El Complejo de Incendios de Mendocino en California, 7 de agosto de 2018. Foto: AP/Noah Berger |
Los gobiernos, la gente, el
planeta...
En esta nefanda situación, la revolución es necesaria... y posible
— Una correspondencia de
emergencia de Raymond Lotta
26 de
octubre de 2021 de revcom.us/es
La
conferencia climática de líderes mundiales en Glasgow se inicia el 31 de
octubre. Durante 25 años, las Naciones Unidas ha reunido a casi todos los
gobiernos del planeta para estas reuniones de la COP (Conferencia de las
Partes). Su supuesto propósito es evaluar la crisis climática y proponer medidas
para frenar el calentamiento global provocado por el dióxido de carbono (CO2)
emitido por los combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas natural y metano).
Estas reuniones son una farsa anual obscena de promesas y compromisos vacíos, y
lo más probable es que este año no sea diferente. Cubriré este tema en
revcom.us, ¡estén atentos!
Desde
1990, cuando el análisis científico del calentamiento global ya estaba bien
establecido, ¡las emisiones globales de carbono han aumentado en un 50%!
Desde la primera cumbre climática mundial de 1995 —y las 25 cumbres anuales que
le siguieron— la emergencia ambiental se ha vuelto drásticamente más
catastrófica: con el derretimiento de los glaciares y el aumento del nivel del
mar, inundaciones e incendios forestales más devastadores, fenómenos climáticos
más extremos, el fracaso de cultivos inducido por sequías, la pérdida
irreversible de la biodiversidad y el desplazamiento masivo de decenas de
millones de “refugiados climáticos”.
Hay una
razón subyacente para esta desastrosa trayectoria. Los gobiernos ricos que
emiten sus piadosos pronunciamientos en estas cumbres representan e impulsan los intereses de las clases
dominantes capitalista-imperialistas (para ver más sobre esto, vaya aquí). Estos gobiernos encarnan y responden a los
imperativos del sistema capitalista-imperialista cuyo pulso es el impulso
competitivo de obtener ganancias y más ganancias. Es este sistema el que
saquea de manera temeraria la naturaleza, el que está en guerra con la
naturaleza. Es este sistema el que nos ha llevado a un precipicio en el
que la civilización humana y la vida misma están en peligro. Es este
sistema al que hay que transformar en su totalidad por medio de una revolución
socialista (vea un análisis en la página especial de la emergencia climática en
revcom.us).
El reloj ambiental avanza, pero la búsqueda de
reformas “prácticas” es una ilusión peligrosa
De hecho,
el reloj de emergencia climática está avanzando. Como han señalado muchos
activistas climáticos y científicos comprometidos: cada parte del
calentamiento importa, cada año importa... lo que hacemos y no hacemos ahora
importa. Pero, ¿qué hay que hacer con este análisis? Muchas personas de
mente honesta argumentan que la situación es simplemente demasiado terrible
como para “esperar” una revolución... que tenemos que actuar ahora.
Sí,
tenemos que ACTUAR ahora —pero la pregunta es ¿actuar dentro de las
limitaciones del sistema— o trabajar para deshacernos de él? ¿Podemos esperar a
que este sistema de alguna manera entre en sus cabales? ¡La acelerada crisis ambiental
lo evidencia más que lo suficiente! Recordemos los argumentos provenientes de
ciertos sectores del movimiento ambientalista de que elegir a Barack Obama en
2008 fue un paso “práctico” e “inmediato” para lidiar con el calentamiento
global. ¡El fruto de eso fue el “auge de la fracturación hidráulica” y Estados
Unidos se convirtió en el productor más grande de petróleo y gas natural del
mundo! Pero luego le siguió el régimen fascista de Trump y Pence que negó
la crisis climática. Una vez más, y en lo más fundamental, como hemos
demostrado repetida y científicamente, es este sistema el que es la
causa de esta crisis existencial que enfrenta la humanidad (ver un análisis en
la página especial de la emergencia climática en
revcom.us).
Algunos
han sostenido que “el socialismo por medio de una revolución [deshacerse de
este sistema mediante un verdadero derrocamiento] podría ser la solución
‘ideal’ o fundamental — pero tenemos una responsabilidad de trabajar dentro
del sistema ... porque cada incremento de dióxido de carbono agregado a la
atmósfera permanece allí entre 300 y 1.000 años y, por lo tanto, empeora la
crisis de calentamiento”.
Primero,
y en pocas palabras, las reformas incrementales no alterarán el movimiento
fundamental de este sistema (hacia una catástrofe ecológica).
Es como
si estuvieras en una cinta caminadora que ya se mueve rápidamente y se acelera.
Lo ralentizas un poquito... pero la caminadora sigue avanzando (hacia el
abismo). La cinta caminadora es el sistema capitalista-imperialista. Y contra
lo que podría ser la mejor de las intenciones, este programa ilusorio de
reforma climática solo sirve para prolongar el control mortal del sistema. Por
cada incremento de CO2 restringido por estos esfuerzos, el sistema emite un
múltiplo de ese CO2. ¿Deberíamos dejarnos limitar por eso, deberíamos dedicar nuestro
tiempo a eso?1
Veamos la
realidad: simplemente examinemos las líneas tendenciales más amplias de la manera
de funcionar del sistema imperialista mundial. El informe de las Naciones
Unidas emitido en vísperas de Glasgow examina los futuros planes de minería y
perforación de 15 importantes países productores de combustibles fósiles, entre
ellos, Estados Unidos. Demostró que, en conjunto, estos países actualmente
planean producir el doble (¡!) de petróleo, gas y carbón hasta 2030 de lo que
sería necesario si los gobiernos limitaran el calentamiento a 1.5 grados
Celsius (2.7 grados Fahrenheit) por encima de los niveles preindustriales.
Esta es la realidad en los momentos en que los “líderes mundiales”
imperialistas se enfrentan entre sí con sus proclamas de “emisiones netas de
carbono cero”.
Y, en
este momento, de lo que es una crisis existencial para la humanidad, ¿es esto
lo que deberíamos estar haciendo: tener por objeto hacer “reformas dentro del
sistema actual” de acuerdo a estas reglas y gobernantes? ¡Todo ello, precisamente en un
momento en que un avance importante para la revolución es objetivamente posible
en Estados Unidos! Como han analizado los RevCom en Una Declaración, un Llamamiento a que se organice ahora para
una revolución real:
No
siempre son posibles las revoluciones sino por lo general solamente son
posibles en momentos y circunstancias poco comunes, especialmente en un país
poderoso como Estados Unidos. La actualidad presenta uno de estos momentos y
circunstancias poco comunes. Este sistema está metido en verdaderos
problemas, se encuentra enredado en crisis y conflictos por los cuales no tiene
soluciones fáciles ni duraderas. En todas partes de Estados Unidos, el
funcionamiento de este sistema ha generado profundas divisiones que no se
pueden resolver bajo este sistema. La sociedad está desgarrándose. Aquellos que
gobiernan están trabados en un combate feroz entre sí mismos y no pueden
mantener las cosas a flote de la manera en que lo han hecho en el pasado.
[énfasis en el original]
Y, en
este momento poco común, ¿deberíamos tener por objeto hacer “reformas dentro
del sistema actual” de acuerdo a estas reglas y gobernantes? ¿O deberíamos tener por objeto un sistema completamente
diferente que en efecto pueda darnos una oportunidad de
solucionar este problema?
Nadie que se preocupa por el planeta puede quedarse
de brazos cruzados mientras se calienta la Tierra
A medida
que se aproxima la reunión sobre el clima de Glasgow, los manifestantes en
Europa y otras partes del mundo se han tomado las calles y han bloqueado sitios
clave de la economía que contribuyen al calentamiento global. Este sentido de
urgencia y deseo de actuar, este sentido de responsabilidad hacia todos los
habitantes de nuestro planeta, especialmente los explotados y oprimidos en el
Sur global que han soportado la mayor carga de la emergencia climática ... ello
es algo a lo que hay que darle la bienvenida y a lo que cantidades cada vez más
grandes de personas debería unirse y seguir energizando.
¡Nadie
que se preocupe por el planeta puede quedarse al margen mientras se calienta la
Tierra! Pero hay
que señalar con franqueza que gran parte del movimiento climático en Estados
Unidos —que de manera repugnante y paralizante sigue fielmente las promesas de
Biden y las ilusorias agendas legislativas “verdes”— ha permanecido
inaceptablemente inactivo desde la elección de Biden. Tiene que estar
manifiesto el espíritu de tomarse las calles a un nivel completamente diferente
aquí en Estados Unidos.
Y en la
medida en que las protestas combativas y de masas obliguen a las potencias a
cerrar un oleoducto por aquí o expandir la energía solar por allá, eso es algo
bueno. Pero eso no va a solucionar el problema del calentamiento global.
Una verdad dura pero liberadora
La verdad
dura pero liberadora es que no existe ninguna solución a la crisis climática
y la emergencia ambiental dentro del sistema. Necesitamos un cambio de
sistema para poder llevar a cabo la transformación sin precedentes en todas las
esferas de la actividad humana necesaria para darle a la humanidad la única
oportunidad real de poner manos a la obra para solucionar esta crisis e
interactuar de manera racional y sustentable con la naturaleza. Y únicamente
es posible llevar a cabo un cambio de sistema mediante una revolución real para
derrocar al capitalismo-imperialismo.
Nosotros
(el “nosotros” aquí se refiere a TODOS los que nos angustiamos por el futuro
del planeta y el bienestar de la humanidad) tenemos que partir de lo que
realmente se necesita. Un sistema radicalmente diferente que puede
reestructurarse rápida y decisivamente y alejarse de los combustibles fósiles y
asignar los recursos y activar la creatividad, la determinación y el
conocimiento para hacer frente a la emergencia ambiental está detallado —de una
manera cabalmente concreta y profundamente visionaria— en la Constitución para la Nueva República Socialista en América
del Norte de la autoría de
Bob Avakian, el arquitecto de un marco completamente nuevo para la emancipación
humana, el nuevo comunismo.
¡Esta es
una crisis existencial que enfrentan la humanidad, y el planeta! El reto está
ante nosotros: ¡si vamos a responder de una forma que esté a la altura y con la
ciencia! Ya es hora de intensificar nuestra determinación de hacer lo que sea
necesario para salvar a este planeta. Ya es hora elevar nuestra vista hacia la
revolución que la humanidad necesita. ¿Por qué deberíamos conformarnos con algo
menos? ¡Otro mundo, un mundo mucho mejor, es posible!
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NOTAS:
1. La oposición al interior de su propio partido Demócrata ha obligado a Biden a reducir el alcance de una agenda climática ya insuficiente que iba a exhibir en Glasgow. Este llamado “plan B”, diseñado para aplacar a personas como el senador Joe Manchin del estado de Virginia Occidental productor de carbón, elimina el programa de electricidad limpia del último proyecto de ley presupuestario que se está negociando en el Congreso de Estados Unidos. Véase también la polémica sobre la Cumbre del Día de la Tierra convocada por Biden: “Las argucias de Biden en la cumbre climática: envenenando al planeta y embaucando al pueblo”.
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