Covid-19: La apuesta a la muerte

Personal de salud exige realizar pruebas y recibir insumos de protecciòn

Le insistían en que no tenía Covid-19 y que no se preocupara hasta pocos días antes de su muerte. Pedro Alejandro trabajaba en un call center (centro telefónico) dedicado a cobrar adeudos del Grupo Salinas, uno de los grupos empresariales favorecidos por el gobierno de López Obrador con el manejo de las tarjetas para programas sociales, entre otros. Como en otras empresas asociadas con el Grupo Salinas, se insistía en que los trabajadores siguieran trabajando, a pesar de la contingencia sanitaria y de ser actividades “no esenciales”, so pena de perder su trabajo.

Pedro empezaba a sentirse mal el 23 de marzo. Llamó a la Línea Covid-19 establecido por el gobierno y le dijeron que era solo una gripa, que no necesitaba ir al hospital. El 6 de abril ya no pudo ir a trabajar: tenía la temperatura alta, grave dificultad para respirar y tos, los síntomas típicos de Covid. Llamó por quinta vez a la Línea oficial y le dijeron lo mismo. Decidió ir a la Clínica 92 del IMSS, pero los doctores le dijeron que no había que preocuparse y que volviera a casa con una receta de paracetamol e ibuprofeno. La enfermedad siguió empeorando hasta el punto en que ya no pudo respirar ni mantenerse de pie. Llamó otra vez a la Línea Covid-19 y le dijeron lo mismo, que no era Covid. Ya no confiaba y pidió a su esposa que lo llevara al hospital. Cuatro días después, Pedro murió de Covid-19.[1]

Esto fue criminal. Y no es un incidente aislado. Nos dice mucho de la naturaleza de un criminal sistema económico capitalista que pone las ganancias por encima de la vida de la gente — la empresa seguía abierta incluso después de la muerte de Pedro y otro empleado. Nos dice mucho de la Línea Covid-19 oficial que trata de disuadir a la gente a buscar tratamiento por los limitados recursos del raquítico sistema de salud público que suele estar al tope incluso en los mejores momentos.

Son esenciales las pruebas masivas para salvar vidas, pero el gobierno mexicano rehúsa aplicarlas

También nos ilustra la naturaleza criminal de la política del gobierno de no aplicar ampliamente las pruebas para detectar esta nueva enfermedad altamente contagiosa. Si se hubiera aplicado la prueba cuando Pedro presentaba los primeros síntomas, los trabajadores hubieran tenido más bases para insistir en que se cerrara la oficina, tal vez evitando así lo que sucedió: la infección de varios otros empleados y la muerte de Rodolfo Huby Cruz Juárez, de 30 años de edad, dos semanas después de Pedro. Tal vez el mismo Pedro Alberto hubiera recibido mejor tratamiento a tiempo y tenido más posibilidades de sobrevivir la enfermedad.

La oposición del gobierno a la aplicación de pruebas masivas y el rastreo y aislamiento de casos significa la multiplicación de infecciones y muertes innecesarias, sobre todo entre los trabajadores, migrantes, indígenas, presos y gente pobre en general. El plan actual del gobierno de reabrir la economía a una “nueva normalidad” sin estas medidas conlleva el riesgo de una propagación aún más rápida de la enfermedad, que ya está en un punto álgido en muchas partes del país.

Es esencial denunciar la criminal política actual del gobierno y exigir por todas partes la aplicación de pruebas masivas y rastreo de casos para salvar vidas, como parte de denunciar la naturaleza criminal del actual sistema capitalista y la necesidad de la revolución.


Toda la evidencia científica indica que el nuevo coronavirus saltó de animales (originándose a lo mejor en murciélagos), como también ocurrió con la influenza porcina y la aviar, por ejemplo, y que no fue "creado" por nadie. Constituiría un reto serio incluso para un auténtico Estado socialista revolucionario. Sin embargo, el funcionamiento del actual sistema capitalista-imperialista mundial levanta una serie de obstáculos a una respuesta racional al virus, ya que este sistema se rige por la competencia por las ganancias inmediatas y no por la cooperación, las necesidades del pueblo ni la planificación a largo plazo.

La Organización Mundial de la Salud ha insistido desde el principio en la necesidad de pruebas masivas

Desde el principio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha insistido en la importancia decisiva de realizar pruebas masivas y rastrear casos en combinación con las medidas de confinamiento y distanciamiento social. Como enfatizó el director general de la OMS el 16 de marzo pasado:

Hemos asistido a una rápida escalada de las medidas de distanciamiento social, como el cierre de escuelas y la cancelación de eventos deportivos y otras concentraciones de personas.‎
Sin embargo, no hemos visto una escalada lo suficientemente rápida de las medidas de detección, aislamiento y rastreo de contactos, que son la columna vertebral de la respuesta.‎
Las medidas de distanciamiento social pueden ayudar a reducir la transmisión y a evitar que los sistemas de salud se vean superados… ‎
Pero por sí solas no bastan para poner fin a esta pandemia… la forma más eficaz de prevenir las infecciones y salvar vidas es cortar las cadenas de transmisión. Y para lograrlo hay que hacer pruebas y aislar.
No se puede combatir un incendio con los ojos vendados. Y no podemos detener esta pandemia si no sabemos quién está infectado. ‎
Tenemos un mensaje muy sencillo para todos los países: pruebas, pruebas, pruebas.‎
Hay que hacer pruebas a todos los casos sospechosos. ‎
Si dan positivo, hay que aislarlos y averiguar con quién han mantenido contacto cercano durante los dos días previos al desarrollo de los síntomas, y hacer pruebas también a esas personas.[2]

Las experiencias de diversos países demuestran la necesidad de pruebas masivas

La experiencia ha confirmado esta conclusión. En los países donde se ha implementado un riguroso programa de pruebas masivas, rastreo y aislamiento de casos, además del distanciamiento social, como en Corea del Sur, Singapur, Nueva Zelanda, Islandia y otros, se ha podido contener la propagación del virus y salvar vidas.[3] En cambio, en otros casos donde no se han aplicado o no se han aplicado a tiempo las pruebas masivas y rastreo de casos en combinación con el distanciamiento social, como en Estados Unidos, Italia, España y otros, los resultados han sido horrorosos.

A partir de estas experiencias, muchos especialistas y otros han remarcado la importancia de la aplicación oportuna de pruebas. Por ejemplo, el profesor de Epidemiología de la Universidad de Hong Kong, Benjamin Cowling nota que mientras Corea del Sur venía realizando 10 mil exámenes al día, "Italia está enfocando sus tests en las personas que ya están bastante enfermas en el hospital" — podemos agregar, igual como lo hace México ahora. "Corea del Sur está intentando hacer pruebas a la mayor cantidad de gente posible, incluso quienes tienen síntomas leves, para aislarlas y que así no transmitan infecciones a la comunidad. Pero en el caso de Italia… hay muchas infecciones y muchas de ellas que no se saben". Y con esto han vivido una pesadilla de muertes, el colapso de los servicios médicos y gente muriéndose en casa, sin quien recoja los cadáveres.[4]

Los números son llamativos: hasta el 17 de mayo de 2020, Italia tiene una cifra oficial de 31,908 muertes. Corea del Sur, en cambio, tiene solo 262 muertes.[5]

Otro tanto podría decirse de Estados Unidos, que ha llegado a tener (al 17 de mayo) 89,123 muertes y casi millón y medio de contagios de Covid-19.[6] Una multitud de fuentes han señalado que la falta de pruebas fue un factor importante en la expansión rápida de la enfermedad. Por ejemplo, Thomas Tsai, cirujano e investigador de políticas de salud de la Universidad de Harvard, señala que "Gran parte de la culpa de la situación se debe al retraso en las pruebas en Estados Unidos. Estábamos al margen, viendo cómo la pandemia se desarrollaba, sin capacidad para hacer tests e identificar casos antes. Y eso resultó en la propagación masiva de covid-19 por todo Estados Unidos".[7]

La realidad de la situación finalmente llevó al régimen fascista de Trump/Pence, que había menospreciado mucho el peligro de la pandemia, a comenzar a realizar pruebas más amplias, ya de manera tardía y todavía en cantidad insuficiente. México lleva un retraso de 4 o 5 semanas en el desarrollo de la pandemia en comparación de Estados Unidos. Todo indica que repetir el error de otros países de no aplicar a tiempo las pruebas masivas y el rastreo de casos ha llevado y llevará a cada vez más infecciones y muertes innecesarias.

La política del gobierno no corresponde a salvar vidas sino a volver a la “normalidad” económica capitalista lo más pronto posible

La política actual del gobierno mexicano frente a la pandemia de Covid-19 no busca salvar vidas sino simplemente evitar el colapso del sistema sanitario y volver a la “normalidad” económica capitalista lo más pronto posible.

El gobierno aplicó a tiempo una política de “Sana distancia” y “Quédate en casa” que ha contribuido a reducir la velocidad de propagación del coronavirus (aunque sea al precio de hambre y de las privaciones de mucha gente que vive al día que se encuentra de repente sin ingresos o con la necesidad de arriesgarse en la vía pública para sobrevivir). Sin embargo, el propio vocero del gobierno, Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, ha admitido desde el principio que el propósito de la cuarentena no es detener la pandemia sino solo alargarla para tratar de evitar un colapso de los servicios sanitarios.[8]


Sin duda, es importante tratar de evitar el colapso de los servicios sanitarios (aunque está en entredicho si se va a lograr), pero con una política de valorar la vida se aplicarían las pruebas masivas y el rastreo de casos para frenar la propagación del virus y prevenir muertes innecesarias, además del distanciamiento social y un nivel de apoyo económico a la gente mucho mayor que los limitados programas sociales actuales. Y como ya señalamos al principio, su manera de tratar de evitar el colapso de los servicios sanitarios incluye decirle hasta a gente que resulta tener casos terminales de COVID-19 que se quede en casa en vez de internarse. Por eso muchos llegan a internarse con casos ya muy avanzados y graves, con menos posibilidades de sobrevivir.

A pesar de la experiencia internacional y los lineamientos de la OMS, el gobierno mexicano rehúsa aplicar las pruebas masivas porque, argumentan, no son necesarias para evitar el colapso de los servicios sanitarios, que para eso basta con vigilar la cantidad de personas hospitalizadas. Pero ¿por qué frenar el virus y salvar vidas no es una prioridad?

En realidad, a lo que apuntan es lograr la llamada "inmunidad de rebaño". Una estimación del periódico español El País basada en datos oficiales del sistema de salud mexicano indicó que podría haber entre 620 mil y 730 mil contagios en México en vez de los 29,616 reportados por el gobierno hasta el 7 de mayo, o sea más de 20 veces la cifra oficial.[9] Al comentarlo, López-Gatell respondió que "incluso no le ‘extrañaría’ que fueran más los casos”. Y agregó que una amplia propagación de casos leves “sería deseable, ya que entre más personas contraigan el coronavirus —preferentemente las que no tienen mucho riesgo de agravarse—, más personas quedarán protegidas y se alcanzará lo que se denomina inmunidad de rebaño”.[10] Lo que esconde es que una amplia propagación de casos, aunque la mayoría sean leves, también conlleva necesariamente más casos graves y muertes. La “inmunidad de rebaño” quiere decir dejar que la mayoría de la población se infecte, que se muera quien vaya a morir y los demás infectados desarrollen una inmunidad al coronavirus, en vez de tratar de contener la enfermedad para salvar vidas. Esto es completamente criminal.

Opiniones difieren entre especialistas sobre el porcentaje de la población que tendría que infectarse para lograr una hipotética "inmunidad de rebaño" — entre el 60 y el 90 por ciento. Y la OMS y varios especialistas han advertido que todavía no se sabe si después de infectarse la gente tendrá inmunidad ni por cuánto tiempo.

En todo caso, la política actual del gobierno mexicano es una apuesta a la muerte, al rehusar aplicar medidas esenciales que podrían frenar la propagación del virus y salvar vidas. Rehúsan aplicarlas, por una parte, porque no quieren que se sepa la verdadera envergadura y sufrimiento causado por la pandemia, para seguir jactándose de tener la “mejor estrategia” y no arriesgar la estabilidad política del sistema ante el enojo creciente de la gente que experimenta en carne propia la cruda realidad tan distinta al discurso oficial. Como dijo el presidente López Obrador en referencia a reportajes en medio nacionales e internacionales: “¡Cómo mostrar esas situaciones de angustia, de dolor, de tristeza, cómo hacer reportajes sobre panteones, sobre crematorios!”[11] O sea, aparentemente ¡no se debe informar sobre las “situaciones de angustia, de dolor, de tristeza” que está viviendo la gente!

La otra razón, aunque lo niegan, es fundamentalmente porque implicaría un gasto grande de recursos. Como testifica un médico que atiende a pacientes con Covid en terapia intensiva, no se utiliza aquí el antiviral Remdesivir utilizado ahora en otros países porque “es demasiado caro”. También indica que “No es cierto que a los pacientes muertos se les practica la prueba. Es demasiado cara”. Tampoco se aplicó la prueba, incluso a la jefa de servicio del hospital en que él trabaja, al volver de aislamiento por haberse infectado, para ver si todavía podría infectar a otros.[12] O sea, como señalamos en un artículo anterior, para el gobierno mexicano ahora, vale más el dinero que la vida de la gente.[13]

La “nueva normalidad” de la propagación amplia del coronavirus

Exigencias económicas capitalistas también guían el plan del gobierno de “reabrir" la economía por etapas a una "nueva normalidad” en momentos en que las muertes crecen a una tasa de más de mil por semana,[14] incluso según las cifras oficiales que subestiman el número de muertos.[15] Incluso durante el período anterior de contingencia, se clasificaron como “esenciales” los grandes proyectos encaminados a atraer inversiones capitalistas nacionales y extranjeros, como el mal llamado “Tren Maya”, el proyecto transístmico y la refinería de Dos Bocas. Y eso a pesar de la oposición de muchas comunidades indígenas, ecologistas y otros a esos proyectos, así como el mayor peligro de infección para los trabajadores y comunidades aledañas.

Ahora el plan para la “nueva normalidad” incluye clasificar como “esenciales” la rama automotriz (frente a las exigencias de Trump, otros altos funcionarios, y las empresas automotrices estadounidenses), la minería (para continuar con el robo y la depredación de tierras y comunidades indígenas y campesinas, así como la destrucción del medio ambiente por parte de grandes empresas nacionales y extranjeras), así como la construcción (además de los grandes proyectos del gobierno ya mencionados).


Incluso el plan de reabrir este lunes 18 de mayo los llamados “municipios de la esperanza” donde supuestamente no hay casos conlleva el riesgo de propagar más la enfermedad. En la ausencia de pruebas, no se puede saber si realmente no hay casos, sobre todo porque la experiencia internacional indica que 1 en 5 casos pueden ser asintomáticos (no tienen síntomas) pero de todas formas pueden infectar a otros. Con solo un par de casos por municipio, la pandemia podría comenzar a propagarse en varias de estos 269 municipios mayormente rurales que por lo general carecen de servicios de salud y recursos adecuados. Se está jugando con la vida de la gente en algunas de las zonas más pobres del país.[16]

La operación de varias maquilas y otras empresas durante el período de cuarentena, las convirtió en focos de infección.[17] Ya que el plan gubernamental para "reabrir” el país por etapas no incluye pruebas masivas ni rastreo de casos, en toda probabilidad va a llevar a la más amplia y rápida propagación del virus en las zonas abiertas y más muertes innecesarias.

Es una apuesta a la muerte por parte de un gobierno que, como todos los anteriores, representa y defiende el sistema capitalista bajo dominación imperialista. Es un sistema regido por la competencia por las ganancias inmediatas y no por la cooperación, las necesidades del pueblo ni la planificación a largo plazo características de un verdadero sistema socialista. Tal sistema podría enfrentar el desafío de la pandemia de una manera mucho más eficaz, con mucho menos pérdidas de lo más valioso: la vida de la gente. Por eso decimos: exigir pruebas masivas y trabajar para la revolución.

Organización Comunista Revolucionaria, México
18 de mayo de 2020


[1] Arturo Rodríguez García, “La primera víctima de Rascarrabias 911”, Proceso, No 2271, 10 de mayo de 2020.
[2] Nuestro énfasis. “Alocución de apertura del Director General de la OMS en la rueda de prensa sobre la COVID-19 celebrada el 16 de marzo de 2020”, https://www.who.int/es/dg/speeches/detail/who-director-general-s-opening-remarks-at-the-media-briefing-on-covid-19---16-march-2020
[3] La OMS ha señalado que “La experiencia de China, la República de Corea, Singapur y otros países demuestra claramente que una labor agresiva de pruebas de laboratorio y rastreo de contactos, combinada con medidas de distanciamiento social y movilización comunitaria, puede prevenir infecciones y salvar vidas”. “Alocución de apertura del Director General de la OMS en la rueda de prensa sobre la COVID-19 celebrada el 13 de marzo de 2020”, https://www.who.int/es/dg/speeches/detail/who-director-general-s-opening-remarks-at-the-mission-briefing-on-covid-19---13-march-2020.
[4] “Coronavirus: qué hay detrás del alto número de muertes en Italia a causa del covid-19”, BBC News Mundo, 25 marzo 2020, https://www.bbc.com/mundo/noticias-51817327
[5] Cifras compiladas por el New York Times de fuentes oficiales, http://nytimes/interactive/2020/world/coronavirus-maps.html#countries. La cifra para Italia representa un deceso entre cada 1894 personas, mientras Corea del Sur tiene solo uno entre cada 197,081 personas.
[6] Ibíd.
[7] “Coronavirus: cómo Estados Unidos se convirtió en el nuevo centro de la pandemia de covid-19”, BBC News Mundo, 1 abril 2020, https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-5211445, énfasis en el original.
[8] Ver, por ejemplo, Luis Ayala Ramos, “La curva de contagios se ha podido contener pero implica alargar la contingencia: Gatell”,  El Monitor Estado de México, https://www.elmonitoredomex.com/post/la-curva-de-contagios-se-ha-podido-contener-pero-implica-alargar-la-contingencia-gatell.
[9] Jorge Galindo y Javier Lafuente, “La magnitud de la epidemia en México”, El País, 8 de mayo de 2020, https://elpais.com/sociedad/2020-05-08/la-magnitud-de-la-epidemia-en-mexico.html.
[10] "Cifra de muertes por Covid-19 subirá tras confirmaciones pendientes: López-Gatell", Forbes, https://www.forbes.com.mx/noticias-cifra-muertes-por-covid-19-subira-tras-confirmaciones-pendientes-lopez-gatell/.
[11] Alma E. Muñoz y Fabiola Martínez, “Llama AMLO a no relajar la disciplina sanitaria para bajar el pico de contagios”, La Jornada, 16 de mayo de 2020, p. 4.
[12] Ricardo Rápale, “Un turno en terapia intensiva”, Proceso, No. 2272, 17 de mayo de 2020.
[13] Ver nuestro artículo anterior, “¿Cuál vale más, la vida o el dinero? El gobierno mexicano en tiempos del coronavirus”, Organización Comunista Revolucionaria, México, http://aurora-roja.blogspot.com/2020/03/cual-vale-mas-la-vida-o-el-dinero-el.html.
[14] 1414 nuevos decesos del 10 al 16 de mayo, según las cifras difundidas cada noche por el gobierno.
[15] Por ejemplo, Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México, reconoció que “hay más decesos de los que se reportan diariamente por el gobierno de México” porque solo se reportan los que tuvieron una prueba positiva, y una cantidad importante no recibieron la prueba.  Alejandro Cruz Flores, “Los decesos por Covid son más de los que informa el gobierno federal”, La Jornada, 15 de mayo de 2020, p. 29.
[16] Juan Omar Fierro, “’La nueva normalidad’, un ensayo”, Proceso, No. 2272, 17 de mayo de 2020.
[17] Ver, por ejemplo, “De Europa a Ciudad Juárez: el virus que desató contagios dentro de una maquiladora alemana”, Animal político, https://www.animalpolitico.com/2020/04/europa-ciudad-juarez-virus-contagios-maquiladora-alemana/ y “Habrá más contagios, pero den gracias que tienen trabajo: directivos a trabajadores de Grupo Salinas”. Animal político, https://www.animalpolitico.com/2020/04/grupo-salinas-audios-reunion-directivos-trabajadores/.

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