Un Llamado a las mujeres rebeldes y a todos los que odian la violencia, el abuso y el desprecio que asedian a las mujeres
Vivimos tiempos en que las
revueltas de mujeres están sacudiendo el mundo. En México y muchos otros países,
la justa rabia de las mujeres ha dado lugar a una insurgencia, impulsada sobre
todo por las jóvenes, que ha inspirado a millones y despertado la esperanza de un
verdadero cambio. Ha provocado mucha lucha y debate, en familias, entre vecinos
y amigos y en toda la sociedad. Al llevar a que más gente se enfrente a los
horrores que viven las mujeres en este mundo, viene creando condiciones más
favorables para la revolución.
Desde 2019 irrumpió una ola
de lucha más radical contra los feminicidios, las violaciones, el acoso y el
abuso. Ya no eran las corteses “protestas de siempre”. Las manifestaciones
combativas, paros y ocupaciones de facultades universitarias y prepas, tomas de
oficinas gubernamentales, y denuncias pintadas en oficinas de gobierno y
monumentos: todo esto representa un espíritu audaz y resuelto a luchar por
parar los feminicidios y toda la brutalidad y el desdén misógino (de odio a las
mujeres) inculcado y defendido por el sistema capitalista bajo dominación
imperialista en que vivimos.
Esta
ola de lucha dio lugar a nuevas obras culturales liberadoras. Desde Chile salió
“Un violador en tu camino”, performance que mujeres por todo el mundo practican
y presentan, coreando en muchos idiomas “el Estado opresor es un macho
violador”. En México y otros países
latinoamericanos, “Vivir sin miedo”, la poderosa canción de Vivir Quintana,
resuena en las marchas dando voz al coraje y la rebeldía colectiva de esta
nueva generación de mujeres. Como reza la primera estrofa:
Que tiemble el Estado, los cielos, las calles
Que tiemblen los jueces y los judiciales
Hoy a las mujeres nos quitan la calma
Nos sembraron miedo, nos crecieron alas.
Todo esto ha alarmado a las
clases dominantes y sus representantes políticos. La rebelión de las mujeres
orilló a la Suprema Corte a “despenalizar” el aborto hasta las 12 semanas que
puede ser una concesión de importancia. Sin embargo, este derecho no será real
hasta que se aprueben leyes que despenalicen el aborto en todos los estados o a
nivel federal, y las que están encarceladas por abortar no saldrán libres hasta
que algún juez decida su libertad acatando la decisión de la SCJN.
El jefe del Estado mexicano, López
Obrador, difamó la marcha de cientos de miles en la capital y las protestas en
todo el país del Día Internacional de las Mujeres de 2020, tachando las
manifestantes dignamente furiosas de “conservadores”. En 2021 erigió un muro
frente a Palacio Nacional que miles de mujeres cubrieron con denuncias y
conmemoraciones a las mujeres asesinadas o desaparecidas. En la batalla del 8M,
la policía lo utilizaba como escudo para sus ataques y las mujeres lo derrumbaron
en parte.
Frente a las críticas al
movimiento por ser “violento”, muchas respondieron que “sólo así nos escuchan”.
Y en verdad, las autoridades sí
oyeron. Pero, ¿cómo respondieron? Respondieron con represión y pequeñas
“reformas” que no cambian nada esencial. Respondieron así porque corresponde a las
necesidades del sistema capitalista que representan. Prometen reformas
inexistentes. El gobierno alaba como logros unas cuantas concesiones parciales
que en realidad son medidas ineficaces, como la Ley Olimpia o la Alerta de
Violencia de Género. A la vez, amenazan y reprimen a activistas. Encubren a los
asesinos y violadores en sus fuerzas armadas y policías. El presidente y algunas
otras autoridades escupen un repugnante discurso patriarcal que contribuye a
reforzar la supremacía masculina y la brutal opresión de las mujeres.
La ola de ataques misóginos sigue y no cambia nada fundamental para las mujeres. Fueron
asesinadas 3462 mujeres
tan solo de enero a noviembre de 2021 (más de 10 al día). De estos asesinatos, 992
fueron clasificados como feminicidios, que han aumentado 4.3% en los tres años
del actual gobierno. Según datos oficiales, casi 20 mil mujeres fueron violadas
en 2021— un aumento del 27.9 %. La realidad siempre es mucho peor que los datos
oficiales, y la impunidad por estos crímenes es la regla general. Todo
esto a pesar de que el gobierno se jacta de ser “de izquierda” y de la “paridad
de género”, con más mujeres en
posiciones de poder. Así se ilustra que independientemente de quiénes ocupen
los puestos en el gobierno de este sistema, no cambiará nada fundamental para
las mujeres. ¿Por qué? Porque el patriarcado es parte fundamental de
este sistema, que no puede mantenerse sin oprimir a las mujeres.
¿Vamos
a contentarnos con unas reformas cosméticas al sistema patriarcal o debemos
luchar por acabar con el patriarcado y toda forma de opresión? Si queremos acabar con la opresión de las
mujeres, hay que preguntarse, ¿qué hace falta para lograr eso? Hace falta hacer
añicos el Estado actual que deja en absoluta impunidad la aplastante mayoría de
los crímenes misóginos y cuyas mismas fuerzas armadas y policías manosean,
violan y matan a mujeres. Hace falta acabar con el capitalismo tanto
"legal" como del crimen organizado que deshumaniza y esclaviza a las
mujeres y saca enormes ganancias de la pornografía, la prostitución, la trata, anuncios
comerciales denigrantes, así como de la superexplotación de la mano de obra
femenina. Se tiene que acabar y transformar en toda la sociedad la familia
patriarcal tan opresiva para las mujeres y niños. Es necesario abrir toda
esfera de la sociedad a la plena participación de las mujeres en pie de
igualdad. Hace falta desatar plenamente la furia de las mujeres y emprender una
enorme lucha en la familia, en el trabajo, en la escuela, en la cultura y las
artes, en toda la sociedad para criticar y transformar todo tipo de relaciones
e ideas opresivas de machismo y supremacía masculina.
Al
enfrentar lo que hace falta para acabar con el patriarcado, queda sumamente
claro que eso nunca va a pasar bajo el sistema capitalista. Sin embargo, el machismo, la opresión a las mujeres,
el patriarcado no son producto de la "naturaleza humana" ni de la
"naturaleza biológica de los hombres" como piensan algunos. El
patriarcado no ha existido siempre. Durante decenas de miles de años, la
humanidad vivía en grupos dedicados a la recolecta y caza sin relaciones
sociales de opresión de las mujeres por los hombres. El patriarcado surgió en
interrelación con la división de la sociedad en clases, entre explotadores y
explotados. El patriarcado no comenzó con el capitalismo, pero es un
pilar fundamental de este sistema capitalista, como lo ha sido de todo sistema
de explotación y opresión. Para acabar con el patriarcado, hace falta acabar
con el capitalismo, y para acabar con el capitalismo, hace falta acabar con el
patriarcado.
Por
eso, si realmente quieres acabar con el patriarcado y toda forma de
opresión, hace falta hacer una revolución real. Una revolución que tumbe el
actual Estado, elimine la explotación capitalista y cree una nueva sociedad
socialista que arranque de raíz las relaciones que producen estas terribles
injusticias, desigualdades y sufrimiento innecesario. Una revolución para romper
todas las cadenas; para desatar la lucha en el país y por todo el mundo para poner
fin al patriarcado, eliminar toda forma de explotación y opresión de un ser
humano por otro, ponerle fin a la destrucción del medio ambiente y finalmente llegar
a un mundo sin divisiones de clase ni relaciones opresivas de género, un mundo
comunista.
El
torrente de lucha de las mujeres ha sacudido a toda la sociedad. ¡Ya basta con
tanta opresión, tantas injusticias, tantas mujeres asesinadas, violadas,
ultrajadas y despreciadas! Si quieres acabar con el patriarcado y
toda forma de opresión, únete al Movimiento Revolución, para
trabajar colectivamente para la revolución liberadora que se necesita. Eso
significa adentrarse en por qué hace falta una revolución real, qué implica y
cómo será la nueva sociedad que se plantea, debatiendo el nuevo comunismo que
es la guía imprescindible para abrir una nueva etapa de revoluciones en el
mundo. Y también llevar esta revolución liberadora con la gente para extender
el movimiento para la revolución a la vez que nos unimos con toda la gente
dispuesta a luchar contra los crímenes, injusticias, destrucción y ataques cometidos
por este desalmado sistema.
Texto en PDF:
Fuerza Poderosa Para la Revolución.pdf
¡Romper
las Cadenas!
¡Desatar la Furia
de las Mujeres Como una Fuerza Poderosa para la Revolución!
Organización
Comunista Revolucionaria, México
aurora-roja.blogspot.com auroraroja.mx@gmail.com
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