Es completamente intolerable. Piensa lo que está
pasando: innumerables asesinatos, desapariciones y tortura por parte de la
policía y fuerzas armadas, en casos como Ayotzinapa, Tlatlaya, Apatzingán,
Tanhuato y tantos más. Una ola creciente y horrorosa de feminicidios,
violaciones, esclavización sexual y de ver y tratar a las mujeres como “putas” y
“perras". El despojo, discriminación y la opresión de los pueblos indígenas.
La cacería de migrantes centroamericanos por la Migra mexicana coludida con el
crimen organizado y comandada por el imperialismo estadounidense. La
destrucción del medio ambiente y la amenaza al futuro del planeta y de la raza
humana por el calentamiento global. Y es tanto más intolerable porque todo
esto, y muchos crímenes más, son completamente innecesarios. Porque la causa
fundamental de tantos ultrajes y horrores es el actual sistema
capitalista-imperialista mundial en que estamos inmersos, y es posible y
necesario, como analizamos en el folleto La revolución liberadora, acabar
con ese sistema y lograr otra sociedad completamente diferente y mucho mejor,
una sociedad socialista como base de apoyo para la lucha por la emancipación de
toda la humanidad.
Es como un hombre que tratara de convertir a un tigre
en vegetariano. Cada día le preparaba una bonita y nutritiva ensaladita. Hasta
que a los tres días el tigre se lo comió. Porque la naturaleza del tigre no es
vegetariana, es carnívora. Este sistema es mucho más feroz y carnívoro que
cualquier tigre: por naturaleza come y degrada y destruye a seres humanos por
millones en todo el mundo. Lo iluso es pensar que puede cambiar de naturaleza.
Lo realista es acabar con él por medio de la revolución comunista.
Esta revolución no sólo es posible sino que ha
existido: la gente pudo crear otra sociedad socialista mucho mejor en las
revoluciones comunistas del siglo pasado en Rusia y China. Lograron grandes
avances y también cometieron algunos errores. Pero estas primeras experiencias
fueron finalmente derrotadas no principalmente por sus errores, sino por la
mayor fuerza relativa del sistema capitalista-imperialista mundial. Es como
pasa en otras esferas, como en el boxeo. Una boxeadora o boxeador joven y poco
experimentado suele ser derrotado por otro de mayor edad y experiencia. Pero,
¿qué pasa con el tiempo? La persona más grande entra en un proceso de
decadencia, la luchadora joven crece en experiencia y conocimientos hasta
finalmente poder vencer a su contrincante.
Ya hace tiempo que el sistema actual ha entrado en
decadencia, y de los avances y reveses de las revoluciones del pasado hemos
crecido en experiencia y conocimientos, concentrados en la nueva síntesis del
comunismo desarrollado por Bob Avakian. Esta nueva síntesis, como toda ciencia,
necesita seguir desarrollándose y aplicándose a las condiciones concretas, y
nos da el método y la guía para poder avanzar mucho más y mejor en una nueva
ola de revoluciones liberadoras aquí y en todo el mundo.
Sin embargo, enfrentamos una gran contradicción, un
gran problema: mientras la necesidad de la revolución es más grande y urgente
que nunca, son relativamente reducidas las fuerzas que luchan ahora por ella. Y
en las circunstancias actuales, no es pan comido ganar y organizar a otra gente
para la revolución. Esto se debe, entre otras cosas a los reveses del
socialismo en el mundo y las dinámicas tan destructivas en que este sistema nos
tiene atrapados, mientras los grandes medios de comunicación, la escuela, las
iglesias y tantas formas más, nos han lavado el coco en diversos grados a todos:
de que la culpa de todo la tenemos nosotros mismos, de que las grandes
revoluciones socialistas fueron un fracaso o una tiranía, de que siempre ha
habido y siempre habrá ricos y pobres, de que el problema es la naturaleza
humana y una sarta de mentiras más.
No es que la gente esté contenta. Existe un gran
hartazgo con la situación entre gran parte de la gente, que a veces se expresa
en formas perjudiciales de conflictos y violencia entre la misma gente, pero a
veces irrumpe contra el verdadero enemigo como en las grandes manifestaciones por
los crímenes contra los normalistas Ayotzinapa.
En el caso de Ayotzinapa cientos de miles tomaron la
calle, artistas e intelectuales tomaron partido con los normalistas y sus
padres y muchísima gente comenzó a hablar abiertamente de temas anteriormente
callados como las otras decenas de miles de desaparecidos. La gente protestó,
el gobierno maniobró, y no son pocos los que sacaron la conclusión de que “no
se puede hacer nada, porque el gobierno no va a hacer nada”. Claro que el mismo
Estado que asesinó y desapareció a los normalistas no va a hacer nada bueno.
Pero eso no quiere decir que NOSOTROS no podemos hacer nada, sólo demuestra que
tenemos que hacer algo más grande y difícil: derrocar a ese Estado y al sistema
que sirve y edificar otro mucho mejor. Es solamente con ese entendimiento y
visión que se podrá forjar un movimiento que se sostenga y crezca hasta que
podamos liberarnos de este sistema y todos sus horrores.
No es cierto que no se puede hacer nada, y esa idea en
realidad fortalece al sistema y a las clases dominantes. Así nos quieren,
aguantando sus crímenes y resignados a que “así será". Pero ellos, los grandes
capitalistas y sus políticos, bien saben que las cosas pueden salir de su
control, bien saben el peligro que corren ante el pueblo. ¿Por qué movilizan a
docenas de miles de chotas y ejército, golpean y reprimen, giran órdenes de
aprehensión por docenas y hasta matan para tratar de obligar a los maestros a
tomar un estúpido examen mal escrito que no tiene nada que ver con la calidad
de la educación? ¿Porque piensan que la gente no puede hacer nada? No. Porque
luchan por quebrantar la protesta y resistencia a cualquier precio, porque bien
saben los peligros que corre su sistema si la lucha crece y sobre todo si una
parte se vuelve cada vez más revolucionaria.
La base material para la revolución está en las
contradicciones y crisis del mismo sistema que está creando una situación
intolerable para cada vez más personas. Pero hacen falta quienes no teman
decirle a la gente la verdad, incluso a contrapelo de las ideas equivocadas
entre la misma gente, inculcadas por este sistema. Hacen falta quienes les
digamos la verdad de que este sistema ya valió y que es posible y necesaria la
revolución para crear un mundo mucho mejor. Hacen falta quienes organicemos a
la gente para esa revolución.
El pasado octubre organizamos en una colonia popular una
manifestación de "¡Alto a la guerra contra el pueblo!" en que los
revolucionarios planteamos activamente la necesidad de la revolución comunista.
No fue todo lo que queríamos, ni en cierto sentido todo lo que se pudo haber logrado,
y estamos sacando las lecciones para hacer mejor nuestro trabajo en el futuro.
Fue relativamente pequeña y fueron pocos los vecinos que participaron
activamente. Pero lo interesante fue que encontramos que con todo y así dio
aliento a mucha gente, y aún más algunos se sorprendieron ante el apoyo de sus
vecinos, que pensaban estaban apáticos, o “viciados”. Cambió en eso
parcialmente la situación en esa colonia y en el pensar de algunos sobre la
posibilidad de cambiar la situación. No por eso van a sumarse automática o
fácilmente a las filas de la revolución, pero demuestra el potencial que existe
debajo de la superficie y demuestra que las cosas sí pueden comenzar a cambiar
si los revolucionarios estamos dispuestos a luchar contra viento y marea por lo
que realmente hace falta y organizar a la gente para eso, uniéndonos a la vez
con aliados de diversos puntos de vista.
En esta lucha contamos con algo fundamental: la
realidad. La realidad de este sistema, que comete y cometerá crimen tras
crimen, horror tras horror hasta su fin. Y la realidad de que la única salida
real es la revolución. Pero no podemos comprender esta realidad a fondo ni
lograr que otros la comprendan sin ciencia, sin estudiar y aprender el método
científico de la nueva síntesis del comunismo. Sin esta ciencia quedaríamos
como el Chavo del Ocho frente a la Chilindrina: engañado una y otra y otra vez
hasta que finalmente se enoja… sólo para caer después, otra vez, en las mismas
trampas. Sin ciencia lo mismo le pasa a la gente, caen en las trampas de que
otro partido electoral o candidato resolverá los problemas o de la ilusión
falsa de "cambiar el mundo sin tomar el Poder" y tantos callejones
sin salida más. Pero con un método científico, el Chavo del Ocho podría analizar
lo que le pasa, llegar a comprender la naturaleza tramposa de la Chilindrina y
evitar sus trampas. Y con un método científico podremos comprender la
naturaleza de este sistema, evitar sus trampas y avanzar hacia la solución real.
La revolución comunista no es simplemente una ocurrencia u opinión de alguien,
surge y se basa —tiene que basarse— en un análisis científico de la naturaleza
de esta sociedad y la posibilidad real de otra mucho mejor.
La ciencia no es algo incomprensible que solo unos
cuantos genios pueden entender. La ciencia sí incluye cosas complejas, pero el
método científico y los elementos básicos de la ciencia los podemos captar y
aplicar todos. Con el esfuerzo, con el apoyo de los comités colectivos de
práctica y estudio del movimiento para la revolución, y con la guía de la Organización
Comunista Revolucionaria, todos pueden comprender la ciencia, desarrollar su capacidad
de aplicarla y ganar a otros para la revolución y el comunismo.
Es momento de decidirse. Quedarse con los brazos
cruzados o contentarse con “poner nuestro granito de arena", como quien
dice, con la excusa de que supuestamente no se puede lograr gran cosa, condenaría
a todos y a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos a seguir padeciendo los
crímenes y horrores de este sistema hasta la posible destrucción del planeta y
de la misma raza humana.
O podemos elegir el camino más difícil de basarnos en
un entendimiento científico de la realidad y atrevernos a luchar para que otros
la entiendan y se organicen en la lucha revolucionaria que podrá abrir una
nueva y luminosa etapa en la historia humana. Ese futuro depende de la decisión
de cada uno de nosotros. Depende de ti.
La gente está sufriendo innecesariamente en todo el
mundo. Atrevámonos a hacer lo realista: atrevámonos a luchar por la revolución
liberadora.
¡El problema es el sistema
capitalista-imperialista, la solución es la revolución!
¡Luchar contra el Poder y
transformar al pueblo para la revolución!
Organización Comunista
Revolucionaria, México
auroraroja.mx@gmail.com aurora-roja.blogspot.com
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