Durante 4 años, Estados
Unidos, la potencia imperialista culpable de las más bárbaras atrocidades
contra la humanidad, ha sido encabezado por el régimen fascista de Trump y
Pence. Han intensificado con saña los horrores del sistema actual en el mundo.
Y ahora se está librando una gran batalla. Por un lado, este régimen y sus fanáticos
buscan reforzar su dominio fascista, racista, misógino y teocrático. Y contra
ellos, muy diversas fuerzas luchan por sacar ese régimen del poder, como las importantes
manifestaciones de mujeres en los 50 estados de ese país hace 15 días.
Seamos claros, el actual
sistema capitalista-imperialista es un horror en todo el mundo. Es un sistema
de supremacía masculina, en que 137 mujeres son asesinadas cada día. Es
un sistema imperialista cuyas guerras e implacable
explotación de los países oprimidos han provocado el agudo sufrimiento de 80
millones de migrantes, mientras unos 700 millones padecen hambre, no porque
falten alimentos, sino porque en este sistema inhumano, si no tienes dinero, no
comes. Es un sistema que está provocando el calentamiento global y otros
desastres ecológicos que amenazan el futuro de todos.