La Conferencia Nacional denuncia al gobierno y prepara la Semana Nacional de Resistencia


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El sábado y domingo, 6 y 7 de septiembre del 2014, nos reunimos alrededor de 30 personas en el Mercado Hidalgo de la ciudad de Puebla para celebrar la primera CONFERENCIA NACIONAL ¡ALTO A LA GUERRA CONTRA EL PUEBLO!

La Conferencia se desarrolló en un buen espíritu y un ambiente de debate y lucha, denunciando al Estado e intercambiando experiencias e ideas para levantar la resistencia y dar un salto con la Semana Nacional de Resistencia del 20 al 26 de octubre, que culminará con una marcha nacional para denunciar y oponerse a la guerra contra el pueblo y en particular la guerra contra la mujer.

Con este espíritu fue la bienvenida del compañero Simitrio de la Unión Popular de Vendedores Ambulantes “28 de Octubre”. Enfatizó que es de fundamental importancia reconocer y entender que la guerra que el Estado mexicano está desarrollando contra el pueblo es parte del propio sistema que padecemos y también obedece a objetivos muy concretos, principalmente del imperialismo estadounidense y evidentemente de la clase dominante mexicana. El Estado mexicano aplica esta guerra, suprimiendo a dirigentes y activistas de organizaciones que considera son un obstáculo o pueden por lo menos dificultar la aplicación de sus medidas. Señaló también que es necesario confrontar y parar esta guerra, que no es un problema particular de grupos o personas o de un movimiento en particular sino que es una necesidad del pueblo mexicano, y en ese sentido esta Conferencia puede y debe contribuir a mostrar esta necesidad pero también el camino a seguir al respecto.

La participación de tres mujeres valientes que han vivido en carne propia el carácter criminal del Estado fue particularmente importante e inspiradora. Hablaron de sus experiencias y de las lecciones que han aprendido al luchar por la justicia. Asimismo las tres llamaron a luchar contra los crímenes abominables cometidos o solapados por el Estado.

El policía asesino misógino protegido por las autoridades

La compañera Irinea habló del asesinato de su hija, Mariana Lima Buendía, una joven de 29 años que era abogada. Estudió en la universidad y llegó a Chimalhuacán, estado de México, para hacer su servicio social, donde conoce al policía Julio Cesar Hernández que pertenece a la Procuraduría del estado de México. Después de casarse en noviembre de 2008, vivió 18 meses de violencia y agresiones que culminaron con su asesinato por este policía judicial. Ella buscaba una vida de respeto y comprensión y lo único que encontró fue la muerte. Un día antes de su asesinato, Mariana le dijo a su mamá que iba a denunciar al policía por la violencia que estaba viviendo. El siguiente día el judicial la asesinó y luego tuvo el descaro de llamar a Irinea y decirle que su hija se había suicidado. A pesar del intento de este judicial de preparar el lugar, Irinea vio que el cuerpo de su hija estaba golpeado, dañado y había claras evidencias de que no se había suicidado. Irinea denunció esto y el contexto de violencia que su hija vivió con el policía, pero las autoridades decidieron encubrirlo y lo han seguido protegiendo, supuestamente “perdiendo" evidencias y avalando la mentira de que fue suicidio. Ella expresó en la Conferencia que nos damos cuenta de la protección de la que goza el judicial a pesar de las evidencias y pruebas que lo culpan. Las autoridades dicen que no hay elementos suficientes y estamos luchando ante la Suprema Corte, esperando que tal vez haya justicia, pero lo más seguro es que el asesinato de mi hija por ese hombre asesino misógino quede impune, porque las autoridades nada más hacen simulación, corrupción para la impunidad. Y aquí estamos dándolo a conocer para darnos cuenta que las autoridades no tienen ningún interés de visibilizar lo que ocurre a las mujeres y que también en el estado de México está pasando con los hombres, los levantan, los violan los del narcotráfico. Nosotros lo ignoramos y a México lo han convertido en un cementerio, regando sangre por todos lados, desde el norte hasta el sur.

Irinea también señaló que en nuestras manos está la solución, en nuestras manos está ese alto a la guerra que nosotros podemos escribir de la situación en que estamos y en el momento en que estamos, de decir ¡ya basta! de la violencia a la que están condenando a nuestras hijas, a nuestros hijos. En sus manos y en nuestras manos está. Hagamos consciencia de que tenemos que luchar.



El encubrimiento por el DDF del asesinato político de Carlos Sinuhe

Habló enseguida la compañera Lourdes, madre de Carlos Sinuhe Cuevas Mejía, tesista de la facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, quien fue asesinado el 26 de octubre del 2011 en Topilejo, carretera a Cuernavaca, con 13 balazos, aparentemente por 2 tipos que lo estaban esperando. Carlos era un activista político y antes de su asesinato hubo toda una campaña anónima de intentos de difamación, amenazas y vigilancia en su contra preparando su asesinato. En el lugar de los hechos había una cámara, había mucha gente, pero tiene tres años y hasta la fecha la Procuraduría del Distrito Federal no quiere investigar. Mancera cuando era Procurador, ante los medios mintió que el asesinato de Carlos era de tipo pasional y muy posiblemente de narcomenudeo. Cuando Lourdes lo encaró, su excusa por estas mentiras y difamación de la víctima era que "tuve que decir algo" ante los medios, y se comprometió que iba a investigar. Lourdes señaló que “Vi a Mancera en noviembre, hasta la fecha he metido 6 documentos exigiendo su compromiso de investigar y de tener un encuentro con él y no ha sido posible. Hemos asistido a diversas manifestaciones: Primero de Diciembre, 2 de Octubre, por la liberación de los presos políticos el 13 de junio. En el caso de Carlos han tratado de vincularlo con narcotraficantes y se los he echado abajo, sin embargo ellos buscan la forma de criminalizarlo”.

Lourdes también indicó que ha descubierto un vínculo entre las autoridades del Distrito Federal, la UNAM, la Comisión de Derechos Humanos y algunas organizaciones no gubernamentales que obstaculizan la investigación. Denunció que por participar por la liberación de presos políticos, por los derechos humanos de la gente, “he sido golpeada 4 veces por fuerzas policiales. Mi hijo está muerto y enterrado pero sigue siendo mi hijo y seguiré luchando porque los asesinos sean detenidos y castigados, y lucho por todos esos jóvenes con quienes he participado que son reprimidos por ser diferentes. La UNAM tiene el descaro de criminalizar a sus estudiantes, de difamarlos. En el caso de mi hijo [antes del asesinato] salieron diversos volantes diciendo que era militar, que trabajaba para el ejército, pero era una manera de preparar la difamación y después la muerte. La UNAM nunca ha contribuido a investigar. Hay elementos y pruebas de antes de asesinarlo. Él me dijo ‘me van a matar, mamá, por lo que hago’, por estar en contra del Estado, por estar luchando por los estudiantes. Eso les molestaba a las autoridades de la UNAM. El rector lleva 3 años que se ha negado a entregar una bitácora en momentos que mi hijo fue detenido por policías de Auxilio UNAM y entregado a la policía estatal. Así están coludidas autoridades de la UNAM, la Procuraduría, la Fiscalía, Derechos Humanos. Mi hijo tenía una bitácora donde escribía que dos personas lo seguían. Los sospechosos fueron presentados en la Procuraduría y la UNAM los avala como estudiantes, aunque llevaban ocho años sin terminar ninguna carrera y tenían aspecto de policías, militares. El comandante que los presentó ahora está como comandante de esa Fiscalía. Se ha negado a investigarlos—se burló de mí—es una burla de tratarte como delincuente, es un trato indigno, pero no nos queda como mujeres madres de hijos que luchar, debemos ser madres dignas, seguir luchando con lo que tengamos, por los hijos de cualquier mujer”.



Ir a la raíz del sistema criminal

Habló el compañero Jesús del Movimiento Popular Revolucionario de varios crímenes cometidos por el Estado, desde las mujeres de Guanajuato que fueron encarceladas por abortos espontáneos y el caso de Alejandra Flores Flores, una joven de 16 años violada por un policía del estado de México quien luego asesinó al novio de Alejandra por protestar ese vil crimen, hasta el caso de Yakiri Rubí Rubio, quien se defendió de una violación e intento de asesinato y por eso el gobierno del Distrito Federal busca condenarla a prisión bajo el absurdo cargo de “exceso de legítima defensa”.  También defendió la justa resistencia de campesinos y pueblos indígenas y denunció el asesinato de José Luís Tehuatlie Tamayo, un niño de 13 años, asesinado por la policía poblana durante una protesta  en San Bernardino Chalchihuapan, así como la represión de otras luchas campesinas contra los proyectos de la muerte, y en contra de los migrantes principalmente centroamericanos que la policía y el ejército están cazando y criminalizando bajo las órdenes de Estados Unidos. Señaló que esta guerra contra el pueblo es una guerra de contrainsurgencia preventiva para amedrentar a la gente e impedir que se levante. El carácter criminal e ilegítimo del Estado y su guerra tiene sus raíces en el actual sistema de opresión y explotación. Hace falta combatir todos estos ultrajes e ir forjando un movimiento para la revolución para finalmente deshacernos del sistema responsable de tanta injusticia y miseria. Por eso el MPR y la Organización Comunista Revolucionaria se unen con personas y organizaciones de diversos puntos de vista en la Red Nacional de Resistencia "¡Alto a la Guerra contra el Pueblo!" e impulsamos esta resistencia para servir a la revolución. Cuando la gente se atreve a resistir y luchar, sale de su rutina que la tritura, empieza  a tener relación con otras gentes y empieza a cuestionarse muchas cosas. Se abre así un  panorama amplio y con un trabajo revolucionario podremos preparar la revolución que finalmente va a liberarnos de este sistema de muerte. También llamó a todos los que se opongan a estos crímenes a unirse para remecer el país con resistencia en la Semana Nacional de Resistencia del 20 al 26 de octubre.

Hubo animado debate y surgieron muchas propuestas y planes iniciales en dos mesas de trabajo, una sobre la guerra contra la mujer y la otra sobre la guerra contra los activistas y el pueblo en general. Un esfuerzo común es la promoción de firmas al "Llamado urgente: ¡Alto a la Guerra contra el Pueblo!" como manera de concientizar a la gente y como punto de arranque de organizarse y luchar. Han salido varios volantes y carteles de denuncia, se van a preparar más materiales para la Semana Nacional de Resistencia, y se proyecta una marcha-mitin nacional. A la vez, la Semana va a incluir muchas diversas iniciativas locales, tales como actos culturales, manifestaciones, pintas y pegas, periódicos murales, proyección de videos, foros, performance y otras formas creativas. Se alienta tanto a organizaciones como a individuos a organizar actividades durante la Semana bajo la consigna unificadora de "¡Alto a la Guerra contra el Pueblo!"



Las lecciones de Ciudad Juárez

En la plenaria final, habló Norma Andrade, originaria de Ciudad Juárez, Chihuahua. Dijo que soy madre de Lilia Alejandra García Andrade. Mi hija fue secuestrada un 14 de febrero del 2001 y la encontré posteriormente asesinada el 21 de febrero y a raíz de exigir como mamá a las autoridades por saber la verdad de lo que había pasado a mi hija, de repente me convertí en activista. En ese momento de dolor, de coraje y de impotencia, yo iba todos los días a ver qué avances tenían. Entonces uno bien inocente y bien bruto, pues en realidad todo lo que le decían a uno yo se los creía. A mí me tenían obsesionada las marcas en las manos de Alejandra, la tuvieron atada, de la autopsia decían que con cintas de zapatos. Después un agente le confesó a Norma que en realidad las marcas eran de esposas del tipo que utilizan los policías judiciales. Norma continuó narrando que cuando enterramos a Alejandra, ella tenía unas marcas en el cuello, la asesinaron con las manos. Entonces yo en mi inocencia le decía al Ministerio Público, “mi hija tenia las marcas en el cuello ¿porque no sacaron las huellas digitales si se les veían, eran visibles?” El Ministerio Público me dijo, “maestra ¿eran huellas digitales o era un moretón?” Como buena mexicana me quedé callada y empecé a investigar qué quería decir esa palabrita “moretón”. Yo todo les creía, pero resulta que se roban una niña en Estados Unidos, en El Paso, Texas. A la niña la encontraron al día siguiente, asesinada y violada como a mi hija. A la semana que encontraron a la niña, ya tenían al asesino porque le dejó marcas y con eso sacaron las huellas del individuo. Voy y le reclamo al Ministerio Público y me dice, “Ay maestra, lo que yo le dije es que no tenía el aparato y para hacer ese tipo de pruebas la tenemos que llevar a Estados Unidos y usted no me lo hubiera permitido”. Le dije “¿me lo preguntaste? No, ¿verdad?” Ahí comencé a darme cuenta que me mentían. También le pedí las fotos de la autopsia para ver las huellas digitales y me dijeron que se habían develado.

Comenzamos 4 padres de familia de desaparecidas y su servidora a exigirle al gobierno la presentación de las desaparecidas. Por eso nuestra organización se llama “Nuestra Hijas de Regreso a Casa”. Ellas tenían la esperanza de que sus hijas pudieran regresar con vida. Lamentablemente de los cuatro nos han regresado tres cuerpos y una no la hemos encontrado ni viva ni muerta de esas cuatro. Nos empezamos a unir y llegamos a ser un colectivo de 40 mamás. Cuando presentamos los casos al gobierno, nos dijo, “viejas argüenderas”. A raíz de tantas mentiras, de decirnos argüenderas, de exigir justicia, nos obligaron a organizarnos. Después de trece años exijo que hagan una peinada a la colcha donde encontraron enrollada a mi hija. Ahí se tenía el ADN de un agresor que fue quien la violentó. Curiosamente solo lograron sacar un esperma de las violaciones. En ese peinado se saca otro ADN y después de mucho estar dale y dale para que la materia orgánica que había en las uñas de Alejandra se mandara al laboratorio, de ahí salió otro perfil genético. Así se tienen 3 agresores. Pedimos que se haga una comparación con el banco genético que tenían de los funcionarios, y de ahí sacamos el ADN de uno de los agresores. Está en Colorado, Estados Unidos. Todavía no lo han traído a presentar desde 2010, no lo han detenido pero esto nos ha hecho ver que el gobierno no va a hacer nada, y eso nos ha hecho luchar y luchamos como mamás de una víctima.

Nos narró cómo ha tenido 2 atentados a su vida por buscar la verdad sobre estos horrendos crímenes encubiertos por el gobierno. La primera fue en Ciudad Juárez, en que le dispararon 3 balazos. Sobrevivió y las autoridades la obligaron a firmar un acuerdo para irse de Ciudad Juárez. Pero ya al trasladarse, hubo otro intento contra su vida. Denunció que el gobierno entrega cajones sellados y dice “aquí está su hija”. El año pasado abrimos uno, porque la señora quiso que se abriera. Encontramos un hueso y tierra y basura. El gobierno para callarnos la boca nos ha mentido porque nos mueve el amor de madre en busca de su hija. No esperen hasta que estén en mis zapatos. Nos están matando a los jóvenes. Hay muchas maneras de decirle a la gente. Es importante lo que les vamos a decir a la gente. Hacerles ver en el caso del feminicidio se está dando en todas partes. El punto es que hay una guerra contra el pueblo, están asesinando a muchas personas.



Tejiendo la resistencia para remecer el país

En conclusión un compañero comentó al auditorio que al venir para acá, observaba a Lourdes que estaba tejiendo una bolsa. Eso me hizo pensar mucho como la resistencia es como un hilo, un solo hilo pero aún no está construido. Tenemos que tejer esa resistencia que están haciendo muchos compañeros a lo largo del país. Ya no debemos tolerar que en el país se siga derramando la sangre de mujeres, de los pueblos originarios, la sangre de los jóvenes por el mismo Estado. La Red Nacional de Resistencia tiene esa tarea. Algo positivo es que venimos de otras partes aprendiendo de otras luchas y compañeras, no solo escuchando sino quedando en planes. La tarea de hacerlo ahora es muy importante. ¡No más luchas aisladas! Esta primera Conferencia y la segunda Semana Nacional de Resistencia son para aprender a luchar y entretejer. Ya planteamos tareas. Hay una emergencia nacional: más de 120 mil asesinados, 25 mil desaparecidos, 30 mil feminicidios. Hay que lograr que esta Semana Nacional de Resistencia “¡Alto a la Guerra contra el Pueblo!” remezca el país. Discutimos quien es el culpable de esta guerra y señalamos que hay un sistema que necesitamos desenmascarar y denunciar.

La Conferencia juntó luchadores de diferentes partes del país para fortalecer la resistencia y luchar por un salto en la amplitud de la segunda Semana Nacional de Resistencia y su impacto en la sociedad. Hay mucho que hacer y necesitamos multiplicar esfuerzos y desatar la participación activa de todos los que consideran intolerables estos crímenes en diversas formas de protesta. Hace falta lograr que millones conozcan los crímenes que el Estado sigue cometiendo y solapando; que en vez de sospechar de las víctimás o culparlas, las defendamos y pongamos al Estado en el banquillo de los acusados; que miles se unan a denunciar activamente esta guerra, y que transformemos el actual ambiente de temor y desánimo en otro de coraje, aliento y esperanza. Como dice el Llamado Urgente, “¡BASTA YA! El pueblo consciente y organizado puede y debe luchar por otro futuro muy distinto y liberador.”

¡Alto a la guerra contra el pueblo!
¡Alto a la guerra contra la mujer!
¡El Estado no es omiso, es criminal!
¡Por un torrente de lucha en la Segunda Semana Nacional de Resistencia del 20 al 26 de octubre!




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