Protesta por la emergencia ambiental en Indonesia, 20/sep/2019 |
Durante todo el verano, las palabras en los
labios de tantas personas fueron: “el mundo está en llamas”. No fue solamente
poesía — incendios destructivos ardían en el Amazonas, en Indonesia y en
Siberia. Unos se debían al cambio climático, y otros fueron muy directamente
causados por capitalistas particulares impulsados a extender sus operaciones y
facilitados por los gobiernos que les sirven y protegen. Con cada incendio la
gente lloraba la destrucción de la vida y se sentía en los huesos que se les
robaba grandes partes del futuro.
El 20 de septiembre, millones de
jóvenes y otros en todos los continentes hicieron algo al respecto. Se salieron
de las escuelas y marcharon por las calles con la exigencia del derecho a un
futuro. En Estados Unidos, alumnos de preparatorias y secundarias
especialmente, se lanzaron a las calles con letreros y pancartas hechos a mano,
con sed de actuar y aprender. Lo hicieron con seriedad… y con exuberancia, con
una sensación nuevamente descubierta de la fuerza potencial de su generación.
Muchos de estos jóvenes tienen una idea básica del alcance y la gravedad de la crisis ambiental, y otros cuentan con mucho más que eso: un entendimiento científico sobre su profundidad y amplitud y dinámicas. Están prendidos con el sentido de que los de arriba han fracasado catastróficamente y que su generación tiene que actuar con urgencia, hoy mismo, según sus convicciones. Se palpa la ira de una joven de secundaria, quien dijo: “Ustedes van a morir de viejo, nosotros del cambio climático”.
Estos jóvenes quieren conocer
soluciones; una respuesta común al Club Revolución fue: “Tienen que venir a mi
escuela, tienen que venir a mi clase”. A lo largo de las rutas de las marchas,
y con entusiasmo, las personas hicieron suyos los coros del Club — coros que
condenaban al sistema y llamaban a hacer la revolución,
coros que justamente proclamaban: “La humanidad ante todo — ¡AL CARAJO sus
fronteras!” Para muchas personas el día fue un inicio, y para algunas personas
fue una continuación, de un proceso de descubrimiento… de aprender y de hacer… y de aprender más y de hacer
más.
La desafiante posición que
expresó Greta Thunberg primero, y luego expresada por millones de personas el
viernes 20 de septiembre muestra parte del potencial de que la nueva generación
puede desempeñar un papel importante para cambiar esta horrorosa trayectoria
que se encuentra la humanidad. Unas personas tienen la sensación de que el
futuro que nos espera, incluso en la mejor de las circunstancias y con los más
profundos esfuerzos, será muy, pero muy difícil. Pero también hay una sensación
de determinación a cambiar ese futuro.
En qué quedará todo esto, nadie
sabe. Eso se determinará por medio de lucha — la lucha contra los de arriba y
la lucha sobre el camino hacia adelante.
Es crítico que los
revolucionarios sean parte del proceso de descubrimiento y resistencia de masas
que ahora está en marcha, difundiendo y luchando por un entendimiento
científico de la fuente del problema en este sistema, y la solución por medio
de la revolución. Como presenciamos el viernes 20 de septiembre, la
receptividad de sectores de estos jóvenes a la revolución fue palpable, al
igual que su desafío y de no dejarse abrumar por “así funciona el mundo”. Están
empezando a entrar a la vida política, y representan un importante sector de la
base social de un movimiento de masas para una revolución real.
Nos incumbe llevarles a estos
jóvenes los avances históricos que ha hecho Bob Avakian: la visión del futuro
sintetizada en la Constitución para la NuevaRepública Socialista en América del Norte; el camino adelante
hacia el futuro, que se encuentra en las películas: Por qué nos hace falta unarevolución real y cómo concretamente podemos hacer la revolución y ¡EL RÉGIMEN DE TRUMP Y PENCETIENE QUE MARCHARSE! En nombre de la humanidad, nos NEGAMOS a aceptar a unEstados Unidos fascista. Un mundo mejor ES posible; y su método
científico subyacente.
Los comunistas revolucionarios
tienen que organizar a estos jóvenes en Clubs Revolución nuevos y existentes,
con el 5-2-6, atraerlos e
incorporarlos en el forcejeo con los problemas de la revolución, el trabajo en
torno a ellos y cómo solucionarlos — poniendo lo que sí tenemos, y francamente
poniendo lo que no tenemos y poniendo manos a la obra junto con ellos sobre lo
que todavía no sabemos o lo que aún no tenemos, y lo que tenemos que
solucionar.
En este momento un frente crítico
de toda la lucha será el de trabajar juntos para ayudar a expulsar al régimen
fascista de Trump y Pence — un régimen que, entre otras monumentales
indignaciones, a diarioacelera y
empeora la destrucción ambiental que azota a la Tierra. Esto quiere decir
expulsar a este régimen por medio de lucha sostenida, no violenta y de masas,
crecer a millones de personas en las calles día tras día — y sin desperdiciar nuestras energías
en el circo electoral sin salida que hoy nos están pregonando. El que esta
lucha logre su objetivo afectará muchísimo el futuro de la humanidad, el curso
de la revolución en sí y si siquiera habrá para esta generación un planeta
habitable.
Se ha dado un inicio. Esto debe
llenar de esperanza a la gente… y de una determinación de hacer lo que se
necesita para hacer realidad esa esperanza.
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