El gobierno de Biden anuncia un plan para un “aumento” masivo e integral de la represión fronteriza

Manifestante se enfrenta a Biden con “Ni una deportación más” en asamblea popular en Carolina del Sur.    Foto: AP

6 de mayo de 2022 - de revcom.us

El 26 de abril, Alejandro Mayorkas, jefe del Departamento de Seguridad de la Patria (DHS, por sus siglas en inglés) de la administración de Biden, anunció un “conjunto del plan del gobierno” de seis puntos para un esperado “aumento” de inmigrantes que intentarán ingresar a Estados Unidos. El DHS dice que este es “un plan para prepararse y manejar encuentros crecientes de no ciudadanos en nuestra frontera suroeste”.

El plan estipula que se fortalezca e intensifique la ya obscena militarización de la frontera por parte de Estados Unidos y organice aún más personal e instalaciones en el lugar para manejar las “consecuencias debido a entradas ilegales, incluidas expulsiones, detenciones y procesos judiciales” de decenas de miles, quizás millones, de inmigrantes desesperanzados y empobrecidos.

“Expulsión acelerada”, y otros “pilares” del plan de Biden

El plan de Biden continúa y, en algunos casos, intensifica muchas de las políticas de Trump sobre el “control fronterizo”. La diferencia esencial: Trump hablaba con un racismo flagrante y se jactaba de su propia sádica crueldad. Su lenguaje insultante e incitaciones a la violencia inflamaron y envalentonaron aún más a su base social fascista. La retórica de Biden, e incluso algunos componentes secundarios de su plan de seis puntos, se elaboran y tienen la intención de sedar a las personas y mantenerlas en la pasividad, especialmente a las personas que lo han apoyado a él y a los demócratas, y que esperaban algo mejor que la odiosa intolerancia de Trump.

El “núcleo” de este plan, en su propio “lenguaje burocrático” blando y deliberadamente embaucador es “…ejecutar estrictamente… las leyes en materia migratoria. Esto incluye un mayor uso de la Expulsión Acelerada, la detención de adultos solteros cuando corresponda, la remisión para enjuiciamiento de aquellos cuya conducta lo justifique y la aceleración de las adjudicaciones de asilo que nos permitan procesar y expulsar más rápidamente de Estados Unidos a aquellos que no se califican para el alivio según nuestras leyes”.

Para la aplicación del “Pilar de seguridad fronteriza 1”, se requiere un impulso en “…recursos, como personal, transporte, apoyo médico e instalaciones para apoyar las operaciones fronterizas”. El plan establece que para el 23 de mayo, el DHS “ya estará preparado para retener a aproximadamente 18.000 no ciudadanos bajo la custodia de CBP [Aduanas y Patrulla Fronteriza] en cualquier momento, frente a los 13.000 a principios de 2021” y duplicar su capacidad para “transportar no ciudadanos a diario, con flexibilidad para aumentar la capacidad”.

En resumen, más ejecutores brutalizadores de la Patrulla Fronteriza, mucho más espacio en la cárcel para los inmigrantes.

Otros “pilares” incluyen:

  • Medidas para mejorar la “eficiencia en el procesamiento” de los inmigrantes detenidos y reducir el tiempo de espera para las audiencias. TraducciónExpulsión forzosa de personas de Estados Unidos lo más rápido posible, tapada con una fachada de legalidad y debido proceso.
  • Pactos con México y otros países para asegurar que “compartan la responsabilidad [de controlar la inmigración] a Estados Unidos…”. Traducción: Exprimir a los regímenes dependientes para que usen sus fuerzas militares y policiales para impedir con la violencia que las personas en toda América Latina hagan el viaje a Estados Unidos.
  • Establecer “una nueva unidad de inteligencia para coordinar y fortalecer la capacidad de alerta temprana de movimientos migratorios”. Traducción: espiar y trastornar potenciales “caravanas” de migrantes antes de que se formen y cuando se formen.

Y, siendo este un plan de los demócratas “humanitarios”, quienes, después de todo, se dicen consternados por la brutalidad abiertamente racista de Trump contra los inmigrantes, incluye ampliar la capacidad de las organizaciones no gubernamentales en “comunicaciones y coordinación” con las autoridades federales para brindar necesidades básicas de vida y apoyo a inmigrantes desesperados.

Agentes estadounidenses en la frontera entre Estados Unidos y México obligan a los solicitantes de asilo que no son de México a volver a México, lo que viola el derecho internacional sobre asilo. En la imagen: en un campamento en Reynosa, México, una mujer despierta en medio de cientos de migrantes expulsados de Estados Unidos.    Foto: AP
 Título 42, Título 8 — El mismo sistema podrido

Como revcom.us informó hace poco, el 23 de mayo se vence el “Título 42”. Esta es una sección del código legal de Estados Unidos que tanto Trump como Biden han utilizado para “expulsar” a los inmigrantes. “Expulsar” significa expulsar a la fuerza de Estados Unidos a las personas sin ninguna audiencia legal ni apelación. Alrededor de 1.8 millones de personas detenidas bajo custodia en la frontera entre Estados Unidos y México han sido expulsadas por Trump y Biden con el Título 42 como “justificación” legal.

De rutina les niegan a las personas que huyen de asesinatos, incendios premeditados, violaciones, torturas y secuestros, audiencias de asilo y los obligan a volver a México. La organización Human Rights Watch informó que “Bajo la administración de Biden, la CBP [Patrulla de Aduanas y Fronteras] ha expulsado a mujeres embarazadas que estaban en parto, y bajo la administración de Trump, expulsó a mujeres inmediatamente después de dar a luz, incluso a niños ciudadanos estadounidenses”.

 

Los gobernantes de Estados Unidos, demócratas y republi-fascistas por igual, temen que el posible fin del Título 42 pueda desencadenar que un número sin precedentes de personas intenten llegar a Estados Unidos. Según un informe de Reuters: “Los funcionarios del DHS les dijeron a las oficinas del Congreso… que decenas de miles de migrantes que ya están cerca de la frontera podrían llegar a las pocas horas de que se levante el Título 42 y más de un millón en el sur de México y en otros países podrían arribar en cosa de semanas, según un ayudante informado sobre el asunto”.

Mayorkas anunció que cuando se venza el Título 42, Estados Unidos se basará en otra parte del código federal —el “Título 8”— como su “autoridad legal para ejecutar nuestras leyes de inmigración y seguridad fronteriza... El Título 8 establece que los individuos que crucen la frontera sin autorización legal serán procesadas para su expulsión y, si no pueden establecer una base legal para permanecer en Estados Unidos, serán deportados inmediatamente del país”.

De hecho, las autoridades fronterizas tanto de Trump como de Biden han utilizado el Título 42 y el Título 8 para expulsar a las personas arrestadas en la frontera. El Título 8 permite que algunos inmigrantes soliciten asilo. Pero después del 23 de mayo, la aplicación del Título 8 no necesariamente significará que los inmigrantes que soliciten asilo podrán esperar su audiencia en Estados Unidos. Bajo otra política aún intacta de la era Trump llamada “Permanecer en México”, muchos solicitantes de asilo serían obligados a esperar en campamentos inmundos, plagados de enfermedades y crimen en México hasta que se conozcan sus casos.

Un maremoto de sufrimiento humano

Las condiciones en estos campamentos se han deteriorado durante la presidencia de Biden. Como informó Associated Press a fines del año pasado: “las condiciones insalubres y de hacinamiento están empeorándose en los campamentos informales establecidos en el norte de México por solicitantes de asilo que esperan para presentar solicitudes de asilo en Estados Unidos”. Familias enteras viven “… bajo lonas de plástico, sin baños y a la merced de la intemperie y las feroces pandillas que deambulan por la zona”.

Una mujer en un campamento con más de 2.000 personas le dijo a un reportero que había huido del estado mexicano de Guerrero después de que una pandilla mató a uno de sus hijos y amenazó con matarla a ella. Dijo: “Los niños se están enfermando de diarrea; tienen fiebre e infecciones, porque hay muchas moscas alrededor. No hay saneamiento, hay basura por todos lados, excrementos, orina. Vine a ciegas, huyendo de lo que me había pasado”.

Un maremoto de sufrimiento humano, degradación y opresión está a punto de azotar a Estados Unidos, cuyo gobierno no está preparando una respuesta humanitaria al trastorno anticipado. Está movilizando y concentrando fuerzas brutales y equipos de represión, mientras amplía el uso de una farsa de procedimientos legales y reúne un núcleo de organizaciones no gubernamentales para proporcionar fachadas de “legitimidad” y “humanidad”. Lo está haciendo en conformidad con las leyes del sistema criminal que causa semejante miseria.

Como dijo Bob Avakian en una entrevista reciente:

Las leyes vigentes son las leyes de los dominadores imperialistas del mundo: regular y militarizar las fronteras para salvaguardar los intereses imperiales y súper-explotar a los inmigrantes que sí cruzan hacia los territorios imperialistas y que son obligados a “vivir en la sombra” sin derechos. Es una manifestación de nuestros tiempos que la frontera entre Estados Unidos y México y el Mediterráneo se han convertido en cementerios para migrantes y refugiados, que los campos de refugiados se han convertido en terrenos de reclutamiento para el “comercio sexual” global.

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