Marcha en CU en protesta por la agresión |
Policía dispara e hiere a dos
estudiantes
Mientras la justa rebelión y protestas arrecian a lo largo y ancho del
país por el crimen del Estado en Iguala y Peña Nieto amenaza a los
manifestantes con la represión, el gobierno del Distrito Federal montó una
agresión en contra de los estudiantes de la UNAM el sábado 15 de noviembre. En
contubernio con las autoridades universitarias, mandaron a sus agentes a violar
la autonomía universitaria en una supuesta “diligencia” en que uno de los
policías disparó su arma e hirió a dos estudiantes.
No logró intimidar a los estudiantes. Los oficiales intentaron huir de
pie, los estudiantes los siguieron. En ese momento el mismo policía abrió fuego
e hirió a dos estudiantes y una perra. Es otro crimen del Estado.
“Disculpe las molestias que
nuestras BALAS le vengan ocasionando"
El policía y las autoridades sostienen que disparó al aire, pero no se
molestan en explicar cómo supuestos disparos al aire llegaron a herir a dos
estudiantes y una perra.
La pobre excusa que ofrecieron las autoridades por esta cobarde agresión
y violación de la autonomía universitaria fue una supuesta investigación del robo
de un celular, pero todo hace suponer que fue un acto de espionaje político y
provocación en contra del cada vez más amplio movimiento estudiantil.
Frente a la digna y airada protesta estudiantil, el hipócrita rector
José Narro pontificó después que "no es deseable la presencia de la
policía" en Ciudad Universitaria, como si no tuviera nada que ver, cuando este
operativo se realizó en contubernio con las autoridades universitarias. El
comunicado oficial inicial de la UNAM admitió que “integrantes de la agencia
especializada de PGJDF… se presentaron en compañía de personal de la Unidad
de Apoyo Jurídico de la Universidad para el desahogo de una diligencia en los
alrededores de la Facultad de Filosofía y Letras”. ¡Con toda razón los estudiantes
exigen la salida del rector!, que como sus antecesores tiene una historia de repetidos
intentos de sofocar y hostigar el activismo político en la universidad.
Herido de bala policíaca |
Por su parte, el gobierno capitalino perredista de Miguel Mancera,
después de difundir la mentira de que los policías se defendieron de una
agresión, “se disculpó” sin revelar quién ordenó esta provocación y agresión ni
con qué propósitos. Mancera, como sus antecesores, también tiene en su haber
una larga serie de provocaciones y represiones policíacas en coordinación con
el gobierno federal.
El asesino comandante en jefe
acusa al pueblo de "violencia"
Estos hechos demuestran una vez más que no importa cuál partido
electoral esté en el poder: la supuesta "izquierda" es tan capaz de
reprimir al pueblo que el PRI o el PAN; son simples diferencias de gusto y
retórica entre estos representantes de las clases dominantes.
Tlatelolco, Acteal, Aguas Blancas, Atenco, San Fernando, guardería ABC, Tlatlaya,
Iguala, más de 120 mil asesinatos, 25 mil desaparecidos, 30 mil feminicidos en
los últimos años y todo queda en la impunidad, nadie de los de arriba quiere hacer nada real al respecto, todos lo quieren encubrir porque
entienden que su Estado tiene que sembrar terror entre la población para
mantener su injusto sistema de explotación y miseria sobre la mayoría.
Cartel de la marcha de protesta |
Y ahora estos criminales, con las manos cubiertas de la sangre del
pueblo, nos vienen a sermonear sobre la “violencia” de algunas protestas. Al
regresar de Australia, Peña Nieto repite la mentira gubernamental de que “a
quienes hay que condenar por estos hechos [de Iguala] es a los criminales”
cuando todo mundo sabe o debe saber que esto fue un crimen político, que fueron
policías los que abrieron fuego y
fueron policías que secuestraron a
los normalistas. Fueron soldados los
que llegaron al hospital Cristina cortando cartucho, tomaron fotos y amenazaron
a los normalistas, después del segundo ataque en Iguala e impidieron durante
unas horas que el estudiante herido de bala en la boca recibiera atención
médica, lo que casi causó su muerte. Fueron y son las autoridades estatales y federales que siguen mintiendo sobre el
paradero de los desaparecidos y los motivos reales de este crimen de lesa
humanidad. Todos estos agentes del Estado son los criminales que hay que
condenar, y no solamente los sicarios que les ayudaron. Y dicho sea de paso, EPN
así como los demás gobernantes son habitualmente incapaces de siquiera decir
claramente lo que pasó en Iguala — la matanza de seis personas y la
desaparición de 43 estudiantes por parte de la policía y hombres vestidos de
negro todavía no identificados. Casi siempre sólo hablan vaga y clínicamente de
los “hechos lamentables”.
Y luego dijo “Lo más lamentable es haber observado a lo largo de la
semana distintos actos cargados de violencia, contrarios al respeto a la ley y
el orden…”, como si algunos vidrios rotos o la quema de algún edificio oficial
fueran mucho peor que el cúmulo de casos de tortura, desaparición y asesinato
cometidos o solapados por el Estado. Sí, para él, para las clases dominantes,
para los grandes capitalistas y terratenientes, “lo más lamentable” no son los
crímenes de Iguala o los 21 jóvenes rendidos masacrados en Tlatlaya, o las 35
personas ejecutadas por la Marina en Veracruz, o un sinnúmero de otros actos
atroces por parte de todos los niveles y fuerzas represivas del gobierno que
las organizaciones de derechos humanos documentan año tras año sin ningún
impacto en el quehacer del Estado. ¡No! Para los de arriba, la bárbara
violencia reaccionaria del Estado es necesaria para mantener "la ley y el
orden" — la ley y el orden de un sistema maléfico en que un puñado de
multimillonarios y politiqueros se enriquece de la explotación y miseria de los
demás.
Y por eso EPN subrayó en el mismo mensaje que el Estado está “legítimamente
facultado” para usar la fuerza “cuando se ha agotado cualquier otro mecanismo
de establecer el orden”. O sea, dejen de protestar, dejen de rebelarse contra
todos estos asesinatos, desapariciones y tortura o van a ver, los voy a
reprimir con la tan “legítima” fuerza del Estado… con más asesinatos,
agresiones, desapariciones y tortura.
Para EPN, para las clases dominantes y para este sistema mayormente
capitalista, "lo más lamentable" es cuando, como ahora, los de abajo
se despierten y comienzan a gritar ¡Ya Basta! Lo más lamentable para ellos es
cuando cada vez más gente empieza a darse cuenta, como ahora, que "Fue el
Estado" porque ES el Estado.
El problema no es el “mal
gobierno” sino el Estado capitalista
El problema no es uno u otro político o partido electoral o siquiera el
“mal gobierno”. El problema es el Estado capitalista y el sistema principalmente
capitalista dominado por el imperialismo en este país. Mientras impere este
sistema, mientras persista este Estado, ningún cambio de personas o partidos va
a cambiar a fondo las cosas. Hace falta hacer
añicos este Estado criminal, hace falta tumbar
este sistema inhumano para poder construir un nuevo Poder y un nuevo sistema al
servicio de la gente y de la humanidad. Hace falta, en una palabra, la revolución.
Por eso, al luchar por llevar la lucha por justicia por Ayotzinapa y por
todos los asesinados, desaparecidos y torturados, a lo hondo y profundo del pueblo, al
impulsar por todas partes la rebelión y la resistencia en contra de este Estado
y este sistema abominables, hace falta forjar un movimiento cada vez más amplio
y decidido para la revolución. Sólo una nueva revolución emancipadora podrá
salvar al pueblo del horror y terror que siembran este Estado y este sistema.
¡Nos han quitado tanto que nos
han quitado el miedo!
¡El Estado no es omiso, es criminal!
¡Muera el Estado capitalista!
¡La revolución es la solución!
Aurora Roja
Voz de la Organización Comunista
Revolucionaria, México
Contáctanos: aurora-roja.blogspot.com / auroraroja.mx@gmail.com
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