Crisis ambiental: animada protesta de miles en la Ciudad de México


Contingente "La revolución es la solución" en la marcha del 20/sep/2019 en CDMX
Las calles de la Ciudad de México se llenaron de miles de jóvenes que alegres y desafiantes denunciaron la crisis ambiental que amenaza el futuro de muchas especies, incluida la nuestra. Esta marcha el 20 de septiembre, así como protestas semejantes en varias otras ciudades mexicanas, fueron parte de las protestas de cuatro millones por todo el planeta convocadas por “Fridays for Future" (Viernes para el Futuro). No solo fue la participación de los jóvenes: se puede decir que los niños sacaron a sus padres a la calle.

Hubo un amplio abanico de puntos de vista entre los participantes, con una parte de la gente expresando su furia y denunciando de alguna forma al capitalismo como el principal causante del calentamiento global. La variedad también lo fue en las consignas y en las frases en cartones que cargaban. Las voces gritaban “De norte a sur de este a oeste, ¡salvaremos el planeta cueste lo que cueste!”, “¡No al Tren Maya, si a la Guacamaya!”, “¡Se ve, se siente, la tierra está caliente!”, “¡No es el fuego, es el capitalismo!”, “Chíngate el sistema, no el ecosistema”, “Eco-socialismo, eco-socialismo”. En el contingente “¡La Revolución es la Solución!”, los comunistas y revolucionarios entonamos “¡El capitalismo es aniquilación, la única salida es la revolución!”, “¿Cuál es el problema?: ¡el capitalismo!, ¿Cuál es la solución?: ¡la revolución!”, “¡La neta, la revolución salvará el planeta!”, “¡La humanidad necesita la revolución comunista!”.

Hubo una gran variedad entre quizá más de tres mil personas marchando: jóvenes universitarios de la UNAM, UAM, del Politécnico, de la Ibero, del Tecnológico de Monterrey; científicos de algunas instituciones, organizaciones enfocadas al cuidado de los ecosistemas, jóvenes de secundaria, entre muchos más, fueron parte de la movilización de millones de jóvenes en el mundo exigiendo y planteando la necesidad de actuar ahora para salvar a la humanidad y la naturaleza, y parar el creciente y acelerado calentamiento global.

Como parte de esta huelga contra el cambio climático, hubo también denuncia y protesta en contra de los proyectos ecocidas del gobierno mexicano encabezado por Andrés Manuel López Obrador, como la Refinería Dos Bocas, el Tren Maya, el Proyecto Integral Morelos y la promoción de los combustibles fósiles en general, incluido el fracking, que continúa y figura en los planes oficiales, a pesar de sus promesas al contrario. Según Greenpeace México, “México ocupa el puesto número 13 de países con mayores emisiones de contaminantes a la atmósfera”.


La gente que circulaba por las aceras se detenía al paso de los manifestantes, algunos mostraban su apoyo, otros quizá quedaban sorprendidos al enterarse del grave problema del calentamiento global. De esta gente, muchos fueron muy receptivos a la información general que se les entregaba. También fue bien acogido el volante “¿Dejamos que siga el mundo como es y peor o hacemos la revolución para la emancipación de la humanidad?” de la Organización Comunista Revolucionaria, México, que repartían los compañeros del Movimiento Popular Revolucionario.
 
Es muy importante que la emergencia ambiental empieza a estar cada vez más en las miras de la gente en este país y en todo el mundo y que la juventud tome las calles para luchar por un futuro. Entre las clases dominantes en el mundo, algunos como el fascista Trump atacan al movimiento, mientras muchos otros se esfuerzan por cooptarlo con promesas y discursos huecos, para acorralarlo dentro de los mortíferos confines del sistema capitalista-imperialista mundial.


La pura neta es que el uso de los combustibles fósiles (petróleo, gas natural, carbón), que está provocando el calentamiento global, es tan central y esencial al funcionamiento del sistema capitalista mundial, que no se va a poder detener la emergencia ambiental bajo el sistema actual. El capitalismo por su propia naturaleza y dinámicas privilegia las ganancias actuales por encima del futuro del planeta. Nos queda poco tiempo para salvar el planeta, y la única manera realista para hacerlo es tumbar el sistema actual por medio de la revolución y establecer otro muy distinto y mejor. Es crucial que los revolucionarios participen en este despertar y resistencia que está brotando. Hace falta dar a conocer y luchar por un entendimiento científico del problema y la solución y que cada vez más personas se alisten a esta revolución. La guía para esta revolución es el nuevo comunismo de Bob Avakian, que entre muchas otras contribuciones, enfatiza el papel central de la crisis ambiental del capitalismo y la necesidad de la revolución comunista para poder “llevar a cabo desarrollo económico que cumpla con las necesidades de la gente ahora, balanceado con las necesidades de generaciones futuras y de proteger el medio ambiente” (Lo BAsico, 1:29).


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