Lucha y unidad internacionalista contra el brutal régimen fascista de Trump y el colaboracionismo del gobierno mexicano

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Se está consolidando un brutal régimen fascista en Estados Unidos. Redobla su embestida contra los migrantes y aumenta los golpes contra gran parte del pueblo en EU y en todo el mundo: el horroroso genocidio contra los palestinos, el bombardeo de Irán y otros países de Medio Oriente, amenazas mafiosas a Venezuela y últimamente el asesinato militar ilegal de 11 personas en una lancha cerca de Venezuela. Trump intensifica las presiones económicas, políticas y militares contra México y pugna por la intervención armada directa para ganar mayor control y dominación del país.

En vez de dejar que dividan al pueblo, país contra país, necesitamos forjar la unidad internacionalista entre el pueblo mexicano y la gente antifascista en EU en contra del régimen fascista de Trump y el colaboracionismo del gobierno mexicano. Hay que apoyar la lucha en EU por sacar ya al régimen fascista de Trump como parte de la lucha y unidad internacionalista de la gente en todo el mundo contra los bárbaros crímenes de este régimen y del imperialismo estadounidense. También hace falta arrancar de raíz, por medio de una revolución real, al sistema capitalista-imperialista que engendró este fascismo. Es un sistema en que unas cuantas potencias dominan el mundo y se oprime y explota a la gente por todas partes.

La embestida de terror contra los migrantes sirve como una punta de lanza para consolidar el Estado fascista en Estados Unidos. Las gorilas del ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, por sus siglas en inglés) detienen a la gente por el color de la piel, incluso a residentes legales y ciudadanos, en abierta violación de las leyes y de decisiones judiciales. Golpean a la gente con extrema violencia, desapareciendo a varios temporal o permanentemente. Desatan este terror racista para correr a millones de gente morena y negra, intensificar la superexplotación de los trabajadores migrantes que se queden y reforzar la desenfrenada supremacía blanca. Hay más de 60 mil migrantes en cárceles y campos de concentración y por lo menos 13 personas han muerto en custodia. Deportaron ilegalmente a alrededor de 200 mil personas de enero a julio de 2025. Dos jornaleros —el mexicano Jaime Alanis y el guatemalteco Carlos Roberto Montoya— murieron al ser perseguidos por ICE en California.

Pero el terror también desata el coraje. Gente de todas las nacionalidades en EU, incluida mucha gente blanca antirracista, sale en defensa de los migrantes, lo que ilustra la base para la lucha y unidad internacionalista a que estamos llamando. En casi todo EU hubo protestas exigiendo el regreso y la liberación de Kilmar Ábrego García, salvadoreño documentado que fue deportado “por error” y encerrado en CECOT, vil prisión de tortura en El Salvador. Por las protestas y órdenes judiciales, el gobierno tuvo que regresarlo a EU, pero lo detuvieron de nuevo y amenazan con deportarlo a Uganda. En muchas partes la gente sigue luchando: intenta parar las detenciones y ayudar a los migrantes a escapar. Denuncian estos crímenes con videos en las redes y ayudan a las familias de los detenidos.

Los fascistas no solo buscan restaurar la supremacía blanca abierta y desenfrenada, también la opresión de las mujeres con una misoginia descarada, criminalizar a los LGBTQ y borrar a la gente transgénica. Militarizan ciudades gobernadas por el Partido Demócrata, desplegando la Guardia Nacional y militares contra la población en general. Buscan prohibir la crítica al gobierno, imponer el fundamentalismo cristiano fascista como la ideología oficial y hacer la guerra contra la ciencia, la verdad objetiva, el medio ambiente, el estado de derecho y los derechos del pueblo. Todo esto ha provocado amplias y variadas protestas por los golpes duros contra las mujeres, los negros, los indígenas, gente LGBTQ, contra los empleados del gobierno, los veteranos, las universidades, los museos, el sistema de salud y muchos más. Más de la mitad de la gente en Estados Unidos odia este fascismo; son la fuerza que puede sacar al régimen de Trump. En México y el mundo tenemos que tomar partido con ellos. Con la consigna, “En nombre de la humanidad, nos negamos a aceptar un Estados Unidos fascista”, la organización Rechazar el Fascismo ha llamado a masivas manifestaciones no violentas en la capital a partir del 5 de noviembre para provocar la caída del régimen fascista de Trump, como el pueblo de Corea del Sur logró hacerlo recientemente con el presidente que declaró la ley marcial.

La consolidación del fascismo en EU significa atroces horrores. Pero ese fascismo también muestra que el sistema ahí está topando con sus límites: la clase dominante está profundamente dividida y parte importante del pueblo rechaza esta dictadura abierta. Por eso se abre un momento poco común en que la revolución se vuelve más posible. El líder revolucionario Bob Avakian y los RevComs (comunistas revolucionarios) luchan con todo para sacar al régimen fascista y para hacer una revolución real, y merecen nuestro apoyo firme de corazón.

Ese régimen fascista está montando ultrajantes agresiones contra el pueblo mexicano. EU ha dominado a México y otros países oprimidos durante más de un siglo y ha cometido más crímenes de lesa humanidad que cualquier otra potencia en la historia. Ahora su imperio está en decadencia frente a los avances del imperialismo chino y ruso. Por eso busca dominar, someter y sobreexplotar aún más al pueblo mexicano por medio de la fuerza bruta de su Estado fascista.

Utilizan el ardid de parar la supuesta “invasión” de migrantes y drogas a Estados Unidos. Tienen cerca de 10 mil tropas en la frontera, donde también han creado una extensa franja militar. No solo han intensificado la vigilancia aérea sobre la región fronteriza y sobre territorio mexicano desde el espacio aéreo internacional, sino que también han aumentado los vuelos de drones espía violando el espacio aéreo mexicano. Al revelar esto, la presidenta Sheinbaum lo descontó como una “pequeña campaña” de “hace tiempo” que está bien porque “comparten los resultados con el gobierno mexicano”. Sin embargo, fuentes anónimas del gobierno norteamericano citadas por CNN y New York Times aseguran que se realizan “misiones secretas” no informadas al gobierno mexicano. Desde febrero de 2025, Estados Unidos tiene buques con misiles guiados patrullando las costas de México. En abril, uno de esos buques se acercó a pescadores de Chiquilá, Quintana Roo, donde pescan desde hace años en mar abierto. Bajaron marinos armados en anfibios y los ordenaron irse, porque “no pueden estar cerca de un buque de guerra de EU”. Los pescadores lo grabaron todo, pero la Marina mexicana mintió, diciendo que nada había pasado.

El gobierno mexicano trata de encubrir su colabora­cionismo con el régimen fascista de Trump con una falsa defensa de la soberanía nacional. La presidenta Sheinbaum dice que “Nosotros colaboramos, coordinamos, trabajamos juntos, pero nunca nos vamos a subordinar”. La verdad es que México está subordinado desde hace mucho al imperialismo estadounidense, proporcionando insumos esenciales y mano de obra barata que aportan superganancias y dinamismo al capital imperialista que saquea y destruye a la gente y el medio ambiente del país. La retórica demagógica vacía de que “nunca nos vamos a subordinar” solo sirve para desviar tapar el punto esencial: sí están colaborando con el gobierno fascista de EU, lo cual contribuye a fortalecerlo.

El gobierno de la “4T” colabora con el fascismo de muchas maneras. Despliegue 10 mil tropas mexicanas por la frontera norte para cazar, deportar, y asesinar a migrantes, hace “operaciones espejo” con las fuerzas armadas de EU y aprueba que adiestren a militares y policías mexicanos. Desbarata caravanas y campamentos de migrantes aquí y aumenta las redadas. Acepta que EU deporta a migrantes de otros países a México, a menudo facilitando que los cárteles mexicanos los esclavicen.

Todos los ataques y amenazas de Trump contra los cárteles y los intentos del gobierno mexicano de complacerlo con más operativos y “expulsiones” de narcos no tienen nada que ver con acabar con el crimen organizado. EU casi ni menciona a los grandes lavadores de dinero e importantes cárteles estadounidenses y existe bastante evidencia de los lazos con el crimen organizado del mismo Omar García Harfuch, que encabeza los operativos mexicanos, así como de toda una sarta de importantes políticos mexicanos de todos los partidos. Lo que realmente busca EU es mayor y más directo control de su frontera, de México en general y del mismo crimen organizado, y el gobierno mexicano coadyuva, porque la propia “viabilidad” de las clases dominantes de México depende de seguir siendo “aliado subordinado” del imperialismo estadounidense.

Además del hipócrita nacionalismo burgués de Sheinbaum de colaborar con el fascismo, existen los lacayos abiertos, como la senadora Lilly Téllez, que hace eco de la retórica de Trump y dice que la supuesta ‘ayuda’ yanqui es “absolutamente bienvenida”. Por otro lado, existen comentaristas que se oponen a algunos ataques, pero los atribuyen a que “así son los gringos”, en vez de oponerse al fascismo y al imperialismo, y unirse a la amplia oposición al fascismo dentro de EU, incluso en apoyo a los migrantes. Esta posición suele acabar justificando, por lo menos en parte, el colaboracionismo del gobierno mexicano, porque, según esta lógica, ¿qué más se puede hacer frente al poderío del imperialismo estadounidense?

Lo que se puede hacer es unir a los verdaderos amigos contra los verdaderos enemigos: forjar la lucha y unidad internacionalista contra el fascismo y el colaboracionismo con el fascismo, unir a los millones de explotados y oprimidos en los dos países contra los reaccionarios gobiernos y clases dominantes en ambos lados de la frontera. A la vez, hay que luchar en la situación caótica provocada por estas agresiones, la situación desesperada que viven millones de mexicanos ante los cientos de miles de asesinatos, desapariciones y desplazamientos forzados, y aprovechar la creciente ingobernabilidad frente al narco que azota muchas zonas del país para preparar la revolución liberadora que el pueblo oprimido necesita urgentemente. Vivimos una noche oscura, pero una revolución real es posible y podrá abrir un nuevo mañana de sol deslumbrante. Si te importa la gente, si te importa la humanidad, ponte en contacto, infórmate y luchemos juntos por ese futuro esperanzador posible.

 Aurora Roja 

Voz de la Organización Comunista Revolucionaria, México

auroraroja.mx@gmail.com                 aurora-roja.blogspot.com


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