26 de febrero de 2022 De revcom.us/es
24 de febrero de 2022. Anoche, 23 de febrero, Rusia
comenzó a invadir y bombardear a Ucrania, un país vecino de 43 millones de
habitantes. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, dijo que su objetivo era “desmilitarizar
y desnazificar” a Ucrania. Putin también ha afirmado que Ucrania siempre ha
formado parte de Rusia y que en realidad no es una nación separada (y ha
culpado falsamente al líder de la revolución rusa, V.I. Lenin, de su supuesta
“creación”).
Se registraron ataques y bombardeos en toda Ucrania, con muchas bajas
entre los soldados rusos y ucranianos, y entre los civiles ucranianos. Y esto,
por supuesto, es sólo el principio.
Estados Unidos condenó el ataque, y Biden dijo que “Rusia es la única responsable
de la muerte y la destrucción que conllevará este ataque”. Biden dijo que
Estados Unidos y sus aliados en la OTAN (una alianza militar de 30 países que
se formó y está encabezada por Estados Unidos) iban a responder aislando la
economía rusa y continuando la ayuda a las fuerzas armadas ucranianas. Ya
algunos senadores de ambos partidos están clamando por “ponerse más duros”, y
un demócrata dice que “hay que poner todas las opciones en consideración para
detener la malevolencia de Putin”, lo que es una palabra clave para decir que
es necesario contemplar el uso de armas nucleares.
Sin duda, esta guerra causará muerte y destrucción masivas. La
posibilidad de que se extienda es real, y peligrosa; y de hecho existe la
posibilidad de que esta podría impulsar una espiral al extremo de usar armas
nucleares, lo que sería catastrófico. Una vez que se inicia, la guerra no
estará bajo el control de ninguna fuerza hasta que termine.
¿POR QUÉ ocurre esto?
Para responder a esto, tenemos que refutar las mentiras que ambos bandos
están diciendo. Eso significa examinar brevemente la historia.
La afirmación de Putin de que Ucrania nunca ha sido una verdadera nación
es falsa. Ucrania comenzó a forjarse como un país distinto con nuevas ciudades
hace varios cientos de años. En el siglo 17, estaba subordinada y oprimida por
el imperio ruso. La revolución soviética en Rusia en 1917 concedió el derecho
de autodeterminación a las muchas naciones que habían sido oprimidas por el
imperio entonces derrocado (que había sido gobernado por una monarquía
opresiva), y Ucrania, junto con muchas otras naciones, eligió unirse en una
confederación con la nueva Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
Para mediados de la década de 1950, la revolución socialista de la Unión
Soviética ya se había revocado1. Se transformó de regreso a una
potencia imperialista, aunque conservó el nombre y algunos de los adornos del
socialismo, y contendió por dominación en todo el mundo en contra de Estados
Unidos.
Entre 1989 y 1991, ese imperio se derrumbó debido a una combinación de
presiones externas y desintegración interna. En ese momento, Estados Unidos
intervino para hacerse con lo que pudiera del antiguo imperio, atrayendo a
algunas naciones hacia la alianza militar de la OTAN y trabajando para atraer a
otras, como Ucrania, hacia su red económica y política. En parte, su intención
era poner a Rusia tan firmemente bajo su pulgar que nunca pudiera volver a
amenazar al control de Estados Unidos. Y eso nos lleva al momento actual.
Algunas verdades básicas sobre la guerra contra
Ucrania
La invasión rusa a Ucrania no tiene absolutamente nada que ver con la
recuperación de una parte de la nación rusa ni se trata de la
“desnazificación”; es una maniobra del imperialismo ruso para volver a
incorporar a su bloque, a una nación que Estados Unidos ha
venido trabajando progresivamente para alejar de Rusia y convertir en un puesto
de avanzada contra Rusia. Es una maniobra para fortalecerse
para contender en un mundo donde la antigua división imperialista del mundo
está cada vez más en contienda.
Por su parte, Estados Unidos ha armado a los ucranianos para que
combatan contra los rusos, ha enviado tropas y armas nucleares a los países de
su entorno, y ahora está maniobrando para aislar y paralizar la economía rusa.
Todo esto no tiene nada que ver con la “búsqueda de la paz”, sino que forma
parte de una estrategia para debilitar a Rusia dándole posibilidades a Ucrania
para montar una resistencia a Rusia mientras Estados Unidos, por ahora, se
mantiene al margen de una batalla directa; y es una manera para que
Estados Unidos fortalezca su control sobre su propia alianza.
Aquí cabe decir que Estados Unidos prometió a los nuevos gobernantes
rusos que NO iba a integrar a los países que rodean a Rusia en
la OTAN; pero en consonancia con toda su historia, Estados Unidos mintió, y con
el tiempo añadió un total de 13 países a la OTAN.
¿En qué quedan los intereses de la humanidad?
NO corresponden a ninguno de los dos bloques imperialistas. Bob Avakian,
BA, el líder revolucionario y autor del nuevo comunismo, ha dicho:
Los intereses, objetivos y grandes planes de los imperialistas no
corresponden a nuestros intereses — no corresponden a los
intereses de la gran mayoría de la población en Estados Unidos ni de la
abrumadora mayoría de la humanidad. Hay que entender las dificultades en que se
han metido los imperialistas en aras de sus intereses, y hay que responder a
ellas, pero no desde su punto de vista y sus intereses sino desde el punto de
vista de la gran mayoría de la humanidad y de la necesidad básica y urgente de
un mundo diferente y mejor, de otro camino. (Lo BAsico 3:8)
Veamos las cosas desde una perspectiva más amplia por un momento. Este
sistema capitalista-imperialista preside la trituración de miles de millones de
personas en maquiladoras, plantaciones, minas y almacenes al servicio de su
ciego, compulsivo y competitivo afán de ganancias, ganancias y más ganancias.
Ese mismo afán de ganancias está haciendo inhabitable la propia tierra, y nos
encontramos a diario precipitándonos hacia la destrucción catastrófica de la
preciada red de vida. Esa misma compulsión capitalista-imperialista ha
destruido la ecología y ha deformado violentamente las relaciones sociales en
las naciones oprimidas de todo el Sur global, dando lugar a millones de
refugiados que los imperialistas detienen cruelmente, matan en el mar o en el
desierto, o —para los “pocos afortunados”— explotan brutamente como “mano de
obra barata”. Este sistema preside la dominación sobre las mujeres en todos los
rincones del mundo, incluida la esclavización literal de millones de ellas en
todo el mundo en la llamada industria del sexo. Preside la opresión sistemática
de naciones enteras de personas, tal como lo hace Estados Unidos dentro de sus
fronteras con los negros y otras nacionalidades oprimidas, con su sistema de
supremacía blanca. Todo esto, una vez más, se apoya en la base de la
explotación amarga, pulverizadora y chupasangre de miles de millones de
personas.
Así que, de nuevo, con esto en mente, ¿es posible que alguien refute lo
que dice BA arriba?
Lenin, a quien Putin tanto vilipendia, dijo al principio de la Primera
Guerra Mundial que en una guerra entre amos de esclavos, los intereses de los
esclavizados no corresponden a combatir por un amo o por otro, sino a utilizar
el conflicto para derrocar la esclavitud. Y eso definitivamente se aplica en
este caso.
¿Qué significa eso para los que quieren un mundo mejor? Significa:
- Trabajar
para poner al descubierto los verdaderos intereses que están en juego y
unirse donde quiera que la gente esté protestando, debatiendo o
conversando sobre esta guerra a fin de sacar estos intereses a la luz;
- Acoger
las derrotas y los reveses de “nuestros propios” imperialistas, y ganarnos
a otros para que también lo hagan, a fin de aprovechar esas derrotas para
derrocar este sistema de opresión, explotación y guerra;
- Organizarnos
ahora para una revolución real uniéndose con el Club Revolución. El Club
Revolución dice en sus Puntos de Atención para la Revolución: “Nosotros
luchamos por un mundo sin fronteras, y por la igualdad entre diferentes
pueblos, culturas e idiomas. No toleramos los insultos, ‘bromas’ o nombres
despectivos sobre la raza, nacionalidad o idioma de una persona”. Este
mundo es posible, y para la humanidad en su conjunto es el ÚNICO mundo
viable; pero se necesita una revolución para alcanzarlo. El Club
Revolución es el lugar donde uno puede participar activamente en esta
revolución mientras viene aprendiendo más sobre ella.
- Manténgase
informado sobre lo que pasa, por qué pasa y qué es necesario hacer al
respecto visitando el sitio web revcom.us y viendo El Show RNL
— ¡Revolución, y Nada Menos! en YouTube cada semana,
con nuevos episodios los jueves a las 8 pm hora del Este, 5 pm hora del
Pacífico.
¡Hay un mundo que ganar, EN EL CASO DE QUE nos
atrevamos a hacerlo!
Se está dando esta guerra en un momento en que Bob Avakian ha analizado
que la humanidad se encuentra en una encrucijada en que existen posibilidades
tanto de algo terrible... O de algo verdaderamente emancipador. Ha mostrado que
éste es uno de esos momentos poco comunes en que una revolución en Estados
Unidos de hecho podría volverse posible... en el caso de que
hagamos todo a nuestro alcance para hacer madurar y prepararnos para tal
situación. Eso significa propagar audazmente una visión de un mundo totalmente
mejor y diferente, atreverse a poner el grito en el cielo que necesitamos hacer
para despertar a la gente sobre todo esto, y organizar a la gente para que se
meta en esto y aprenda a convertirse en líderes de esta revolución mientras lo
hace.
¿Qué hacer? Consulte la obra y la dirección de Bob Avakian. Explore
esta revolución: visite su página web y el show en YouTube, y entérese del Club
Revolución.
Atrévase a luchar... y atrévase a GANAR.
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NOTAS:
1. Bob Avakian
resume la historia de la Unión Soviética —el enorme avance histórico que
representó la revolución, las asombrosas hazañas y las lecciones que se sacaron
por medio de ese proceso, tanto positivas como negativas— en numerosas obras,
entre ellas BREAKTHROUGHS (ABRIENDO BRECHAS): El avance histórico
hecho por Marx, y el nuevo avance histórico del nuevo comunismo. Un resumen
básico, así como en el importante folleto El comunismo: El
comienzo de una nueva etapa y en el sitio web Pongamos las Cosas en Claro (en inglés).
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