El
sábado 3 de agosto, un hombre que afirmó que los latinos están “invadiendo” a
Estados Unidos, mató a 20 latinos en El Paso, Texas. La semana anterior, otro
hombre abrió fuego en un festival en la ciudad de Gilroy, California, contra
una multitud de personas principalmente latinas, y mató a tres de ellas. Y esto
sigue a los asesinatos en masa en sinagogas judías, que los pusieron en la mira
por apoyar a estos llamados “invasores”.
Una
línea recta va desde esa fea historia hasta hoy. En este mero momento, el
presidente de Estados Unidos calumnia, difama y amenaza continuamente a los
latinos, los negros, los inmigrantes y los musulmanes. Esta agitación supremacista
blanca está azuzando a la gente para emprender una guerra de razas, una guerra
civil para “hacer que Estados Unidos vuelva a ser blanco”. Trump puede hablar por dos
lados de su boca todo lo que quiera, pero todos conocen su verdadero mensaje. Esto es FASCISMO, lisa
y llanamente, y este es un régimen fascista en la Casa Blanca el que está
intentando, y está logrando, de hecho amarrar a porrazos un Estados Unidos
fascista.
La
pregunta que pende es: ¿DE QUÉ LADO ESTÁS? ¿Del lado de la supremacía blanca y
el fascismo? O, ¿del lado de poner toda a esta opresión?
La
podredumbre y el horror que vemos ahora es una concentración de este sistema, un sistema que
hay que DERROCAR, mediante una revolución de masas. Estamos alistando gente
para esa revolución en este momento, para avanzar al momento en que podamos
deshacernos de esto. Tienes que enterarte de la Gira Nacional “Revolución” y conectarte con esta revolución. Y estamos
apoyando al movimiento para unir a millones de personas en este momento para
expulsar a este régimen fascista con una resistencia masiva, sostenida y no
violenta, según el llamamientode Rechazar el Fascismo.
Finalmente,
el problema que la masacre en El Paso puso de agudo relieve no es uno que pueda
resolverse mediante el “control de armas”. El problema es este sistema
imperialista, la supremacía blanca de la que no puede prescindir y demasiadas
armas en manos de aquellos que trabajan para instalar el fascismo en Estados
Unidos.
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