencia contra el
pueblo. Quedaría desnudado el Estado por lo que es: una DICTADURA capitalista
criminal y corrupta sobre el pueblo.
Mientras tanto, el Ejército y la Guardia Nacional siguen asesinando
migrantes y perpetrando masacres como la del 6 de junio de este año [2023] en
Nuevo Laredo, cuando 5 hombres desarmados y rendidos fueron ejecutados en UNA
EJECUCIÓN EXTRAJUDICIAL. Por todo eso decimos: El Estado actual sigue siendo un
Estado capitalista represor del pueblo, hace falta la revolución para tumbarlo
y establecer un nuevo Estado radicalmente diferente.
Un nuevo Estado socialista al servicio del pueblo y el avance de la
revolución mundial. Un nuevo Estado que castigará a los verdaderos criminales,
en vez de encubrirlos. Un Estado socialista con su ejército revolucionario,
dispuesto a morir por la gente antes que lastimarla, en vez de masacrar al
pueblo. Un nuevo Estado socialista en que, en vez de estar al servicio de los
grandes capitalistas, entren cada vez más amplias masas a gobernar y
transformar la sociedad para crear un nuevo mundo en el que todos quisiéramos
vivir.
Ahora les va el punto DOS: El capitalismo
y el imperialismo explotan a la gente, oprimen a los pueblos indígenas y
destruyen el medio ambiente. La revolución socialista hace posible eliminar la
explotación, liberar a los pueblos indígenas y rescatar el medio ambiente.
México
no es un país independiente y soberano como dice AMLO, sino un país dominado principalmente por el imperialismo
estadounidense y también el de Europa, Japón y China. La revolución real hará
pedazos esa dominación imperialista y forjará un país socialista, independiente
e internacionalista. El capitalismo en que vivimos se basa en la propiedad
privada de los medios de producción por parte de los capitalistas, quienes
están en una despiadada competencia entre sí por sacar la máxima ganancia. Para
ganar en esa competencia y no caer en la bancarrota, explotan a la gente,
saquean a los pueblos indígenas y destruyen el medio ambiente. La revolución
socialista confisca la propiedad de los grandes capitalistas, transformándola
en propiedad de todo el pueblo, y crea una economía planificada al servicio de
las necesidades del pueblo, la revolución mundial y la restauración del medio
ambiente, a la vez que se establece la Autonomía Regional Indígena.
La dizque Cuarta Transformación no es ninguna
transformación real sino simplemente otro proyecto gubernamental CAPITALISTA.
Como dijo muy claramente el mismo AMLO al iniciar el mal llamado Tren “Maya”:
“[estamos] instaurando más que nada un verdadero capitalismo”. Y ese Tren es un
buen ejemplo de eso: un MEGAPROYECTO CAPITALISTA DE DESPOJO Y MUERTE. No es
solo un Tren sino un megaproyecto de inmensos desarrollos turísticos,
agroindustria de monocultivos y fétidas megagranjas de puercos, una serie de
nuevas ciudades y una férrea militarización de toda la región. Va arrasando con
las comunidades indígenas, la agricultura campesina, la inmensa belleza de la
naturaleza y muchas joyas arqueológicas. Todo para el “desarrollo” capitalista
del sureste, no en los intereses del pueblo sino en los intereses de los
grandes capitalistas extranjeros y nacionales que aportan 90% de la inversión y
frotan las manos frente a las grandes ganancias que esperan. AMLO nos prometió
que “No se va a cortar ni un árbol”. ¿Y cuántos creen que han cortado hasta
ahora para el Tren y proyectos relacionados? ¿Cien, mil, diez mil? NO, se
han cortado 10 millones de árboles. 10 millones. ¡Así es el
tamaño de las mentiras para justificar este megaproyecto en los intereses de
los imperialistas y los grandes capitalistas mexicanos! Escuchen lo que dice
Pedro Uc, opositor al tren, “Lo que pasa con los megaproyectos es que despojan
a la gente de su tierra, con engaños o con ilusiones. Las comunidades se
dividen, se pelean y terminan yéndose del lugar, y entonces ya cuál maya, solo
queda el nombre, la marca que es lo que venden”. Por oponerse al tren, ha
recibido amenazas de muerte, y no es el único.
Complejos turísticos capitalistas tipo Cancún traen
consigo, como denuncia otra opositora, Wilma Esquivel Pat, “El narcotráfico, la
violencia, los asesinatos, los feminicidios y nuestros jóvenes trabajando en
los grandes hoteles, sirviendo a quienes los desprecian y teniendo que sonreír
un montón para ganar una propina”. El gobierno miente diciendo que no va ser
como Cancún cuando eso es lo que comienza a pasar ya con la llegada de los
militares, crimen organizado y grandes empresas capitalistas.
Completamente al contrario del desarrollo
capitalista subordinado al imperialismo del Tren dizque “Maya”, el Corredor
Interoceánico, la minería y otros megaproyectos de muerte, la revolución
socialista hará posible otro tipo de desarrollo radicalmente diferente y mejor
en el sureste. Se establecerá la autonomía regional indígena, como en otras
partes del país con concentraciones de población indígena. Con apoyo y recursos
de la planificación nacional para superar la inmensa desigualdad regional en el
país, se impulsará el desarrollo a partir de las mismas comunidades indígenas y
campesinas, favoreciendo la producción agropecuaria diversificada y utilizando
insumos naturales en vez de la agroindustria de inmensos monocultivos y
pesticidas venenosas. Se desatará la iniciativa de la gente para restaurar y
cuidar el medio ambiente y se promoverá la descentralización de la industria y
otras actividades económicas para detener la urbanización acelerada, tan nociva
para el medio ambiente y la misma salud de la gente.
Esto y mucho más será posible con una revolución
real, pero ahora nada de esto es posible, debido al sistema capitalista
dominado por el imperialismo. A pesar de toda la demagogia nacionalista de
AMLO, México sigue siendo un país dominado por el imperialismo, cuyas empresas
transnacionales sobreexplotan la mano de obra y saquean los recursos del país.
Solo escucha lo que dice AMLO cuando habla con los representantes de los
imperialistas, como en su reunión con los presidentes de Estados Unidos y
Canadá. AMLO les advirtió sobre el peligro de que “para el 2051,
China tendría el dominio del 42 por ciento del mercado mundial y nosotros, Estados
Unidos, México y Canadá nos quedaríamos con el 12 por ciento, lo cual… [es] una
desproporción inaceptable en el terreno económico”. Y ofreció el
‘fortalecimiento’ de la alianza en que el papel económico de México como país
oprimido reside en gran parte en la superexplotación de mano de obra barata y
como fuente de materias primas. Eso es lo que ofreció a los imperialistas del
norte en su contienda con la nueva potencia imperialista que es China.
Y
¿qué decir de la capitulación de este gobierno al imperialismo estadounidense
al reprimir con saña a los migrantes que tratan de refugiarse en Estados
Unidos? Como candidato a la presidencia, AMLO denunció que “La campaña de odio
de Trump [contra los migrantes] es neofacista”,[1] es
decir que trata a los mexicanos como Hítler trató a los judíos. Eso es verdad.
Trump es un fascista. Pero al llegar a la presidencia, en su visita a
Washington hizo vergonzosas alabanzas, colaborando con el fascismo de Trump,
así como una servil obediencia a las exigencias yanquis de contener y reprimir
a los migrantes, bajo el argumento de evitar posibles represalias económicas.
AMLO ha convertido al Ejército y a la Guardia Nacional en una nueva Migra al
servicio de la clase dominante de Estados Unidos.
Aunque AMLO haya podido engañar a una parte
importante de la gente con su verborrea de primero los pobres, lo que realmente
representa AMLO es primero los grandes burgueses, jactándose de atraer la
inversión imperialista, como la planta de autos eléctrico del fascista Elon
Musk para sobreexplotar a los obreros en el norte del país. Tampoco han
recibido ningún castigo real criminales como Larrea cuyas minas inseguras
contaminaron con veneno el río Sonora y enteraron a
docenas de mineros en Pasta de Conchos. Carlos Slim tampoco no ha recibido
ningún castigo por su responsabilidad en las 26 muertes provocadas por el
derrumbe de la línea 12 del Metro en la Ciudad de México.
La
revolución liberadora romperá por completo la dominación del país por el
imperialismo, confiscando a las empresas transnacionales, repudiando la deuda
externa y corriendo a los numerosos agentes de la DEA, FBI, CIA y otros, además
de apoyar a los comunistas revolucionarios en Estados Unidos y en todo el mundo
en la lucha por barrer el capitalismo-imperialismo de la faz de la tierra.
¡Imagínate lo que será posible al confiscar los medios de producción y riqueza
en manos de los grandes capitalistas mexicanos y extranjeros para crear una
economía socialista, planificada, independiente, ecológica e internacionalista!
“Primero los pobres” se transformará de una consigna hueca en una realidad, al
dar prioridad a elevar las condiciones de vida de los pobres y superar las
inmensas desigualdades regionales y entre ciudad y campo. Se pondrá fin a la
destrucción del medio ambiente. Se dejará de usar los combustibles fósiles lo
más pronto posible y se llamará a una lucha internacional sin cuartel a detener
el calentamiento climático que pone en riesgo el futuro de la humanidad y de
muchas otras especies. Se establecerá la autonomía regional indígena con apoyo
prioritario en el contexto de la planificación nacional para impulsar el
desarrollo de sus idiomas, culturas, economías y poder político, a la vez que
se librará una lucha decidida contra la discriminación y racismo contra los indígenas
y afromexicanos en todo el país. Esto y mucho más será posible al tumbar este
sistema inhumano y forjar un país socialista, independiente e
internacionalista.
Ahora vamos a tratar el punto TRES: Este sistema mantiene la
opresión patriarcal a las mujeres. La revolución comunista abrirá el camino a
su liberación total
Esta dizque 4T no ha cambiado nada fundamental en la opresión a las
mujeres, ni va a cambiarlo porque esta opresión es un pilar fundamental de este
sistema capitalista y toda sociedad basada en la explotación.
No habrá una revolución real sin la lucha desde ahora contra esta
opresión. Y solo una revolución real podrá abrir el camino para acabar por
completo con esta opresión.
Esta opresión se agudiza y sofoca la vida de las mujeres. Nada más
miremos a nuestro alrededor: Se asesina a 10 o 11 mujeres diariamente en este
país. Jueces y procuradurías suelen encubrir a los criminales y en muchos casos
señalan como suicidios los que son asesinatos misóginos. Mientras, las
autoridades del gobierno federal declaran que los feminicidios van a la baja
con cifras engañosas.
Sobre todo niñas y adolescentes siguen siendo raptadas, muchas de ellas
para la esclavitud sexual. En los primeros cuatro años del sexenio de AMLO, se
registró la desaparición de más de 10 mil mujeres según los datos del gobierno.
Y muchas veces no se levanta una denuncia.
El acceso al aborto para las mujeres sigue siendo restringido y limitado
porque se niega el gobierno actual a promulgar una ley federal que lo haga
legal en todo el país y lo extienda más allá de las 12 semanas. En la mayoría
de los estados la ley criminaliza el aborto, a pesar de la decisión de la
Suprema Corte. Al contrario de la propaganda patriarcal de las iglesias, la
verdad es que el feto no es un bebé y el aborto no es matar a un ser humano.
Prohibir el aborto y encarcelar a las mujeres, incluso por abortos espontáneos,
es imponer la maternidad forzada. Es una forma de esclavitud que no
permite a la mujer decidir sobre su propia vida, si quiere o no tener un bebe,
ni en qué momento, y refuerza la autoridad del Estado, el hombre, la familia y
la iglesia sobre las mujeres. ¡La mujer no es una incubadora!
Y escuchen lo que dice AMLO sobre las mujeres: “la tradición en México es
que las hijas son las que más cuidan a los padres”[2]
y que “las abuelas cuiden a los nietos”. Está diciendo que tienen que ser las
mujeres y NO los hombres o la sociedad las que cuiden a los hijos, los padres,
la familia y el hogar, porque es “la tradición en México”, cuando todos sabemos
o debemos saber que “la tradición en México”, como en otros países, es la
familia tradicional machista, en la que las mujeres están subordinadas a los
hombres. AMLO promueve estos valores y tradiciones MACHISTAS, y también los
impone con políticas como los recortes de fondos para guarderías y refugios
para mujeres.
Frente a la lucha y movilización justa de las mujeres contra los
feminicidios, otras violencias y por el derecho al aborto, lo que ha hecho este
gobierno, como los gobiernos anteriores, es atacar con odio y brutalidad a esas
valientes mujeres: En 2020, en Cancún, la policía disparó sus armas de fuego,
detuvieron a golpes a manifestantes; torturaron a dos adolescentes sexualmente
metiéndoles sus dedos en sus partes íntimas y los amenazaron muerte, por
manifestarse contra la desaparición y feminicidio de “Alexis”, una joven de 20
años. Mara Lezama de Morena era alcaldesa y la Guardia Nacional estuvo ahí
respaldando a los policías que reprimían a los manifestantes.
También vimos esa represión de la policía en la Ciudad de México en
varias manifestaciones justas y rebeldes. Las jóvenes enfurecidas por los
feminicidios y otra violencia machista, han sido encapsuladas, les arrojan gas
lacrimógeno o polvo con los extintores y a algunas les han tocado sus partes
íntimas, mientras las insultaban. A las que intentaron derribar las vallas
metálicas frente a Palacio Nacional, les arrojó gas pimienta, bombas de gas
lacrimógeno y golpearon a algunas brutalmente. Estas represiones se han
repetido varias veces desde el 2020 bajo el gobierno de ¿quién creen? Claudia
Sheinbaum de Morena. Estos dos casos de represión ilustran que incluso cuando
se colocan mujeres en posiciones de poder, nada esencial cambia, porque la
opresión de las mujeres es parte esencial del sistema que sus gobiernos existen
para defender. Aunque es importante luchar por la plena participación de las
mujeres en la política y toda esfera de la sociedad, la supuesta “paridad de
género” de que Morena se jacta tanto no puede cambiar nada fundamental mientras
siga el sistema capitalista. Sean mujeres, hombres o personas trans en el
poder, se mantendrá el sometimiento de las mujeres a la dominación y supremacía
masculina, con todos sus horrores.
López Obrador por su parte ha justificado y alentado esta represión desde
su púlpito, proclamando “Es el conservadurismo disfrazado de feminismo…” y
“Siempre que hay un movimiento de transformación, hay como respuesta un
movimiento reaccionario”.[3]
Pensémoslo: para López Obrador, la “transformación” es reforzar la “tradición
en México” de la familia patriarcal machista y las personas que luchan contra
esa tradición opresiva y la opresión a las mujeres en general son
“reaccionarios” que merecen ser reprimidos y ultrajados con toda la fuerza
pública.
Solo con la revolución real es posible acabar con la
opresión de las mujeres y todos los horrores a las que son sometidas a diario.
Hemos visto el potencial para la revolución en las movilizaciones y protestas
de las mujeres por casi todo el país contra el patriarcado. Hay que desatar
esta furia de las mujeres como una fuerza poderosa para esta revolución y para
acabar con el patriarcado y toda forma de opresión y explotación. Desde el
primer día se declarará el derecho al aborto legal y seguro a solicitud de la mujer.
Se hará justicia expedita en contra de todos los criminales machistas que han
sido protegidos bajo este sistema. El nuevo Estado socialista, en vez de
reprimir a las mujeres rebeldes, respaldará y alentará su lucha y la lucha de
todos los que pueden unirse para desarraigar las relaciones sociales y combatir
en todas partes las ideas opresivas, patriarcales y machistas. Se crearán
nuevas formas colectivas para el cuidado de los niños y los quehaceres
domésticos, con la participación tanto de hombres como mujeres, dándoles a las
mujeres la libertad de participar en toda esfera de la sociedad en pie de
igualdad. Si puedes imaginar una sociedad en que las mujeres podrán andar por
las calles a cualquier hora y vestidas como quieran sin el temor ni preocupaciones,
entonces comienzas a poder concebir una sociedad en transición hacia el
comunismo, en que el machismo y la supremacía masculina parecerán tan
incomprensibles e inhumanos como nos parece ahora la esclavitud.
Ahora vamos a abordar el CUARTO y último punto: Para una
transformación real de la sociedad hay que buscar la verdad a partir de las
evidencias en vez de mentir a la gente e intimidarla con amenazas
Todos los gobiernos capitalistas tienen que mentir porque están al
servicio de un sistema de explotación y opresión de una minoría sobre la
mayoría de nosotros, y solo pueden tratar de preservar la estabilidad social de
su sistema sobre la base de intimidación, amenazas y asesinatos. Temen a la
posibilidad de una revolución de parte de los millones de personas a las que
explotan y oprimen.
Al contrario, los que luchamos por una revolución real tenemos que buscar
la verdad a partir de las evidencias, aplicando un método científico y luego
basarnos en esa verdad, en la realidad como realmente es, porque solo así
podremos transformarla en los intereses de las masas y finalmente de toda la
humanidad.
Y las enormes trasformaciones necesarias para una revolución real solo se
lograrán con la participación y la lucha revolucionaria de millones guiada por
un entendimiento científico del problema y la solución. Por eso, hace falta,
por una parte, capacitar a cada vez más personas para poder aplicar el método
científico del comunismo revolucionario, y por otra parte, el amplio debate y
disentimiento para clarificar la verdad, rectificar errores y poder actuar en
consecuencia. Solo así se puede desatar la lucha voluntaria y consciente de la
gente para luchar por la emancipación de la humanidad. Movilizarla a base de
engaños e imposiciones solo puede llevar a un nuevo grupo burgués y los
horrores que eso conlleva para las masas.
Como los gobiernos anteriores, el de AMLO desde el inicio ha recurrido
extremadamente a la mentira, la demagogia y los ataques difamatorios o
incriminatorios contra todo aquel que no esté de acuerdo con él y su
reaccionario programa capitalista.
Cuantas veces hemos escuchado a AMLO decir que “El país está en paz…”,[4]
cuando en realidad ha habido más asesinatos que en los gobiernos anteriores de
Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Con Peña Nieto, se cometieron 156 mil
homicidios, y en el gobierno de AMLO solo hasta mayo de 2023 se cometieron más
de 196 mil homicidios,
Y bueno, hasta lo oímos gritar el 15 de septiembre pasado “¡Que vivan
nuestros hermanos migrantes!” ¿Pueden ustedes imaginarse tan tremendo cinismo?
Cuando con enorme coraje y dolor vimos como dejaron encerrados bajo el fuego a
un grupo de migrantes, de los cuales murieron 40, en un centro de detención de
Chihuahua, el 24 de marzo de 2023. Además de toda la persecución, represión e incluso
asesinato de migrantes por parte de la Guardia Nacional.
Y es tan mentiroso y demagogo que, repetidamente, incluso cuando la gente
le cita datos oficiales de su propio gobierno, se escabulle alegando que él
tiene otros datos. Nada más imagínense eso, este señor de los otros datos
¡niega sus propios datos!
Y a la gente que honestamente se opone a las injusticias y lucha por algo
mejor, AMLO la ataca de conservadores y reaccionarios. Sí eres mujer y te
movilizas contra los feminicidios; si eres ecologista y defiendes los
asombrosos ecosistemas y te opones a su devastación; si eres indígena y
defiendes el territorio y te opones al desplazamiento forzado; si eres
periodista que publicas algo verdadero sobre los horrores que vive el país; o
si eres maestro luchando por mejorar la educación y promover los idiomas
indígenas; entre otras luchas, vas a ser atacado de “conservador y
reaccionario” por este gobierno. AMLO culpa y acusa a otros precisamente de lo
que su sistema y su gobierno son: reaccionarios y conservadores.
Estos ataques alientan e incitan a sus seguidores fanáticos, los
pejezombis, a que te señalen y te ataquen de lo peor. Y lo que es
verdaderamente vergonzoso y repugnante es que, en el pasado, una buena parte de
esta gente se opuso o levantó la voz contra las injusticias y crímenes de los
gobiernos anteriores, pero frente a las injusticias y crímenes actuales no
dicen ni pío e incluso repiten como loros lo que dice su jefe, porque ahora sí,
“su gallo” es el que está en el poder.
Y no solo eso: que AMLO te ataque públicamente es muchas veces una seria
amenaza a la integridad física de las personas, y a la vez “cancha libre” para
los asesinatos, e incluso así los justifica. Como cuando el grupo paramilitar
de la Organización Regional de Caficultores de Ocosingo (ORCAO), en Chiapas,
atacó con fusiles durante varios días a los habitantes del municipio autónomo
de Moisés Gandhi que son bases de apoyo del Ejercito Zapatista de Liberación
Nacional, ataque que dejó gravemente herido a un indígena tseltal, además de la
destrucción de sus cultivos, de la escuela y sus casas. Todo este terror, y
nada más escuchen como lo avaló y justificó AMLO: “Es como el caso de los
reaccionarios, los conservadores, no quieren aceptar que hay una nueva realidad...
No quieren aceptar que ya hay un cambio”. O sea, si no te dejas engañar de que
“ya hay un cambio”, AMLO da “cancha libre” para que estos paramilitares
asesinen a los indígenas por “no aceptar que ya hay un cambio”. Y así hay
muchos otros casos en que están utilizando paramilitares o el crimen organizado
para asesinar a dirigentes de movimientos populares como fue el caso de Samir
Flores, indígena nahua asesinado por oponerse a la peligrosa termoeléctrica en
Huexca, Morelos. Todo esto es criminal y detestable. Cometen todo tipo de
crímenes, cuentan todo tipo de mentiras, ahora con verborrea de supuesta
izquierda, para proteger su reaccionario sistema capitalista contra la ira de
la gente, ya que tienen bien presente la posibilidad de una revolución que
arrase su paraíso de explotación.
En medio de todas las mentiras, ataques bajos y hasta asesinatos, hay un
asunto bien importante: ¿Cómo se determina cuál es verdad, es decir, qué
corresponde al mundo como realmente es y qué no? Para AMLO y los pejezombis, la
verdad es lo que diga AMLO, aunque diga una cosa un día, y otra contraria
después, como cuando primero se pavoneó de que la detención del General
Cienfuegos por narcotráfico en Estados Unidos era ejemplo de la corrupción de
los gobiernos anteriores y días después, bajo presión del Ejército, declaró su
inocencia a los cuatro vientos.
Muy al contrario de esta teoría de que lo que diga la autoridad es la
verdad, la única manera de conocer realmente qué corresponde al mundo real es
por medio de analizar las evidencias con un método científico. Esto es un
principio bien importante para todas las personas que queremos luchar por la
emancipación de la humanidad, y es un entendimiento que ha profundizado Bob
Avakian, líder revolucionario internacional, al desarrollar el Nuevo Comunismo,
un gran avance en la teoría científica comunista. Y lo ha desarrollado, no solo
en contra de los defensores del capitalismo sino al hacer una profunda crítica
a errores serios en la historia del movimiento comunista. Incluso lo ha
aplicado a sí mismo, resumiendo honesta y públicamente errores que él mismo ha
cometido para ayudar a otros a aprender de eso.
Avakian, que también es presidente del Partido Comunista Revolucionario,
Estados Unidos, critica profundamente la idea de que “el fin justifica los
medios”, al insistir por el contrario que los métodos tienen que corresponder
al fin. No se valen las mentiras, las intimidaciones, los ataques bajos ni
otros métodos burgueses, aun cuando al parecer puedan “ayudar” al movimiento
revolucionario a avanzar en el corto plazo, porque así se va desviando de la
meta comunista de la emancipación de la humanidad al mismo podrido charco
capitalista.
Y también, entre muchas otras contribuciones, ha desarrollado una nueva,
más revolucionaria e inspiradora visión del socialismo como transición al
comunismo al plantear la necesidad de no solo permitir sino alentar y promover
amplio debate, disentimiento y efervescencia, a la vez que un núcleo sólido
dedicado a la eliminación de toda forma de explotación y opresión en el mundo
entero se esfuerza por aprender de todo eso y otras fuentes y a canalizarlo
todo, en la medida posible, a la gran meta del comunismo y la emancipación de
toda la humanidad.
Hemos tratado cuatro puntos para explicar por qué no puede haber una
transformación real bajo este sistema capitalista y por qué necesitamos una
revolución real y liberadora para un mundo radicalmente diferente y mucho
mejor.
Y vuelvo a reiterarles: Qué es lo que se necesita y queremos: ¿Una
revolución real o la falsa transformación?
Este sistema es la muerte y conduce peligrosamente a poner en juego la
existencia de la humanidad. La única y real transformación liberadora es la
revolución socialista guiada por la ciencia del nuevo comunismo.
Sí odias y estás harto de este sistema y sus horrores, debes ser parte de
esta revolución. Sí te atreves a soñar con un mundo mucho mejor, hay un lugar
para ti en el Movimiento Revolución, como parte de esta colectividad trabajando
por esta revolución real a la vez que vas aprendiendo más sobre el Nuevo
Comunismo y la Organización Comunista Revolucionaria, México. Estamos en un
punto crítico de extrema urgencia en que el futuro de la humanidad puede ser
más horrores hasta su posible fin por la crisis ambiental o una guerra nuclear,
o puede darse un salto a un futuro luminoso lleno de esperanza. El futuro no
está escrito, depende de ti, de ustedes y de muchos más. Se necesita tanto y de
tantas maneras que todos pueden contribuir ahora de muchas maneras a esta
revolución liberadora y poner este inhumano sistema en su lugar merecido: en
una vitrina del museo de antigüedades. ¡Éntrale a la esperanza revolucionaria!
Gracias.
aurora-roja.blogspot.com auroraroja.mx@gmail.com
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