Con el reciente Informe gubernamental sobre Ayotzinapa, se adelanta la impunidad del ex presidente Enrique Peña Nieto, así como del secretario de la Defensa Nacional en aquel entonces, Salvador Cienfuegos, además de seguir encubriendo los crímenes atroces y los motivos inconfesables del Ejército, la Marina y el gobierno, en relación con el asesinato de seis personas y la desaparición de los 43 normalistas en Iguala en 2014.
El hecho de que el gobierno actual se vea obligado a
reconocer que la llamada “Verdad Histórica” sobre el caso fue una vil mentira
construida a sabiendas por el gobierno de Peña Nieto a partir de torturas,
fabricaciones, desapariciones de personas y evidencias, es testimonio de la
fuerza de la incansable lucha de los padres de familia y muchos más en el país
y en el mundo que siguen exigiendo justicia. También es testimonio de esa lucha
la detención del ex procurador y principal protagonista público de la cínica
“Mentira Histórica”, Jesús Murillo Karam, así como varios oficiales menores,
aunque queda por verse si se va a realizar un juicio serio en su contra. Es una vergüenza que haya tardado casi 8
años desde el crimen y casi cuatro años del gobierno del supuesto
"cambio" para finalmente reconocer hechos que se conocieron y se
documentaron ya desde hace mucho tiempo.
Es absolutamente
inaceptable el anuncio gubernamental adelantado de impunidad para Peña Nieto y Cienfuegos.
Después de presentar el Informe gubernamental, Alejandro Encinas declaró que no
“había elementos acreditando una responsabilidad" de parte de ellos.
Aunque luego clarificó que hablaba de participación en los hechos de la noche
del 26 de septiembre de 2014, tampoco nadie ha señalado que Murillo Karam haya
participado directamente en esos hechos, pero ya lo detuvieron. En cambio,
sobre Peña y Cienfuegos, no encuentran "elementos". Es un claro
intento de adelantar impunidad para sus indefensibles actos criminales.
Peña Nieto, como
presidente, defendió y repitió a cada rato las mentiras de su gobierno sobre
Ayotzinapa. Nombró a Tomás Zerón al Consejo de Seguridad
Nacional después de haber comprobado
públicamente con video que, como jefe de la Agencia de Investigación Criminal y
operador clave del encubrimiento, realizó un operativo oculto e ilegal en el
Río San Juan para “descubrir” al día
siguiente el hueso del normalista
Alexander Mora, que evidentemente sembró
el día anterior. Nunca se ha investigado cómo Zerón llegó a tener ese hueso.
Es inconcebible que todas las fuerzas
que participaron en el horrendo crimen en
Iguala y su posterior encubrimiento (Ejército, Marina, Policía Federal,
Procuraduría, etc.) hayan actuado sin el
conocimiento ni órdenes del entonces jefe de Estado. A pesar de todo el
show del gobierno actual de la "consulta" para supuestamente
enjuiciar a los ex presidentes, no hay ninguna indicación hasta la fecha de una
intención real de enjuiciar a Peña Nieto ni por Ayotzinapa, ni por los otros
crímenes de lesa humanidad cometidos bajo su mando, como las matanzas de Nochixtlán,
Tlatlaya, Apatzingán, Tanhuato y otros.
Cienfuegos, como
jefe del Ejército, se destacó por hacer todo lo posible por negar acceso a las
bases militares, encubrir y destruir evidencia, mintiendo al Congreso, en 2014,
de que el Ejército no tenía información sobre el crimen, cuando se ha
documentado un cúmulo de evidencia, parte de la cual siguen ocultando. El Ejército fue la fuerza capaz de
orquestar el encubrimiento del crimen, dio seguimiento en tiempo real a
todo lo que sucedía y venía realizando operativos encubiertos contra los
estudiantes de Ayotzinapa desde antes. El Grupo Interdisciplinario de Expertos
Independientes (GIEI) ha revelado un video de octubre de 2014 que muestra a
efectivos de la Marina en un
operativo encubierto en el acto aparente de sembrar evidencia en el basurero de Cocula, que unas horas después
fue “descubierta” por las autoridades. El GIEI también reveló evidencia de una
campaña del Ejército para descalificar su trabajo. Tanto la Marina como el
Ejército, entre otros, participaron en varios actos de tortura para fabricar
evidencia. Sin embargo, el Informe
gubernamental minimiza el papel criminal del Ejército y la Marina,
reduciéndolo a “omisión” y “negligencia”.
De aun mayor importancia, el Informe gubernamental oculta los motivos detrás de la enorme
conspiración del gobierno federal para encubrir la verdad sobre estos crímenes
de lesa humanidad. Repite la
misma tesis de la desacreditada "Verdad Histórica" de que todo se
debió a un conflicto y confusión entre bandas criminales rivales (los Guerreros
Unidos y los Rojos) con la participación de policías y autoridades locales. Aunque
algunos miembros de Guerreros Unidos tal vez fuesen motivados a actuar con
algún cuento así, eso no demuestra que fue el verdadero motivo detrás del
aparatoso y despiadado ataque con la presencia de los tres niveles del gobierno
en contra de quienes todas las partes principales involucradas supieron en
tiempo real que eran normalistas. El
informe gubernamental no plantea el interrogante obligado: ¿qué necesidad
tendrían el gobierno federal, el Ejército y la Marina de encubrir los crímenes
de una banda delictiva y autoridades locales? Y ¿quién o quiénes dieron la
orden de “eliminar” a los normalistas y luego de encubrirlo todo? La
lucha tiene que seguir hasta que se sepa toda la verdad de qué les pasó a cada
uno de los normalistas, quiénes lo hicieron bajo órdenes de quiénes, quiénes
ordenaron el masivo operativo de encubrimiento desde la misma noche del crimen
y cuáles fueron los motivos tanto del crimen como de su encubrimiento.
Existen por lo menos dos posibles explicaciones de estos
crímenes que el gobierno actual sigue sin investigar, y no son necesariamente
mutuamente exclusivas:
·
Represión política contra los normalistas: El gobierno de Peña Nieto siguió los pasos de
los gobiernos anteriores con la satanización y represión a los alumnos de las
normales rurales por su conocido papel de oposición radical. Las policías
federal y estatal asesinaron a dos normalistas de Ayotzinapa en la Autopista
del Sol en 2011, en el gobierno de Calderón. El Ejército venía realizando
operativos en su contra, colocando incluso a dos informantes entre los
estudiantes de Ayotzinapa (Informe III del GIEI). El alcalde de Iguala y los
mismos Guerreros Unidos los amenazaron con represalias si volvieran, después de
una manifestación por el homicidio del dirigente social Arturo Hernández
Cardona en 2013. Con el actual gobierno de López Obrador, la Guardia Nacional
reprimió con lujo de violencia a los normalistas y a los padres de familia por
el supuesto “crimen” de volantear y botear en una caseta. El mismo López
Obrador lanzó en febrero de 2022 la acusación sin fundamentos de que había
“infiltrados” de la “delincuencia organizada… en la dirección” de los
normalistas de Ayotzinapa, repitiendo las mismas mentiras de Peña Nieto.
·
Encubrimiento
del papel central del Ejército en el tráfico de drogas: El GIEI, a
diferencia del Informe gubernamental, ha sido muy insistente en el papel
importante del Ejército en todo esto y en la necesidad de darle seguimiento a
la investigación del quinto camión tomado por los normalistas, cuyo existencia
el gobierno trató de negar durante mucho tiempo. Podría haber llevado un
cargamento oculto de drogas, lo que podría ser parte del motivo de la ferocidad
de los ataques. También podría haber puesto al descubierto el papel destacado
del Ejército (y el gobierno) en todos los niveles en el tráfico de drogas y su
contubernio con el crimen organizado, que es un secreto a voces en Guerrero
desde mucho antes de la nefasta noche de Iguala. No hay que olvidar que el
mismo Cienfuegos fue detenido en Estados Unidos por narcotráfico y solo se
salvó por la intervención de López Obrador bajo evidente presión de las fuerzas
armadas de México.
Incluso algunos gobiernos burgueses de América Latina han
llegado a enjuiciar a ex presidentes por sus crímenes, si bien, con todo y
así, persiste el mismo sistema,
esencialmente el mismo Estado y una continuidad de crímenes contra el pueblo hasta
en esos países. El supuesto gobierno del "cambio" de López Obrador y
Morena ni llega a eso. Hay que seguir
luchando por la justicia para Ayotzinapa ante este último intento de ocultar la
verdad de los hechos y proteger a los más altos criminales. No solo este
informe, sino también los asesinatos y represión contra el pueblo por parte del
gobierno actual, que hemos documentado en otra parte (ver el libro La esperanza revolucionaria) demuestran
que, aunque cambian rostros, cambian personas, cambia la retórica, sigue siendo en esencia el mismo Ejército,
la misma Marina y el mismo Estado represor al servicio del mismo sistema
capitalista. Solo habrá verdadera justicia y liberación real para el pueblo al
derrocar a este Estado reaccionario y forjar otro Estado radicalmente distinto
a partir de la lucha revolucionaria de millones de personas. Hoy más que
nunca, urge tal revolución, una
revolución socialista, guiada por el Nuevo Comunismo. Toda persona que ya esté
harta de tantos crímenes, mentiras e injusticia debe entrar a conocer y
preparar esa revolución liberadora ahora.
Bajar volante en pdf: Ayotzinapa-impunidad.pdf
Aurora Roja, Voz de la Organización Comunista
Revolucionaria, México
20 de agosto de 2022
aurora-roja.blogspot.com
/ auroraroja.mx@gmail.com
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