Caravana de principios de septiembre de 2021. Foto de Marco Ugarte / AP |
La Rebelión de los
migrantes se justifica
En agosto de este año, la desesperación y la furia de los migrantes
retenidos en Tapachula volvieron a desbordarse. Tras meses de espera sin
noticia alguna de parte de las autoridades, cientos de migrantes protestaron en
las oficinas del Instituto Nacional de Migración (INM) y la Comisión Mexicana
de Ayuda al Refugiado (Comar) exigiendo su derecho a solicitar el asilo y la
resolución oportuna de solicitudes ya hechas. No hubo respuesta alguna.
Más de 125 mil personas están acorraladas en la ciudad de Tapachula, que se ha vuelto una “prisión a cielo abierto” para los migrantes. Están retenidos como rehenes y alargan deliberadamente los trámites para establecer su estancia legal en el país. Los migrantes no pueden salir de la ciudad sin contar con papeles, pero no hay trabajo, comida, dinero ni techo para ellos. Y más de 15 mil agentes de Migración, la Guardia Nacional, el Ejército y la Marina están desplegados para que no salgan del cerco.
El 28 de agosto cientos de migrantes haitianos,
centroamericanos y de otros países se lanzaron en caravana. Buscaban llegar a
la frontera norte para pedir asilo en EU, o si no, llegar a otra parte de
México donde pudieran trabajar y sobrevivir. Fueron brutalmente atacados por
los uniformados. Más de 100 fueron capturados y “asegurados” en autobuses del
INM. Sus compañeros lograron liberar a algunos detenidos y juntos seguían su
camino. En los días siguientes, salieron tres caravanas más de Tapachula. De
nuevo los policías y militares las emboscaron y desbarataron, deteniendo a cientos
de migrantes en cada ocasión. Pero otros cientos seguían desperdigados, tratando
de llegar al norte.
Quince días después, unos 15 mil migrantes, principalmente
haitianos, ya estaban acampados bajo un puente en Del Río, Texas, exigiendo su
derecho de solicitar el asilo en Estados Unidos. Acorralados por agentes
armados de EU, tenían que cruzar el río a México para conseguir agua, comida y
pañales durante los 8 días de su estancia, hasta que quitaron a todos.
Según el jefe del
Departamento de Seguridad Interna (DHS) de EU, 5 mil de estos migrantes seguían
bajo custodia “para ser procesados”, 2 mil fueron “expulsados” (deportados a
Haití), y 8 mil “regresaron voluntariamente a México”, es decir, fueron
deportados u obligados a regresar por su cuenta. El gobierno mexicano también
deportó a por lo menos cientos de haitianos hasta Puerto Príncipe y regresaron
forzosamente a muchos más al centro de detención Siglo XXI en Tapachula. Deportaron
migrantes de otros países a Guatemala.
El 5 de octubre en Tapachula otros 500 migrantes volvieron a
manifestarse, exigiendo que agilizaran sus trámites migratorios o de lo
contrario, saldrían en caravana hacia la Ciudad de México en 20 días. Irineo
Mújica, director de Pueblos sin Fronteras, declaró que “La manifestación es
para decirle a Migración que ya basta; que esta cárcel ya se rompió y que le
damos 20 días para que regularice a la gente. Con papeles o sin papeles,
marcharemos a la Ciudad de México”. Esta caravana ya arrancó el
23 de octubre, al publicar este artículo.
Represión brutal de
los gobiernos de México y de Estados Unidos
Mientras los gobernantes de los dos países se llenan la boca
con melosas y hipócritas frases de supuesto respeto a los "derechos
humanos", la realidad es una brutal represión y cacería a los migrantes
por el supuesto "crimen" de buscar un lugar donde puedan sobrevivir, huyendo
del infierno provocado por la operación del mismo sistema
capitalista-imperialista mundial en sus países de origen.
En las fronteras sur y norte de México, los agentes de Migración,
la Guardia Nacional, el Ejército y las policías locales cazaron, hirieron,
detuvieron y deportaron a los migrantes con saña. Algunos de los salvajes
ataques fueron captados en video: En Chiapas, el director del centro de
detención de migrantes en Tapachula (el más grande en toda Latinoamérica), Jorge Alejandro Palau,
agarra y arrastra a un migrante, para que otros agentes lo tumben, lo golpeen y
lo pateen en la cabeza varias veces. En otro video, efectivos de la Guardia
Nacional derriban a un hombre que lleva a su hijo en brazos. Se levanta con el
niño agarrándose de su cuello. Los uniformados lo empujan e intentan cerrarle
el paso con sus escudos, y les grita “¡Mátenme. ¡Mátenme aquí,
con mi hijo!”. En Mapastepec,
las tropas de la Guardia Nacional cercan a las familias migrantes que descansan
en el parque central; golpean y detienen a todos los que pueden. Separan a familias
y una mujer busca desesperadamente a un hijo que no encuentra. En Ciudad Acuña,
Coahuila, frontera con EU, la Guardia Nacional entra a un hotel rompiendo
puertas y cristales para detener a todos los migrantes —con y sin papeles— para
regresarlos a Tapachula, a Villahermosa, Tabasco, o deportarlos a Guatemala. Detuvieron
a muchos más en el norte del país, en toda la ruta hacia EU sin informar
cuántos se llevaron.
Al otro lado, en EU, se captó en video a un agente de la Patrulla Fronteriza
a caballo usando sus riendas como látigo contra migrantes haitianos. Otro casi
atropella a dos niños con su caballo, y uno le grita a un migrante “Por eso su
país es un hoyo de mierda—porque usan a sus mujeres” (para cruzar a EU).
Durante una semana los uniformados armados los cercaban, manteniéndolos
hacinados bajo el puente. Cuando deportaron a cientos de los haitianos hasta Puerto
Príncipe, otros regresaron a Cd. Acuña. Un padre de familia en esta situación
señaló, “No quiero ser como los ratones que no saben de la trampa y quedan
atrapados, porque regresar a Haití es como ser enterrado vivo”. La represión
xenofóbica y racista y las deportaciones inmediatas (negando el derecho a asilo
a miles de refugiados) suscitaron protestas de haitianos radicados en EU y otra
gente airada ante estos crueles abusos.
Hasta el enviado especial de EU para Haití, Daniel Foote,
renunció en protesta por la deportación de haitianos. Escribió: “No permitiré
que me asocien con la decisión inhumana y contraproducente de Estados Unidos de
deportar a miles de refugiados e migrantes ilegales haitianos a Haití, un país
donde los funcionarios estadounidenses están encerrados en cuarteles seguros
debido al peligro que significan las pandillas armadas que controlan la vida
cotidiana”. Señaló que Haití está devastado por “la pobreza, el crimen, la
corrupción gubernamental y la falta de recursos humanitarios”, y advirtió que
más desastres en Haití provocarán consecuencias “catastróficas”, no solo para Haití
“sino para Estados Unidos y los vecinos en el hemisferio”. Este último
comentario alude al temor de sectores de la clase dominante de EU de que el
auge de migración puede desestabilizar a su dominio hasta en su propia casa.
Casi todos los migrantes haitianos recientes llegaron a
México después de vivir durante años en Chile o Brasil, adonde huyeron por la pobreza,
la devastación de terremotos y huracanes, así como la represión y robo por
gobiernos impuestos y apuntalados por el imperialismo estadounidense. Ahora la
situación en Haití está aún peor. Como señalan los migrantes, no hay presidente
(fue asesinado en julio), no hay congreso, no hay trabajo y las bandas
criminales mandan, secuestran y matan a su antojo. En Chile y Brasil, el
desempleo (recrudecido por la pandemia), las políticas antimigrantes que les
niegan permisos para trabajar y la xenofobia creciente entre sectores de la
población les obligan a volver a migrar para sobrevivir.
Reportes periodísticos señalan que desde comienzos de
agosto, “casi a diario” despegan de Texas y de Matamoros aviones llenos de
migrantes que el INM obliga a cruzar sin nada a zonas apartadas en la selva de
Guatemala, incluso migrantes con permisos para estar en México. De octubre de
2020 hasta septiembre de 2021), la Patrulla Fronteriza detuvo a casi 1.7
millones de migrantes en la frontera con México: 608 mil mexicanos, 684 mil
ciudadanos de Honduras, Guatemala y El Salvador (el llamado “Triángulo Norte”
de Centroamérica) y 367 mil de Haití, Venezuela, Cuba, y docenas de otros
países.
Cientos de miles de migrantes que llegaron a la frontera
norte y lograron apuntarse para solicitar asilo en Estados Unidos han sido expulsados
a México. Muchos viven a la intemperie en la frontera norte, sufriendo golpes, extorsiones
y secuestros a manos de agentes uniformados o de bandas criminales sin uniforme.
Defensores de los migrantes en Estados Unidos que exigen que se ponga fin a
este programa “Quédate en México” que “legaliza” las expulsiones de solicitantes de asilo, señalan que existen 6 mil 356 informes de secuestro, violación,
tortura y otros ataques contra migrantes expulsados a México o a quienes les
cerraron el paso para entrar en EU desde el comienzo de la administración de
Biden (en enero de 2021). También señalan la “complicidad de agentes del
gobierno mexicano en ataques violentos y secuestros de migrantes y solicitantes
de asilo”.
Así es como los gobiernos de EU y de México responden a las
justas exigencias de los migrantes.
Hipocresía Sin Par
El gobierno imperialista de Estados Unidos obliga al
gobierno capitalista de México, un país dependiente y dominado por ellos, a
cazar, detener y deportar a los migrantes antes de que lleguen a su frontera.
Biden declara que su política migratoria es justa y humana, mientras López
Obrador insiste que su política de “contención” es para “proteger a los
migrantes”. Los dos gobiernos juran respetar sus “derechos humanos” a la vez
que les advierten a que “no se arriesguen” a intentar llegar a EU o siquiera a
la Cd. de México y desatan a sus guardias armadas a golpear, violar, encerrar y
deportarlos en caliente a diario y en gran escala.
El gobierno mexicano utiliza un lenguaje engañoso para disimular estos crímenes de lesa humanidad
que comete en su “misión” de “asegurar” la frontera de la superpotencia que
domina este continente y gran parte del mundo: las detenciones se llaman “rescates”, el encarcelamiento se llama “alojamiento”, los centros de detención son “estaciones migratorias” y las deportaciones son “retornos voluntarios
asistidos”. El presidente López Obrador jura que “no hay represión”, y que
su “estrategia” es “resolver de raíz los problemas” que causan la migración,
con su programa “Sembrando Vida” y con más inversión imperialista en Chiapas,
Guatemala, Honduras y El Salvador. Sin embargo, estas medidas que no han tenido
y no tendrán ningún resultado importante. No disminuirán la marea alta de
migración (su única preocupación real), ni mucho menos mejorarán la vida de la
gente.
El problema “de raíz”
es este sistema, y la única solución es la revolución
¿Qué tipo de sistema hace que millones de personas no pueden
sobrevivir en el país donde nacieron? La migración aumenta ahora por el hambre
y desempleo; por el calentamiento global que destruye las cosechas e
intensifica los huracanes, las inundaciones, y las sequías; por las guerras
reaccionarias; por el caos político y las bandas criminales que mandan y matan
a la gente indiscriminadamente en cada vez más países. Y por los crímenes y atrocidades
suscitadas por la supremacía blanca, la supremacía masculina y la xenofobia. Estos
horrores han arrojado a más de 270 millones de migrantes fuera de sus países
de origen a arriesgar la vida buscando algún lugar donde puedan sobrevivir
en este mundo.
El sistema
capitalista imperialista acarrea todo esto y es el verdadero problema de raíz. El mismo funcionamiento de este
sistema no permite una solución
favorable para la humanidad de ninguno de estos horrores. Por el contrario los está intensificando.
Las crisis que están convulsionando el mundo surgen de las
contradicciones del mismo sistema capitalista, y es importante entender que no
solo aumentan con creces el sufrimiento de la gente, sino que también aumentan los problemas para mantener en
pie el sistema.
Solo una revolución
comunista podrá tumbar este sistema y construir un verdadero sistema
socialista, un sistema cuya meta es eliminar toda forma de explotación y
opresión. Vivimos tiempos en que es muy probable
que las condiciones que hacen posible hacer esta revolución se presenten en
muchos países.
Hay que defender a los migrantes y apoyar su lucha justa por
vivir, y sobre todo hay que preparar la
revolución que es la única manera de crear otro mundo y ponerle fin a todo este
sufrimiento innecesario.
Video de voces de los migrantes de la caravana de agosto
Aurora Roja
Voz de la Organización Comunista Revolucionaria, México
aurora-roja.blogspot.com auroraroja.mx@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario