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| Protesta denunciando el gobernador de Puebla, Moreno Valle, como asesino |
La protesta fue parte de una coordinación de acciones en varios municipios del Estado de Puebla en contra del cambio reciente en la Ley Orgánica del Estado, que quita autoridad a las juntas auxiliares de las comunidades indígenas y campesinas sobre sus asuntos locales, el registro civil, el dinero para poder pagar a la policía auxiliar local, así como recursos para obra pública. Esto significa en los hechos que para un acta de nacimiento, de defunción o de casamiento, los pobladores de por sí pobres, por ejemplo, de la Sierra Negra tendrán que gastar en transporte para ir a la ciudad de Tehuacán, que es la cabecera municipal. Estos cambios principalmente afectan a las comunidades indígenas de la Sierra norte, la Sierra Negra y la Mixteca poblana.
Ante tal agravio las comunidades decidieron resistir y el día 9 de Julio realizaron acciones coordinadas en todo es Estado de Puebla. En la población de San Bernardino Chalchihuapan, que queda hacia el sur del Estado, decidieron bloquear una autopista que va hacia el Estado de Morelos con una manifestación multitudinaria.
El gobierno del Estado, con su representante Rafael Moreno Valle al frente, decide reprimir a la gente y ordena desalojar la autopista. Quien estaba al mando del operativo era Facundo Rosas: el mismo que estuvo al mando del operativo de desalojo de la Autopista del Sol en Guerrero donde dispararon y mataron a dos normalistas de Ayotzinapan. Para desalojar a los manifestantes en Chalchihuapan les disparan por aire y tierra gases lacrimógenos; desde un helicóptero les disparan balas de goma. Lanzan con todo a sus policías a detener y golpear a la gente y lo hacen cuando es la hora en que los niños y jóvenes están saliendo de su escuela. El pueblo responde y se defiende de esta agresión con piedras y también usando cohetones para dificultarle a los policías que disparaban desde el helicóptero la visibilidad. La refriega dura alrededor de dos horas.
En medio de esto una bala de goma disparada por la policía impacta en la cabeza del niño José Luís Tehuatlie Tamayo de 13 años de edad y a otros 9 pobladores. A uno de ellos la bala de goma le rompe la quijada y le destruye parte de su lengua, dejándolo sin la posibilidad de hablar. Otros quedan lastimados en su cuerpo pero al niño José Luis le perforó el cráneo. Es llevado al hospital, pero a la mamá del menor los agentes de Gobernación le impiden verlo y la presionan para que declare que su hijo fue herido por un cohetón. La señora valientemente se sostiene que no, que fueron los policías con los disparos de balas de goma los causantes del daño a su hijo.
Además, los agentes de Gobernación les prohíben a los médicos que atienden a José Luis Tehuatlie Tamayo de dar declaraciones sobre su estado al llegar. Finalmente entra en coma y días después muere. El cuerpo se lo entregan a la mamá maquillado a tal grado que le es irreconocible, además que no muestra huella de quemadura por cohetón, pues no hubo ni pizca de pólvora, pero sí huella de un golpe contundente en el cráneo.
El gobierno para encubrir su crimen detuvo a cuatro pobladores y los culparon de homicidio. Sin embargo, los tuvo que dejar después en libertad por la lucha y presión social, ya que los detuvieron antes de la represión y del disparo de la bala de goma a Luis. De todos modos les castigaron con una multa de 7 mil pesos a cada uno por supuestos daños a las vías de comunicación. Además, mantienen 10 órdenes de aprehensión contra otros pobladores de Chalchihuapan.
Esta no es la primera represión sangrienta del gobierno del Estado de Puebla con Rafael Moreno Valle al frente: también está el asesinato de Antonio Esteban Cruz, dirigente indígena opositor al proyecto de muerte Plan Integral Morelos (PIM), así como más de una treintena de detenidos por oponerse a sus políticas y sus proyectos, como el caso de Enedina Rosas, Juan Carlos Flores y Abraham Cordero, también opositores al PIM. Toda esta represión sirve para tratar de aplastar las luchas que los pueblos principalmente indígenas están librando por la defensa del territorio y su derecho a la autodeterminación.
Estos crímenes del gobierno y su policía demuestran una vez más que "El papel de la policía no es de servir y proteger a la gente, es para servir y proteger el sistema que gobierna sobre la gente. De reforzar las relaciones de explotación y opresión, las condiciones de pobreza, miseria y degradación que el sistema ha impuesto sobre la gente y está determinado a mantenerlos allí. La ley y el orden que representa la policía con toda su brutalidad y asesinato es la ley y el orden que refuerza toda esta opresión y locura". (Lo BAsico de los discursos y escritos de Bob Avakian, 1:24)
La resistencia continúa: se han realizado diversas marchas y manifestaciones repudiando el asesinato de José Luís Tehuatlie Tamayo y pidiendo Justicia, acusando al gobernador Rafael Moreno Valle de asesino. La marcha más reciente fue de más de 3 mil personas al Congreso del Estado donde fue aprobada la Ley Bala que legitima el uso de fuerza letal contra manifestaciones pacíficas.
Son intolerables e inaceptables estos crímenes del Estado y sus cuerpos represivos. Es necesario luchar y forjar una nueva sociedad donde no despertemos viendo estos horrores y si un futuro esperanzador para todos.
¡Justicia para José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo!
¡Castigo a los culpables desde los policías al Gobernador!
¡Abajo el gobierno asesino y mentiroso!
¡La policía sirve para defender el sistema que oprime al pueblo!
¡Autonomía regional para los pueblos indígenas!
¡No a los proyectos de muerte, si a la defensa de nuestro territorio!
Red nacional de resistencia ¡Alto a la guerra contra el pueblo!
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