Manifestación en La Haya, Holanda, convocada por la Organizaciòn de Mujeres 8 de Marzo (Irán-Afganistán) |
Todos sabemos
que el 20 de enero Donald Trump tomará posesión como el presidente de Estados
Unidos, lo que ha inquietado a cientos de millones de personas no sólo en
Estados Unidos sino también en todo el mundo.
Trump basó su campaña
electoral en la supremacía masculina, la supremacía blanca, el chovinismo
nacional, la amenaza de atacar a los refugiados y los musulmanes, y una carrera
armamentista nuclear. Por lo que una parte integrante de sus programas es la
denigración de las mujeres, la humillación de la gente gay, el racismo y la
discriminación contra la gente de color, la opresión de otras naciones y
religiones, la amenaza de otra carrera armamentista nuclear y como resultado,
la amenaza de una guerra peligrosa y destructiva con armas de destrucción masiva.
También ha prometido aumentar muchísimo las emisiones de CO2 y amenaza al
planeta entero y además la vida de las siguientes generaciones.
Ha juntado los valores
y las ideas más atrasados, anticuados y reaccionarios para constituir la clase
de gobierno que planea: el fascismo. Así un representante del
capitalismo-imperialismo planea gobernar a Estados Unidos y oprimir y explotar
a otros países y seguir sus intereses globales. El gobierno que sería una
amenaza a la humanidad y al planeta entero y puede igualar a la Alemania nazi,
no obstante con un acceso a armas mucho más poderosas de destrucción masiva.
Nos asquea muchísimo
la forma en que una persona que va a gobernar al país más poderoso del mundo ha
humillado y denigrado a las mujeres.
Las mujeres iraníes
han tenido la experiencia de un régimen teocrático que llegó al poder sobre la
base de la religión y los valores atrasados y antimujer. Muchas no creían que
fuera posible imponer una idea tan atrasada contra las mujeres. Pero el velo
obligatorio para las mujeres inmediatamente después de que tomaron el poder fue
el primer ataque al derecho de las mujeres, lo que generó días de protestas de
decenas de miles de mujeres en Teherán. El régimen que se apoyó en sus bases
conservadoras, por un lado, y por otro lado, las muchas personas, entre ellas
las fuerzas progresistas y revolucionarias, que descartaron la seriedad de
estos ataques por triviales y secundarios, socavaron el apoyo que el movimiento
de mujeres necesitaba y merecía. El régimen religioso antimujer de Irán
continuó aumentando la presión sobre las mujeres y las privaba en mayor medida
de otras actividades sociales. El ataque a las mujeres en poco tiempo se
extendió al ataque a las minorías nacionales, y luego continuaron la
restricción de los derechos de los individuos y los ataques a las minorías
religiosas, los comunistas y otros grupos de oposición, al extremo de
encarcelar, torturar y ejecutar a decenas de miles de miembros y partidarios de
organizaciones revolucionarias y otros grupos de oposición, y el reino del
terror que aún continúa.
Desde ese entonces,
las mujeres han venido oponiendo resistencia y luchando con el ascenso y la
caída de este régimen antimujer. Las mujeres iraníes tenemos muy presente que
nuestra liberación depende de nuestra lucha por un derrocamiento revolucionario
de este régimen fundamentalista islámico.
Comprendemos plena y
profundamente lo que significa la denigración de las mujeres. Podemos sentir el
dolor de la discriminación impuesta a las mujeres o a los demás sectores de la
sociedad.
Quisiéramos expresar
nuestro pleno aprecio por sus esfuerzos de organizar y unir a todos aquellos
que no pueden quedarse al margen y ven que se perfila un Estados Unidos
fascista.
Apoyamos su lucha de
todo corazón y luchamos por unir y organizar a las personas de todos los
ámbitos sociales, a fin de detener que un régimen encabezado por Trump y Pence
tome el control y ejecute un programa verdaderamente horrendo.
No importa dónde nos
encontremos, palpamos muchísimo la amenaza que Trump y Pence y su camarilla van
imponiendo no sólo a Estados Unidos sino en el mundo en su conjunto y no
podemos permanecer indiferentes sino que estamos decididas a ser parte de la
lucha.
Nuestro deber es el de
luchar contra la opresión de las mujeres, contra el racismo y contra la
incitación al odio y al miedo contra los refugiados y las personas de distintas
razas y religiones.
Nuestro deber es el de
hacer todo lo que podamos para detener el loco impulso de una carrera
armamentista nuclear y la amenaza que representa para la humanidad y el planeta
en su conjunto.
En la situación
actual, todas estamos vinculadas a rechazar y resistirnos a un Estados Unidos
fascista.
Su lucha contra un
Estados Unidos fascista encabezado por Trump y Pence es nuestra lucha y la lucha
de todos los revolucionarios y amantes de la libertad del mundo y de aquellos
que luchan por un mundo sin opresión y explotación.
El 20 de enero
estaremos con ustedes y con los millones de personas en Estados Unidos y en
todo el mundo y estaremos decididas a negarse a aceptar el fascismo.
26/12/2016
www.8mars.com
zan_dem_iran@hotmail.com
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