Zócalo capitalino, octubre de 2014 |
Es preocupante que la Fiscalía
siga insistiendo en que el asesinato y desaparición forzada de los normalistas
de Ayotzinapa fue "producto del choque de grupos delictivos" (Proceso No. 2279). Esto es un cuento ya
refutado que se ha utilizado para proteger a los elementos del Ejército, la
Policía Federal y el gobierno de Enrique Peña Nieto (EPN) que participaron en
perpetrar y encubrir estos crímenes de Estado.
Alejandro Gertz Manero, titular
de la Fiscalía General de la República (FGR), en otra entrevista, al responder
a la pregunta: “¿Se sostiene que lo ocurrido con los normalistas se trató de
una confusión con integrantes de un grupo delictivo?” respondió tajantemente
“Se sostiene absolutamente” (La Jornada,
1/jul/2020).
Esto ya fue refutado por el Grupo
Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI). Al criticar la llamada
“Verdad Histórica” oficial, no solo demostraron la imposibilidad de la supuesta
incineración de los normalistas en el basurero de Cocula (algo ya aceptado por
la nueva Fiscalía) sino que también criticaron directamente esa supuesta “confusión",
al señalar que “El resto de posibles explicaciones, como confusión con un grupo del narcotráfico o la delincuencia organizada es
inconsistente con el grado de conocimiento de las autoridades de los hechos,
con la situación de que los estudiantes iban desarmados, con las circunstancias
de la llegada de los normalistas a Iguala… no explican la masividad, la
reacción tan hostil y la generalización de escenarios de violencia directa
contra las personas y los autobuses” (GIEI, Informe
Ayotzinapa, Resumen Ejecutivo, nuestro énfasis).
Y el GIEI subraya varios otros
hechos que refutan esta desgastada “teoría” heredada del gobierno de EPN (las
citas son de la misma fuente):
Se montó la “Mentira Histórica”
oficial a partir de un inmenso esfuerzo por parte del gobierno federal y otros
de encubrir lo que realmente pasó. La Secretaría de la Defensa intervino el C-4
y borró la información en las horas críticas del ataque. La Policía Federal y
otros recolectaron y desaparecieron varios videos clave. Han sido acusados de
tortura para "comprobar" la versión oficial por lo menos 61
funcionarios, incluidos 39 de la Policía Federal Ministerial, 15 de la
Secretaría de Marina y 8 de la Policía Federal. En 2016, el entonces visitador
general de la Procuraduría General de la República, César Chávez Flores,
documentó “conductas irregulares” de Tomás Zerón de Lucio como titular de la
Agencia de Investigación Criminal y encargado de tramar la “Mentira Histórica”
—incluida la posible “siembra” del hueso del normalista Alexander Mora en el
río San Juan— y también recomendó investigaciones del Ejército. Su informe fue
suprimido y él mismo fue despedido por instrucciones del entonces presidente
Peña Nieto, según informa la periodista Anabel Hernández.
¿Qué necesidad habría de montar todo este masivo esfuerzo por encubrir
la verdad si solo se tratara de un “choque de grupos delictivos” locales? La
única conclusión que concuerda con los hechos es que está implicada en estos
crímenes toda la estructura del Estado, desde Peña Nieto hacia abajo, con
la participación del Ejército, las policías federal, estatal y municipal y, sí,
el crimen organizado. Por eso, no habrá justicia hasta que estén en prisión
todos los perpetradores y encubridores, incluido EPN, Murillo Karam (el
procurador que presentó la “Verdad Histórica"), Zerón y todos los
oficiales y elementos implicados del Ejército, la Marina, las policías y
gobiernos federal, estatal y municipales.
Han identificado recientemente un hueso del pie de otro normalista desaparecido, Christian Alfonso Rodríguez Telumbre. La gente que lo conoce lo describe como un joven alegre y entregado a sus estudios. Cuando desapareció tenía 19 años. Como muchos jóvenes que no encuentran futuro bajo este sistema, buscaba otra vida para él y su familia. Donde había encontrado la posibilidad de estudiar fue en la normal de Ayotzinapa, con el sueño de ser maestro de educación especial. Era parte del grupo de danza folclórica Xochiquetzal, y sus compañeras dicen que las respetaba y defnendía. Su última comunicación fue un mensaje a su pareja de baile el mismo 26 de septiembre.
- “Antes de los hechos los normalistas tuvieron seguimiento tanto de la Policía Federal, como la Estatal y el Ejército que tenían conocimiento de que se trataba de estudiantes de Ayotzinapa en actividades de boteo y toma de autobuses”. Todos los niveles de gobierno tenían conocimiento en tiempo real de los sucesos desde antes por medio del sistema C-4. Dados los comprobados lazos entre el gobierno y el crimen organizado, queda claro que el grupo criminal Guerreros Unidos también sabía que eran normalistas de Ayotzinapa.
- No solo participaron policías municipales sino que también “hubo presencia de agentes del Ejército, de la Policía Federal y Ministerial en distintos momentos” la noche del 26 de septiembre de 2014, cuando se registró un saldo de 6 asesinatos, 40 personas heridas y 43 normalistas desaparecidos por las fuerzas represivas del Estado.
- Tanto el violento ataque por parte de la policía como la desaparición forzada de los normalistas fueron parte de un solo operativo. Al criticar la “desconexión” en la versión oficial entre el ataque y la desaparición, el GIEI concluye: “La desaparición no puede sin embargo ser achacada a este grupo [Guerreros Unidos] como si todas las acciones no formasen parte del mismo operativo… como si fueran dos escenarios diferentes en el que la policía y autoridades implicadas no tuvieran decisión sobre el destino de los normalistas detenidos”.
- Es más, “La versión oficial enfatiza un nivel de organización y tipo de decisión de un grupo de delincuentes que no corresponde con el conjunto de otros casos en la zona”. Todo el operativo de múltiples ataques armados contra los normalistas y otros, la desaparición sin rastro de los 43 y el control que se estableció inmediatamente en toda la zona resultaron de “un enorme despliegue de infraestructura y capacidad de coordinación, y ejecución de dicha acción” que no correspondían a las capacidades de Guerreros Unidos. Aunque no figura en las conclusiones del GIEI y no se ha comprobado todo lo que hicieron, es de enfatizar que la fuerza que sí tenía tal capacidad fue el Ejército.
Han identificado recientemente un hueso del pie de otro normalista desaparecido, Christian Alfonso Rodríguez Telumbre. La gente que lo conoce lo describe como un joven alegre y entregado a sus estudios. Cuando desapareció tenía 19 años. Como muchos jóvenes que no encuentran futuro bajo este sistema, buscaba otra vida para él y su familia. Donde había encontrado la posibilidad de estudiar fue en la normal de Ayotzinapa, con el sueño de ser maestro de educación especial. Era parte del grupo de danza folclórica Xochiquetzal, y sus compañeras dicen que las respetaba y defnendía. Su última comunicación fue un mensaje a su pareja de baile el mismo 26 de septiembre.
Este pequeño avance en el caso es debido a la valiente lucha de los padres de familia, los normalistas y otros, así como la presión de la opinión pública. También han llevado al nuevo gobierno por lo menos a abandonar la ficción de la incineración en el basurero de Cocula y a reconocer que se trata del crimen de desaparición forzada, entre otros. Sin embargo, al seguir sosteniendo la desacreditada versión oficial de “confusión” y “choque de grupos delictivos”, la FGR mantiene la opción de limitar el alcance de la investigación al crimen organizado y oficiales menores. De hecho, al parecer, las nuevas órdenes de aprehensión son solo para oficiales municipales, con la excepción de Zerón, a quién dejaron escapar a Canadá en octubre de 2019, solo informando de una petición para su extradición hasta el 30 de junio de 2020, un proceso sin avances conocidos hasta ahora.
Como parte de preparar y luchar por esa revolución, hay que denunciar los intentos de revivir la vil mentira de una supuesta “confusión” entre grupos delictivos y movilizar a la gente para exigir justicia con el afán de obligar al gobierno, por temor a quedar completamente desacreditado, a que avance más a fondo en las investigaciones, detenciones y convicciones de lo que harían por voluntad propia. ¡Que salga toda la verdad y queden tras las rejas todos los culpables de asesinar y desaparecer a los normalistas y de encubrir este terrible crimen!
Aurora Roja
Voz de la
Organización Comunista Revolucionaria, México
auroraroja.mx@gmail.com aurora-roja.blogspot.com
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