Sigue la impunidad y las cínicas mentiras
del gobierno para encubrir el papel del Ejército en el crimen del Estado
perpetrado contra los normalistas de Ayotzinapa hace ya 10 años en Iguala,
Guerrero. Se ha comprobado con evidencia firme que el Ejército y las policías
de todos los niveles del gobierno actuaron en coordinación con el crimen
organizado para desaparecer a los 43 normalistas, asesinar a otros 3
estudiantes y a 3 personas más. Este horroroso crimen airó al pueblo y desató
un torrente de lucha en todo el país exigiendo verdad y justicia, reclamando que
¡Fue el Estado! Es un crimen salvaje que concentra los cientos de miles de
asesinatos, desapariciones y desplazamientos forzados que azotan al pueblo,
entre otros crímenes, que demuestran que hace falta tumbar el actual Estado
criminal y corrupto por medio de una revolución real que abra paso a una nueva
y mucho mejor forma de vivir.
Vuelve a mentir cínicamente el presidente
Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en su “primer informe”, emitido en julio
sobre el papel de los militares: “sobre su participación en este crimen no se
ha encontrado absolutamente nada” (La Jornada 20/07/2024). ¡Cada palabra es una mentira! Ya desde el Informe Ayotzinapa IV en
2022, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI)
resumió evidencia de que “hubo
intervención del ejército y policía estatal en la custodia de jóvenes
detenidos" y luego
desaparecidos (p. 9). Según Vidulfo Rosales, abogado de los familiares, existe
un testigo protegido “que ya declaró y ratificó” que 25 de los normalistas desaparecidos fueron
introducidos al cuartel del 27 Batallón de Infantería (BI), y que ahí “fueron
torturados y luego entregados a Guerreros Unidos”. Hasta la Comisión de la
Verdad y Acceso a la Justicia (COVAJ), que es parte subordinada del gobierno
federal y por lo tanto no muy confiable, presenta evidencia de que mandó matar a 6 estudiantes el comandante
del 27 BI, José Rodríguez Pérez, que
recientemente ha salido de prisión bajo libertad condicional junto con otros
militares acusados. ¡AMLO ni
quiere reconocer el informe de su propia Comisión, mucho menos responder a la
evidencia contundente y bien documentada del GIEI!
En vez de
examinar la evidencia, difama y calumnia a las madres y padres de los 43, a
quienes ha tildado de “manipulados” y al GIEI, entre otros, de haber estado
“complaciente” con la mentirosa “Verdad Histórica" del gobierno de Peña
Nieto cuando fue el GIEI
(y otros expertos) que desenmascararon la “Verdad Histórica” como una gran
mentira.
Y hablando de
mentiras, AMLO sigue insistiendo que el Ejército ha entregado toda la
evidencia, cuando está bien documentado por el GIEI en su sexto Informe que
no es verdad. En particular, durante más de un año AMLO y el Ejército han
estado duro y dale con que no existen los más de 800 folios, entre otras
evidencias importantes, que exigen los padres de los 43. ¡Y luego cambian de mentira! Ahora el subsecretario encargado del caso, Arturo
Medina, admite que siempre
sí existen pero sólo entregaron 15,
señalando que los demás no eran “relevantes” para el caso, y otros no se darán
a conocer por “seguridad nacional” (La Jornada, 05/06/2024).
La
valiente y persistente lucha del Comité de Padres de los 43, de los
normalistas, de sus asesores y muchos otros, así como la investigación
profesional del GIEI, ha logrado revelar contundentes evidencias de la
participación del Ejército y demás fuerzas del Estado en este crimen de lesa
humanidad el 26 de septiembre de 2014.
Por esta lucha se sabe que había dos
soldados infiltrados como estudiantes en la Normal; que Salvador Cienfuegos,
como secretario de la Defensa Nacional, emitió la orden de “Monitorear todos
los movimientos de los estudiantes de Ayotzinapa”; y que todos estuvieron
presentes y actuaron coordinadamente en el ataque contra los normalistas: el
Ejército, CISEN, las policías federal, ministerial, estatal y municipales, así
como el grupo criminal de Guerreros Unidos. Informaron en “tiempo real” al
más alto nivel de la SEDENA, incluido al secretario de Defensa Nacional, a
quien AMLO defiende. Este operativo con el actuar conjunto de las
fuerzas del Estado y criminales apunta a un doble objetivo: la
contrainsurgencia del Estado, que tenía en la mira a la Normal desde tiempo
atrás, así como la colusión de los mandos del Ejército con el crimen organizado
para proteger el negocio de la droga (como se documenta en el Informe Ayotzinapa
VI del GIEI).
En 2022 la Unidad Especial para Ayotzinapa
bajo Omar Gómez Trejo preparaba de manera bien documentada y fundamentada 83
órdenes de aprehensión, con 21 contra militares. AMLO se reunió con el Fiscal
General de la República Alejandro Gertz Manero y otros para reventar el
caso. Gertz manda confiscar toda la documentación y esencialmente obliga a
Gómez Trejo a renunciar y abandonar el país con temor por su vida. Gertz manda
a un fiscal completamente ajeno al caso a desechar estas 83 órdenes ya
aceptadas. (Ver La instrucción: Cómo el
gobierno dinamitó la investigación del caso Ayotzinapa de John Gibler / Quinto Elemento Lab). AMLO justificó esto
públicamente en su momento (La Jornada 30/09/2024). Ahora en su
“informe” miente descaradamente dando a entender que Gómez Trejo y el GIEI
no estaban de acuerdo con “meter a la cárcel" a estas personas. Y
vuelve a mentir al decir que esto, y la malograda detención del ex procurador
Murillo Karam sin la documentación necesaria, fueron el 'pretexto’ para que el
GIEI abandonara el país. ¡No! El GIEI enfatizó muy claramente que no podía
seguir porque el Ejército y la Marina rehúsan entregar muchas evidencias cuya
existencia está bien documentada.
¡Mentira tras mentira! ¡Difamación y
calumnias contra todos los que realmente luchan por verdad y justicia! ¡Y hasta
el cobarde asesinato del normalista Yanqui Kothan Gómez Peralta por la policía
estatal del gobierno morenista de Guerrero! Y todo eso ¿para
qué? Para encubrir el actuar criminal del Ejército mexicano en esa
noche aciaga de Iguala. El mismo Ejército de las masacres de 1968, de
Acteal, de Tlatlaya, de las dos masacres de gente desarmada en Nuevo Laredo en
2023 y tantas más.
Y ¿por qué? ¿Porque todos los
gobiernos, del partido que sea, defienden y encubren los innumerables crímenes
de este Ejército? Porque
el Ejército es la fuerza represiva más importante del Estado. Al revelar su papel criminal,
coludido con el crimen organizado, queda al descubierto el Estado tal como es:
un aparato de dominación, opresión y represión criminal contra los oprimidos y
el pueblo en general para mantener este sistema capitalista de explotación y
opresión.
Por eso y
por muchas otras razones, hace falta una revolución real y una nueva manera
de vivir. Un nuevo Estado revolucionario en que las fuerzas del orden darán
la vida propia antes de perjudicar a nadie del pueblo. Una sociedad socialista
en que se aliente el disentimiento y el debate, en vez de reprimir y
suprimirlo, a la vez que se luche por movilizar a toda la gente posible para
seguir avanzando cada vez más en superar toda forma de explotación, opresión,
discriminación, desigualdad y destrucción del medio ambiente. Esta revolución
es posible con la guía del nuevo comunismo desarrollado por Bob Avakian. La
lucha por Verdad y Justicia por Ayotzinapa y tantos crímenes más favorece esta
revolución al elevar la conciencia y combatividad del pueblo. ¡Comparte este
volante, sal a la calle a protestar el #26S y éntrale a la revolución!
¡O bien
exiges Verdad y Justicia Ya, o estás con el gobierno que encubre los crímenes
del Ejército!
Verdad y Justicia ¡YA! para Ayotzinapa y TODAS las
personas asesinadas y desaparecidas
¡Luchamos por la revolución y una nueva y mucho mejor
forma de vivir!
Aurora Roja
Voz de la Organización
Comunista Revolucionaria, México
aurora-roja.blogspot.com auroraroja.mx@gmail.com
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