Ciudad de Gaza: Sacan el cuerpo de un niño de entre los escombros tras un ataque aéreo israelí, 4 de noviembre de 2023. Foto: AP |
* El saldo de muertes en Gaza se acerca a diez mil — cada 10 minutos un niño es asesinado
* Estados Unidos aumenta su apoyo militar —
mientras dice que se preocupa por los civiles
8 de noviembre de 2023 de revcom.us/es
Gaza: El horror continúa. El genocidio se prolonga.
Al cierre de esta edición, el número de muertos en Gaza ascendía a
9.770, en su inmensa mayoría civiles. Unos 3.900 son niños — cada día mueren
420 niños, uno cada 10 minutos. Estas cifras deberían “sacudirnos hasta la
médula”, declaró un funcionario de la UNICEF. Otros 24.158 residentes de Gaza
han resultado heridos.
Gaza es la zona más densamente poblada de la Tierra, y el campo de
refugiados de Jabaliya es la zona más densamente poblada de Gaza; sin embargo,
esta semana aviones israelíes la han atacado repetidamente, alcanzando
hospitales, viviendas, escuelas y refugios de las Naciones Unidas y otros
lugares, matando a casi 200 personas e hiriendo a cientos más, muchos de ellos
niños (véase “Bombardeos
israelíes contra el campo densamente poblado de refugiados de Jabaliya: un
crimen de guerra con apoyo estadounidense”). “En las dos primeras
semanas de la guerra, aproximadamente el 90% de las municiones que Israel lanzó
en Gaza fueron bombas guiadas por satélite de entre 1.000 y 2.000 libras”,
informa el New York Times. Israel ha utilizado el arma prohibida
fósforo blanco, que quema a través de la piel. (Y Estados Unidos ha enviado a
Israel bombas de racimo antipersona, prohibidas por la mayoría de los países,
aunque no por Estados Unidos).
El sábado 4 de noviembre, la aviación israelí bombardeó hospitales y
refugios en la ciudad de Gaza. Una bomba explotó cerca de la entrada del
Hospital Infantil Al-Nasr, matando a dos personas e hiriendo a muchas otras.
Otro ataque alcanzó la escuela Al Fakhura, que se utilizaba como refugio en el
barrio de Jabaliya. Causó 15 muertos y 70 heridos. El director del hospital
Al-Shifa dijo que una docena de transeúntes habían muerto al ser alcanzado un
convoy de cinco ambulancias. La Sociedad Palestina Media Luna Roja calificó el ataque de crimen de guerra.
Más de la mitad de los 2,2 millones de habitantes de Gaza se han visto
desplazados —en su inmensa mayoría sin un lugar seguro adonde ir— debido a los
ataques israelíes, que han destruido más de 8.500 edificios residenciales y
220.000 viviendas. Otras 40.000 viviendas han quedado inhabitables. Al menos
220 edificios escolares han sido alcanzados y 60 están fuera de servicio como
consecuencia de los impactos directos, incluidos tres edificios universitarios.
Unos 88 edificios gubernamentales y 55 mezquitas, tres iglesias. En general, al
menos una cuarta parte de todos los edificios del norte de Gaza parecen
dañados o destruidos en las fotos tomadas por satélite.
Estas cifras pueden resultar asombrosas y difíciles de asimilar. Así que
deténgase usted un momento. Trate de imaginar a los seres humanos allí.
La atención médica como blanco: “Cada día veo miedo
en sus ojos”.
Hasta la fecha, 105 instalaciones médicas han sufrido daños como
consecuencia de los ataques aéreos o los bombardeos, y 27 ambulancias han
quedado destruidas. Dieciséis hospitales y otros 32 centros médicos han quedado
fuera de servicio. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el ejército
israelí ha ordenado la evacuación de 23 hospitales. La OMS ha documentado 82
ataques contra instalaciones sanitarias. El bloqueo israelí de los envíos de
combustible, alimentos, agua y medicamentos a Gaza ha obligado a muchos
hospitales a reducir sus servicios, hasta cerrar, y ha creado una crisis de
agua y saneamiento, por lo que la OMS ha advertido de que “se avecina una catástrofe
inminente para la salud pública” en Gaza.
¿Qué significa esto? El 34% de los hospitales de Gaza y el 71%
de sus clínicas de atención primaria no funcionan, en un momento en el que la
necesidad de atención médica va mucho más allá de lo “normal”.
Y hay algo peor aun.
Los médicos informan de “una oleada de niños gravemente heridos que
ingresan en los hospitales, médicos que operan sin anestesia y morgues
rebosantes de cadáveres”. Hay informes de escasez de alimentos, agua, medicinas
y combustible; aguas residuales que se derraman por las calles, y un aumento de
enfermedades y afecciones respiratorias, especialmente entre los niños.
El Dr. Hammam Alloh, del hospital Al-Shifa, dijo respecto a
los niños: “Todos los días veo un miedo en sus ojos ante el que no puedo hacer
mucho. Es muy doloroso. Si usted tiene hijos, sabe lo horrible que es no poder
consolarlos, asegurarse de que están bien, hacerles albergar esperanzas más allá
de vivir un día más”.
La comida y el agua escasean y el agua es fuente de
enfermedades
Debido al bloqueo israelí y a los bombardeos de infraestructuras
vitales, escasean los alimentos y el agua, así como el combustible necesario
para abastecer de energía a las plantas desalinizadoras, las bombas de agua,
los hospitales y los generadores.
Esto ha creado lo que los habitantes de Gaza denominan una “sequía
provocada por el hombre”. “Todas las necesidades básicas de los seres humanos
se han convertido en un sueño lejano para nosotros”, afirmó uno de ellos. La
falta de agua potable y saneamiento seguro está a punto de convertirse en una
catástrofe”, afirmó el director de la UNICEF. El director de la agencia de la ONU
para los refugiados palestinos declaró que “se ha convertido en una cuestión de
vida o muerte para millones de personas”.
Los ataques aéreos israelíes también han destruido los paneles solares
instalados en los tejados de al menos cinco panaderías del sur de Gaza. Estos
paneles se instalaron para que las panaderías pudieran seguir fabricando pan
para miles de palestinos en medio de los continuos cortes de electricidad. Los
residentes de Gaza informan de que hacen cola durante horas sólo para conseguir
una bolsa de pan de pita para sus familias, y en algunas zonas las colas
comienzan antes del amanecer. Algunos se han visto reducidos a intentar
sobrevivir con dos piezas de pan al día.
La violencia israelí intensifica y se extiende
Israel ha ordenado a los habitantes del norte de Gaza que evacúen hacia
el sur. Sin embargo, ha seguido bombardeando sin descanso el centro y el sur de
Gaza. “Ningún lugar es seguro”, informan los palestinos; toda la población está
aterrorizada por los ataques israelíes.
Los palestinos de Cisjordania no participaron en el ataque de Hamás del
7 de octubre, en el que murieron unos 1.400 israelíes, en su mayoría civiles.
Sin embargo, eso no supuso ninguna diferencia para los fanáticos colonos
israelíes que, con el respaldo de la policía y el ejército israelíes, han
desatado una oleada de terror, asesinatos, toma de tierras y desplazamientos
forzosos, con ataques constantes contra los palestinos, granjas quemadas, casas
destruidas y unos 195 muertos en las semanas transcurridas desde entonces
(véase "Ola de ataques
violentos, toma de tierras y limpieza étnica por parte de Israel contra los
palestinos de Cisjordania").
Un aluvión de mentiras y lenguaje de doble faz de
parte de Israel y Estados Unidos
Ante esta horrible y criminal matanza de palestinos en Gaza y la
creciente indignación mundial, Estados Unidos e Israel afirman en voz alta y
repetidamente que se preocupan por los civiles, por todos los civiles. El
ejército israelí justifica cada ataque con afirmaciones (infundadas) de que su
objetivo era un dirigente, un combatiente, un búnker o una operación de Hamás.
El Presidente de Israel afirma que la suya es una nación que se adhiere “a las
normas de la humanidad” que está luchando contra “quienes practican una
barbarie que no tiene cabida en el mundo moderno”. El consejo editorial
del New York Times amplifica el mensaje, calificando a Israel
de “democracia liberal” que “se ha comprometido, en virtud del derecho
internacional, a proteger a los civiles palestinos mientras persigue sus
objetivos militares”.
Biden y su secretario de Estado, Anthony Blinken, han expresado
repetidamente su preocupación por las vidas de los civiles y han pedido una
“pausa humanitaria”.
Pero, ¿cuál es la realidad?
Israel ha declarado en voz alta que nada va a impedir que continúe su
salvaje asalto contra la población de Gaza. Netanyahu declaró: “He dejado claro
que continuamos con fuerza y que Israel rechaza un alto el fuego temporal que
no incluya la liberación de nuestros rehenes... Israel no permite la entrada de
combustible en la Franja de Gaza y se opone a la transferencia de fondos a
Gaza”.
Una declaración de la autoridad israelí a cargo de los territorios palestinos declara
descaradamente que Israel tiene derecho a continuar su bloqueo de alimentos,
agua, combustible y medicinas porque no tiene “ninguna obligación de
proporcionar bienes y servicios a la organización terrorista Hamás”, y añade:
“Cabe destacar que actualmente no hay crisis humanitaria en la Franja de Gaza”,
rechazando la humanidad de los miles y miles de heridos, enfermos, hambrientos
y desesperados.
¿Y la respuesta de Estados Unidos?
- Biden
pidió más de 14.000 millones de dólares en ayuda militar adicional para
Israel.
- El
gobierno de Biden también está tratando de hacer aprobar una disposición
para que no tenga que notificar al Congreso de futuras ventas de equipo
militar y armas a Israel, incluidos misiles balísticos y proyectiles de
artillería — así facilitando y agilizando las entregas.
- Biden
y el secretario de Estado Blinken han rechazado enérgicamente los
llamamientos a un alto el fuego y han expresado su respaldo a la campaña
sanguinaria de Israel: “En nuestra opinión, un alto el fuego ahora
simplemente dejaría a Hamás en su sitio y en condiciones de reagruparse y
repetir lo que hizo el 7 de octubre”, declaró Blinken en una reciente
cumbre en el Medio Oriente. “Ninguna nación, ninguno de nosotros, puede
aceptarlo”.
- La
vicepresidenta Kamala Harris intervino recientemente: “No vamos a
establecer ninguna condición con respecto al apoyo que damos a Israel para
que se defienda”.
En resumen, Estados Unidos respalda a Israel, y eso significa respaldar
el genocidio. Estas potencias monstruosas están empapadas hasta el cuello en la
sangre del pueblo palestino y si se salen con la suya, se derramará muchísima
más sangre. ¡Esto debe terminar!
Estados Unidos e Israel: ¡Fuera las
manos del pueblo palestino!
Israel: ¡DETENGA el genocida estado
de sitio y guerra contra los dos millones de palestinos atrapados en Gaza! ¡El
imperialismo estadounidense: DEJE de armar de manera sangrienta a Israel!
Hamas no es una fuerza para la
liberación — ¡El pueblo palestino necesita una revolución real!
¡La gente del mundo necesita una
revolución REAL y una forma completamente nueva y emancipadora de vivir!
La gente sigue actuando
El pasado fin de semana se celebraron, en Estados Unidos y en todo el
mundo, más manifestaciones contra esta carnicería. Millones de personas más
están despertando, expresando su indignación y buscando respuestas.
En esta situación, los revcom tienen las respuestas a por qué está
ocurriendo esto y cómo se puede ponerle fin, y la estrategia para hacer
realidad lo que clama urgentemente que se haga, con cada nueva bomba que cae y
cada nuevo grito de dolor. En palabras de Bob Avakian,
Ya no podemos darnos el lujo de permitir que estos imperialistas
continúen dominando el mundo y determinando el destino de la humanidad. Y es un
hecho científico que la humanidad no tiene que vivir así: es posible una forma
completamente diferente de organizar la sociedad, un mundo completamente mejor.
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