Lo que motiva la
reanudación de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba
El 17 de diciembre,
Estados Unidos y Cuba anunciaron la reanudación de relaciones diplomáticas.
Además, el presidente Obama anunció que Estados Unidos aflojará las
restricciones sobre viajes entre los dos países, la cantidad de dinero en
efectivo que se permite enviar a individuos en Cuba, la exportación de equipo
de telecomunicaciones y ciertas actividades bancarias.
Estados Unidos no tiene
ningún derecho de aislar y castigar a Cuba. Su bloqueo económico contra Cuba
constituye un acto de extorsión imperialista. Pero las condiciones de
normalización que Estados Unidos impone no sirven a los intereses del pueblo
cubano.
El imperialismo
estadounidense y Cuba
Durante más de 100 años,
Estados Unidos le ha causado una incalculable miseria y sufrimiento al pueblo
cubano. Cuba cayó bajo la dominación de Estados Unidos como resultado de la
guerra hispano-estadounidense de 1898. El pueblo cubano había estado luchando
por su independencia de España, pero Estados Unidos se aprovechó de la
situación para poner a Cuba bajo su control. El Congreso de Estados Unidos
adoptó la llamada Enmienda Platt en 1901 la que estableció las condiciones de
su intervención en los asuntos internos de Cuba, y la que Cuba integró en su
Constitución.
Estados Unidos envió a su
infantería de marina a Cuba cuatro veces en la primera mitad del siglo 20.
Estableció una colonia militar —la base naval de Guantánamo— la que ha usado
como un campo de concentración y cámara de tortura en la guerra contra el mundo
post 11 de septiembre de 2001.
Para los años 1950,
Estados Unidos ya controlaba el 80 por ciento de los servicios públicos de
Cuba, el 90 por ciento de las minas, casi el 100 por ciento de las refinerías
de petróleo, el 90 por ciento de los ranchos ganaderos y el 40 por ciento de la
industria de ingenios. Los trabajadores en los cañaverales sufrían condiciones
increíblemente opresivas — trabajaban como esclavos entre períodos de
desempleo. Además, Cuba se convirtió en un paraíso para los inversionistas —
para los carteles estadounidenses del juego, las empresas inmobiliarias, los
propietarios de hoteles y los mafiosos. Los hombres de negocios y los viajeros
de Estados Unidos frecuentaban a La Habana, la capital de Cuba, como un centro
del turismo sexual. ¡Había unas 100.000 prostitutas en Cuba! Estados Unidos le
daba apoyo económico y militar a uno tras otro régimen odiado para reforzar
estas relaciones políticas, económicas y sociales.
Estos horrores
constituían el marco de la revolución cubana que llegó al poder en 1959. Estas
condiciones espantosas eran las que los exiliados cubanos en Miami y la
maquinaria de propaganda de Estados Unidos han alabado como “la Cuba perdida”.
La revolución cubana fue
un levantamiento justo y popular contra el imperialismo estadounidense. Pero no
avanzó para romper con el férreo dominio del capitalismo-imperialismo mundial,
ni tampoco para lanzar una auténtica revolución social liberadora con el
objetivo de arrancar de raíz toda opresión, incluido el patriarcado. No
obstante, los imperialistas estadounidenses nunca se resignaron a la derrota.
En 1961, Estados Unidos llevó a cabo la invasión de Playa Girón, una invasión
que el pueblo cubano derrotó. La CIA intentó asesinar a Fidel Castro en varias
ocasiones, en algunos casos por medio de la mafia. Estados Unidos impuso un
embargo injusto e inmoral que todavía está en vigor, el que impide que Cuba
lleve relaciones comerciales normales con los países occidentales para obtener
los necesarios medicamentos y productos agrícolas e industriales.
Lo que motiva el
cambio de rumbo: La economía y la geopolítica imperialistas
Durante los últimos 50
años, diez administraciones presidenciales estadounidenses han trabajado para
efectuar un cambio de régimen en Cuba por medio de la estrangulación económica,
la desestabilización política e intentos activos de derrocar al gobierno
cubano. ¿Los imperialistas estadounidenses han renunciado a la meta de volver a
imponer un régimen títere subordinado en Cuba? ¿Han decidido respetar la
soberanía nacional de Cuba? Para nada. Es cierto que Estados Unidos ha cambiado
de rumbo... pero lo que pasa es un cambio de táctica, y no de meta.
Un sector decisivo de la
clase dominante de Estados Unidos, con Obama a la cabeza, ha llegado a la
conclusión de que la táctica anterior de aislamiento diplomático y económico a
Cuba y de esfuerzos directos e indirectos para derrocar al régimen de Castro ya
no sirven a los intereses estratégicos del imperialismo. En cambio, los
imperialistas estadounidenses se proponen utilizar la normalización de
relaciones para efectuar un cambio
de régimen desde adentro — para crear las condiciones para
convertir a Cuba, una vez más, en una neocolonia del imperialismo
estadounidense. Esta es la realidad que motiva la retórica del golpe “valiente”
y “audaz” de Obama para “romper con el pasado”.
La economía cubana está
en una seria crisis. El liderazgo de la vieja guardia de Raúl Castro y Fidel
Castro busca desesperadamente nuevos puntales de apoyo económico y está
dispuesto a entrar en tejemanejes con los imperialistas estadounidenses.
Durante los últimos cinco años han estado aumentando los vínculos económicos,
el comercio y el intercambio financiero entre Estados Unidos y Cuba. En estas
condiciones, los imperialistas estadounidenses toman una medida importante — y
llevan la batuta. Por su parte, el liderazgo cubano se propone utilizar la
normalización y la apertura a Estados Unidos como una forma de mantenerse en el
poder mientras se deteriora la situación económica.
La normalización tiene
mucho que ver con la capacidad del capital de Estados Unidos para clavar sus
colmillos en Cuba — para extraer superganancias de la mano de obra del pueblo
cubano, para aprovecharse de sus estratos profesionales capacitados y para
saquear los recursos de la isla. La prensa financiera informa acerca de los
planes y propuestas de inversión de empresas como la gigante de la
agroindustria Cargill y la Corporación Fanjul (de propiedad de un exiliado
cubano) que controla la cía. Domino Sugar. Las corporaciones General Motors y
Caterpillar han elogiado el anuncio de Obama.
Pero vienen al caso
asuntos estratégicos mayores. La nueva postura de Estados Unidos hacia Cuba
sirve a objetivos geopolíticos más amplios: reafirmar y reforzar el dominio
estadounidense sobre América Latina, la que Estados Unidos ha considerado
histórica y arrogantemente como su “patio trasero”.
Al librar su “guerra
contra el terror”, su guerra contra el mundo, desde el 11 de septiembre de
2001, los imperialistas estadounidenses no le han prestado tanta atención a
América Latina como al Medio Oriente y Asia Central. En estas circunstancias,
Venezuela, bajo Hugo Chávez y ahora Nicolás Maduro, ha podido desarrollar
posiciones más independientes a Estados Unidos. Se ha convertido en la
principal fuente de apoyo económico para Cuba — y una espina clavada en el
costado del imperialismo estadounidense.
Al mismo tiempo, la China
capitalista se ha convertido en un importante rival económico a Estados Unidos
en América Latina. Hoy, China es el segundo inversionista en tamaño (después de
Estados Unidos) en América Latina. Es el mayor socio comercial de varios países
latinoamericanos, entre ellos Brasil, la economía más grande de América Latina.
China ha negociado un acuerdo con Nicaragua para financiar y construir un canal
más largo y más profundo que el Canal de Panamá.
Todo esto es motivo de
preocupación para los imperialistas estadounidenses. Su cambio de rumbo en el
caso de Cuba, de volver a integrar a Cuba en su red imperial mediante la
normalización de relaciones, es parte de las maniobras para reafirmar la
hegemonía estadounidense en el hemisferio occidental.
Que haya claridad
acerca de la sociedad cubana: No es socialista
El liderazgo cubano utiliza frases marxistas. La economía cubana tiene ciertas características formales que hacen que se parezca socialista: empresas estatales y extensos programas sociales financiados por el estado. Pero eso no es la esencia del socialismo, y Cuba no es un país socialista. El socialismo es un salto revolucionario monumental que se aleje del capitalismo y se acerque hacia el comunismo. La revolución socialista representa el proceso de ir eliminando de toda explotación y opresión. Se trata de darles poder a las masas populares, por medio de la creación de un poder estatal radicalmente nuevo y diferente, a fin de responsabilizarse en mayor medida del manejo de la sociedad, a fin de cambiar con mayor conciencia el mundo y a sí mismas — con el objetivo de crear una comunidad mundial de la humanidad, en la que ya no hubiera divisiones de clase ni desigualdades sociales, ni antagonismos sociales.
La realización del
comunismo requiere de una visionaria dirección de vanguardia que se base en un
conocimiento científico de la realidad y de la manera en que es posible
transformar la sociedad y el mundo al servicio de los intereses de emancipar a
toda la humanidad. Pero Cuba no refleja eso. La revolución que Fidel Castro
encabezó no sacó a Cuba de los límites de las relaciones económicas, políticas
y sociales burguesas.
Antes de 1959, Cuba era
una economía basada en el “monocultivo” del azúcar para el mercado mundial,
dominada por el imperialismo estadounidense. Castro no dirigió ni movilizó al
pueblo cubano para reestructurar radicalmente ese legado económico. En cambio,
el liderazgo cubano recurrió a un remedio fácil y rápido. El azúcar seguía
dominando la economía cubana, y la economía de Cuba seguía siendo rehén del
mercado mundial. Pero en lugar de Estados Unidos, Castro recurrió a la Unión
Soviética social-imperialista como su mercado para el azúcar y su principal
fuente de crédito. (La Unión Soviética había dejado de ser una sociedad
socialista a mediados de la década del 1950.)
La economía siguió siendo
dependiente y distorsionada. No podía satisfacer las necesidades alimenticias
de Cuba. De mayor importancia, el trabajo y las energías del pueblo cubano no
se aplicaban para realizar la transformación completa y multifacética de la
sociedad y el avance de la revolución mundial, pero más bien a la reproducción
de las relaciones de dependencia y explotación. Cuba se convirtió en una
especie de estado de bienestar represivo que mantiene a las masas sin poder y
encadenadas económicamente a la lógica del capitalismo mundial. Desde el
derrumbe de la Unión Soviética en 1991, el liderazgo cubano ha buscado nuevos remedios.
Expandieron el turismo en gran escala. La prostitución ha reaparecido como un
fenómeno social. Invitaron a la inversión extranjera para explotar los recursos
naturales. Venezuela le suministra a Cuba petróleo barato, lo que le ha ayudado
a mantener su economía a flote. Pero la caída de los precios mundiales del
petróleo ha hecho que la economía venezolana cayera en picada y ha puesto
nuevas presiones sobre la economía cubana. Ello no es el socialismo.
Que haya claridad
acerca de las tonterías de “Las libertades al estilo estadounidense”
Los ideólogos imperiales
y sus medios de comunicación propagan una narrativa acerca de los grandes
beneficios que “las libertades al estilo estadounidense” supuestamente le
ofrecen al pueblo cubano. Es una narrativa obscena:
- ¿El acceso libre y abierto a la información
por el Internet y las redes sociales? Sí, Estados Unidos ofrece “libertad
del Internet” mientras la Agencia de Seguridad Nacional vigila y espía a
los ciudadanos en una escala sin igual en cualquier sociedad del mundo o
de la historia.
- ¿El “estado de derecho” en lugar del “estado
policial represivo de Castro”? Explíquele eso a una generación de jóvenes
negros y latinos a quienes el sistema de justicia estadounidense implica
la brutalidad y asesinato policial legalizado y el encarcelamiento en
masa. Hábleles sobre el respeto de Estados Unidos para la “inviolabilidad
de los derechos humanos” a los prisioneros en Guantánamo — mantenidos
indefinidamente sin juicio, torturados con el submarino, privados del
sueño y alimentados a la fuerza.
- ¿El mercado como una “herramienta de
empoderamiento” que facilita el “espíritu emprendedor”? Visite a Haití
para ver la forma en que el poder político y económico de Estados Unidos
ha socavado y destruido la agricultura de subsistencia, la producción
porcina y arrocera. Visite a Honduras, Guatemala o Bangla Desh para hablar
con las trabajadoras acerca de los grandes beneficios y condiciones en la
superexplotación de las maquiladoras — fábricas manejadas como complejos
penitenciarios, que son trampas mortales.
La verdadera
revolución
El pueblo cubano sufrió
bajo la dominación directa del imperialismo estadounidense de 1898 a 1959, y
bajo 50 años del bloqueo económico, una invasión militar y amenazas y la
injerencia estadounidenses. Estados Unidos no tiene ningún derecho de aislar
diplomática y económicamente a Cuba. Pero la reanudación de las relaciones
entre Cuba y Estados Unidos bajo las condiciones dictadas por el imperialismo
estadounidense no representa nada positivo para el pueblo cubano.
Animo a las y los lectores a estudiar en el ensayo "Tres alternativas para el mundo" de Bob Avakian una concisa base científica de lo que es el verdadero socialismo y cómo difiere a lo que existe en los países como Cuba o Corea del Norte ("Tres alternativas para el mundo", Revolución #13, 28 de agosto de 2005). Bob Avakian ha desarrollado el marco y la viable visión y estrategia para una sociedad y un mundo radicalmente nuevos y liberadores. Además, el ensayo “Tres alternativas para el mundo” es el suplemento del segundo capítulo del libro Lo BAsico, de los discursos y escritos de Bob Avakian. Para obtener mayor información, visite revcom.us/avakian-es.
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