La nueva síntesis del comunismo en la Feria del Libro


Carta de un lector

Aprendimos que hay un sector más grande con interés en el comunismo de lo que pensábamos, al participar en un equipo de compañeros y compañeras de diversas edades para promover la nueva síntesis del comunismo de Bob Avakian y otra literatura en la Feria del Libro del Palacio de Minería de 2014 en el centro de la Ciudad de México.

Algo que encontramos sobre todo entre los jóvenes era menos anticomunismo y una mayor apertura a la revolución comunista. Al platicar con ellos, varios nos decían que entendían el comunismo como una sociedad más justa, igualitaria. Al interesarse en la nueva síntesis del comunismo que promovíamos, un joven dijo que lo entiende como trabajar por el bien común. Señaló que en la escuela les enseñan a competir con sus compañeros, que tienes que pasar por encima de los demás y que el conocimiento no tienes que compartirlo con tus compañeros. Opinó que eso está muy mal, que el conocimiento debe de compartirse.

Para interesar a la gente, además de difundir unos 20 mil volantes publicitando el Stand de RCP Publications, centramos en promover el número especial del periódico Revolución #323 “No sabes lo que crees que ‘sabes’ sobre… La revolución comunista y el VERDADERO camino a la emancipación: Su historia y nuestro futuro”, que trata la historia de las revoluciones comunistas del pasado, sus lecciones y la nueva síntesis del comunismo de Bob Avakian.

A base de las orientaciones iniciales y un proceso de debate y resumen entre los participantes, uno de los compañeros desarrolló una manera muy buena de promoverlo de la cual todos aprendimos. Básicamente les leía el titulo del periódico y luego les decía, por ejemplo, “¿sabias que la Unión Soviética en los años 20’s llegó a ser el primer país en despenalizar el aborto y acá en el Distrito Federal apenas lo hicieron y en los otros estados todavía es ilegal?”, o ponía otros ejemplos concretos de la emancipación de la mujer, de las nacionalidades oprimidas u otros avances en las revoluciones comunistas en Rusia y en China en contraste con el mundo capitalista actual. Y después de decir uno ó dos ejemplos le preguntaba “¿qué piensan de eso?” Muchos decían que no sabían, o “si sé algunas cosas” o no respondían y checaban el periódico y se quedaban ahí unos minutos, sobre todo jóvenes y más mujeres. La agitación se hacía hablando fuerte, de manera que otros nos escucharan y se acercaran también.

Otra lección importante es que para promover el periódico y bregar con las preguntas, desafíos y argumentos contrarios del público, tuvo mucho que ver el que lo leímos y lo estudiamos y esto también es aplicable a la demás literatura, no solo para venderla sino para hacer la revolución. Nos dimos cuenta que necesitamos estudiarlo mucho más y promoverlo más con los compañeros y con las masas en general.

Como producto, por una parte, del ambiente algo más favorable que palpamos entre secciones del público, y por otra, nuestra agitación y promoción más afilada y accesible del periódico, logramos vender 153 ejemplares. En el transcurso de la Feria resumimos que no estábamos prestando suficiente atención a promover los otros títulos y hubo esfuerzos por rectificar esto. Como habíamos resumido en nuestras orientaciones para el trabajo en la Feria, la forma principal de promover la nueva síntesis del comunismo en este trabajo es por medio de vender la literatura, y de esta experiencia vimos la necesidad y la posibilidad de lograr mayores avances en este sentido, no sólo en la Feria sino también en la venta de la literatura a lo largo del año.

En general vimos mayor interés (en comparación con el año pasado) tanto en el Stand donde vendíamos la literatura como en la conferencia que se realizó en el marco de la Feria “El comunismo: El comienzo de una nueva etapa”, sobre el importante Manifiesto del mismo título del Partido Comunista Revolucionario, EE.UU. Se sobrepasó el cupo del salón para el evento con la asistencia de 56 personas y desafortunadamente otras 6 no pudieron entrar. En el Stand sobre todo jóvenes de secundaria, prepa y universitarios, sobre todo mujeres, se detenían y tenían cierto interés en el comunismo. Se detenían en grupos. En varias ocasiones, cuando los jóvenes recibían el volante en el Stand, lo revisaban y luego iban por sus compañeros para traerlos al Stand.

Varios preguntaban qué pasa en Ucrania, o les interesaba el folleto criticando el anarquismo. Otros materiales que llamaron la atención y que varios compraron fueron Una declaración: Por la liberación de la mujer y la emancipación de toda la humanidad, los folletos sobre los levantamientos en Egipto y Brasil y la guerra contra el pueblo en México, Sobre la "fuerza impulsora de la anarquía" y la dinámica del cambio y Dios: El fascista original. Un chavo preguntó “¿qué es fascista?” y su compañera le respondió “como el presidente Peña Nieto”. Luego dijo el chavo, “ah, fascista es ser intolerante con los que no piensan como él”.

Hubo varias ideas entre los participantes acerca de las causas de la mayor apertura entre algunos sectores del público. Por una parte, parece que más maestros mandaron sus estudiantes a la Feria este año, tal vez por la influencia de la lucha magisterial en contra de la contrarreforma educativa. Los levantamientos en Egipto y Brasil parecen ser otros factores, reflejados en interés en los materiales al respecto. Tal vez los sucesos en Ucrania y Venezuela que sucedían al mismo tiempo que la Feria influían. Aunque dirigidos por fuerzas reaccionarias, pueden tener el efecto en algunos de despertarlos políticamente porque “algo está pasando”, y objetivamente son reflejos de inestabilidad en el sistema mundial. La lucha contra la privatización del petróleo y otras reformas estructurales, la lucha magisterial, el actuar de las policías comunitarias y las autodefensas, así como la situación de inseguridad y guerra contra el pueblo son otros factores nacionales que influyen de alguna manera.

Por otra parte, es muy importante poner en claro de qué socialismo y comunismo estamos hablando, ya que mucha gente identifica el socialismo con cosas que no lo son, como el viejo Partido Comunista de México en los años 60 y 70 del siglo pasado, cuando ya se había degenerado completamente en un partido de hecho contrarrevolucionario, o Cuba hoy en día. Varias personas preguntaban si Cuba o si Venezuela eran socialistas. En una experiencia se les explicó, utilizando partes del suplemento “Tres alternativas para el mundo” de Lo BAsico de los discursos y escritos de Bob Avakian, que no es socialismo sino una forma del capitalismo con un estado benefactor en donde las masas no tienen ningún poder.

Al escuchar y entrar en debates con la gente, aprendimos más la importancia de no ir a la cola del marco que pone el anticomunismo y otros ataques sino de centrar en lo que es verdad y las cuestiones que objetivamente son más importantes.

Una experiencia positiva en este sentido ocurrió con un señor anarquista que después de un par de años en la Feria como expositor se atrevió a acercarse al stand y entrar en una conversación con nosotros. Puso unos argumentos típicos en contra del comunismo: de que José Stalin era un loco maniático, que bajo su mandato mataron a muchos millones de personas, que no permitieron pensar, etc.

La persona en el Stand le llamó la atención por tragarse las versiones de las clases dominantes y la opinión generalmente aceptada sobre lo que pasó en las revoluciones socialistas que no son ciertas, pero inicialmente no quiso escuchar lo que sí pasó. Sostuvo que “necesitamos un mundo donde cada quien puede opinar lo que quiera y hacer lo que quiera”. Contrastamos esto con un mundo en que cada quien piensa en los demás en primer lugar, algo que le gustaba. Le dijimos que eso es el comunismo, pero podemos y necesitamos comenzar desde ahora el trabajo hacia ese futuro. Varias veces, le preguntamos cómo él piensa llegar al mundo ideal que propone, pero no llegaba a nada más concreto que “tenemos que cambiar toda la economía por otra estructura” y que “todos podrían convivir sin los políticos y los líderes, con una amplia conciencia”. El idealismo de su punto de vista y método le impide ver concretamente cómo alcanzar otro mundo mejor.

Se cree muy conocedor de la historia pero con el número especial 323 de Revolución, en punto por punto refutamos sus argumentos. Le planteamos el problema de que “te han lavado el cerebro. No conoces ni entiendes científicamente lo que los revolucionarios y el pueblo enfrentaron en esas revoluciones y lo que lograron, además de las debilidades y errores en lo que hicieron, ni que hoy hay una nueva síntesis del comunismo” y mencionamos algunos aspectos de la nueva síntesis, que desconocía.

Dijo que “Yo soy anti-sistema” y sostuvo que quiere hacer y pensar lo que le dé la gana, que nadie le diga qué pensar, decir, hacer. Contrastamos ese individualismo con la moral de promover los intereses de todos en la sociedad.

Fue una conversación ríspida. No quiso comprar nada, sólo se llevó el mensaje de año nuevo de Bob Avakian. Posteriormente, vino en tres ocasiones para tener una corta conversación. En esencia, moderó su antagonismo inicial, aceptaba que tanto él como nosotros queríamos una sociedad y mundo más justos, y que era necesario cuidar el derecho de opinar de la gente. Aunque no cambió su posición básica, parece que empezó a reflexionar un poco sobre nuestras conversaciones y tal vez el mensaje de BA.

En otra experiencia, un señor comenzó diciendo que ya conocía a Bob Avakian, que huyó de EU (refiriéndose a su exilio cuando el gobierno estadounidense quiso condenarlo a más de 200 años de prisión), que cómo se va a considerar una nueva síntesis su trabajo teórico si no ha dirigido una revolución y cómo va a tirar a la basura a Marx, Lenin, Marta Harneker, a Mao.

Se le dijo que hay que entrar a analizar la obra de Bob Avakian y ver qué corresponde a cómo avanzar ahora en una nueva ola de revolución comunista y si corresponde a la realidad o no, además de su método. Él no quería ni abrir Lo Básico. Entonces el miembro del equipo lo abrió y fue a la cita 2:31 que habla de los elementos esenciales de la nueva síntesis. El señor no comentó, pero tomó el libro y lo leyó. Luego dijo “pues, tu nomás estás repitiendo y esto es un credo”. Le dijimos que, al contrario, esto no es religión es ciencia para entender el mundo y cómo transformarlo. De nuevo fuimos a Lo BAsico, utilizando ahora la parte del suplemento sobre la gran diferencia entre un “salto de fe”, característico de la religión y métodos dogmáticos en general, y el salto al conocimiento racional, característico de la ciencia y el método científico, utilizando el ejemplo de si se va a determinar que una persona es culpable de un robo a base de analizar la evidencia o porque “el Señor me lo dijo”. Al entrar en esto, su actitud cambió. Se le dijo que se ha aprendido de esta Nueva Síntesis del Comunismo y la gente la debe checar para entender cómo vamos a avanzar ahora, y aprender también de un método consecuentemente científico. Respondió que “Bueno creo que tienes razón, hay que checarlo porque nos han enseñado a creer cosas sin adentrarse mucho”. Eso dio la pauta para leer un poco de “¿Pero cómo sabemos quién está diciendo la verdad sobre el comunismo?” en el número especial de Revolución. El señor dijo “Sí, esto es lo que pasa, creemos lo que mucha gente está opinando pero hace falta tener evidencias, investigar y como dice aquí aplicar un criterio, un método”. Habló de otras cosas, compró Lo Básico, el periódico y extendió su mano diciendo gracias. Dijo que checaría la página revcom.us.

Podemos concluir de esto que el método apropiado es no ir a responder lo que espontáneamente nos pone la gente sino guiarlos a discutir lo que objetivamente es más importante. En este último ejemplo se fue a discutir lo que es esta nueva síntesis del comunismo de Bob Avakian y no a refutar las calumnias de que el “huyó”, de que descarta a Marx, Lenin y Mao, etc., y se cambió el marco de la discusión. Esto no se va a dar espontáneamente, se necesita dirección y ahí está un ejemplo de los objetivos políticos principales que nos orientaban de promover la nueva síntesis del comunismo de Bob Avakian y otra literatura revolucionaria y que la principal forma de hacerlo es vendiendo los materiales. Fue a través de lograr que comiencen a adentrarse a esta nueva síntesis como logramos crear una situación más favorable para la discusión con quienes tienen posiciones contrarias.

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