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| Monumento a Washington, 5 de noviembre de 2025. Foto: refusefascism.org |
De revcom.us
5 de noviembre: Lanzamiento de “¡Que se largue
Trump YA!”, en la mera sede del poder
Mientras
caminaba desde la estación de tren hacia la manifestación de Rechazar el
Fascismo en la Esplanada Nacional en Washington, D.C., reflexionaba sobre la
enormidad de lo que estaba en juego ese día. Como han venido recalcado el líder
revolucionario Bob Avakian y la organización Rechazar el Fascismo (en que
participan personas de diversas perspectivas), lo que está en juego para la
humanidad es extremadamente importante. La ventana viene cerrándose, pero aún
es posible expulsar al régimen fascista de Trump que amenaza al planeta, en
el caso de que la gente se ponga a la altura del reto. Miles deben
crecer a millones en una lucha no violenta masiva, negándose a ceder o
retroceder hasta que Trump sea sacado del poder.
Hoy se
lanzó esa batalla política. ¿Quiénes participarían? ¿Qué tipo de unidad,
determinación y espíritu se manifestarían? ¿Y saldríamos al final del
día con la fuerza, el potencial y el impulso necesarios para dar rápidamente
los pasos necesarios?
Los asistentes
Aún antes
de siquiera llegar al lugar de la manifestación, conocí a gente de Boston,
Carolina del Norte, y Fresno, California, cuyos carteles, gorras o camisetas
dejaban claro que se dirigían al mismo lugar que yo. Ernie vino a solas, por
avión desde Fresno, California. ¿Por qué? “Bueno, lo de las ayudas del SNAP fue
lo que colmó el vaso… cuando empiezas a matar de hambre a las personas y a
usarlas como palanca, eso ya es el colmo. Tenemos que mantener la presión… no
podemos aflojarla”.
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| Washington, D.C., 5 de noviembre de 2025. Foto: AP |
El Teatro
Sylvan, donde se celebraba la manifestación, es un gran escenario y anfiteatro
al aire libre, a unos doscientos metros del Monumento a Washington, por una
colina cubierta de pasto con una suave pendiente. Según el Servicio de Parques
Nacionales, es un sitio histórico, “un espacio público de encuentro para
música, teatro y manifestaciones sobre la Primera Enmienda durante más de cien
años”. Como diría Sunsara Taylor en su discurso: “¡No hicimos acto presencia
aquí para hacer una declaración, acudimos para hacer historia!”.
Mientras
caminaba por la pasarela curva frente al escenario, aproximadamente una hora
antes de que comenzara la acción, y luego durante todo el día, conocí a gente
de Berkeley, Seattle, Kansas, Idaho, tres pueblos distintos en Carolina del
Norte, Washington D.C., los vecinos estados de Maryland y Virginia,
Connecticut, Boston y Pensilvania, así como de Italia y Alemania.
Tres
mujeres vinieron juntas desde el noreste de Ohio. Dos mujeres habían llegado
por avión desde Butte, Montana. ¿Por qué vinieron? “¿Qué está mal? Todo”.
¿Forman parte de Rechazamos el Fascismo? “¡Pues ya que vinimos, supongo que lo
somos!”
La gente
parecía relajada, contenta de estar entre otras personas decentes y solidarias,
hasta alegres. Al mismo tiempo, el ambiente era serio, y escuché mucha
indignación apasionada y sentida ante la escalada de ataques del régimen de
Trump, y una verdadera corriente de indignación moral que instaba a otros a
alzar la voz.
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| Las Criadas en Washington, D.C., 5 de noviembre de 2025. Foto: AP/Mark Schiefelbein |
Hablé con dos mujeres que formaban parte del Ejército de las Criadas, cuya presencia fue muy fuerte durante todo el día y, de hecho, durante toda la semana. Una temía profundamente por la seguridad y el futuro de su familia LGBT. La otra tenía hijos que habían perdido sus empleos en el gobierno, y su hijo de cuatro años preguntaba por qué no tenían dinero. “¡¿Por qué un niño de cuatro años debería preocuparse por el dinero?!”
Hablé con
una trabajadora de Servicios de Protección Infantil del Noroeste. Su voz
comenzó a entrecortarse al hablar de la situación que enfrentaban sus clientes
y todos: “No quiero que todos los niños pierdan la atención médica y la
alimentación… Estoy aquí por los derechos civiles de todos… Necesitamos detener
el ascenso al poder de [Trump] antes de que se consolide en un régimen fascista
total, porque cuando eso ocurra, todos estaremos en peligro. Cuando atacan al
más vulnerable de nosotros, eso nos afectará a todos y debemos ser responsables
de lo que les ocurra a los más vulnerables, y por eso estoy aquí… No podemos
vivir con esto, necesitamos que esto se largue ya, y creo que si la gente sigue
llegando en masa, tenemos una oportunidad de sacarlos. Eso es lo que ha da
resultado en la historia con otros regímenes y creo que esto también puede
servir”.
Diversidad y unidad
Mientras
hablaba con la gente, la multitud diversa crecía constantemente, de quizás unos
cientos cuando llegué a muchos cientos, cerca del escenario y arriba en la
colina hacia el Monumento a Washington, conforme se acercaba la hora de inicio,
las 11 de la mañana.
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| Monumento a Washington, 5 de noviembre de 2025. Foto: AP |
Había gente con todo tipo de disfraces. Uno iba disfrazado de George Washington con un cartel que decía “Lo desapruebo”. También estaban el diablo, Guy Fawkes y los animales inflables que se popularizaron en Portland, Oregón, para burlarse de la mentira de Trump de que todos los manifestantes eran terroristas “antifa”. Una pareja iba disfrazados de payasos, otro se parecía al Joker de Batman. Y un montón de carteles creativos. Una mujer llevaba un cartel emparedado con denuncias contra Trump. Un joven portaba un letrero hecho a mano: “Un verdadero patriota defenderá a su país contra el gobierno — Thomas Jefferson”.
En medio de
todo esto, se percibía una gran energía y una sensación de unidad —que acogía
las diferencias y la diversidad— y un propósito claro: “¡Que se largue Trump
ya!”. Al mismo tiempo, si bien a muchas de las personas con las que hablé les
entusiasmaba lo que pasaba ese día, especialmente la demanda de “¡Que se largue
Trump ya!”, aún no estaban vinculadas a Rechazar el Fascismo de forma organizativa
ni entendían con claridad su análisis del fascismo ni cómo detenerlo.
Discursos poderosos, ponerse a la altura de los
retos del momento
Es
fundamental escuchar todos los discursos de ese día. Ponen un tono poderoso,
decidido, inspirador y enérgico para toda la jornada y para el futuro. Estos
oradores provenían de diversas luchas y tenían diferentes posturas políticas,
pero se unieron con pasión y entrega a esta crucial lucha política con la única
demanda de que ¡QUE SE LARGUE TRUMP YA!
En varias
ocasiones durante la concentración coreamos un juramento colectivo que los
maestros de ceremonia nos guiaron a recitar: ¡En nombre de la humanidad, nos
negamos a aceptar un Estados Unidos fascista! Este fue uno de los temas
centrales de todo el día, y todos sentimos esa responsabilidad —ese juramento
solemne— con profundidad y pasión, que reflejaba la magnanimidad intelectual
que constituye la esencia y alma de Rechazar el Fascismo.
Entre los
muchos oradores se encontraba Michael Fanone, un expolicía de
Washington, D.C. que fue brutalmente golpeado por fascistas en el Capitolio el
6 de enero de 2021, cuando Trump lanzó su fallida insurrección violenta para
aferrarse al poder. También estuvo presente Baltazar Enríquez, quien asistió
con media docena de personas del consejo comunitario de La Villita en Chicago,
que se encuentra en las primeras líneas de la batalla política contra el ICE.
Tres estudiantes de distintas universidades —una de ellas, que puso en pausa
sus estudios en California para hacer acto de presencia en Washington, D.C. y
organizar la manifestación— hablaron con vehemencia y profundidad. [Vea aquí una lista de los
oradores destacados, y escuche aquí y aquí el programa
completo].
A
continuación, Sunsara Taylor habló en nombre de Rechazar el Fascismo. Su
discurso comenzó con una agitación visceral sobre lo que este fascismo
significa “a todo color” para personas oprimidas de todo tipo. Recalcó tres
grandes verdades:
- Primero,
que no se puede convivir con este fascismo y que éste se está acelerando;
- Segundo,
que no podemos confiar en las elecciones de 2026, las que Trump ya está
intentando subvertir o cancelar — más bien, la esperanza que la gente siente
tras las recientes elecciones debe manifestarse en las calles; y
- Tercero,
que existe una estrategia que Rechazar el Fascismo está aplicando para
expulsar al régimen, una estrategia que puede ganar, pero requiere de TU
participación.
Luego,
recurrió con fuerza al ejemplo de los abolicionistas, quienes desempeñaron un
papel crucial en la abolición de la esclavización del pueblo negro en Estados
Unidos. Lo expresó así:
En un
sentido muy real, nos parecemos a los abolicionistas de antaño. Eran pocos.
Iban por delante incluso de la gente decente de la sociedad. Pero tenían razón.
Decían que
no se podía hacer compromisos con la esclavitud. Había que abolirla.
Lo mismo
decimos hoy del fascismo: no se puede convivir con él. No se puede contener.
Hay que derrotarlo, expulsarlo del poder de manera no violenta.
Vivían en
un país cuyas contradicciones habían llegado a un punto de quiebre.
Nosotros
también.
Cuando
aquellos que ostentan el poder están tan profundamente divididos... cuando
millones de personas se movilizan... cuando el tejido social se desgarra... una
minoría que tiene RAZÓN, que actúa con convicción, que no ceja en su empeño,
esa minoría puede movilizar a millones y cambiar la historia. Esto es lo que es
nuestro objetivo. Esto es lo que estamos lanzando hoy. No estamos presentes hoy
para hacer una declaración. Estamos presentes hoy para hacer historia.
Al final
del mitin, más de 30 Criadas se subieron al escenario mientras la banda Waking
Stone interpretaba su himno “Nos negamos a aceptar un Estados Unidos fascista”.
La banda fue una muy importante presencia cohesionadora e implacable durante
todo el fin de semana. La multitud, que para entonces ya sumaba miles de
personas, se puso de pie y se dirigió hacia el escenario.
Finalmente,
una novedad importante en este mitin —y en este movimiento— fueron las rimas
cadenciosas que cristalizaron principios clave de unidad y ayudaron a forjar
una fuerza coherente entre personas con diferentes puntos de vista. Vea aquí la manera en que las
rimas crearon cohesión entre las personas.
Personalmente,
sentí que la amplia gama de fuerzas y perspectivas que se había aglutinado,
junto con el espíritu y la energía que caracterizaron el día, reflejaban el
tipo de dirección que de verdad puede guiar el camino hacia la expulsión a
estos feos y monstruosos fascistas. Hubo pasión, determinación y alegría que
recorrían la marcha de varias horas de duración que siguió al mitin, con todo
tipo de pancartas, disfraces y una banda de música que dirigía a la gente con
canciones como “¿De qué lado estás?” y “¡Levántate, ponte de pie!”.
Una multitud que gritaba “¡Que se largue Trump ya!”
marchaba por la sede del poder.
Sin duda,
la multitud, que se extendía a lo largo de varios cientos de metros, tardó
bastante en salir del Anfiteatro Sylvan y formarse para marchar. En un momento
dado, al principio de la marcha, la fila tenía ocho carriles de ancho y
abarcaba una cuadra entera (160 metros) de largo, con un muro de carteles de
“¡Que se largue Trump ya!” a la cabeza, entregaba un poderoso mensaje centrado.
Fue hermoso.
Al marchar
por la Esplanada Nacional, desde el Monumento a Washington a la Corte Suprema y
más allá, capté más a fondo por qué era tan importante centrar la acción en
Washington, D.C., la sede del poder.
En un
trecho de tan solo 4,2 kilómetros se encuentran el Departamento de Estado, el
Banco de la Reserva Federal, la Academia Nacional de Ciencias, el Departamento
de Justicia, el Capitolio, la Corte Suprema y la Casa Blanca. Además, en la
zona se ubican muchos de los museos científicos, culturales e históricos que
Trump está intentando destripar y reconfigurar.
Por lo
tanto, es el lugar idóneo para desafiar directamente al régimen de Trump y sus
atrocidades —de inmediato y en el acto— y para cobrar fuerza para poder impedir
que continúe con su actividad fascista como de costumbre. Como dijo Bob Avakian hace
varias semanas: “¿Por qué Washington, D.C.? Debido a que es la sede del
gobierno — donde se concentra el poder de este régimen fascista, y donde las
masas de personas pueden ejercer su influencia de la forma más concentrada y
poderosa”.
Durante la
marcha, un miembro de nuestro equipo conoció a dos mujeres que habían sido
suspendidas temporalmente del Museo Smithsonian. Dijeron que asistirían a todas
las protestas contra Trump. Les gustó la “firmeza” de esta manifestación y
planeaban asistir a la protesta de Rechazar el Fascismo frente a la Corte
Suprema el viernes. Detestan lo que se les está haciendo a los inmigrantes y el
ataque al programa SNAP. En esta situación, dijeron, para ser moral, hay que
hacer algo para sacar del poder a Trump.
Más
adelante, en el edificio del Senado, una decena de personas jóvenes,
elegantemente vestidas y posiblemente asesores, salieron por la puerta
principal y se unieron a la manifestación.
Estos
ejemplos resaltan la importancia de influir en las instituciones dominantes del
propio sistema y el importante papel que estas personas pueden desempeñar para
expulsar al régimen fascista de Trump.
Conclusión de la marcha
Al
finalizar la marcha, Andy Zee y Jim Keady, del grupo dirigente de Rechazar el
Fascismo, abordaron los temas del momento con franqueza y sin exageraciones.
Transmitieron a los asistentes la importancia de lo que habían creado ese día y
los enormes y nuevos retos —políticos y morales— que ahora les aguardaban. Se
anunciaron nuevos planes para responder a estos retos monumentales, lo que
incluían la creación de TrumpMustGo.Org [Fuera Trump] y nuevas
acciones a lo largo de noviembre, con el objetivo de hacer crecer la
participación de miles a millones de personas.
En el mitin
de clausura en la plaza Stanton, Andy Zee pronunció unas palabras que me
impactaron profundamente, especialmente en relación con lo que había escuchado
de la gente ese día: “¿Ustedes se dan cuenta de la trascendencia de lo que hicieron
hoy? Es una pregunta real … Lo que hicieron hoy fue tan importante, más allá de
su imaginación, porque no han comprendido del todo el horror de este régimen
fascista”.
(Vea aquí el discurso completo de
Andy Zee.)
Día 2, jueves, desde la universidad George
Washington a la Georgetown — Un reto para los estudiantes: “Los necesitamos
aquí, haciendo sacrificios”.
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| Frente a los portones de la Universidad George Washington, 6 de noviembre de 2025. @refusefascism @refusefascism |
El plan del jueves era de marchar desde la Universidad George Washington (GWU) hasta la Georgetown, otra prestigiosa universidad a unos tres kilómetros de distancia. Era un día para motivar y activar a los estudiantes y a otras personas. Y el día mostró que hay muchas vías y un gran potencial para plasmar ambas cosas.
Antes de
que comenzara la marcha, la gente se reunió frente a los portones de la GWU. Un
compañero y yo entramos para hablar con los estudiantes y otros espectadores.
Uno de ellos resultó ser un miembro del personal del periódico estudiantil,
el GW Hatchet. Me comentó que el periódico había visto el artículo de opinión de Coco Das para Rechazar el
Fascismo en el periódico Columbia Spectator y que publicaban su propio artículo sobre
la protesta del 5 de noviembre.
Algunos
estudiantes y jóvenes —como uno que habló el miércoles, entre otros— han tomado
la difícil decisión de dejar de lado sus estudios o su carrera por ahora para
dedicarse por completo a esta lucha. Otros comenzaron a activarse de diferentes
maneras, entre ellos varios con los que conversé en la marcha, que acudieron
solos o con algún amigo de universidades como George Mason y Howard. Pero lo
cierto es que los estudiantes aún no han llegado a ejercer la
influencia que necesitan constituirse para que este movimiento triunfe.
Abby, una
estudiante de ciencias políticas (medio bromeaba diciendo que “todos en GWU son
estudiantes de ciencias políticas”), captó en parte esta idea. Ella sí creía
que de veras nos enfrentábamos al fascismo. Cuando le dije que detenerlo era
mucho más importante que los estudios, la carrera, etc., asintió…
intelectualmente. “Estoy totalmente de acuerdo. Creo que es muy difícil porque
al mismo tiempo quiero concentrarme en mis clases y sacar buenas notas. Estoy
intentando entrar a la facultad de derecho, pero a la vez, ¿cómo se puede esperar
que eso ocurra, tienes razón, en el sistema bajo el que vivimos?”. Tuvo que
salir corriendo a una clase, pero prometió (sinceramente): “Sin duda, echaré un
vistazo a lo que estáis haciendo y me informaré más al respecto porque quiero
participar más”.
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| Universidad George Washington, 6 de noviembre de 2025. Foto: revcom.us |
La idea era llevar a una masa crítica de personas a los campus para crear un ambiente y escena totalmente diferente, al menos durante la tarde. Así que más de 100 personas emprendieron la marcha hacia la Georgetown, cantando (incluido “¿De qué lado estás?”) y coreando consignas durante el trayecto. Un estudiante de la GWU comentó: “Salí de mi residencia y oí que cantaban”, y luego se sumó a la marcha. El mensaje era: “¡Que se largue Trump ya! A ustedes los necesitamos aquí haciendo sacrificios. Todos tenemos que contribuir”.
Casi al
principio, la marcha pasó por una escuela secundaria imán. Un miembro de
nuestro equipo se percató que las clases habían terminado, pero los directivos
mantenían a los estudiantes adentro hasta que la marcha pasara. “Cuando pasé
por la escuela, unos 15 estudiantes estaban afuera. La mayoría estaban
entusiasmados con la marcha, pero no intentaron sumársele. Se llevaron manojos
de volantes y se fueron. Pero tres estudiantes sí alcanzaron la marcha, a media
cuadra de distancia”.
Poco
después, esos tres crecieron a unos 15, junto con algunos estudiantes de la
GWU. Estuvimos conversando con ellos, pero se necesitaba y era posible hacer
más. En medio de la marcha, una mujer, luego otra, y después más de una docena,
se pusieron de pie para realizar un muy enérgico mitin de agravios. “¡Me sumé a la marcha
porque odio a Donald Trump!”, exclamó una. Otra: “Mi mejor amigo es un
estudiante internacional y no quiero vivir con el temor constante de que lo
secuestren en la calle”.
Varios
estudiantes de la Universidad George Washington (GWU) participaron en la
protesta del viernes frente a la Corte Suprema.
Esta marcha
al campus mostró el potencial, y el poder de la unión como una fuerza atractiva
y desafiante.
Día 3, viernes: ¡Juzguemos a los jueces! ¡El amor
triunfó y no hay vuelta atrás! ¡Que se largue Trump ya!
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| Washington, D.C. en frente de la Corte Suprema, 7 de noviembre de 2025. Foto: revcom.us |
El viernes por la mañana, la organización Rechazar el Fascismo convocó a una protesta frente a la Corte Suprema. La Corte, dominada por fascistas, de forma flagrante debatía si admitir a trámite un caso que anularía el matrimonio entre personas del mismo género y haría retroceder a millones de personas LGBT a la Edad Media.
Más de 200
personas se congregaron en las escalinatas de la Corte Suprema. Oye Owolewa,
representante en la sombra del Distrito de Columbia en el Congreso, desde antes
calificaba este ataque como una parte del fascismo. Un grupo diverso de
oradores —entre ellos la reverenda Michele H. Morgan, rectora de la Iglesia
Episcopal de San Marcos; Sophia Zoë Kilmer, abogada de derechos civiles y
activista por los derechos de las personas trans; Camron Hurt, de Causa
Común-Háwai; Alexandra “Ali” Curd, abogada de políticas públicas del personal
del bufete Lambda Legal; Dr. Alli Muhammad, del Partido Revolucionario de los
Panteras Negras; y Shelby von Hofe, directora de Políticas y Defensa de NOW—
defendieron con vehemencia y pasión el derecho a amar a quien amas, y
declararon que “están pisoteando” ese derecho y ese amor. Se comprometieron a
no retroceder jamás a los tiempos anteriores al reconocimiento y la
legalización del matrimonio entre personas del mismo género. Al mismo tiempo,
vincularon este tema con otras intensas luchas que enfrenta la gente.
Y una vez
más, Sunsara Taylor juntó todo esto, le dio un eje y mantuvo el rumbo de esta
conversación. Destacó el papel de la Corte Suprema en la consolidación a
martillazos de una teocracia fascista cristiana, señalando la experiencia en la
historia de la forma en que primero evisceraron y luego abolieron el caso Roe
contra Wade para enfatizar el peligro. Y luchó para que la gente
comprendiera la gravedad de la situación y no se dejara engañar por el consuelo
de las falsas esperanzas: los fascistas están reconfigurando las instituciones
y destruyendo vidas ahora mismo. Hacia el fin del mitin, el pionero
activista por los derechos de las personas gay, Jim Fourratt, pronunció un
discurso apasionado y conmovedor, plasmando las lecciones y la orientación de
toda una vida de lucha.
Una mujer
comparó la situación actual con la Alemania nazi: “Es una comparación directa
con Hitler, ¿verdad? Así es cómo él lo hizo. Él hizo creer a la gente que los
judíos no eran humanos, que los gitanos no eran humanos, que los romaníes no
eran humanos, que los homosexuales no eran humanos, que los socialistas no eran
humanos. Y luego la gente medio miraba para otro lado, y no podemos permitir
que eso ocurra. Para nada podemos permitir que eso ocurra”.
Un miembro
de nuestro equipo sostuvo conversaciones profundas con los asistentes a esta
manifestación. Estas entrevistas dan una idea de la diversidad de las personas
que acudieron, de algo de lo que piensan y, sobre todo, del enorme potencial
que este movimiento puede y debe aprovechar en las cruciales semanas que se
avecinan.
Un líder de
la sección local de Rechazar el Fascismo puso música latina muy bulliciosa al
fin de este mitin muy intenso, y los que se quedaban se pusieron a bailar entre
sí con una alegría desbordante y un fuerte sentimiento de unidad.
El proceso de forjar un movimiento
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| El Capitolio, 5 de noviembre de 2025. |
La manifestación
duró toda la mañana. Pero el día aún no había terminado. Cerca de 100 personas
regresaron al centro de Rechazar el Fascismo para adentrarse más en las cosas.
Entre ellos se encontraba la mayor parte de la sección de Washington, D.C., que
había sido el pilar de los tres días, y muchas personas que se unían al
movimiento por primera vez, procedentes de todo el país. Al regresar,
disfrutaron de una cena de espaguetis preparada por el incansable y muy
talentoso equipo de voluntarios que, a principios de semana, les había ofrecido
una deliciosa cena de comida soul.
Sunsara
dirigió la reunión, junto con algunos líderes de la sección de Washington, D.C.
Tanto los recién llegados como los “veteranos” de los últimos pocos meses
hablaron con emoción sobre sus motivos para asistir y sus esperanzas y
aspiraciones para este movimiento. Más de uno contó que vio un volante en algún
sitio, se dijo a sí mismo “Tengo que estar allí” y luego se aseguró de ir.
Otros hablaron de estar rodeados de trumpistas en sus familias y la manera en
que eso había fortalecido su determinación. En todo momento, se percibía con
fuerza la importancia de ganar esta lucha. En un momento dado, una de los
líderes de la sección local quiso destacar a una persona a la que había visto
el miércoles haciendo algo muy sencillo: conversar con las personas que estaban
a solas o en pequeños grupos, escucharlas e interactuar con ellas. Algunas de
las personas con las que había conversado habían aparecido en días
consecutivos; formaban parte de algo. Al empezar a finalizarse la jornada, la
gente hablaba de volver a casa… y de activar a más gente para las
manifestaciones que comenzarían el próximo sábado 15 de noviembre.
Mientras
caminaba hacia el tren, sentía la vibra de los últimos días y reflexionaba…
profundamente. Al llegar a mi estación, tuve la sensación de que en estos
primeros días en Washington, D.C. se estaba gestando una palanca que podría
movilizar a millones de personas.
Pero el
futuro aún está por escribirse, y tiene que avanzar… a toda velocidad.
Vea otra
información en Imágenes y voces.









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