La encrucijada que enfrentamos y la lucha por sacar al régimen fascista

 

Algunos puntos de orientación para esta coyuntura


Actualizado el 14 de noviembre de 2020 | revcom.us


Nota de la redacción, 13 de noviembre de 2020: Joe Biden ha ganado las elecciones — tanto el voto popular como el voto en el Colegio Electoral. Él ES el “presidente electo” legítimo, algo que han reconocido muchos líderes mundiales así como fuentes noticiosas importantes, entre ellas la Associated Press (AP), el Noticiero NBC, la CNN, el New York Times y el Noticiero FoxCelebraciones justas estallaron por todo Estados Unidos, entre las personas que odian a este régimen y desean ver un fin a esta pesadilla. No debemos ceder ningún terreno a los fascistas en esta victoria obtenida con dura lucha bajo estos términos: ¡Biden ganó, Trump perdió, que sigamos ADELANTE sobre esa base!

Como señaló Bob Avakian el 1º de agosto en su declaración histórica, SOBRE LA SITUACIÓN CRÍTICA INMEDIATA, LA URGENTE NECESIDAD DE EXPULSAR AL RÉGIMEN FASCISTA DE TRUMP Y PENCE, VOTANDO EN ESTAS ELECCIONES, Y LA NECESIDAD FUNDAMENTAL DE LA REVOLUCIÓN, una victoria de Biden en las elecciones “crearía condiciones mucho mejores para seguir librando la lucha contra todo lo que representa el régimen de Trump y Pence y toda la opresión e injusticias de este sistema, y eso sería un gran regalo para la gente del mundo”.

De acuerdo con las leyes electorales estadounidenses, para formalmente confirmar la victoria de Biden, aún tiene que someterse a varios niveles de certificación, de parte de las personas designadas al Colegio Electoral (“electores”) provenientes de varios estados que confirman sus votos, y mediante varios otros procedimientos en el laberinto de los procesos electorales estadounidenses1. Repetidamente, Trump ha cuestionado, disputado y amenazado con impugnar estos resultados, con el desenvolvimiento actual de una estrategia cuasi legal-política para pervertir el proceso, deslegitimar los resultados y tratar de revocar los resultados de las elecciones. Estas acusaciones, aseveraciones y demandas judiciales son totalmente engañosas, y no tienen ningún fundamento en la realidad, pero no obstante Trump y sus golpeadores fascistas, dentro y fuera del gobierno, siguen persiguiéndolos en este momento. Si cualquier cuestionamiento saliera en el proceso de certificar “oficialmente” a Biden, ello sería un gran escándalo y perversión de las cosas.

* La coyuntura inmediata y la lucha por delante:

Al cierre de esta edición, Joe Biden va al frente del voto popular con un margen muy amplio de más de cuatro millones de votos, y ha ganado el voto en el Colegio Electoral, según declaraciones de las fuentes noticiosas grandes. Si bien unos pocos estados clave tipo “de contienda decisiva” como Georgia y Arizona quedan por declararse, si éstas fueran elecciones normales, en ausencia de importantes giros de la marcha de los acontecimientos, Biden estaría en camino a ser el ganador.

En primer lugar, SI realmente el Colegio Electoral certificara “oficialmente” a Biden como el ganador, eso sería un acontecimiento significativo y muy positivo, dado lo que la continuación del régimen fascista de Trump y Pence significaría para la gente del mundo y en Estados Unidos. Como Bob Avakian declaró el 1º de agosto en su histórica declaración, SOBRE LA SITUACIÓN CRÍTICA INMEDIATA, LA URGENTE NECESIDAD DE EXPULSAR AL RÉGIMEN FASCISTA DE TRUMP Y PENCE, VOTANDO EN ESTAS ELECCIONES, Y LA NECESIDAD FUNDAMENTAL DE LA REVOLUCIÓN, una victoria de Biden en las elecciones “crearía condiciones mucho mejores para seguir librando la lucha contra todo lo que representa el régimen de Trump y Pence y toda la opresión e injusticias de este sistema, y eso sería un gran regalo para la gente del mundo”.

Aunque los márgenes del voto en el Colegio Electoral sean muy estrechos y estén en disputa en este momento, e incluso con el hecho de que más de 70 millones de personas votaron por un racista genocida, los términos, el contexto y el marco son diferentes y mejores con una victoria de Biden para la lucha que se necesitaría por delante. La lucha para derrotar a Trump fue y es una lucha en contra del fascismo, una forma de gobierno cualitativamente diferente, que se apoya abiertamente en el terror y la violencia en contra de los que se oponen a este régimen y en contra de todos los que este régimen considera una amenaza, sin la pretensión de permitir el disentimiento y la protesta. Las consecuencias para la humanidad de la consolidación de un régimen fascista en el país más poderoso del mundo son significativas y hasta potencialmente irreversibles.

Una victoria electoral legítima para Biden crearía condiciones mucho más favorables para la resistencia política de masas, para poner al descubierto y movilizarse contra la ilegitimidad del régimen fascista por delante. Esta ilegitimidad proviene tanto del robo de las elecciones por parte de los fascistas, sus continuas amenazas como el uso de la violencia de su parte para respaldar eso, y aún más, los horrores del programa fascista.

No son elecciones normales — y NO es una transición normal

En segundo lugar, no se trata de elecciones normales, con una “transición normal” — la transferencia pacífica de poder que ha sido un elemento central de la democracia estadounidense en el último siglo. “Trump le ha dicho a la gente que no tiene planes de ceder”. Así reza un cintillo importante en el sitio de la CNN; los seguidores cercanos de Trump le han hecho eco, y, al cierre de esta edición, la situación sigue igual.

Esto no es una sorpresa. Trump se negó repetidamente a prometer, cuando se le preguntó, una “transferencia pacífica del poder”. Trump ya ha anunciado de muchas maneras que no reconocerá la integridad de este voto y tiene la intención de luchar en su contra, usando todos los medios legales, cuasi-legales e ilegales. Esto incluye ocupar a los tribunales con demandas falsas, azuzar a sus seguidores golpeadores fascistas y tal vez otras cosas que todavía no hemos anticipado.

Desde la retórica del “púlpito ahuyentador” de mentiras y desinformación, hasta las batallas en las cortes y el azuzamiento de golpeadores fascistas para hostigar y amenazar a las personas que se ofrezcan de voluntarios en el trabajo para que se celebren las elecciones, Trump se propone deslegitimar los veredictos y resultados de las elecciones. Ha forjado una base social fascista mucho más dura y combativa que la que tenía en 2016, en torno a la tríada de la supremacía blanca, la misoginia y Estados Unidos Ante Todo. Ellos sienten que se les están “arrebatando” estas elecciones antes de que hayan tenido la oportunidad de implementar su programa fascista completo. Los asesores de Trump y los fascistas de larga trayectoria como Newt Gingrich han salido en el Noticiero Fox para movilizar a los seguidores fanáticos de Trump, con la promesa (y en esencia el llamamiento) para una “explosión de rabia”. A muchos niveles y en diferentes sentidos, los fascistas planean luchar para retener el poder con el régimen de Trump y Pence — en este momento.

Simplemente confiar en los canales, funcionamiento e instituciones “normales” bien podría ser desastroso.

Así que, para todos aquellos que quieren ver el fin a la pesadilla del régimen Trump y Pence, hay una lucha por librarse, de protestas no violentas de masas que continúen ¡hasta que sea sacado este régimen! ¡Esto es lo que se necesita! NO se debe dejar que los fascistas dominen la “plaza pública” y el discurso público. En combinación con la dominación fascista de los tribunales y de algunas legislaturas estatales importantes que ya existe, eso podría ser mortal. La coalición de los decentes no puede retirarse del campo de batalla política  al contrario, debemos juntarnos, organizarnos y hacer acto de presencia para seguir adelante y completar el principal trabajo que tenemos por delante: sacar a este régimen fascista.

* Una perspectiva más estratégica:

Aunque se haga que Trump se marche, este fascismo no va a desaparecer. El fascismo no sólo es una tendencia profundamente atrincherada y bien organizada en Estados Unidos; se ha metastasizado y ha hecho “avances” en este último período, con el crecimiento y endurecimiento de sus filas. Es casi seguro que intenten volver con más fuerza. Bob Avakian (BA) ha analizado de manera científica, y ha puesto al descubierto las raíces y la textura de este fascista fenómeno, movimiento e ideología, en una serie de obras, lo que nadie que hoy comente el tema ha igualado.

Estas elecciones han suscitado profundas preguntas en relación a esta sociedad. Personas justas y sinceras se están angustiando acerca de cómo es que más de 70 millones de personas votaron por Trump, entre ellas no pocos negros y latinos. Las personas se están enfrentando al espectro de una guerra civil; se están preguntando POR QUÉ los demócratas siguen jugando acorde al “libro de reglas” mientras Trump y los fascistas lo trituran; y además están buscando respuestas.

SÍ QUE EXISTEN respuestas, pero no son fáciles. ¿Cuáles son las raíces de la supremacía blanca, de la supremacía masculina y la masculinidad tóxica, del chovinismo pro estadounidense, del “vividorismo” y de regodearse en la ignorancia que afecta a la gente a lo largo de la estructura social... todas las cuales se erigen como barreras a un mundo donde las personas libre y conscientemente interactúen entre sí y con la naturaleza? ¿Cómo podemos lograr ir más allá de un sistema y sociedad que puede engendrar un Donald Trump y afectar a personas y grupos sociales de modo que una persona tan vil pueda granjearse semejantes seguidores fanáticos de cabeza hueca?

Bob Avakian ha abordado todas estas preguntas, y ha dado dirección, en obras seminales como la película ¡EL RÉGIMEN DE TRUMP Y PENCE TIENE QUE MARCHARSE! En nombre de la humanidad, nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista, Un mundo mejor ES posible, así como en la reciente tanda de obras. BA analiza a fondo y científicamente las raíces del problema y la solución: una revolución real, y la lucha para sacar a este régimen fascista y derrotar a este movimiento fascista como parte de hacer semejante revolución. Si te has angustiado en este último año debido a esta locura, si has luchado en las calles por la justicia — aquí es donde tienes que ir, esto es lo que tienes que explorar2.

* De nuevo sobre la batalla política inmediata por delante:

Hay una lucha dura y feroz que se está perfilando en la sociedad a corto, mediano y largo plazo. A cierto nivel, en concordancia con las dinámicas del avance y consolidación fascista, quizá salgan llamamientos a seguir conciliando con los fascistas, a “cruzar las barreras entre los partidos”, a buscar “entenderse con ellos y su ‘ansiedad’ económica”, a no “incitarlos” a ellos, etc.

¡NO!

Como Bob Avakian ha dicho:

no puede darse ninguna “conciliación” con estos fascistas — cuyas “quejas” se derivan del resentimiento fanático contra cualquier limitación a la supremacía blanca, la supremacía masculina, la xenofobia (el odio por los extranjeros), el chovinismo pro estadounidense rabioso y el saqueo irrestricto del medio ambiente, y que se expresan cada vez más en términos literalmente lunáticos. ¡No puede darse ninguna “conciliación” con esto, salvo de acuerdo a los términos de estos fascistas, con todas las terribles implicaciones y consecuencias de hacerlo!3

Aunque en la sociedad, espontáneamente son fuertes el impulso y el peso de seguir a los demócratas y su orientación, ello conducirá únicamente a un mayor reforzamiento, y consolidación final, del fascismo. Como un hecho claro y simple, reconocer “la humanidad de las personas” que resultaron atrapadas y se dejan atrapar en este fascista marco misógino supremacista blanco tiene que implicar luchar fuertemente con semejantes personas para que rompan con ese fascismo, y NO para “entenderse con ellos” o “tenderles la mano” en alguna conversación idealista “uno a uno”. Tenemos que proceder desde el conocimiento más científico de una profunda división que existe en la sociedad, entre los sectores, concepciones del mundo y programas fascistas y los no fascistas, en contraste con el programa de los demócratas de tratar de pasar por encima de dicha división en nombre de la “unidad”, la “cicatrización” y otras nociones semejantes, especialmente en un momento en que los golpeadores fascistas están preparados, ideológicamente y de otras formas, para movilizarse para algo muy pero muy diferente. Implica polarizar y repolarizar la sociedad con una aguda lucha política e ideológica no violenta contra el monstruo inexorable fascista, su supremacía blanca, su misoginia, su Estados Unidos Ante Todo y su fascismo cristiano.

Una vez más, lo que se necesita, como Rechazar el Fascismo ha llamado a hacer: Es urgente —es más importante que nunca— que rechacemos a este régimen fascista, de manera poderosa y con masas de nosotros, tomándonos las calles en acciones no violentas, creativas y determinadas, que continúen hasta que este régimen se haya marchado y esta pesadilla termine.

 


1. De acuerdo con el estatuto federal, los electores de cada estado se reúnen el “primer lunes después del segundo miércoles de diciembre” —que en el presente es el 14 de diciembre— para emitir sus votos. Luego, el 6 de enero, la Cámara de Representantes y el Senado al nivel federal se reúnen conjuntamente para un conteo formal de los votos. Aunque la mayoría de las personas cree que estos votos deben coincidir automáticamente con el voto popular en cada estado, en realidad hay muchas maneras legales para tratar de circunvenir esto.

2. En este contexto, quisiéramos destacar en particular las siguientes obras:

3. De: No será suficiente votar — Debemos tomar las calles, y permanecer en las calles con la demanda ¡Trump y Pence Fuera Ya!, Segunda parte.

 


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