En León la policía violenta sexualmente a una joven y reprimen la marcha que exigía justicia

 
Marcha el 22 de septiembre de 2020 en León exigiendo justicia 

En León, Guanajuato, la policía no solo aterrorizó y violentó sexualmente a una joven, luego reprimieron, con golpizas, ahorcamientos y agresiones sexuales, la marcha que exigía justicia. Evelyn, la víctima de la agresión sexual inicial, denunció por Internet lo que le sucedió el pasado 15 de agosto:

 

Siento que debo contarles algo para evitar que le suceda a alguna otra mujer […] mis amigos querían cenar tacos y les dije que yo me quedaba en el auto, estaba “segura” ¿no? Al lado de la caseta de policías, error. Ellos vieron a alguien de quien aprovecharse, pidiendo que me quitara prendas de ropa para ver que no tuviera drogas conmigo y que era “parte del protocolo”, uno de los oficiales se atrevió a tocarme, comenzó a tocar partes íntimas de mi cuerpo y hacerme preguntas incómodas, no supe reaccionar a eso, estaba rodeada de policías y ninguno me ayudó, yo solo quería que eso terminara, tenía miedo, de que se atreviera a hacerme algo peor, me sentía incómoda, con miedo, intimidada, me invitó a irme con él, me preguntó que si quería tener sexo oral o anal con él, a todo esto respondí que no, él se fue y llegaron más policías, eran demasiados policías yo sentía todo menos seguridad, una vez más se puede ver que la policía no nos cuida […] no les importamos, nos ven como objetos fáciles de los cuales se pueden aprovechar. […]  LA POLICÍA NO ME CUIDA. Siento asco, me siento estúpida, pensé en todas las cosas que pude haber hecho y no hice por miedo, pero no fue mi culpa, JAMÁS va a ser nuestra culpa, son ellos y no me voy a quedar callada, quiero que se haga justicia y que una vez más vean que en México una mujer nunca va a estar segura, si quien dice cuidarlas, es quien abusa de ellas.[1] 

De que no fue un caso aislado, lo demostró el violento ataque policiaco a la marcha del 22 de agosto protestando este crimen, en que la policía, además de golpear indiscriminadamente a muchas mujeres, también abusó sexualmente de varias jóvenes. En la protesta, aproximadamente trescientas mujeres y algunos hombres llegaron para denunciar a la policía y exigir justicia. Realizaron pintas en el lugar donde la policía agredió a Evelyn —en la Plaza Expiatorio y la caseta móvil de policía en frente—, además de derribar y brincar sobre las letras “LEÓN” en la Plaza. 

Cuando finalizó la concentración, se desató una cacería por parte de la policía, primero contra algunas manifestantes y luego prácticamente contra toda mujer “sospechosa”, por su “apariencia feminista” que anduviera por esa zona. Se informó después, con evidencia de una grabación de audio, que el director Operativo de la Policía de León, así como dos comandantes, utilizando las cámaras del C-4, dieron la orden de detener a la mayor cantidad de manifestantes posible.[2]

“Estaban cazando” relata Melissa Esquivas, del periódico electrónico Ágora que cubría la marcha. “Las adolescentes y mujeres fueron brutalmente golpeadas, ahorcadas y pateadas al momento de su detención, mientras les decían frases como ‘no estés de llorona’ e incluso las amenazaron con desaparecerlas. También, adolescentes fueron violentadas sexualmente, la policía las tocó sin su consentimiento, semidesnudó, las amenazaron con tomar ‘selfies’ de ellas sin su consentimiento y con agresiones de policías varones”. [3]


Varias jóvenes detenidas denunciaron que cuando las subían a una patrulla, los policías semidesnudaron a una de ellas, subiendo su falda y rompiendo su blusa, y un agente le metió la mano bajo la falda. Ante sus protestas la golpearon y cuando sus compañeras protestaron también, golpearon a ellas también. Denunciaron que varias otras manifestantes fueron víctimas de agresiones sexuales, además de golpizas y ahorcamientos.[4]

Estas agresiones sexuales, igual que las golpizas y la tortura por parte de la policía, sirven para tratar de intimidar, reprimir y mantener sometidas a las mujeres, y sobre todo a las mujeres rebeldes, a la supremacía masculina (patriarcado). Es el caso con estos y tantos otros puercos policías, que utilizan tanto las agresiones sexuales como las golpizas, la tortura, las desapariciones y los asesinatos para intimidar y reprimir a la gente, y es el caso también con el acoso, las violaciones y agresiones sexuales en general, que no son resultado de nada “biológico”, sino que son maneras de tratar de mantener a las mujeres subordinadas y dominadas por los hombres. Son parte de toda una estructura de opresión a las mujeres en la sociedad en que vivimos y en todo el mundo. Para realmente ponerle fin a tantos crímenes atroces por parte de la policía y otros, hace falta rebelarse, denunciar, luchar y finalmente tumbar toda esta estructura de opresión patriarcal por medio de la revolución.

De este ataque policiaco hubo detenciones arbitrarias de cuando menos 22 mujeres y un hombre. Como denunció Verónica Cruz del Centro Las Libres, “Destaca no solo que la mayoría de las detenidas no son activistas, ni siquiera participantes en la marcha… entre las mujeres que se llevaron hay unas que simplemente pasaban por ahí, hay incluso unas trabajadoras de un Oxxo a las que se llevaron cuando salían de dicha tienda de conveniencia”.[5]


La policía también se arremetió contra las reporteras que documentaban su brutalidad. Como relata Alfonsina Ávila, colaboradora del portal Zona Franca, “Noté una saña particular de las policías hacia otras mujeres”. A las agentes les “molestó muchísimo que grabáramos los actos de violencia, la forma en que golpeaban y pateaban en el piso a las manifestantes”. “Observamos que empezaron a detener a chicas menores de edad. Nos empujaron y nos dijeron que no grabáramos”. Al filmar que pateaban a una joven tirada en el suelo, cinco policías la rodearon y la golpearon “Grité ‘soy prensa’, pregunté por qué me estaban golpeando, y una de ellas me pegó en el estómago”.[6]

Esta saña también por parte de las mujeres policías ilustra que el problema no es solamente una cuestión de “hombres machistas” sino de toda una estructura de opresión a las mujeres y que la policía, sean hombres o mujeres, tiene el encargo de defender esa opresión y reprimir a quien se atreva a rebelarse. Como señala Bob Avakian, el arquitecto de la nueva síntesis del comunismo, “El papel de la policía no es de servir y proteger a la gente, es para servir y proteger el sistema que gobierna sobre la gente. De reforzar las relaciones de explotación y opresión, las condiciones de pobreza, miseria y degradación que el sistema ha impuesto sobre la gente y está determinado a mantenerla allí. La ley y el orden que representa la policía con toda su brutalidad y asesinato es la ley y el orden que refuerza toda esta opresión y locura”.[7]


Y ese preciso papel de la policía lo remarcó el secretario de Seguridad Pública de Guanajuato, Álvar Cabeza de Vaca, que trató de justificar la represión policíaca en León al declarar que “No podemos convertir a León, a Guanajuato, a Celaya ni a Salamanca en un manifestódromo violento, como la Ciudad de México”.[8] Ah sí, “los violentos” son las manifestantes que denuncian la repugnante agresión sexual por parte de la policía y hacen algunas pintas — no son los y las policías que las golpean, las ahorcan y las agreden sexualmente en defensa precisamente de la opresión de las mujeres y del sistema que la impone.

La amplia protesta finalmente obligó a las autoridades a despedir y vincular a proceso a dos de los policías que agredieron a Evelyn, aunque no ha habido una condena todavía y los criminales que ordenaron el cruel ataque a la marcha siguen hasta la fecha en plena impunidad. Esta concesión a regañadientes por parte de las autoridades demuestra que las protestas sí pueden tener un impacto, a la vez que ilustra que el sistema de dominación sigue intacto. La furia y el poder expresados en las protestas contra la opresión a las mujeres en León, en todo el país y en todo el mundo son bases esenciales para seguir avanzando y forjar una fuerza poderosa de millones para hacer la revolución que finalmente barrerá de la faz de la tierra esta y toda forma de opresión y explotación.

Aurora Roja, voz de la Organización Comunista Revolucionaria, México

auroraroja.mx@gmail.com                 aurora-roja.blogspot.com

 Bajar el texto en pdf: Leon-Evelyn.pdf



[1] Ivonne Ortiz, “El caso de Evelyn: una historia que alertó a colectivos feministas”, La Silla Rota; 23 de agosto de 2020.

[2] “La orden de arrestar a feministas en León se dio tras protesta: activista”, La Jornada, 27 de agosto de 2020.

[3] “Me cuidan mis amigas, no la policía: violaciones a los derechos humanos en León”, Animal Político, 7 de septiembre de 2020.

[4] Policía de León tortura y arremete sexualmente a adolescentes; hace redada tras manifestación feminista”, poplab.mx, 23 de agosto de 2020.

[5] Sitio web PopLab, 28 de agosto de 2020

[6] “Reporteras confirman denuncia; Policías de León actuaron con ‘saña’ contra mujeres, acusan”, La Jornada, 25 de agosto de 2020.

[7] Lo BÁsico, 1:24.

[8] “Guanajuato no será ‘manifestódromo violento’ como la CDMX: titular de la SSP”, 27 de agosto de 2020.


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