Bob Avakian
6 de mayo de 2022 - de revcom.us
En varios escritos recientes, especialmente un importante artículo
reciente (“Ucrania: Una Tercera Guerra Mundial es el verdadero peligro, y no una repetición de la Segunda Guerra Mundial”), he hablado de las mentiras y
tergiversaciones sobre la guerra en Ucrania —en particular las que sirven a los
objetivos de los gobernantes imperialistas de Estados Unidos en
la guerra en Ucrania— y la manera en que estas mentiras y
tergiversaciones contribuyen al aumento del peligro de una Tercera
Guerra Mundial, con un enfrentamiento militar directo entre Estados
Unidos-la OTAN y Rusia y el probable uso de armas nucleares en
tal enfrentamiento, con consecuencias potencialmente devastadoras, incluso
la posibilidad concreta de la destrucción de la civilización humana1.
En el presente, no intentaré repetir todo lo dicho en ese artículo, en
términos del análisis extenso y muy importante de lo que realmente está pasando
con esta guerra en Ucrania, los objetivos de los imperialistas de los bandos
opuestos, los muy graves peligros que esto conlleva, y la necesidad de que las
masas de personas, en todas partes, actúen de acuerdo con sus propios intereses, en
oposición a los intereses de los imperialistas de ambos lados. Lo que voy a
abordar aquí son ciertas especies de idioteces que ignoran, o
minimizan, los terribles peligros los que implica un posible enfrentamiento
militar directo entre Estados Unidos-la OTAN y Rusia.
Se tiene el argumento de que una guerra entre Estados Unidos-la OTAN y
Rusia “no sería gran cosa” porque Estados Unidos es mucho más “cabrón” y podría
derrotar fácil y decisivamente a Rusia, sin gran costo — al menos para
“nosotros los ‘americanos’”. Como he señalado, entre ciertos tipos de
chovinistas pro estadounidenses, embriagados con su sensación del poderío
militar invencible de Estados Unidos, al parecer se ha alentado esta noción
verdaderamente ridícula y escandalosa (de que una guerra con Rusia “no sería
gran cosa”), debido a las dificultades que han tenido las fuerzas rusas, al
menos a la fecha, para lograr sus objetivos en Ucrania — debido, en gran parte,
al suministro masivo de armamento que Estados Unidos-la OTAN ha proveído al
gobierno de Ucrania2.
Pero se tiene una realidad crucial en conexión con todo esto: en esta
guerra —donde los imperialistas rusos han invadido a Ucrania, y por su lado los
imperialistas estadounidenses (y sus “aliados” de la OTAN) están respaldando a
Ucrania y armándola fuertemente—, ambos lados están
profundamente comprometidos a un “gane” en esta situación. Por parte de los
imperialistas estadounidenses, su objetivo, y lo que para ellos constituye un
“gane” necesario, es conseguir que Rusia sea derrotada en Ucrania, y así
debilitar de manera importante a Rusia y a su capacidad de desafiar a la
posición dominante del imperialismo estadounidense en el mundo. Para los
imperialistas rusos, su objetivo es precisamente desafiar esa dominación
estadounidense, y un objetivo clave e inmediato es impedir que Ucrania ingrese
a la OTAN y asegurarse de que Ucrania no se convierta en una pieza del “cerco”
de Rusia por Estados Unidos-la OTAN, que ya ha avanzado mucho (en que varios
países que están cerca de Rusia o que de hecho colindan con Rusia, ya son
miembros de la OTAN). Comprometidos profundamente los dos bandos a sus
objetivos, y ya fuertemente involucrados en la guerra en persecución de estos
objetivos (con Rusia directamente en guerra en Ucrania, y Estados Unidos-la OTAN
fuertemente involucrados, aunque por ahora indirectamente), esto significa
que, siempre que sean estos imperialistas en contienda los que impongan
los términos, ningún lado puede retroceder fácilmente. (Una
vez más, siempre que sean estos imperialistas en contienda los que
impongan los términos, y que la gente, de todos los
lados, no actúe efectivamente, con grandes masas de personas, de modo
que se impongan diferentes términos, que
correspondan a sus propios intereses, en oposición
a los intereses de los imperialistas de cualquier de los bandos.)
Si ningún lado retrocede — ¿¡qué pasará!?
Si no es probable que ningún lado en este conflicto entre imperialistas
retroceda y acepte la derrota, ¿qué implicará eso — y, específicamente, qué
implicaría si de hecho Estados Unidos-la OTAN se involucrara directamente en un
conflicto militar con Rusia, y si esto en efecto resultara en
reveses serios para Rusia? ¿Putin y los imperialistas rusos simplemente dirían:
“Bueno pues, ustedes ganan, nos damos por vencidos, nos batimos en retirada
hasta Rusia”? ¿¡Realmente creería cualquier persona seria y pensante que eso
tenga probabilidades de darse!? Pues no, en esa situación la respuesta
muchísimo más probable de Putin-los imperialistas rusos sería intensificar la
guerra, muy posiblemente con el uso de armas nucleares, más probablemente no
las bombas nucleares más poderosas (al principio) sino “armas nucleares
tácticas”, las cuales podrían usar no solamente en Ucrania sino también en el
territorio de los países de la OTAN que se habían involucrado en la guerra
(quizá incluidos no sólo los países cerca de Ucrania sino también los países en
Europa occidental, como Francia, Alemania y el Reino Unido).
Por otro lado, ¿y qué tal si —al contrario de las expectativas de los
chovinistas pro estadounidenses— resultaría que, en un conflicto militar
directo con Rusia (y que en consecuencia Rusia desplegara muchas más fuerzas a
este conflicto) Estados Unidos-la OTAN no salieran tan bien librados, y al
menos se frustraran sus intentos de asestar alguna especie de derrota decisiva
a las fuerzas rusas, o hasta que por su parte sufrieran reveses serios?
¿Simplemente admitirían los gobernantes imperialistas de Estados Unidos —el
que es el único país que de hecho ha usado armas
nucleares, y nunca ha reconocido que hacerlo estaba mal—, ellos simplemente
admitirían que no pudieron derrotar a Rusia y aceptarían un desenlace que
reflejara eso? ¿¡Realmente creería cualquier persona que eso sea
probable!?
No, las “dinámicas” de una guerra directa entre Estados
Unidos-la OTAN y Rusia muy probablemente conducirían a un proceso de intensificación
continua, en que ninguno de los bandos esté dispuesto a retroceder —ni
realmente sea capaz de retroceder— ante la perspectiva de algún tipo de derrota
en esta guerra.
Una guerra nuclear sí que es “gran
cosa” — una perspectiva verdaderamente terrible
Esto nos lleva a las otras especies principales de idioteces (y, en
realidad, demencia peligrosa) respecto a la perspectiva de una guerra directa
entre Estados Unidos-la OTAN y Rusia: la idea verdaderamente demente de que, si
se dieran tiroteos nucleares entre los lados en contienda, eso en sí “no sería
gran cosa” — o al menos se limitaría a las “armas nucleares tácticas” las que,
sí, causarían daños concretos, pero no sería tan terrible como han advertido
los “alarmistas” (en realidad ¡este argumento lo han hecho algunas personas
severamente trastornadas y aparentemente “con muerte cerebral”!).
En primer lugar, inclusive las armas nucleares tácticas en sí
provocarían una devastación terrible, no solamente para los combatientes en el
campo de batalla sino mucho más ampliamente, causando un horroroso sufrimiento
humano y destrucción del medio ambiente. Y, más allá de eso, por las razones
que se han abordado aquí, la misma dinámica que conduciría al uso de armas
nucleares tácticas en primer lugar muy probablemente luego conducirían
al uso de armas nucleares aún más poderosas — e incluso a la posibilidad
concreta de que tales ataques nucleares se apunten contra los “países base” de
los principales adversarios en este conflicto, Rusia y Estados Unidos. Si
uno de los lados, o ambos lados, en este conflicto considerara que la
introducción de armas nucleares tácticas fuera necesaria para ganar una ventaja
decisiva en esta guerra —o para prevenir un revés inaceptable, o una derrota
concreta—, pues en semejante caso la mismísima lógica podría impeler
las cosas más allá de simples armas nucleares tácticas, hacia usar más
extensamente armas nucleares estratégicas, y quizá incluso ataques nucleares
directos contra el “territorio base” del adversario principal (en otras palabras,
tiroteos nucleares entre Estados Unidos y Rusia apuntados directamente al
“territorio base” del otro), lo que por su devastación masiva y lluvia
radioactiva a nivel mundial incluso podría conducir a la destrucción de la
civilización humana.
Urge cambiar radicalmente toda esta dinámica — a
favor de los intereses de la humanidad, y no los intereses
de los imperialistas rivales en contienda
Todo esto pone de relieve por qué es vitalmente importante que las masas
de personas, en Estados Unidos, y en otros países que se alinean con él, así
como en Rusia —que las masas de personas en todas partes— se despierten ya por fin y
completamente, que reconozcan la realidad y la profunda importancia de lo que
está en juego, y que actúen de acuerdo con nuestros verdaderos
intereses — los intereses de toda la humanidad: exigiendo que SE PONGA
FIN a esta guerra en Ucrania, y a la injerencia (directa e indirecta) de los
imperialistas de ambos lados en esta guerra, antes de que no
sólo inflija aún más sufrimiento al pueblo de Ucrania sino que posiblemente se
intensifique hasta un conflicto mucho más terrible que cause masiva destrucción
y muerte, a un nivel mucho mayor, e incluso posiblemente represente una amenaza
a la propia existencia de la misma humanidad.
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NOTAS:
1. El importante artículo “Ucrania: Una
Tercera Guerra Mundial es el verdadero peligro, y no una repetición de la
Segunda Guerra Mundial” está disponible en revcom.us.
2. Vea, además del citado artículo, “La demencia delirante de Sean Penn y el peligro de la guerra nuclear”, que también está disponible en revcom.us.
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