Botes de rescate de voluntarios rumbo a un fraccionamiento anegado en Spring, Texas, para rescatar a la gente varada mientras sigue subiendo las crecidas, 28 de agosto. (Foto: AP/David J. Phillip) |
1° de
septiembre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
Recomendamos mucho que las y los lectores exploren la Constitución
para la Nueva República Socialista en América del Norte para tener una idea de cómo SE PODRÍA
lidiar con un desastre natural como Harvey en un sistema completamente
diferente y mucho mejor.
El huracán
Harvey ha devastado el sureste de Texas. Treinta personas ya murieron. Una
tercera parte del condado de Harris, donde se ubica Houston, ya está bajo el
agua. La vida y el futuro de millones de personas corren peligro.
¿Por qué este
huracán azotó con tanta furia? ¿Por qué viven tantas personas justamente en la
trayectoria de huracanes e inundaciones? ¿Por qué no se preparó ningún plan
verdadero para evacuar a los habitantes a un lugar seguro o para cuidarlos
durante una emergencia de tormenta del tipo que todos sabían que se avecinaba?
Y ¿por qué, incluso ahora, las autoridades son incapaces de impedir que tantos
miles de personas sufran y pierdan tantísimo?
No se trata
simplemente del funcionamiento de la naturaleza; en esta catástrofe pesa el
funcionamiento de un sistema. Lo ocurrido no tuvo que ocurrir así.
1. El sistema del capitalismo-imperialismo es responsable, en lo
fundamental, del calentamiento global, que hace que las tormentas como Harvey
ocurran con más frecuencia y con mucha más fuerza.
2. Construyeron Houston, una ciudad con una población de millones de
personas, justamente en la trayectoria de huracanes, en una planicie de aluvión
conocida como un desastre de inundación anunciada, porque era lucrativo
producir y transportar petróleo y otros productos ahí.
3. Construyeron plantas de pesticidas y petroquímicos y refinerías de
petróleo, peligrosas y tóxicas, en ese lugar tan inseguro, porque el
desenfrenado impulso del capitalismo a sacar ganancias y devorar o ser devorado
hace que este sistema sea incapaz de proteger a la gente ni al medio ambiente.
4. Las industrias capitalistas del petróleo, bienes raíces y desarrollo
han prosperado remplazando barreras naturales a inundaciones como bosques,
praderas y humedales con centros comerciales, carreteras y fraccionamientos, lo
que hizo mucho peor la anegación de Houston.
5. En los últimos 40 años Houston se ha anegado más que cualquier otra
ciudad estadounidense importante, pero un verdadero plan contra desastres para
evacuar, albergar o cuidar a la gente no beneficia ni sirve al capitalismo, así
que nunca se hace.
6. La gente que ha sido explotada y oprimida para crear la riqueza del
capitalismo siempre es la más vulnerable cuando azote un desastre. La gente no
dispone del dinero ni los recursos para prepararse para tormentas, huir cuando
azoten ni recuperarse de la devastación.
7. Este sistema ha explotado y aterrorizado a los inmigrantes, y ahora
podría arrestarlos o deportarlos si piden albergue y seguridad. La Patrulla
Fronteriza dejó esto cruelmente claro: “No se suspenderán las leyes, y
estaremos al tanto de cualquier intento de los delincuentes de sacar provecho
de los trastornos causados por la tormenta”.
8. El capitalismo pone a todos a competir unos contra otros por el
empleo, la vivienda y la educación y promueve los valores egoístas del “yo ante
todo”; simplemente veamos el ejemplo de Trump. No anima ni organiza a la gente
para trabajar en colectivo para prepararse para las inundaciones y los
huracanes ni les da los recursos para hacerlo. Al contrario. Deja a la gente
para que se las arregle como pueda: la gente atrapada en techos, la gente mayor
acurrucada en las crecidas de la tormenta o los esfuerzos de las familias de
llegar a seguro vadeando o manejando por las calles anegadas.
9. Durante esta crisis, los gobernantes de este sistema han actuado para
preservar la propiedad capitalista y el orden social que le sirve, y no para
satisfacer las necesidades de la gente.
Esto no es lo mejor que puede lograr la humanidad. Un camino completamente
diferente y muchísimo mejor SÍ es posible, por medio de la revolución. Ya existen el conocimiento y los recursos para satisfacer las necesidades
de la gente, proteger el medio ambiente y hacer planes para emergencias. El
obstáculo es el sistema del capitalismo-imperialismo y el poder estatal que lo
defiende con puercos policías, fusiles, tanques y ejércitos. La Constitución
para la Nueva República Socialista en América del Norte, escrita por
Bob Avakian, ofrece una visión de una sociedad que no se organiza para
maximizar las ganancias de unos pocos sino que se organiza avanzar hacia un
mundo donde se haya eliminado toda explotación y opresión y donde la humanidad
ya no sea el saqueador del medio ambiente sino su guardián. Esto SÍ ES posible;
lo que hace falta es una revolución.
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