Una calle inundada en Mumbai, la India. 29 de agosto. Foto: AP |
2 de septiembre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
De ver las
noticias en Estados Unidos uno no sabría que hoy mismo en la India, Bangladesh,
y Nepal hay 41 millones de
personas azotadas por
devastadoras inundaciones causadas por el extremo monzón (el término que se usa
en Asia para los huracanes). En la última semana, 1200 personas han muerto y
millones están desamparados. ¡La
tercera parte del país de
Bangladesh está sumergido en agua! Toda la región del sur de Asia está en una
crisis grave.
Según la
Federación Internacional de la Cruz Roja, 8,6 millones de personas han sido
afectadas, y en Bangladesh por sí sólo hay 715.000 residencias destrozadas. Un
vocero de la Cruz Roja en India le dijo al periódico inglés, The Independent: "La
enorme inundación ha estremecido a la población. Esta es una zona en la que la
gente está acostumbrada a inundaciones, pero las personas dijeron que esto está
a una escala distinta... No hubo ninguna advertencia y los aguaceros empezaron
por la noche. La gente tuvo que fugarse con lo que podía cargar. Todo el mundo
trata de sobrevivir y solo piensan en mañana, pero la reconstrucción será
lenta".
En los campos
vastos del sur de Asia, la vida depende de la agricultura de subsistencia.
Ahora, decenas de miles de pequeños granjeros se han quedado literalmente sin
nada. Sin hogar ni tierra, muchos probablemente vayan a terminar viviendo en
las gravemente congestionadas ciudades de la región, sin posibilidades de
encontrar trabajo a medida que las economías de esos países sigan decayendo
debido a la devastación.
Mumbai es la
ciudad más poblada de India con 18 millones de residentes. Por lo mínimo la
mitad de ellos vive en los enormes barrios marginales empobrecidos y en
expansión, y generaciones enteras siguen siendo obligadas a salir de las zonas
rurales empobrecidas. Ahora esos millones de personas están debajo del agua,
con las ya descompuestas carreteras, escuelas y servicios públicos fuera de
servicio.
La escala de la
destrucción y del sufrimiento humano no tiene palabras. Bangladesh es uno de
los lugares más densamente poblados del mundo. Más de 163 millones de personas
viven atestadas en una zona de aproximadamente 144 kilómetros cuadrados.
(Bangladesh tiene seis veces más seres humanos que Texas en un espació de un
cuarto del tamaño de Texas).
Al igual que el
huracán Harvey en Texas y Luisiana, hay evidencia de que las enormes tormentas
que han azotado la región este verano han sido agravadas por el cambio
climático impulsado por el sistema capitalista mundial. (Por ejemplo, vea aquí, en inglés).
Encima, esta es
una región del mundo donde las economías y estructuras gubernamentales
capitalistas sirven al orden imperialista mundial adicto a las ganancias y
dependiente de ellas, lo que quiere decir la supresión violenta de los
oprimidos así como las leyes y el desarrollo que facilitan la intensificación
de la explotación global de campesinos y trabajadores. Estos régimenes son
sumamente corruptos, imponen la represión salvaje y la persecución de las
minorías étnicas.
Bangladesh es el
modelo de un país donde el imperialismo ha tergiversado las economías, el
desarrollo, la cultura y las condiciones de vida. Hay 3,5 millones de obreros
que trabajan como esclavos en las maquiladoras de la costura produciendo ropa
para Estados Unidos y Europa, una industria que produce el 80% de las
exportaciones de Bangladesh. El 85% de esos obreros son mujeres. La megaciudad
de Daca cuenta con 18 millones de habitantes en la región metropolitana. Los
enormes barrios marginados de Daca no cuentan con alcantarillado o servicios de
sanidad modernos. Las letrinas improvisadas se vacían directamente en las vías
de agua. Los monzones anuales causan con regularidad inundaciones que resultan
en que la gente literalmente tiene que vivir en la mierda, y las enormes
tormentas aún más grandes de este año dejarán a muchos más al borde de la
sobrevivencia. Decenas de miles de personas en Bangladesh, inclusive 50.000
niños, mueren cada año de enfermedades prevenibles como la cólera, diarrea,
disentería y tifoidea.
Estas son
sociedades en perpetuo tumulto, y los que viven en esa región sufren todo tipo
de desplazamiento y pobreza impulsados por el funcionamiento del imperialismo.
Por ejemplo, en sólo la última semana, decenas de miles de musulmanes rohinyás
de Myanmar (anteriormente Birmania) se han fugado cruzando la frontera hacia Bangladesh, buscando refugio de las
masacres cometidas por las fuerzas armadas de Myanmar.
Estos gobiernos
no están equipados de ninguna manera para atender a las víctimas de tales
desastres, ni mucho menos para atender el sufrimiento diario de billones de
personas en la región.
Es una región
del mundo que clama por una auténtica revolución.
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