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A
casi 12 años del feminicidio de Mariana Lima Buendía, no se ha hecho justicia.
Por eso, su madre, Irinea Buendía, madres de otras victimas, organizaciones e
individuos, se manifestaron el 7 de marzo de 2022 afuera de los juzgados del
penal de Neza-Bordo (Estado de México), para seguir exigiendo justicia una vez
mas y castigo para su asesino, Julio Cesar Hernández Ballinas.
Irinea
Buendía denunció que durante casi dos años las audiencias en el juicio contra
el asesino dejaron de realizarse, alegando la pandemia del Covid19; y desde que
se volvieron a reanudar, se suspenden y las posponen una y otra y otra vez. También
denunció las amenazas y ataques que han recibido ella y su familia, señalando
que “No solo acabaron con la vida de mi hija, acabaron con mi vida, porque he
tenido que salir de mi casa e irme a vivir a otro lado”.
Desde
el asesinato de su hija —el 29 de junio de 2010— Irinea no se tragó el cuento
de que Mariana se había suicidado. Encaró al entonces esposo de Mariana e
integrante de la Policía Judicial, y le dijo “¡Tú la mataste!” Eso porque Mariana
sufría repetidas golpizas terribles durante el año y medio del matrimonio con
este policía prepotente y machista y en los primeros meses de 2010 la arrojó
por una escalera de la casa. Frente a esta violencia inaguantable había
regresado a la casa de sus padres más de una vez, y la amenazaba que si lo denunciara
la iba a matar. Incluso ese policía misógino le decía a Irinea que le iba a
matar a su hija. Pocos días antes de su muerte, Mariana regresaba a casa de sus
papás otra vez pero ahora había decidido denunciarlo y dejarlo.
La
“investigación” fue realizada por la misma procuraduría donde el asesino era
policía judicial. No resguardaron la escena del crimen, no tomaron en cuenta la
situación de violencia que vivía Mariana, no hubo fotos claras de su cuerpo, no
se hizo un examen ginecológico ni si tenía golpes, y no se encontró el cordón
con el que supuestamente se ahorcó, entre muchas otras maniobras de las
autoridades. Encubrieron el crimen y cerraron el caso en 2012 con un dictamen de
suicidio. Un ejemplo más de como el
Estado capitalista defiende y mantiene el sistema patriarcal, con la casi
total impunidad incluso de sus formas más horripilantes, como es el feminicidio.
La impunidad en los delitos reportados
de violencia contra las mujeres en el país llega al 94.8% y la inmensa
mayoría ni se reportan.
Desde
el principio Irinea ha luchado por justicia. En ese camino que emprendió, se
unió a otros en Chimalhuacán, Estado de México, y por esas calles hicieron
protestas y marchas, gritando que “¡Fue feminicidio, no suicidio!” El caso y esta
decidida lucha por justicia han llegado a tener un importante impacto en todo
el país y a nivel internacional.
Por
medio de esta lucha, se logró que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN)
retomara el caso. Encontraron "un patrón de impunidad sistemática" y
ordenaron una nueva investigación. Esta sentencia Mariana Lima Buendía también establece
que toda muerte violenta de mujeres debe ser investigada como feminicidio con
perspectiva de género. Al realizar la nueva investigación, en junio de 2016, el
asesino de Mariana fue detenido como probable feminicida.
Sin
embargo, todavía no hay condena y sentencia de culpabilidad del asesino,
a 11 años del asesinato de Mariana y a siete años de la sentencia de la SCJN.
Llevan seis años del proceso y juicio
contra el feminicida y todavía se sigue con las tácticas dilatorias de las
autoridades.
Por
eso la furia y el coraje de Irinea y de todos los que nos encontrábamos ahí
protestando. Como otras compañeras y compañeros lo dijeron cuando hicieron uso
de la palabra: “Aquí seguimos, y aquí seguiremos, al lado de Irinea. No la
dejaremos sola. Juntos con ella exigimos justicia ¡ya!”. “Que nos escuche el
asesino de Ballinas, que claro que nos escucha allá adentro. ¡Habrá justicia y
pagarás el crimen!" Y enseguida al unísono, se escuchó el grito enfurecido
“¡Asesino!, ¡asesino!, ¡asesino!”.
Otra
madre de víctima de feminicidio enfatizó que “estamos hartas de que las
autoridades no hagan justicia, de que nos traigan a la vuelta y vuelta sin
ningún avance y que nos traten con desprecio”. La mamá de Karla Gómez Velasco, asesinada
hace cuatro años en Chiapas, denunció que “nuestro recibimiento fue las
agresiones de la policía” cuando intentaron en la “Mañanera” ver a Andrés
Manuel López Obrador sobre su caso. Exigió que las autoridades “dejen de obstaculizar
la justicia”. “Hoy tengo mucho coraje, mucha rabia, y eso es lo que me trae, la
impotencia, el coraje de salir a pedir justicia por mi hija y las mujeres que
han callado y que no les han resuelto su caso”. Señaló tajante que “la
alternativa que yo he estado pensando es declararme como madre, ¡madre revolucionaria!,
de víctima de feminicidio”. Ella junto con la mamá de Jade Guadalupe Yuin Gómez
—tenía 13 años, también asesinada en Chiapas en el 2020— salieron en caravana
de Chiapas a la CDMX y estuvieron presentes en el mitin.
Mientras
se realizaba la protesta, con mantas y carteles colgados afuera de los juzgados,
llegaron la Guardia Nacional y la policía. Unos de sus elementos armados se
pararon a unos metros de los que realizábamos la protesta, tratando de
intimidar a la gente. Un compañero del Movimiento Revolución tomó la palabra y señaló: “Aquí estamos, una vez más
frente a estas instituciones que siguen encubriendo al asesino. Y estas
instituciones y sus fuerzas armadas necesitan ejercer ese terror para que su
sistema siga funcionando, y eso va a seguir agudizándose. Nada más veamos lo
que acaba de pasar hace unos días, donde la Guardia Nacional, en Ecatepec se
brincaron la barda y se metieron a una casa donde jalaron del cabello a una
mujer y la empujan contra la pared, y le tocan sus partes íntimas, y otro de la
Guardia Nacional le metió el dedo en la vagina… También detuvieron a un hombre
al que elementos de la Guardia Nacional le dieron de tablazos en las nalgas y
lo violaron metiéndole la punta de un fusil… Y siguen encubriendo a los
criminales. Lo que se necesita es acabar con este sistema patriarcal
capitalista, como lo plantea este volante: ‘¿Vamos a contentarnos con unas
reformas cosméticas al sistema patriarcal o debemos luchar por acabar
con el patriarcado y toda forma de opresión?’”
Hay
que “acabar con este sistema
patriarcal con una revolución liberadora, y estamos aquí para organizar a
ustedes para esa revolución”. Y enseguida se repartió el volante: “Un
llamado a las mujeres rebeldes y a todos los que odian la violencia, el abuso y
el desprecio que asedian a las mujeres: A organizarse ahora para una Revolución Real que arrase con la
opresión de las mujeres y emancipe a la humanidad”, de la Organización
Comunista Revolucionaria, México (disponible en http://aurora-roja.blogspot.com).
El
ambiente de indignación y solidaridad fue mayor que el intento de la Guardia
Nacional de intimidarnos y se tuvieron que alejar de la protesta. En medio de
consignas y a ritmo de la batucada, Irinea finalizó el mitin agradeciendo el
apoyo de todas y todos, y pidiendo que sigamos adelante en “Justicia y justicia
para Mariana y todas las mujeres víctimas de feminicidio”.
Aurora Roja
Voz de la Organización Comunista Revolucionaria,
México
auroraroja.mx@gmail.com
http://aurora-roja.blogspot.com
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