¿Cuál futuro va a haber? ¿Va a haber siquiera un futuro para la
humanidad? Si quieres que el mundo siga como es y peor, no hace falta hacer
gran cosa: solo esforzarte por encontrar un lugarcito en este sistema en medio
de tanta crueldad, miseria, represión y asesinatos (y tal vez poner tu “granito
de arena” con la esperanza de alguna pequeña mejora temporal en medio del
tsunami de crímenes y sufrimiento). Pero si
queremos un futuro mejor y esperanzador, hace falta un cambio profundo, hace
falta la revolución.
·
¿Queremos un futuro en que se cuide el planeta, se reduzca drásticamente y luego se elimine
la quema de combustibles fósiles para parar el calentamiento global y la
extinción de las especies? ¿O queremos seguir con la adicción capitalista al
petróleo barato y otros procesos contaminantes, envenenando el aire, el agua y los mares, volviendo cada vez más zonas inhabitables?
· ¿Queremos un futuro de la liberación de las
mujeres, de plena igualdad y de
lucha hasta eliminar toda huella del patriarcado/dominación masculina, el
machismo y la discriminación por orientación sexual? ¿O queremos que las
mujeres sigan subordinadas a los hombres en la sociedad, denigradas, acosadas,
violadas y asesinadas en números crecientes, así como los lésbico-gays,
mientras los gobernantes culpan a las víctimas y se confabulan con los
criminales?
·
¿Queremos un futuro de emancipación de los
pueblos indígenas y los afromexicanos, de igualdad, autonomía regional, desarrollo de sus culturas y una
lucha en toda la sociedad contra cualquier forma de desprecio y racismo? ¿O
queremos permitir que sigan las injurias racistas, mientras las grandes
empresas y los gobiernos en turno roben sus territorios, construyan
megaproyectos de muerte y devastación ambiental y encarcelen y asesinen a los
que tienen el valor de protestar y resistir?
·
¿Queremos un futuro sin fronteras ni dominación
y guerras imperialistas, en
que se luche por superar las desigualdades abismales en todo el mundo, así como
en cada país, en aras de lograr una libre asociación de seres humanos de gran
diversidad, empatía y calidez? ¿O queremos que los gobiernos sigan cazando como
animales a los migrantes que huyen de los desastres que el propio sistema
imperialista ha provocado y que las grandes potencias sigan explotando y
devastando los países del "tercer mundo", librando guerras por el
reparto del botín?
·
¿Queremos una nueva sociedad socialista y una moral
de cuidarse y respetarse mutuamente, de fomentar la colectividad y el aprecio a
la diversidad, guiada por la meta de emancipar a la humanidad? ¿O queremos seguir con la despiadada competencia
capitalista y el predominio de la moral nacida de ahí, del estrecho egoísmo
burgués, de primero yo y al carajo con los demás, con el agregado de la
hipócrita prédica de “valores”, de amar al opresor y aceptar lo que vivimos por
ser la supuesta “voluntad de dios”?
¿Por qué parece tan inalcanzable
ese futuro mejor que la gran mayoría quisiéramos ver? Porque requeriría un
cambio radical que no es posible bajo el sistema en que vivimos del capitalismo-imperialismo mundial. Un
sistema en que la sagrada seña son las máximas ganancias de unos cuantos de la
explotación, opresión y miseria de la mayoría. Un podrido sistema patriarcal y
de la dominación de un pueblo por otro. Un cínico sistema burgués en que se
exalta por todos lados a los "vencedores" sobre los
"perdedores" y se justifica o se esconde a diario una inmensidad de
horrores e injusticias.
No es cierto que este sistema sea
el único o el mejor posible por la “naturaleza humana”. Un estudio científico de la historia de la humanidad
demuestra que la "naturaleza humana" cambia con cada nuevo sistema
económico y social: no es alguna “naturaleza humana egoísta” innata e
incambiable que haya impuesto el sistema capitalista, sino que es la tan
exaltada competencia capitalista y sus instituciones que promueven e inculcan
el egoísmo. Y la historia también demuestra que ningún sistema es ni
puede ser eterno.
No es cierto que esta
monstruosidad de sistema pueda cambiar poco a poco a algo cualitativamente
mejor. Cuando mejor, son
cambios pequeños en un mar de males, y luego las clases dominantes suelen tomar
su revancha. Piensa, por ejemplo, en la justa lucha victoriosa que impidió el
despojo de las tierras de los campesinos de Atenco. Pero en estos mismos años,
¿cuántos millones de campesinos han sido despojados y expulsados del campo? Y
luego volvieron las fuerzas represivas del Estado para matar a dos personas, violar
a dos docenas de mujeres y encarcelar a doscientos luchadores. Las luchas por
reformas, los proyectos alternativos, los esfuerzos por cambiar en algo la
familia tienen su lugar, pero no pueden acabar con las atrocidades que abundan
en la sociedad.
Todos los horrores, todos los
grandes trastornos y contradicciones del sistema actual, así como la
posibilidad de un sistema mucho mejor reclaman a gritos por la única salida
real: la revolución, que
tumba el actual sistema y levanta una sociedad socialista e internacionalista,
como parte de la lucha mundial por la emancipación de la humanidad: una
sociedad comunista sin divisiones de clase en que toda persona contribuya a
satisfacer las necesidades de la humanidad y el planeta y tome de los recursos
comunes lo que necesite,
Recorre el mundo una nueva
esperanza, el nuevo comunismo. A pesar de toda la mentirosa propaganda del sistema actual, las
primeras sociedades socialistas del siglo pasado demostraron que el socialismo
como transición al comunismo es muy posible y mucho mejor. No “fracasaron”:
fueron derrotadas en su momento por
la fuerza todavía mayor del sistema capitalista-imperialista en el mundo. Como
los primeros intentos de arrancar de raíz siglos de explotación y opresión, claro
que también adolecían de errores, incluso algunos errores graves. Es a base de
resumir las grandes hazañas y los errores de esas primeras experiencias, las
lecciones de otras luchas revolucionarias y populares, así como los importantes
cambios en el mundo que Bob Avakian, gran líder comunista internacional, ha desarrollado
este nuevo comunismo. Este nuevo comunismo es resueltamente revolucionario, sistemáticamente
científico y profundamente comprometido con la verdad. Recalca, entre otras
cosas, la importancia de la lucha consciente
de la gente, el debate y el disentimiento, con una visión concreta de una nueva
sociedad libertadora, vibrante e innovadora. Es la guía para una nueva ola de
revoluciones liberadoras en el mundo.
A TODOS los que no toleran el
mundo como está: hay que organizarse ahora para una revolución real. Hagamos frente a las necedades y
mentiras que inculcan la creencia que no hay alternativa al sistema actual. La
verdad es que este orden social es anticuado y criminal; la revolución es
posible y tiene una base muy firme en el mundo real—las mismas contradicciones del
capitalismo que causan tanto sufrimiento innecesario.
Si quieres contribuir a otro futuro posible y
mucho mejor, éntrale
al movimiento para la revolución con las y los compañeros del Movimiento
Popular Revolucionario. Sé parte de llevar esta revolución a la gente a la vez
que vayas aprendiendo más sobre por qué este sistema es la fuente de tanto
sufrimiento y esta revolución es la salida. Conoce y brega colectivamente con
el nuevo comunismo de Bob Avakian, así como la Organización Comunista
Revolucionaria, la dirección que tenemos para construir el partido que
necesitamos para hacer la revolución en México con esa guía. Y éntrale con
nosotros a denunciar ampliamente los crímenes de este sistema y movilizar a la
gente en combate político contra estos crímenes. Luchemos por preparar a las
masas, el terreno y la vanguardia para la revolución que hace falta y abrir el
camino a un nuevo y esperanzador futuro para la humanidad.
“...tenemos dos opciones:
o vivir con todo eso —y condenar a las generaciones futuras a lo mismo, o a
cosas peores, si es que siquiera tengan un futuro— o, ¡hacer la
revolución!” —Bob Avakian
Aurora Roja, voz de la Organización Comunista
Revolucionaria, México
auroraroja.mx@gmail.com aurora-roja.blogspot.com
Descargar este texto como volante formateado en pdf:
No hay comentarios:
Publicar un comentario